TODOS LOS PERSONAJES PERTENECEN EXCLUSIVAMENTE A RUMIKO TAKAHASHI
"UN VISTAZO AL FUTURO"
CAPÍTULO I "DISCUSIÓN Y CONFUSIÓN"
-Buenas tardes- dijo un hombre adulto al momento en que ingresaba a un pequeño local de comida en la ciudad
-Bienvenido, adelante, tome asiento, ¿Qué es lo que va a ordenar?- mencionó amablemente una linda jovencita de cabello castaño y ojos azules que se encontraba detrás de la plancha de dicho establecimiento con dos pequeñas palas en las manos
-Quisiera un okonomiyaki de pollo por favor –contestó el hombre sentándose en una de las mesas haciendo caso de lo que la joven le sugirió
-Por supuesto, enseguida –sonrió Ukyo -¿Dónde rayos se habrá metido?, Más clientes están empezando a llegar y él no aparece –pensó la cocinera viéndose muy atareada
Era una tarde de viernes cálida en Nerima, el viento apenas soplaba y el ambiente se sentía muy agradable, todo parecía estar tranquilo por los alrededores , ninguna pelea o disturbio se había presentado desde la boda fallida de Ranma Saotome y Akane Tendo, de eso casi se cumplirían tres meses, al parecer ya todo se había calmado un poco y en el pequeño restaurante de Ukyo no era la excepción, la linda chica trabajaba como normalmente lo hacía cada día, ése en especial, ya que a un día de comenzar el fin de semana los clientes se acumulaban un poco más que los días anteriores, así que aprovechaba esto para sacar un poco más de efectivo. La cocinera batía una mezcla en un pequeño tazón cuando escuchó que la puerta principal se abría.
-Hola Uchan, ¿Qué tal todo? –entraba un chico bien parecido de ojos azules con su negro cabello peinado en una trenza
-¿Cómo te va Ukyo?- dijo entrado atrás del muchacho una jovencita de cabellos cortos y azulados con una sonrisa
-Hola Akane, hola Ran-chan –saludó volteando un okonomiyaki con una de sus espátulas-¿Qué los trae por aquí?
-Pues además de saludar vinimos a encargarte un pedido –exclamó Akane
-Vaya, veo que estás ocupada –continuó Ranma, ambos se sentaron en dos de las sillas altas que estaban frente a la parrilla viendo a Ukyo trabajar
-Sí un poco, todos los viernes y sábados es lo mismo, menos mal que ya está cerca mi día de descanso, pero no se preocupen, en un momento los atiendo
-¡Ukyo, aquí están las cosas que me encargaste! –se oyó una voz conocida detrás de los jóvenes, el que entraba al restaurante era un chico conocido por todos por su mal sentido de la orientación y por usar siempre una pañoleta amarilla en su cabeza, sostenía una bolsa de papel llena de ingredientes para preparar panes japoneses, tenía una cara que reflejaba nerviosismo y cansancio
-¡Vaya, ya era hora de que llegaras, hay clientes que esperan su comida!- exclamó la ojiazul impaciente
-Lo…lo siento…es que…no encontraba el camino de regreso de la tienda- se disculpó apenado al ver que Akane se encontraba ahí –Akane-san ¿Cómo estás?
-¿Ryoga? ¿Qué haces aquí? –preguntó el joven de camisa roja antes de que la menor de las Tendo pudiera contestar
-No es algo que te importe Ranma –dijo el chico perdido sacando los víveres de la bolsa
-Ryoga trabaja para mí ahora Ran-chan
-¿En serio?- preguntó algo sorprendida Akane, no se esperó que Ryoga, el eterno viajero, estuviera en un lugar fijo trabajando
-Pues…sí –contestó apenado
-Sí, así es, Ryoga está pagando una deuda que tiene conmigo
-Jaja, ya me imaginaba que era algo por el estilo, ¿y ahora que hiciste P-chan? –se burló el chico de la trenza
-¡Ya basta Ranma, fue un accidente!
