"Mi deber, Protegerte…"

Sumary: En una época en la que el terrorismo, la delincuencia y la Ley están en Inicios de una Guerra por el poder absoluto, un joven guerrero que lucha por la paz y el amor… Luego de que Naruto echara de su vida a Hinata con un hijo en su interior dudando que fuera de él, Boruto regresa 18 años después para ser el guardaespaldas de su propio padre, el Primer Ministro y la amenaza de un grupo terrorista.

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Naruhina, BoruSara.

Anime: Naruto Shippuden y Kuroshitsuji.

Los personajes son de Masashi Kishimoto y de Yana Toboso.

Ya lo sé, otra historia… es que mi mente no deja de crear más y más jajaja, aquí el primer capítulo de esta historia con algo de Acción. A los que les guste Kuroshitsuji, úes he decidido meter a los personajes en esta historia.

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Capitulo 1: Mi error, la desconfianza.

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En una época en la que el terrorismo, la delincuencia y la Ley están en Inicios de una Guerra por el poder absoluto…

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Naruto y Hinata se habían conocido en el trabajo. Él era un joven de 22 años que comenzaba su carrera en la política, estaba forjando su camino para convertirse en ministro de Japón. Esa siempre había sido su meta, odiaba la corrupción y la injusticia, por lo que había decidido convertirse en ministro para atrapar a todos los criminales, en especial, un grupo de terroristas y asesinos llamados "Los Akatsuki", los responsables de la muerte de su padre.

Hinata Hyuga era una joven de 22 que había sufrido la pérdida de sus padres y su hermana precisamente a manos de los terroristas de Akatsuki. Un coche bomba que acabó con su familia. Su tío Hizashi, se aprovechó de la situación y se hizo de la herencia de su padre dejándole sin nada cuando cumplió los 16, justo un año después de la muerte de su padre. Pidió ayuda legal, pero nadie le ayudó, puesto que su tío tenía influencias, y no precisamente legales. Entonces tuvo que trabajar para mantenerse a sí misma, la suerte le sonrió cuando al cumplir los 22, gracias a Kakashi, un viejo amigo de su padre y que le apoyaba cuando lo necesitaba, encontró trabajo como asistente de un joven que iniciaba su carrera en la política. Se enamoró perdidamente de él.

Por supuesto Naruto también se enamoró de esa mujer tan sencilla y tímida. Para él ella era una delicada flor. Su relación era estable hasta que, cuando cumplieron los 24, un malentendido acabó con todo…

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Naruto, de 24 años, comenzaba su ascenso en la política. La influencia del apellido Namikaze, le ayudaban a que fuera ascendiendo. Lo cuál era un peligro para los Akatsuki, puesto que era incorruptible… como Minato Namikaze. Planeaban atacarlo, pero no lo harían físicamente… por ahora, lo harían mental y emocionalmente. Lo atacarían con la mujer que amaba y con la que había anunciado su compromiso. Le harían creer que ella lo había engañado.

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––Aquí están los papeles que me pediste ––dijo Hinata mientras le extendía la carpeta a su prometido.

Naruto le sonrió ––Gracias amor, los reviso y nos vamos ¿de acuerdo?

Hinata negó con una sonrisa, Naruto le miró confundido ––No puedes acompañarme mi amor, iré a probarme el vestido y el novio no puede ver el vestido, es de mala suerte.

Naruto sonrió ––¿No estás exagerando?

––Soy muy sensible con respecto a esto, no quiero arriesgarme a que te arrepientas.

Naruto se levantó y la abrazó por la cintura ––Eso jamás ––dijo y la besó.

Rato después ella salió, le había costado trabajo convencer a su amado prometido, pero lo había logrado. En realidad la cita para el vestido era en una hora, pero tenía otro plan en ese momento. Hacía unas semanas había sentido ciertos síntomas que la llevaron a sospechar de un posible embarazo, se hizo unos exámenes y ahora mismo se dirigía a recoger los resultados. Esperaba que fuera cierto… quería darle una sorpresa a Naruto, sabía que a él le encantaría la idea, pues más de una ocasión le había mencionado que le gustaría tener un hijo y su suegra moría por tener un nieto.

