Hola! Bienvenidos a esta loca historia que se me ocurrió mientras veía la película Bienvenidos a Zombieland. Como es una película fuera de lo común esto también sera una adaptación algo extraña, si, hay zombies pero no es lo que parece...¿Que pasaría si Perry se encontrara solo en un mundo post-apocalíptico zombie?
Perry el ornitorrinco y demás personajes de Phineas y Ferb son propiedad de Dan Povenmire y Jeff "Swampy" Marsh. Bienvenidos a Zombieland tampoco me pertenece, si no a sus respectivos creadores.
Los pensamientos de Perry estan entre comillas " "
Vaya, mi primera misión fuera de Danville y tenia que terminar mal.
Ojala esto siguiera siendo como antes, pero creo que no puede haber un país sin gente, y aquí no hay gente. De hecho, ni siquiera animales, estoy solo en lo que ahora son los Estados Unidos de Zombieland.
Salir de mi ciudad para cumplir una misión, sencillo, eso era claro pero ahora que tengo que volver las cosas se han complicado demasiado. Es alucinante lo rápido que las cosas pueden pasar de ser malas…a ser una mierda. Y pensar que ahora podría estar durmiendo. Todo comenzó hace aproximadamente un mes…
Descansaba cómodamente en la sala cuando mi comunicador comenzó a sonar. Rápidamente baje al cuartel por una de las muchas entradas que hay en la casa. Monograma ya estaba en línea a través de la pantalla, me acerque rápido y salude como siempre.
-Hola Agente P, hoy te necesitamos para una misión especial. Tiene que ver con Doofenshmirtz, aunque no directamente.-comenzó a decir el Mayor.
-Últimamente uno de sus inatores esta causando problemas en Texas. No sabemos como término allí y dudo que Doofenshmirtz lo sepa, debes desactivarlo antes de que lastime a alguien. Suerte Agente P.- dijo monograma terminando la transmisión.
Salí en mi Aero-deslizador rumbo hacia Texas, tal vez me tardaría un par de días. Al pasar por el parque escuche la voz de Phineas, allí estaba junto con Ferb y sus amigos comenzando con el proyecto del día. Por otro lado pude observar a Doof pasando el día con su hija Vanessa.
Era una mañana tan tranquila, quien diría que esa seria la ultima que tendría…y tal vez l a última en la que oiría: Oye, ¿Y Perry?
¿Y porque estoy con vida cuando todos a mi alrededor se han convertido en carne? Muy fácil, además de mi instinto contaba con la ayuda de una pequeña lista de reglas. Mis reglas.
La primera regla para sobrevivir, tanto en las misiones como ahora en Zombieland, es tener un buen estado físico.
Gracias a mi entrenamiento en la O.W.C.A. y a las múltiples persecuciones por parte de Atenea y Pandora eso no ha sido problema.
Cuando el virus ataco, por obvias razones los primeros en caer fueron los gordos. De eso me di cuenta la primera semana fuera, mientras huía de un grupo de monstruos…
Llevaba más de dos calles corriendo sin parar, estaba decidido que aunque el mundo se viniera abajo nadie se enteraría de mi condición como agente, lo demás eran detalles sin importancia. Además todos estaban muy ocupados salvando sus vidas como para notar a un ornitorrinco corriendo en dos patas como alma que lleva el diablo.
Después de otra calle corriendo, a mi grupo de perseguidores que constaba de un par de hombres se le unió un enorme perro negro. Aun entre los destrozos y los malditos zombies todavía quedaban algunas personas. L o que me sorprendió fue ver como un tipo gordo había logrado escabullirse de los zombies y mantenerse casi a la par mio, tal vez por el terror que causaban esas cosas, aunque después de un par de calles aquellos kilos de mas se hicieron notar, termino alcanzado por mis perseguidores dándome algo de ventaja para escapar. "Pobre cabron rechoncho, creo que le debo una"- pensé mientras me alejaba.
Pero a medida que la infección se expandió y el caos creció ya no bastaba con ser muy rápido. Debía conseguir un arma y aprender a usarla. Dentro de mi entrenamiento no estaba el manejo de armas de fuego, ya que además de trabajar en una zona urbana no tenia la necesidad de acabar con nadie. Pero ahora mis habilidades de combate cuerpo a cuerpo no servían de mucho.
Por suerte había conseguido una pistola semi-automática de 9 mm, resulto muy útil mi habilidad en los videojuegos contra aquellos monstruos incansables. Lo que me lleva a mi segunda regla: Mata y remata.
Algo que he aprendido con el tiempo es que cuando no se esta seguro si el muerto esta muerto o no, no hay que ser tacaño con las balas. Esta vez estaba defendiéndome de los zombies con mi reciente adquisición, oculto detrás de un auto. Tenía en la mira a un policía que se acercaba peligrosamente a mi posición pero un disparo proveniente de una joven lo derribo, ella se acercó un poco a observar su obra. Ese fue un gran error, ya que al moverlo un poco con el pie el monstruo reacciono y la mordió haciéndola caer, lo que la volvió presa de otro par de monstruos que pasaban por ahí. Que estupidez, un tiro más a la cabeza y esa chica habría evitado convertirse en una cajita feliz humana. "Habría, podría, debía"…no es momento de pensar en eso. Mejor me voy, no quiero ser el juguete sorpresa…
No paso mucho para que los zombies empezaran a ser mas listos, bueno no lo suficiente, pero cuando estas mas vulnerable es como si pudieran olerlo. Por más que lo necesite, no volveré a entrar a un baño, no dejare que me atrapen desprevenido. Regla numero tres: Cuidado con los baños.
Por ahora, mi prioridad es conseguir un vehículo para volver pronto a casa. Si los niños del vecindario ahora son unos malditos monstruitos, es hora de dejar de conducir con cuidado.
Avanzaba a gran velocidad por la calle arrollando a los engendros que se atravesaran, la mayoría niños. "Espero que Phineas y Ferb estén bien, no me gustaría que terminaran así…"
Me distraje, grave error ya que no me fije por donde conducía y choque contra un auto…estacionado. Solo sentí como salía disparado por el parabrisas.
"Regla cuatro: siempre ajusta el cinturón de seguridad…"-pensé al verme atorado en la copa de un árbol. "Va a ser un viaje accidentado"
Y esto es solo el principio…
Se aceptan cualquier tipo de comentarios...