-Si como no, el que destrozaras mi espátula de combate no fue ningún accidente
FLASHBACK
Tres días antes, Ryoga andaba por las calles de Nerima, era una mañana soleada, lo cual al chico le disgustaba ya que detestaba caminar bajo el pleno rayo de sol, se sentía fatigado, hacía más de media hora que buscaba el dojo Tendo sin tener suerte de encontrarlo
-Vaya, hace tiempo que no veo a mi amada Akane, ¿Cómo estará?-se decía a sí mismo el joven de la pañoleta mientras continuaba caminando, en su mente circulaban docenas de pensamientos, todos vinculados a la linda chica de cabellos azules –Espero que el idiota de Ranma no la haya estado molestando, en serio que no puedo creer que él tenga tanta suerte, cómo envidio que pueda verla diariamente, me enfurece que la tenga tan cerca y que todavía se atreva a fastidiarla o a insultarla –pensaba indignado - ¡Cómo es posible que él esté con ella casi todo el tiempo mientras que yo siempre estoy perdido!... no hay día en que no piense en ti Akane, y me pregunto si tu alguna vez pensarás en mí, ya estoy cansado de ésta situación, pero no puedo hacer nada, no tengo el valor suficiente para decirte lo que siento por ti, tengo miedo de que si lo hago tú me rechaces y yo quede como un tonto, no resistiría esa humillación frente a ti –entre tanta reflexión, Ryoga lanzó un golpe hacia un muro quedando la marca de su puño en él, se sentía impotente, el muchacho no se dio cuenta de que otra persona que pasaba por ahí se aproximaba algo extrañada.
-¿Ryoga?
-¡Rayos, qué haré!-dijo el chico perdido ignorando que alguien lo llamaba a sus espaldas, entonces cerró los ojos, dio la vuelta e impulsivamente apuntó con su dedo índice lanzando su "Bakusai TenKetsu (Truco de la explosión)", fue cuando sintió que había chocado contra algo metálico, para después escuchar el sonido de ése objeto estallando en pedazos, enseguida abrió los ojos y sorprendido vió lo que acababa de hacer.
-Mi…espátula –mencionó Ukyo en shock, la joven al ver a Ryoga quiso acercarse, pero al ver que el chico le dirigía un ataque, reaccionó poniendo su enorme pala frente a ella para cubrirse, pero no se esperó que él terminara por destruir su más preciada posesión, la cocinera no movía un músculo, aún no creía lo que acababa de ocurrir, simplemente miraba los pedazos tirados en el suelo y sostenía una parte en sus manos
-U…Ukyo…yo –Ryoga no sabía qué decir, estaba totalmente apenado, nunca fue su intención hacer tal cosa, es sólo que estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta de lo que hacía, esto lo hizo sentir peor que la ocasión que cortó el cabello de Akane por accidente, ya eran dos veces que ocasionaba accidentes en los cuales personas inocentes resultaban perjudicadas, sólo miraba el pálido rostro de Ukyo que seguía inmóvil
-No…es…posible-murmuró la ojiazul cayendo de rodillas en el pavimento
-Ukyo…no sabes cuánto lo siento…nunca fue mi intención…yo…
-¿Sabes cuánto tiempo tuve que ahorrar para poder mandar hacer mi espátula?-musitó aún en el suelo -¡LO SABES!- la joven se puso de pie de golpe gritando y miró furiosa a Ryoga
-Yo…fui un tonto, por favor discúlpame, me siento muy apenado –expresó haciendo una pequeña reverencia
-¡¿Y crees que con una disculpa es suficiente?, ¡Qué hubiese sucedido si no me cubro con la espátula, por qué no te fijas en lo que haces, me pudiste haber herido!
-Tienes razón…en serio que lo lamento, no me hubiera perdonado haberte lastimado… pero es que estaba pensando en tantas cosas que… -fue interrumpido por la enfurecida cocinera
-¡No te justifiques, no me importa en qué diablos estabas pensado! ¡Mi espátula no se va a reparar mágicamente!
-Lo sé pero yo..
-¡Está totalmente arruinada!, ¡mejor vete Ryoga, no quiero verte!
-Te prometo que te lo compensaré
-¿Y cómo?
-No…no lo sé, pero lo haré
-Ja, sí claro –dijo en un tono despectivo al mismo tiempo que empezaba a recoger los pedazos del suelo
-Yo…trabajaré para ti gratis hasta que hayas conseguido el dinero para reparar tu espátula
-¿Qué?, estás loco, ¿Y en qué momento piensas trabajar si siempre estás viajando? Además no sabes nada de mi negocio
-No me iré de Nerima hasta verte con tu espátula nueva, y aunque no me lo creas soy bueno con los números, podría ayudarte en la caja…o si quieres de mesero, no importa, pero yo te lo pagaré
-Pero…
-No aceptaré un no por respuesta, ya lo decidí, trabajaré
-Te lo advierto, si algo llega a salir mal en mi restaurante por tu culpa Ryoga, te voy a…
-No no tranquila, lo haré bien- dijo algo nervioso tratando de calmar a la chica cuya aura estaba enardecida
-Ahh, me voy a arrepentir de esto…pero está bien…creo que es lo menos que puedes hacer –suspiró y entre los dos terminaron de levantar las piezas metálicas –Entonces tendrás que quedarte en mi casa por un tiempo
-Pero ése no era el trato- dijo Ryoga un poco perturbado por lo que acababa de escuchar
-Nada de peros, si vas a estar trabajando sin paga, no vas a poder sobrevivir, además no me arriesgaré a que duermas en otro lugar y luego llegues tarde al restaurante por andar perdido, no no no, te podrás quedar en una habitación que no ocupo
-De…acuerdo-dijo resignado.
FIN DEL FLASHBACK
-Y eso fue lo que pasó –dijo la cocinera acomodando los ingredientes que recién habían llegado
-Ja, yo pienso que fue plan con maña –comentó Ranma tratando de meter a Ryoga en problemas-para así poder conseguir un buen lugar donde quedarse
-¡Cómo dices! –gritó en chico perdió muy molesto - ¡Claro que no!
-Después de todo, Ryoga siempre está causando problemas, ¿Verdad P-chan?
-RANMA… -el aura del chico de la pañoleta estaba totalmente roja y estaba dispuesto a golpear al otro muchacho
-Ya basta Ranma, deja en paz a Ryoga, él no haría tal cosa –lo defendió Akane provocando que el joven se sonrojara y se controlara –y ya es suficiente de llamarlo siempre P-chan, nunca he entendido el porqué de eso
-Jaja, ay Akane si supieras…
-¡CALLATE RANMA! –dijo Ryoga enfureciéndose nuevamente, le desesperó que el chico de camisa roja le dijera la verdad a la peliazul en ese momento
-¡Ya basta los dos! Están haciendo mucho alboroto y van a espantar a mis clientes –exclamó Ukyo desde la parrilla –Ryoga ¿Qué estás haciendo ahí parado?, ve y lleva éste okonomiyaki al señor de aquella mesa, anda rápido –la joven le entregó el plato y él hizo lo que se le indicó quedándose con las ganas de mandar a volar a Ranma
-Listo chicos, ahora sí, ¿Qué van a ordenar? –mencionó la cocinera limpiándose un poco las manos con una pequeña toalla
-Siete okonomiyakis de mariscos para llevar por favor Ukyo
-En seguida salen Akane
-Muchas gracias Uchan, todos saben que tú haces los mejores panes japoneses de la zona
-¿En…en serio te gustan Ranma?- dijo muy ruborizada por el comentario del chico
-Por supuesto, tu comida es la mejor- continuó Ranma provocando en la menor de las Tendo algo de molestia
-Muchas gracias Ran-chan, por eso cuando sé que lo que preparo es para ti lo hago con mucho entusiasmo y cariño –dijo provocando aún más enojo en Akane – oigan pero ¿qué Kasumi no hizo de cenar hoy?