Cuando llegó a la cita con el doctor, este le confirmó su embarazo. Hinata estaba feliz. Salió de la clínica con una gran sonrisa, después de ahí se dirigió a la prueba del vestido, y justo cuando salía de la Boutique, se topó con un amigo de la infancia al que no veía hace mucho, Toneri Otsusuki ambos no podían creer que se encontraran en un lugar así. Estaban felices de volver a verse. Tanto que aceptó la invitación de él de tomar un café.

––No lo puedo creer, hace mucho que no sabía de ti ––dijo Hinata.

––Lo mismo digo, mírate estás hermosa.

––Si claro jajaja ––contestó ella.

––Te lo digo enserio y ¿Te vas a casar?

Hinata le miró sorprendida ––¿Cómo lo supiste?

––Por tu anillo y porque te vi salir de una tienda de novias ––dijo sonriendo.

––Pues sí, estoy feliz. Lo amo tanto ––dijo sonriente.

––Pues yo también me voy a casar. De hecho solo vine aquí a hacer papeleo.

––¿Enserio? Qué sorpresa ¿entonces te casarás en Inglaterra? Porque sigues ahí ¿no?

Toneri asintió contento.

––Me hubiera gustado que vinieras a mi boda ––dijo ella.

––Lo mismo digo, después de todo eres como la hermana que nunca tuve ––dijo él.

Hinta sonrió ––tú también, me apoyaste mucho cuando mis padres y mi hermana…

Él asintió un poco serio.

Rato después ambos se despidieron y cada quien tomó rumbos diferentes. Lo que ellos no sabían, es que les habían sacado fotos en el café y mientras se despedían con un abrazo.

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Tres días después de aquel encuentro, Hinata había planeado una cena para darle la noticia a Naruto sobre su embarazo, pero no todo sale como uno lo planea y justamente esa mañana, Naruto recibió en su despacho un sobre sin nombre, solo un DVD, unas fotos y una nota en su interior. Naruto frunció el ceño ¿Qué era aquello? Miró la nota y frunció aún más el ceño.

"Señor Namikaze, su prometida no es la mujer que usted cree, ella lo engaña con otro hombre, llevan tiempo viéndose y planeando robarle una fuerte cantidad de dinero, si no quiere creer, aquí están las pruebas de lo sucia que es esa mujer y como le han estado viendo la cara…"

Naruto comenzó a espirar agitadamente, y con las manos temblorosas sacó las fotos. Era Hinata con un tipo en un café conversando alegremente, otra mientras se abrazaban y se despedían. Tomó el DVD y lo reprodujo. Era un video de unas cámaras de seguridad de un Hotel al que Hinata entraba y se dirigía a una habitación. Ella entraba. El video mostraba la fecha de hace tres días.

Entonces Naruto recordó cuando ella le había dicho que no lo acompañara. Entonces para él todo tuvo sentido. Comenzó a llorar de amargura y dolor. No lo podía creer pero así era.

Hinata se encontraba llegando a la oficina de su prometido, estaba muy feliz pero su sonrisa se borró cuando entró y Naruto en lugar de recibirla con un beso como siempre, le recibió con una fría mirada, quiso pensar que tal vez era su imaginación pero no era así.

––¿Naruto? ¿Sucede algo?

––¿¡Cómo pudiste!? ¿¡Cómo pudiste hacerme esto!? ––le reclamó mientras le aventaba las fotografías.

Ella brincó del susto y confundida levantó las fotos. Abrió los ojos, reconoció el lugar y a Toneri inmediatamente. Trató de explicarse pero él no se lo permitió.

––No, Naruto… déjame explicarte, esto no es…

––¡Cállate! No te creo nada de lo que me digas… eras una cualquiera.

Hinata comenzó a llorar y negó ––No me llames así, me lastimas yo no…

––¡No te hagas! Incluso se ven en un hotel para revolcarte con él… soy un imbécil, nunca debí fijarme en una mujer como tú que salió adelante con quien sabe que métodos.

Hinata no soportó eso y le dio una bofetada, inmediatamente se arrepintió, debía explicarle. Él sonrió con ironía ––Ahora te haces la digna…

––Naruto, yo te amo. Nunca te engañé, eso no es lo que piensas…

––Cállate! Lo nuestro se terminó, no me casaré contigo ¿me oyes?

Hinata derramó lágrimas y negó ––Mi amor, entiende… yo… estoy embarazada de tu hijo.

Naruto abrió los ojos grandemente y luego sonrió con amargura ––¿Me crees estúpido? ¿Ahora me quieres envolver con un hijo que no es mío?

Hinata lloró ––Es tu hijo, jamás te he mentido.

––Lárgate, no quiero verte, ve y dile a este imbécil con el que te revuelcas que tendrán un hijo!

Hinata se llevó una mano a su pecho y negó. Salió del lugar envuelta en llanto. Nunca esperó que el hombre que le había jurado amor no le creyera.

Naruto ahogó sus penas en la bebida ese día…

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2 semanas después…

Hinata no tenía nada. Naruto no respondía sus llamadas y el departamento que rentaba ya no estaba disponible. Meses atrás lo había dejado porque había comenzado a vivir con Naruto. Él había mandado a sacar sus cosas, de las cuales no pudo cargar con la mayoría, puesto que no tenía donde quedarse, el poco dinero que tenía lo había utilizado para quedarse en un pequeño hotel, pero el dinero se le estaba acabando y pronto la echarían de la habitación… lo peor… no encontraba trabajo. Se dejaría morir, pero su bebé que crecía en su interior le daba fuerzas y tampoco se merecía morir… él tenía todo el derecho a nacer… pero no sabía que hacer, llevaba ya un día sin comer y temía por su bebé, las vitaminas que le había recetado el doctor durante el embarazo no las tenía.

Se encontraba deambulando por la calle con aspecto cansado, sentía que no tenía fuerzas para seguir caminando, la lluvia se vino con intensidad y ella se empapó por completo… miró al cielo y comenzó a llorar ––Por favor… alguien… ayúdenme… ayuden a mi bebé… no quiero perder lo único que me queda… ––dijo sollozando.

Cruzó la acera lentamente, era de noche, la calle estaba solitaria y no había ningún auto. Se confió y cuando cruzaba, una luz la cegó y el sonido de unas llantas frenar se hizo presente….

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Al día siguiente, Naruto se encontraba en su despacho, le costaba concentrarse, ella le había lastimado y encima el muy idiota todavía pensaba en ella.

Kakashi entró a la oficina con el rostro serio.

Naruto le miró ––Oh, Kakashi, ¿han terminado tus vacaciones?

––Decidí regresar cuanto antes porque vi en un anuncio que tu compromiso con Hinata había terminado ¿Qué sucedió?

Naruto frunció el ceño. Kakashi era su jefe de seguridad y quien le había presentado a esa mujer.

––Resulta que Hinata me engañaba con otro tipo, se iba a los hoteles a revolcarse con él. No quiero que se hable más del asunto. Ambos solo querían robarme.

––¡Hinata es como una hija para mí! ¡la conozco desde pequeña! Ella no haría algo así.

––¡Dije que no quiero hablar más de eso! ––dijo mientras abría los cajones de su escritorio, tomó el sobre y lo lanzó a su escritorio.

––Aquí están las pruebas, llévatelas si quieres pero retírate Kakashi.

Kakashi tomó el sobre y se retiró molesto, sea lo sea que hubiera adentro estaba seguro que no era verdad. Él lo descubriría y buscaría a su sobrina.

Kakashi se dirigió a su auto y ya adentro miró el contenido, marcó un número.

––¿Konohámaru? Necesito que hagas un trabajo, eres un genio computacional ¿no? así que nos vemos en tu departamento ahora mismo, voy para allá ––Kakashi se sorprendió cuando miró las fotos y la nota, el chico era un amigo de la infancia de Hinata, Toneri. Sabía que se había malinterpretado.

Kakashi colgó el teléfono y aceleró. Cuando llegó al edificio Konohámaru le recibió.

Sacó el DVD y se lo entregó a Konohámaru. ––Revisa este video, siento que algo no está bien.

El chico asintió y rato después le mostró las grabaciones que había obtenido.

––En efecto Kakashi san, este video fue editado. Entre a la red de el hotel y se trata de el mismo video pero con otra fecha.

––En pocas palabras este video fue editado con otra fecha.

––Si, y con una fecha reciente… en realidad esta grabación es de hace unos 3 meses.

––Ya lo recuerdo, fue cuando Hinata visitó a su única tía, la hermana de Hana, quien había venido a Lapón de visita y se hospedó en ese hotel ––Kakashi miró a Konohámaru ––Consígueme la factura y el registro de la habitación y la fecha en la que la tía de Hinata se hospedó.

