¡Hola!
Voy a escribir una historia de los personajes leyendo la Sangre del Olimpo, ya que no hay muchas en español, sólo unas dos, y ninguna está completa.
Así me tarde todo un año, prometo que voy a terminar ésta historia.
Ahora, disfruten de la lectura...
En el Olimpo se respiraba aire de guerra, hacia poco que había terminado la Segunda Guerra Mundial y la tensión se podía cortar con un cuchillo en la Sala del Trono, donde los dioses estaban reunidos para el juramento de los Tres Grandes.
Estaban a punto de empezar con el pacto cuando, de repente, un humo violáceo descendió desde el techo y, al rozar el piso, las voces de tres mujeres resonó en la sala.
-Dioses -bramaron-, estamos muy disgustadas por su futuro comportamiento; sus errores y caprichos han puesto en peligro la vida de sus hijos. Es por eso que les daremos un libro que cuenta la futura guerra contra Gea, para que lo lean y corrijan todas sus equivocaciones. A medida que avancen en la lectura irán llegando semidioses que se unirán a ustedes para leer, pero no esperen que muestren respeto, están muy enfadados con ustedes, y razones no les faltan. Tienen prohibido dañar a nadie en la sala. Disfruten de la lectura.
En ese momento, apenas desapareció el humo, hubo un destello de luz junto al fuego de Hestia, que al apagarse dejó ver un libro con siete chicos en la portada y la cara de Gea debajo de ellos. Los dioses, que se habían mantenido petrificados durante la explicación de las Moiras, salieron de su ensoñación para ver a Hestia tomen con cuidado el libro.
-¿Qué hacemos, padre? -pregunto Atenea.
-Lo que han dicho las Moiras, leer el libro -respondió Zeus. Se oyeron murmullos de asentimiento por parte del resto.
Cuando ya todos estaban en sus tronos y se disponían a leer el humo violeta volvió a descender del techo, dejando al desaparecer a nueve confundidos semidioses y un sátiro. Al darse cuenta de donde estaban, miraron a los dioses desafiantes.
-¡¿Por qué no muestran el debido respeto?! -bramó Zeus, pero, cuando iba a amenazarlos con su rayo, Poseidón intervino.
-Hermano, recuerda lo que dijeron las Moiras -dijo, refiriéndose a lo de que tenían razones para no respetarlos.
-¿Qué hacemos aquí? -preguntó uno de los semidioses. El chico que hablo tenía el pelo negro, los ojos verde mar y la piel bronceada.
Y los dioses les explicaron lo del humo violeta, las Moiras dándoles instrucciones y que ahora tenían que leer el libro. Cuando terminaron los semidioses se quedaron en silencio procesando lo que les habían dicho. Luego de unos segundos de incómodo silencio, Apolo habló.
-¿Por qué no se presentan? -dijo, más que nada para romper la tensión.
-Yo soy Percy Jackson, hijo de Poseidón -se presentó el semidiós que había hablado antes-. Ex pretor del campamento Júpiter, líder del campamento Mestizo, héroe del Olimpo y uno de los siete -decir que los dioses estaban sorprendidos era poco, ¿líder de los dos campamentos? Siendo griego era extremadamente raro que fuera pretor del campamento Júpiter; pero lo que más les sorprendió era que eso significaba que en el futuro griegos y romanos sabían de la existencia de los otros, ¿cómo demonios se enteraron?
-Annabeth Chase, hija de Atenea -habló una chica rubia de ojos grises, que llevaba el pelo amarrado en una coleta-. Arquitecta oficial del Olimpo, héroe del Olimpo y una de los siete.
-Jason Grace, hijo de Júpiter -dijo esta vez un chico rubio de ojos azul cielo, que tenía una pequeña cicatriz sobre su labio-. Ex pretor del campamento Júpiter y uno de los siete.
-Paris McLean, hijo de Afrodita -Paris era un chico de cabello marrón chocolate cortado de manera desigual, con los ojos cambiantes como un caleidoscopio-. Altavoz del encanto y uno de los siete.
-Leo Valdez, hijo de Hefesto -dijo un chico bajito, de piel morena, cabello castaño oscuro, ojos marrones y una sonrisa traviesa. Entre sus manos tenía unas piezas de metal con la que jugueteaba nerviosamente-. Usuario del fuego y uno de los siete, -para demostrarlo prendió su mano derecha en llamas.
-Hazel Levesque, hija de Plutón y una de los siete -habló tímidamente una chica que no debía tener más de trece años, con el pelo alborotado de color marrón oscuro, la piel un poco más oscura que la de Leo y ojos dorados.
-Frank Zhang, hijo de Marte -se presentó un chico alto y musculoso, de pelo negro cortado al estilo militar, ojos negros y rasgos chinos-. Pretor del campamento Júpiter y uno de los siete.
-Nico Di Angelo, hijo de Hades y rey de los fantasmas -dijo un chico pálido, de pelo negro oscuro revuelto, ojos marrones, casi negros, y bastante delgado.
-Reyna Ávila Ramírez Arellano, hija de Bellona y pretor de la Duodécima Legión -Reyna tenía el pelo negro en una trenza cayendo por uno de sus hombros, los ojos color obsidiana y una capa morada que la identificaba como pretor.
-Gleeson Hedge, sátiro -dijo, aunque no hacía falta aclararlo, el único sátiro en la sala.
-Muy bien -dijo Poseidón-, empecemos con esto.
Hestia tomó el libro para comenzar a leer.
-Capítulo I, Jason...
Corto, lo sé, pero es el primer capitulo, es solo una introducción. El próximo será más largo, lo juro por el Estigio.
Hasta la próxima.
