ACLARACIÓN DE LA AUTORA:

La historia es completamente mía y los personaes de Sthephenie Meyer


Prólogo.

-Es una broma ¿cierto?

Su padre sentado frente a ella negó lentamente con su cabeza.

-No, no lo es.

-Vamos, Bella. Es solo este verano.

Su madre llevaba el cabello recogido en un moño, como no lo había hecho en años. Eso sin embargo, no le importó más que el hecho de que estaban a punto de llevarla a casa de su abuela en un pueblo perdido en la nada para pasar el verano antes de comenzar el último año escolar. Su último verano junto a todos sus amigos.

-¿Acaso saben lo que significa este verano para mí?

Indignación. Eso sentía muy profundamente. Sus padres no tenían derecho a hacerle eso. Sin esperar una respuesta, porque sabría que no iba a gustarle, se esfumó hacia su habitación de dónde no pretendía salir hasta la mañana siguiente. La última clase del semestre donde podría hablar con Jessica y pedirle perdón por la atroz decisión de sus padres.

Había escuchado toda la discografía de la banda de moda de pop que tanto le gustaba. Trataba de ponerse a la moda a tiempo, pero a veces nunca se logra. Es que si te retrasas en un detalle, se convierte en una bola de desinformación porque una cosa está relacionada con la otra y terminas en medio sin entender una palabra. Pero ella no podía permitirse eso, tenía una reputación que mantener y eso no le podía pasar. Le podía pasar a cualquiera y lo entendería, hasta podría sentir compasión. Pero no a ella. Se esforzaba al máximo para ser perfecta. Le gustaba la perfección. No era algo que se otorgaba con facilidad y tampoco era algo que ella lo había logrado sin parpadear una vez.

Había trabajado duro y se lo merecía.

Cuando finalmente se decidió a bajar las escaleras para tomar algo de comida de la nevera sin que nadie la viera, encontró todas las luces apagadas menos la del escritorio de su padre. Pensó que solo estaría trabajando hasta tarde, como había estado haciendo durante los últimos meses pero el murmullo de voces la detuvo justo en frente.

-¿Qué quiere decir eso?

La aguda voz de su madre la sobresaltó. No era un grito ni un susurro, pero el tono histérico era algo tan fuera de común en la suave y sedosa voz de su madre.

-Sabes lo que significa. Solo tenemos que conseguir que Bella nos deje ese tiempo y más tarde podremos explicarle todo lo que sucede. Quiero resolverlo, pero necesito tiempo.

Bella frunció el ceño y se pegó más a la puerta. Su padre era muy discreto y casi no lo oía con claridad.

-¿Cómo resuelves una hipoteca, Charlie? No puedo seguir con esto.

Hipoteca. Se cubrió la boca con ambas manos para no ser oída.

-No es solo una maldita hipoteca, René. Son tus caprichos por simular que eres de la realeza ¿es que todavía no lo entiendes? Causas más gasto del que deberías y no quieres trabajar para ayudar con eso.

Era cierto. Aunque no creía que de forma tan exagerada. Su madre gastaba en lo bueno y lo que valía la pena tener, al menos ese era su lema. Ella había aprendido esa misma forma, no siempre la había considerado pero cuando había tenido su puesto social entre los hijos más destacados de los amigos de su madre había tenido que acudir con necesidad a la tarjeta de crédito. Mejor ropa para las reuniones, sesiones de belleza para el cabello y el gimnasio.

-Cerdo egoísta.

Nunca en la historia había oído a su madre soltar palabras malignas hacia nadie, menos a su padre.

-Te habrías casado con Maurice y esto no hubiera sido un problema, René.

El reproche estaba allí. Demasiado fuerte, demasiado insoportable. ¿Maurice Newton? ¿El padre de su novio? Ellos eran, posiblemente, la familia más rica de la zona y su madre siempre había alabado a Mike y su familia. Casi saltando de la alegría cuando ella finalmente había anunciado su noviazgo con él.

-Si no me hubieras dejado embarazada...

Se alejó de la puerta con brusquedad. No podía seguir oyendo eso. Corrió a su habitación sin pisar el medio de las maderas que rechinaban. Un viejo truco que había aprendido el verano anterior con su primo Emmet de visitas y regresaban muy tarde de la playa como para ser descubiertos.

¿Era un bebé no deseado que había arruinado la vida de sus padres? Eso ni siquiera le parecía posible. Siempre habían sido muy unidos. Aunque más de una vez había considerado la idea de por qué nunca había tenido un hermano, pero no es algo que hubiera querido. Disfrutaba de la plena atención de sus padres.

Siempre había creído que estaban enamorados. Solía verlos abrazados o besándose. ¿Por qué su madre le diría eso?

.

-He tomado una decisión.

Anunció a la hora del desayuno. René dejó de guardar las latas y se giró para verla. Charlie levantó la vista del periódico para verla directamente.

-Iré.

Como una sentencia, se condenó a pasar el que pretendía ser el mejor verano de su vida por uno mediocre al lado de su abuela en Maine.