-Pues sí, sí hizo de cenar pero a Akane se le ocurrió ayudarle y pues ya te imaginarás en qué acabó el asunto –dijo Ranma burlón
-Pero si tú ni siquiera probaste mi comida, ¡Cómo puedes juzgar algo que no sabes! –respondió sumamente enojada
-Oh vamos Akane, no hace falta que pruebe tu comida para saber que es mala, además observé los gestos de disgusto de los demás al comerla, en verdad no entiendo cómo Kasumi te dejó entrar en la cocina
-¡Ranma, te lo advierto, no fastidies a Akane!- exclamó el chico perdido que regresaba con una bandeja de comida vacía en sus manos
-Déjalo Ryoga, no vale la pena que discutas con éste idiota –mencionó Akane dándole la espalda al chico de la trenza
-¿A quién llamas idiota niña?
-Pues a ti Ranma ¿Hay algún otro? –dijo volteando nuevamente y viendo a la cara al ojiazul con un tono sarcástico en su voz, en ese momento los dos se pusieron de pie frente a frente
-Ja y qué me dices de ti, eres la chica más violenta y agresiva que haya conocido, será mejor que te controles o nadie querrá casarse contigo, si no fuera por el compromiso que nos une yo jamás me habría fijado en ti
-¡Y quién dice que yo me quiero casar contigo si eres un cretino!
-¡Es mejor ser cretino a ser una niña tonta, fea y desagradable como tú!
-¡Ya que te preocupa tanto, ve y dile a nuestros padres que cancelen el compromiso y punto!
-¡Tal vez lo haga!
-¡Pues qué estás esperando, después de todo, qué te preocupa, hay tantas que sí quieren estar a tu lado, Ukyo por ejemplo, que te gusta tanto cómo cocina!- gritó la menor de las Tendo llamando la atención de todos los comensales que ahí se encontraban y haciendo que la castaña se perturbara al escuchar su nombre y por la intensidad que estaba teniendo la discusión
-¡Al menos ella siempre es amable conmigo y me trata bien, además cocina delicioso y es muy linda, no como tú! – el chico de la trenza estaba a punto de explotar, entonces fue cuando habló - ¡y todavía me pregunto por qué dije la tontería de que te quería cuando estábamos en Jusenkyo, ese fue el peor error de mi vida…! –se detuvo al hablar ya que Akane le había propinado una fuerte bofetada
-Si eso es en verdad lo que piensas… -la chica de cabello corto habló despacio sintiendo cómo en sus ojos se acumulaban lágrimas -¡PUEDES QUEDARTE CON UKYO, CON SHAMPOO O CON QUIEN SE TE DÉ LA GANA, YO YA NO QUIERO SABER DE TI, NUESTRO COMPROMISO QUEDA ANULADO DEFINITIVAMENTE!
La joven de cabellos azules salió corriendo del restaurante con los ojos inundados de lágrimas y su corazón latiendo a mil por hora, nunca se esperó eso de Ranma, fue demasiado para ella ser comparada de ésa manera con Ukyo, en realidad se sentía lastimada, ella verdaderamente quería a Ranma y saber que lo único que le daba esperanza de ser correspondida resultaba ser una mentira la apuñaló en el alma.