––Pan comido ––dijo el chico sonriente y comenzó a teclear con rapidez la computadora.

––También quiero el video original.

––Ok.

––Y los datos completos de Toneri Otsusuki.

Konohámaru asintió concentrado en la computadora. Rato después, ya tenía en sus manos las pruebas de que todo había sido una trampa.

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Kakashi entró esa misma tarde a la oficina de Naruto. Este suspiró. ––¿Qué pasa Kakashi?

Kakashi le puso una laptop y reprodujo los dos videos al mismo tiempo ––Como puedes ver, el video que te enviaron estaba alterado. Este es el original, es la fecha de cuando Hinata fue a visitar a su tía. Debes recordarlo bien, puesto que ella usó ese vestido que le regalaste el mismo día para que fuera a ver a su tía. El video que te llegó es el mismo, pero las fechas fueron editadas.

Naruto abrió grandemente los ojos al recordar ese día. Él la había acompañado al hotel ese día pero había decidido esperarla en el estacionamiento. Lo había olvidado… incluso el peinado era el mismo.

––De todas formas aquí están los registros y factura de la habitación que ocupó la tía de Hinata. Revísalo y compara las fechas.

Kakashi le entregó una carpeta y continuó ––ahora vamos a las fotos ––le extendió una carpeta con los datos de Toneri y las fotos.

––Toneri Otsusuki hijo de una importante familia, heredero de negocios en Inglaterra, en primer lugar él no necesita robarte nada, en segundo lugar, él es amigo de la infancia de Hinata, ambos son como hermanos. Él estuvo con ella cuando perdió a su familia, pero luego tuvo que irse al Inglaterra y no volvieron a verse hasta hace un par de semanas, que corresponden a las fotos. Fueron a tomar un café y a charlar como los amigos que son. Mira las fotos y dime si ves algo fuera de lugar.

Naruto miró las fotos ––No, pero se están abrazando y…

––En estos papeles viene algo interesante, el joven tiene prometida de hecho ya se casó. Si no quieres creer aún, pues conseguí el video de la cafetería, incluso tiene audio y afortunadamente ellos se sentaron cerca de una cámara de seguridad.

Kakashi le mostró el video:

"––No lo puedo creer, hace mucho que no sabía de ti ––dijo Hinata.

––Lo mismo digo, mírate estás hermosa.

––Si claro jajaja ––contestó ella.

––Te lo digo enserio y ¿Te vas a casar?

Hinata le miró sorprendida ––¿Cómo lo supiste?

––Por tu anillo y porque te vi salir de una tienda de novias ––dijo sonriendo.

––Pues si, estoy feliz. Lo amo tanto ––dijo sonriente.

––Pues yo también me voy a casar. De hecho solo vine aquí a hacer papeleo.

––¿Enserio? Qué sorpresa ¿entonces te casarás en Inglaterra? Porque sigues ahí ¿no?

Toneri asintió contento.

––Me hubiera gustado que vinieras a mi boda ––dijo ella.

––Lo mismo digo, después de todo eres como la hermana que nunca tuve ––dijo él.

Hinta sonrió ––tú también, me apoyaste mucho cuando mis padres y mi hermana…

Él asintió un poco serio."

Rato después ambos se despidieron y cada quien tomó rumbos diferentes.

Naruto cerró la computadora y comenzó a llorar, su Hinata era inocente, miró a Kakashi.

––¿Sabes dónde está? tengo que verla, debo pedirle perdón ––dijo Naruto, de repente esta ansioso.

Kakashi negó ––No he podido contactarla, no contesta su celular, pero ya he movilizado a mis hombres para que la busquen… ¿Hace cuanto no la vez?

––Hace dos semanas, yo… la corrí de aquí y… la eché del departamento.

––¿Cómo pudo hacerle esto? Ella no tenía a donde ir, la echaste a la calle ––le dijo Kakashi molesto.

Naruto se llevó las manos a la cabeza y apretó la mandíbula ––Lo peor de todo es que… ella me dijo que estaba esperando un hijo mío… y… lo desprecié… le dije que ese hijo no era mío… ¿Qué hice? ¡SOY UN MALDITO! ––Naruto aventó sus papeles al suelo.

––¡¿CÓMO QUE EMBARAZADA?! ¿Y ASÍ LA ECHASTE?

