Notas:

*Este es mi primer fic , espero que les guste

*Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a ChinoMiko (Sólo Naomi me pertenece)

¿Quién se robó el corazón?

Capítulo 1 : "El comienzo"

En una pequeña y muy acogedora casa, donde la luz del alba penetraba por las ventanas. La joven de cabello castaño claro abría con lentitud sus ojos pardos, siendo interrumpida de su hermoso sueños por los rayos del sol. Sentía su cuerpo pesado, pero, aun así poco a poco fue despegándose de su cama. Salió de su habitación y se dispuso a entrar al baño, estando ya dentro sintió como abrían la puerta así sin preguntar.

-¿Qué haces aquí? -Preguntó, frunciendo el ceño- ¿Mamá y papá no te enseñaron a tocar la puerta?

-Perdón Naomi -Respondió su mellizo, Kentin. Quien se dispuso a cepillar sus dientes aun medio atontado-

-Debes preguntar... ¿Qué tal si hubiese estado desnuda?

-Siempre nos hemos bañado juntos, no sé en qué te molesta que te vea ahora.

"¡Sinvergüenza!" Dijo en su mente la castaña, quien empuñó su mano y le daba golpecillos en el hombro del más alto. Ambos comenzaron a reír, el castaño con sólo ver que la más pequeña golpeaba demasiado despacio.

-Bueno ya, debemos apresurarnos si no queremos llegar tarde el primer día de clases. -Propuso Naomi para luego salir del baño-

Terminó de cambiarse en su habitación y luego salió y se encaminó hasta el comedor, donde se encontraban sus padres esperándolos para desayunar.

-Sientate, ahora te serviré una tacita de té -La mujer de más o menos treinta y siete años se levantó rápidamente y volvió con una pequeña tetera- ¿Dónde está tu hermano?

-Ya viene, mami -La castaña más joven sonrió-

-¿Estás nerviosa, Mimi? -Le preguntó su padre, leyendo el diario mientras le daba un pequeño sorbo a su café-

-La verdad es que sí, papá -Dio también un sorbo a su té- Pasé toda mi vida en Italia y de un día para otro tener que cambiar de ciudad...

-Conocerás a gente muy amable en este lugar -Interrumpió su madre, mientras que con las yemas de sus dedos acariciaba las manos de la castaña más joven- Sólo mantente tranquila.

Naomi sonrió, la verdad es que le hacía mucha falta que alguien le diga eso. A los pocos minutos Kentin llegó corriendo al comedor, y se sentó mientras jadeaba cansado.

-¡No andes corriendo! te puedes caer y hacer daño -Dijo su padre dejando el diario a un lado-

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Al llegar al Instituto Sweet Amoris, Naomi y Kentin se dispusieron a entrar, ambos estaban nerviosos. Llegaron hasta el pasillo, donde se detuvieron para averiguar donde estaban sus salones.

-Iré a hablar con la directora, espérame aquí ¿Está bien? -Dijo el mellizo para luego marchar-

Naomi cruzó sus brazos y miraba con lentitud a los demás estudiantes que entraban los salones. Tan distraída estaba -como de costumbre- y sin darse cuenta un muchacho de cabellera rubia tropezó con ella.

-¡Lo siento! -Dijo rápidamente la más baja, mirando de inmediato-

-N-No te preocupes... ¿Estás bien? -Respondió el rubio de ojos color limón levantándose despacio y ofreciéndole una mano a la castaña-

-Gracias -Tomó la mano del chico y se puso de pies, al fijarse en el suelo pudo ver muchos papeles desparramados- Que torpe soy... te ayudaré a levantarlos

Naomi y el muchacho comenzaron a recoger los papeles, varios eran fichas y otras justificantes. La castaña pudo reconocer uno de los nombres en uno de los justificantes. "¿Castiel?" Abrió sus ojos, comenzó a sentir un ardor en su pecho, no, no era posible que fuera el mismo. Acomodó todos los papeles y se los entregó al rubio quien le dio una tenue sonrisa.

-Gracias -Dijo el muchacho- Nunca te había visto por aquí, ¿Eres nueva?

-Sí, llegué hace dos días de Italia... Me llamo Naomi, pero me dicen Mimi -Extendió su mano derecha, entrelazándola con la del rubio-

-Yo me llamo Nathaniel.

En ese momento llegó Kentin, quien sonrió y tomó a Naomi de la mano y se la llevó corriendo hasta su salón, ambos llegaron jadeando y tomaron asiento, Kentin se sentó con una chica con el cabello del mismo color que él y ojos color turquesa. Tenía dos sujetadores del mismo color en su cabello. Mientras que Naomi se sentó con un muchacho de cabello negro, ojos celestes, la castaña no podía notar muy bien sus detalles, ya que se encontraba levemente encorbado jugando con un psp. "Está tan concentrado" Naomi se dispuso a sonreír y sacó su cuaderno y un lápiz, dibujando torpemente dibujos.

"¿Qué voy a hacer?" pensaba la castaña, a ratos mordiendo la punta contraria de su lápiz "¿Y si era él? No, no podía ser el mismo..." Puso su mano en su frente y la otra continuaba dibujando "¿Debo decirle a mi hermano?, no, no, no... No puedo decirle algo de lo que no estoy segura"

-Que lindo dibujas -La castaña miró de golpe a su costado derecho, donde el peli negro se había dispuesto a hablar- Perdón si te asusté, mi nombre es Armin

-Y-Yo soy Naomi, pero me dicen Mimi -Contestó, separándose con dificultad de sus pensamientos-

-¿Te encuentras bien? Te vez pálida.

-Sí, no te preocupes... es sólo que me ha tenido nerviosa el primer día.

El muchacho sólo sonrió, era obvio que no eran simples nervios. Se pasaron hablando, el muchacho era un amante de los juegos y Naomi decidió dibujarle a uno de sus personajes favoritos, parecían llevarse bien.

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Los mellizos se encontraban comiendo un sandwich preparado por su madre, mientras observaban a los demás estudiantes.

-La chica que estaba sentada a tu lado, ¿Es simpática?

-¡Sí! Además dijo que sabía cocinar galletas -Puso una mirada cómica, luego de darle una mordida más al sandwich-

-Dame el papel, debes aprender para que sirven los basureros, hermano.

-¿Por qué eres tan agresiva conmigo, Mimi? -El castaño le regaló una sonrisa mientras le entregaba el papel en el que estaba envuelto el sandwich-

Se encaminó hasta el basurero más cercano y al voltear no pudo evitar chocar con un chico.

-Esta vez sí que me dolió -Dijo la castaña sobando su cabeza-

-¡Ten más cuidado por donde andas! -Esa voz, la había oído antes-

La castaña miró rápidamente y grande fue su sorpresa.

-¿C-Castiel? -Titubeó-

-Naomi... -El peli rojo abrió sus ojos sorprendido, puso su mano derecha en su cabeza y mordió su labio inferior-

Los ojos pardos de la castaña comenzaron a cristalizarse, lágrimas comenzaron a salir recorriendo hábil por sus mejillas. No era posible, ya no había más dudas. El Castiel que leyó en el justificante era el mismo que vivía en un recuerdo en su mente.

Espero que les haya gustado el primer cápitulo:') tardé dos días en hacerlo jeje.

Aclaraciones: Los padres de Kentin y Naomi son Felipe (Padre de sucrette) y María (Madre de Kentin) Para hacerlo más justo.