-Ran-chan, no debiste decirle eso, en verdad creo que ésta vez fuiste demasiado lejos- le dijo Ukyo a un Ranma que todavía estaba inmóvil por la impresión al recibir ese último golpe de Akane, la cocinera amaba al chico de la trenza pero no podía negar que en ocasiones él podía llegar a ser muy hiriente
-¡Ranma, cómo pudiste! ¡Te voy a…! -Ryoga no pudo terminar su amenaza ya que el joven ojiazul salió como un rayo del local en busca de Akane, en el interior del restaurante, todos, Ukyo, Ryoga e incluso los clientes se habían agitado al escuchar la magnitud de la discusión, la mayoría les estaba prestando atención a los dos muchachos que se veían muy molestos y exaltados
-¡Akane, Akane, espera, Akane!- gritaba Ranma desesperado por las calles con la esperanza de encontrarla y ofrecerle disculpas por lo sucedido, nada de lo que había dicho era verdad, ni una palabra, es sólo que uno de los mayores problemas del joven artista marcial era que cuando se enojaba, sus impulsos por la adrenalina de la pelea le obligaban a decir cosas sin pensar, pero ése no era pretexto, había lastimado gravemente a Akane y tenía que remediarlo de un modo o de otro, la verdad era que realmente estaba enamorado de ella, en verdad él la consideraba cómo la chica más linda, la más fuerte, la más dulce, la mejor, sólo que su orgullo no lo dejaba demostrarlo, se dedicaba a poner una barrera con todos esos insultos para que nadie sospechara de sus verdaderos sentimientos, lo que había dicho en la batalla de Jusenkyo era totalmente cierto, la amaba y mucho, nunca se iba a olvidar de cómo en esa ocasión casi la pierde y de la impotencia que sintió, y esta vez no iba a permitir que por una tontería que había escapado de su boca la joven que tanto significaba para él se alejara –Idiota, idiota, eso es lo que soy, un idiota- pensaba mientras no dejaba de correr, si quería recuperar a Akane tendría que derribar esa muralla de arrogancia para lograrlo.
Unas calles más adelante se podía ver a una linda jovencita de cabellos cortos y azules, corría a toda velocidad con una de sus manos en su rostro para limpiar un poco sus ojos que de tanta agua que brotaba de ellos no podía ver bien el camino, lo único que deseaba era llegar lo más pronto posible a su casa, necesitaba estar sola en su habitación y dejar de sentir todas esas miradas que la seguían al correr por la avenida, finalmente al llegar a su hogar, se quitó los zapatos y subió rápidamente a su recámara. El señor Saotome y el señor Tendo se encontraban como de costumbre jugando un partido de shogi, Kasumi estaba en la cocina y Nabiki mirando un poco de televisión en el pequeño comedor, se sorprendieron mucho cuando pudieron escuchar el fuerte portazo que dio Akane al cerrar la puerta de su cuarto.
-¿Pero qué es lo que le ocurre a Akane?- mencionó Soun quitando su atención del juego y viendo la extrañada cara de su amigo Saotome
-Seguramente Ranma la hizo enojar –dijo Nabiki sin dejar de ver el televisor
-Vaya, mi hijo como siempre- musitó Genma colocándose bien sus anteojos
-Kasumi, ¿Por qué no subes a hablar con ella?
-Está bien papá
La mayor de las Tendo subió las escaleras y se dirigió al cuarto de su pequeña hermana, fue entonces cuando tocó a la puerta.
-¿Akane? –dijo dulcemente -¿Te encuentras bien?
-Si Kasumi, estoy bien, no se preocupen –respondió desde su cama tratando de esconder su voz quebrada por el llanto –Ahora te pido que me dejes sola
-Pero Akane, sólo quiero ayudarte, dime qué es lo que sucedió –mencionó colocándose muy cerca de la puerta
-Por favor Kasumi, ¡vete, no quiero ver a nadie! –gritó desesperada esta vez, había cerrado su habitación con llave al igual que la ventana además de haberla cubierto con la cortina, también la luz se encontraba apagada dejando a la peliazul a oscuras
-De acuerdo hermanita, pero recuerda que cualquier cosa me puedes llamar –dijo para luego bajar las escaleras con una semblante de preocupación
-¿Y bien? –preguntó angustiado Soun al ver bajar a su hija mayor
-No me quiso abrir, me dijo que quería estar sola
En ese momento se abrió la puerta de la casa para dar paso al chico de la trenza quien entró corriendo con una cara de preocupación y agobio, al ver a todos reunidos en el comedor y con rostros afligidos, se acercó
-¿Akane ya está aquí? –preguntó el joven de camisa roja al no verla sentada con ellos
-Sí, está en su recámara –contestó Kasumi
-Bien, iré a hablar con ella –cuando se disponía a poner un pie en el primer escalón de la escalera, la joven de largo cabello se lo impidió poniendo una mano en el hombro del chico
-No creo que sea buena idea Ranma
-¿Por qué Kasumi?
-¿Y ahora qué le hiciste Ranma?-preguntó Nabiki acercándose a ellos antes de que su hermana pudiera responder –debió ser algo grave, Akane llegó muy alterada y se encerró en su habitación
-¿Se encerró?
-Así es Ranma, quise hablar con ella hace un momento pero no quiere ver a nadie
-¡Ranma, tienes que arreglar la cosas con Akane! –exclamó Soun
-¡Así es hijo, debes hacerlo! –mencionó también Genma
-Eso es lo que iba a hacer
-Espera Ranma, será mejor que dejes que Akane se tranquilice un poco, ahora no es prudente hablar con ella
-Tiene razón Kasumi, lo más conveniente es que esperes un poco –mencionó Nabiki con aires de sabelotodo
-Pero, ¿Qué fue lo que ocurrió? – preguntó Kasumi al mismo tiempo que todos se sentaban alrededor de la pequeña mesa del comedor
-Ammm…pues…ehh…yo…ella…-el joven de ojos azules no sabía qué contestar, se puso muy nervioso ante la pregunta que le habían hecho
-Ja, déjame adivinar, seguramente ella y tú discutieron por una tontería para después insultarse mutuamente y a ti como de costumbre se te pasó la mano hiriendo los sentimientos de Akane –comentó Nabiki indiferente
-Pu…pues sí –contestó Ranma algo sorprendido -¿Y cómo lo sabes?
-Ay Ranma, todos los días es lo mismo con ustedes, pero por lo que veo ahora sí fue en serio
-No…no fue mi intención…arreglaré las cosas después de la cena
-¡Eso espero Ranma! –exclamó Soun con una diabólica expresión dirigida al chico de la trenza quien no pudo evitar estremecerse, en ese momento la mayor de las Tendo comenzó a servir la comida.
Mientras tanto en la habitación de Akane, la peliazul se encontraba recostada en su cama con su cuerpo en posición fetal mirando hacia la pared, abrazaba una almohada en la cual seguía derramando miles de lágrimas, sus ojos marrones ahora estaban rojos e hinchados, no se movía un centímetro y el único sonido que se escuchaba era el de sus sollozos, en su mente rondaban algunas de las palabras de Ranma que más la habían lastimado "si no fuera por el compromiso que nos une, yo jamás me habría fijado en ti", " niña tonta, fea y desagradable" , "Ukyo es amable conmigo y me trata bien, además cocina delicioso y es muy linda, no como tú", " por qué dije la tontería de que te quería, ese fue el peor error de mi vida", con cada palabra que recordaba derramaba unas diez lágrimas, ¿Por qué Ranma había dicho todas esas horribles cosas?, ¿Las habrá dicho en serio o simplemente por decirlas?, estás dudas no dejaban en paz a la chica, no importaba cual era el verdadero motivo, el punto es que al fin y al cabo las había dicho y se habían clavado en el corazón de Akane como docenas de dagas desgarrándolo profundamente.
-Cómo pudo decirme esas cosas, es un cretino, no lo perdonaré esta vez- pensaba la chica con su rostro recostado en la almohada –Ojalá y las cosas fueran diferentes, que todo y todos fuéramos diferentes, que las cosas cambiaran –con esto último, finalmente entre tanto llanto logró quedarse dormida.