––Por favor Kakashi… encuéntrala… ––Naruto tomó su saco ––también voy a buscarla.

Kakashi salió de lugar muy molesto con Naruto tras suyo. Dos días buscándola e incluso las lluvias parecían complicar la búsqueda.

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Hinata despertaba lentamente, de pronto recordó todo e instintivamente llevó sus manos a su vientre. Preocupada por su bebé.

––Descuida, tu bebé está bien. El doctor ya te revisó.

Hinata miró a un joven de unos 17 años, cabello Azul oscuro, corto y ojos azul cielo un poco más intenso. Y vestía demasiado formal, elegante para su edad.

––¿Dónde estoy?

––Te atravesaste frente a mi coche, te desmayaste aunque el coche no te golpeó, así que te traje aquí.

Hinata sonrió débilmente ––Gracias… yo…perdón por las molestias.

––¿Qué te ha pasado? ––preguntó curioso mientras tomaba asiento cerca de ella. Hinata pensó que ya no tenía nada que ocultar, su vida no tenía nada de interesante. Bajó la cabeza con un semblante de tristeza.

––Estoy embarazada y no tengo nada, estoy en la calle y… no tengo a nadie…––ella sollozó.

––¿No tienes a dónde ir? ––preguntó él.

Ella asintió.

––¿Cuál es tu nombre?

––Hinata Hyuga…

––Yo soy Ciel Phantomhive, soy el señor de esta casa.

Ella le miró sorprendida ––¿Señor?

Ciel sonrió levemente ––Tengo 17 años, pero mis padres murieron hace 7 años y con ayuda de mi sirviente me he hecho cargo de los negocios de la familia, ahora soy el líder y heredero de las compañías Phantom.

Hinata asintió ––Vaya es mucha responsabilidad…

Ciel negó ––en fín, si no tienes donde quedarte, puedes quedarte aquí.

Hinata le miró sorprendida ––¿Por qué me ayudarías? A mi… una desconocida y… con un bebé.

––Es fácil, necesito un representante confiable que aprenda a llevar a cabo algunos de mis negocios, necesito a alguien que no sea capaz de traicionarme por cosas banales como el dinero y el poder. Eso lo lograré con alguien con el que forje lazos desde el principio. En pocas palabras… necesito a tu hijo.

Hinata se alteró ––¿Quieres a mi bebé?

––Si, pero no te asustes, no pienso quitártelo. Para eso te ofrezco que te quedes aquí, ya que no tienes a nadie y no tienes a donde ir. Te ofrezco un techo, comida y por supuesto todos los cuidados que necesitas durante tu embarazo, y cuando nazca, el niño no sufrirá carencias, tendrá ropa y todos los cuidados que requiera, así como una buena educación con los mejores maestros. Será instruido para convertirse en un hombre de bien. Solo te pido que me permitas adoptarlo como un sobrino. Yo seré su tío.

––¿Tanto te importa una persona de confianza?

––Soy muy joven, pero tengo una gran responsabilidad encima. He sufrido traiciones por supuestos amigos de la familia. Pero no han conseguido sus objetivos porque cuento con el respaldo de mi fiel sirviente, Sebastián.

––Yo… no lo sé.

––Mira a fuera, hay una tormenta. Aquí estás a salvo, si sales solo morirás de hipotermia, y dudo mucho que quieras exponer a tu hijo.

Hinata sabía que él tenía razón.

––No sé si te has dado cuenta, pero los criminales se están saliendo de control. En unos años, el mundo se sumirá en caos total, porque los terroristas y otros delincuentes le declararan la guerra al gobierno, la ley no podrá mantener a raya a los criminales. Pronto las calles serán incluso peligrosas…

––¿Cómo sabes eso? ––preguntó Hinata.

––Mi mayordomo puede hacer ciertas predicciones.

Hinata le miró con una ceja alzada.

––Es difícil de creer, pero si te quedas te darás cuenta de su gran capacidad, es muy inteligente. Incluso ha dicho que el bebé será un barón.

Hinata llevó sus manos a su vientre ––es imposible saber que será aún…

––Te lo aseguro, será un niño. En fin. ¿te quedas?

Hinata le miró, no tenía nada que perder, además aunque era difícil de creer lo que le acababa de contar sobre el caos que se vendría, ella no podía evitar sentir cierta incertidumbre y miedo.

––Me quedaré si me prometes que no me lo quitarás y que no le va a faltar nada.

––Te lo prometo ––Ciel se levantó y la puerta se abrió, un hombre atractivo de cabellos negros y ojos negros, alto y en un traje de mayordomo entró con un carrito.

––Le traje un poco de sopa caliente con verduras, le hará bien, también un jugo de naranja y agua. Aquí están sus vitaminas que le recetó el doctor, en cualquier caso él vendrá a revisarla cada mes para ver que el embarazo va bien. Claro si ha decidido quedarse ––dijo él con una sonrisa.

Hinata miró a Ciel.

––Él es Sebastián, mi mayordomo ––dijo Ciel.

Sebastián se inclinó ––a sus órdenes. Por favor coma.

Hinata no pudo negarse, tenía muchísima hambre. Incluso se comió el postre entero.

––Si tienes algún… antojo… ya sabes, de esos que tienen las mujeres embarazadas, no dudes en pedírselo a Sebastián.

––No se preocupe… ya han hecho bastante por mí…

––Si necesitas algo hazlo saber… ––Sebastian salió antes y Cien se dirigió a la puerta.

––Gracias nuevamente ––le dijo Hinata.

El joven asintió y se retiró.

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Naruto miró a Kakashi cuando este recibió una llamada. Kakashi contestó ––Dime Koda.

––Señor, ella rentó un cuarto de hotel… es uno de esos baratos, el hotel Camelias.

Kakashi apretó la mandíbula, por dios… si necesitaba ayuda, ella debía haberle llamado, ¿a caso no contaba con él? ¿Por qué tenía que irse a un hotel peligroso y de dudosa reputación?

––Esta bien, vamos para allá.

––¿La encontraron? ––preguntó Naruto ansioso.

––Dimos con el lugar en el que se queda… ella se vio obligada a rentar u maldito hotel barato y de dudosa reputación ––más que decírselo, en realidad Kakashi se encontraba molesto con Naruto y se lo dijo como reproche, que él entendió.

––No sabes cuánto me odio…

––Vayamos… ––Kakashi se dirigió al auto.

Cuando llegaron al lugar, Naruto sentía un dolor en el pecho cada que avanzaba más y más, el sitio era pobre, hombres en estado de ebriedad entraban y salían con mujeres, incluso en la entrada una mujer se le había restregado a él, y los hombres de kakashi habían tenido que quitársela de encima. Cuando entraron al lugar, un pequeño cuarto y una cama que más bien era un catre, Naruto no pudo evitar llorar.

––¿Dónde está ella? ––preguntó Naruto.

Uno de los hombre habló ––Cuando llegamos ella ya no estaba, sus cosas están aquí. Sin embargo, el encargado dice que la joven salió por algo de comer hace dos días y no ha regresado. Dice que tal vez huyó porque ella no tenía con qué pagar o que algo le sucedió porque se veía pálida, enferma…

Naruto cayó de rodillas al suelo, no podía creer que quien fuera la persona que le había tendido la trampa, había conseguido algo así. Si la encontraba… quizás ella… no lo perdonaría… y su hijo…

––Levántate Naruto, Hinata podría estar tirada en la calle y con tu hijo en su interior. Si tienes tiempo para llorar, entonces mejor dedícate a buscarlos ––Dijo Kakashi mientras lo tomaba del brazo, ya no estaba molesto con él, incluso le tenía lástima por cómo estaba sufriendo. Le bastaba con saber que estaba arrepentido y que aceptaba su error.

Naruto así lo hizo, tomó las cosas de Hinata y revisó en ellas, entre su poca ropa había una fotografía de ambos… se mordió el labio. Aun después de todo ella se había llevado esa foto con ella.

En medio de la tormenta, Naruto no dejaba de buscarla… mientras ella, desde la cama en medio de una enorme y lujosa habitación, miraba la lluvia caer por la ventana mientras acariciaba su vientre aún plano. Ella no odiaba a Naruto, sabía que se había dejado llevar por los celos y el dolor de pensarse engañado…. Pero no quería verlo, no quería por miedo a que la mirara de la forma despreciable en que lo hizo… así era mejor. Tampoco iba a condenar a su hijo a que su padre lo despreciara como lo hizo.

Era mejor de esa manera…

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Hasta aquí el primer capítulo ¿Qué les pareció?

pronto actualizaré las demás... saludos.