Dr. This Feels Good
Declamier: Los personajes de BLEACH pertenecen al gran KUBO TITE, sólo les utilizo sin fines de LUCRO.
Universo Alternativo.
Resumen: Definitivamente con un médico como Kurosaki Ichigo a su cargo quedaría completamente sana. Pero aun así... ¿Porque cada vez que le veía su corazón se aceleraba? ¿Y por qué cuando le tocaba se sentía tan bien?
Capitulo Uno: Una Cita Forzada
No quería ir al médico, pero tenía que dejar su orgullo atrás y asumir que lo necesitaba. Hacía ya más de dos meses que se sentía un poco anémica e irritable. Sus compañeros de trabajo, sus amigos, y su familia incluyendo a su Nii-sama, le habían dejado entrever preocupación por su creciente palidez.
Meditando esto en su escritorio en una de las divisiones de Kuchiki Corp., decidió, en contra de sus opiniones sobre las consultas médicas, buscar en su laptop las asociaciones médicas de la compañía – lo que le garantizaba un buen servicio- encontrándose con dos centros que quedaban en la ciudad y que estaban muy bien catalogados.
HOSPITAL CENTRAL DE KARAKURA
CLINICA KUROSAKI
Miró fijamente la pantalla. Debatiéndose internamente para elegir una buena decisión.
— ¡Maldición, ahora a cual voy!— Chilló frustrada mientras sobaba sus sienes impaciente. — ¿Y si mejor escojo al azar? ¿Para ahorrarme un mal rato?— Se preguntó desechando inmediatamente la opción al ser muy poco razonable.
Resignada subió su vista y tras cinco minutos divisó por la rendija de la puerta a alguien que, según ella, debiera saber del tema.
— ¡Renji! — hizo una pequeña seña entusiasmada al ver su salvación tan cercana.
Renji por su parte al notar el ánimo de su amiga, llego rápido a su lado.
— ¿Qué pasa, Rukia?— Rodeó el escritorio y miró por sobre Rukia leyendo aquellas frases destacadas descubriendo rápidamente a que se debía su llamada. — Va~ya, así que por fin irás, ya era hora.
La pelinegra le miró enarcando una ceja: "Otro más que me lo recuerda"
— Si quieres que te lleve no hay problema — Se adelantó el pelirrojo ubicándose frente a ella de pie.
Miro al hombre frente a ella y respiro profundamente. Nuevamente Renji había sacado sus propias conclusiones.
— Lo sé, pero lo que no sé, es a cuál de estas dos clínicas debiera ir— señalo.
— ¿Y piensas que yo sé?- Se apuntó con un gesto burlón.
Rukia le miró pícaramente provocándole instantáneamente un nudo en la garganta.
—Pensé que tú quizás sepas de estos temas — levantó la mirada y vio que su amigo ponía un gesto de curiosidad— ya sabes por Tatsuki— Finalizó con una sonrisa causando sorpresa y molestia en Abarai.
— Solo somos amigos Rukia, no le veo nada de malo que haya acompañado a Tatsuki al hospital. — Se defendió rápidamente.
—Yo tampoco, por eso apruebo vuestra futura relación —aprobó con una sonrisa, levantándose y acercándose a la ventana de su oficina en el 13avo piso.
Renji observo la sutileza de su caminar, quedando por enésima vez embobado por ella. Presuroso comenzó a aclararle el asunto a su amada amiga.
— No me gusta Tatsuki, me llama la atención sí, pero es otra mujer la que me gusta y tú lo sabes. — Dijo rápidamente con fervor, finalizando con un tenue color carmín adornando sus mejillas.
— Si lo sé— Asintió sin despegar su vista de la ventana sin percatarse de la mirada devota del joven. — lo que me pregunto es por qué no te le declaras a la misteriosa dama y punto. — dijo con frustración.
Se produjo un silencio poco común entre ellos, causando que la morena se girase y mirase el semblante de su amigo pelirrojo.
"No le entiendo… ¿Está enfadado, decepcionado, nervioso, o qué?" — pensó Rukia al verle. Daba la impresión de que estuviese debatiéndose internamente entre hablar o no.
Hacía mucho tiempo que se conocían, desde que tenía memoria estaban juntos, ya que su padre era uno de los guardaespaldas de la familia Kuchiki, por ende, el pelirrojo pasó mucho tiempo al lado de Rukia, al no tener más familia que su progenitor.