Al cabo de un tiempo, Akane poco a poco abrió su ojos, un ruido del exterior la había despertado, la chica al parecer ya se sentía un poco mejor, pero aún así no quería saber nada de Ranma, al menos por un buen rato, al abrir por completo sus ojos, se dio cuenta de que había dormido toda la noche ya que la luz del sol pasaba a través de las cortinas dando paso un nuevo día, se estiró perezosamente y se sentó al borde de su cama, se frotó un poco su cara para que su vista fuera clara por completo, fue entonces cuando notó algo diferente en su habitación; había alrededor de cinco cajas acumuladas cerca de la puerta, su escritorio ya no estaba, su armario se encontraba casi vacío y las diferentes repisas estaban cubiertas con una ligera capa de polvo, incluso su cama era distinta, estaba sentada simplemente en el colchón ya que no estaban las cobijas que normalmente lo cubrían, era como si esa recámara no hubiese sido usada en años.
-Qué extraño –dijo poniéndose de pie examinado el cuarto -¿Qué pasó aquí, por qué no están mis cosas?, recuerdo que al dormirme estaba todo en orden- dijo para sí misma muy confundida
Abrió la puerta decidida a ir a la cocina a preguntarle a Kasumi o a su padre la razón por la cual su habitación se encontraba en ese estado, pero al salir siguió descubriendo más cambios, la decoración de la casa no era la misma y se percibía un aire de mucha calma, demasiada, cosa extraña en el domicilio de los Tendo, pero a pesar de esto la chica estaba segura de que esa era su casa, no había duda, Akane caminó silenciosamente algo desorientada, la guió un aroma peculiar, alguien estaba preparando algo de comer, se asomó sigilosamente a la cocina esperando encontrarse con su hermana mayor, pero al contrario, vio a una mujer desconocida que se encontraba de espaldas rebanado unos vegetales, dicha persona parecía tener unos 23 años de edad, era delgada, un poco más alta que Akane y su piel era blanca, pero lo más curioso era su cabello, el cual era largo hasta la mitad de la espalda sujetado en una coleta, pero al igual que el de la joven era de color azulado, Akane estaba demasiado extrañada, ¿Quién era esa mujer?, ¿Dónde estaba su familia? ¿Por qué su casa se veía tan distinta?, en ese instante la dama volteó para tomar un cucharón que estaba en la mesa detrás de ella pero por fortuna no se percató de que la joven la observaba, Akane al ver el rostro de la mujer casi se va de espaldas, se dio cuenta de que aquella señorita era ella misma, sí, así es, esa linda dama era la mismísima Akane Tendo, su rostro seguía igual de angelical que siempre, sólo que ahora sus facciones eran las de una adulta, la adolescencia ya había quedado atrás para ella y a decir verdad los años le sentaban muy bien, ya que se había convertido en una persona elegante y hermosa, la joven Akane, al reconocerse en su versión adulta, salió corriendo de la cocina dirigiéndose hacia la salida
-¡¿Pero qué está pasando? ¡Esa…esa…era yo… ¿pero cómo? –decía para sí misma deteniéndose en la puerta de entrada de la casa, respiraba exaltadamente intentando mantener la calma, pero era inútil, estaba muy impresionada por lo que había visto y no sabía qué hacer -¡¿Dónde estoy? ¡¿Cómo es posible esto? ¡No entiendo nada!
FIN DEL CAPÍTULO I
¿Y ahora dónde está Akane? ¿Cómo es que llegó hasta ahí? ¿Qué hará para salir de ésta situación tan confusa? ¿Y Ranma?
Apenas es el primer capítulo, espero que me esté quedando bien, aún falta que la historia se desarrolle más aunque creo que va a ser un fic algo corto, depende de la imaginación que tenga estos días, Por favor no se olviden de dejar reviews.