Como consecuencia de esto, Renji conocía la gran intuición y empatía que poseía la morena con las personas a su alrededor. Pero curiosamente esa empatía e intuición no funcionaban cuando era referente a ella misma. Se transformaba en un fiasco. ¡Demonios! ¡Si era ella la que le gustaba! ¡No podía ser más obvio!
Rukia siguió muda al ver la poco común reacción en su amigo.
"Debe estar muy enamorado… Admiro a esa mujer, tiene mucha suerte" Pensó al percibir un leve nerviosismo en él.
Renji miraba a ratos a la Kuchiki preguntándose si esta se habría dado cuenta finalmente de sus sentimientos para con ella. El sólo pensar en ello causo un nerviosismo y una ansiedad que amenazaba su secreto. Y peor aún. La amistad que los unía.
¿Pero que podía decir que desviara rápidamente su atención?
"¡Claro!"
— Kurosaki.
— ¿Eh? ¿Qué?— preguntó desconcertada.
— La clínica Kurosaki, ve allá. Poseen buenos médicos, inclusive por lo que sé toda esa familia está ligada a la medicina. — le aclaró rápidamente para no darle oportunidad de preguntarle el porqué de su evasiva.
Rukia le miró y decidió no presionar más al pelirrojo, ya le diría quien era la dichosa mujer.
DOS DÍAS DESPUÉS.
— Cancela por favor todas mis citas Karin, tengo algo que hacer hoy en la tarde.
— Dame a lo menos una razón Ichi-nii. La que tendrá que dar explicaciones a tus pacientes seré yo después de todo.
Suspiró enfadado.
— Saldré a tomar unas copas con Chad e Ishida.
— Tendré que decir que estas estudiando o algo— soltó resignada. — que sea la última vez que me avisas un momento antes de irte.
—Está bien. ¡Gracias Karin!— Gritó dirigiéndose a las puertas de la clínica. Dejando a su hermana menor con un reto muriendo en sus labios.
Salió raudo de la consulta marchando directamente hacia su auto que se encontraba en la acera del frente de la clínica de su padre.
Estaba ansioso de ver nuevamente a sus camaradas. Era todo un relajo dentro de su ajetreada vida de doctor. Aunque jamás les diría lo importante que son para romper su rutina, principalmente porque Keigo lloraría de felicidad por un buen tiempo.
"Felicidad…"
Su mayor pasión era la medicina, jamás lo negaría, pero si reconocía que algo le faltaba. Aquella "Felicidad". Quizás un sueño, o una razón importante para vivir. Tal vez le faltaba encontrar a ese alguien importante.
"No conoces la dicha de ser plenamente feliz, Kurosaki Ichigo." Se sermoneó.
Cruzo la calle tan ensimismado, que se encontró de golpe con una situación bastante cotidiana para cualquiera. Pero que le llamó la atención a tal punto de hacerlo girar el rostro. Quitándole de paso el aliento como nunca le había pasado.
Un coche negro había aparcado delante de su automóvil, bajándose, posteriormente de éste, una menuda joven pelinegra con unos hermosos ojos violáceos. Vestida con ropa claramente de diseñador, su cuerpo se ceñía dulcemente al vestido blanco corto que se mecía grácilmente a cada paso que la mujer daba.
Pero algo más allá de su ropa y su figura le llamó la atención.
La mujer luego de mirar a su alrededor, dio con él, reparando sólo unos segundos en su imponente figura, cosa que le sorprendió sobremanera, ya que las mujeres en general se dedicaban más que cinco segundos a mirarlo. Quizás era su poco habitual color de cabello, o su rostro de perro enfadado como le decía "cariñosamente" su padre. Pero de que lo miraban más que aquella mujercita, lo hacían.
Nunca deseo atraer y tener a una mujer como le pasó con aquella pelinegra.
Pero más allá de su mente no iba a pasar. A menos que el destino los uniese de alguna manera. Algo inconcebible para él.
Espero que les guste la idea.
Reviews Please! :) Acepto críticas constructivas y destructivas :C, opiniones, ideas, de todo :)
Nos leemos !
PD: lo había subido hace unos días atrás, pero tuve un drama con fanfiction y no supe que hacer y borré el fic. Muchas disculpas a la chica que me había dejado review. Aprecio tus palabras C:
