Hola, ¿Cómo están?, bueno, el día de hoy traigo un fic que escribí inspirándome en el anime Sword Art Online, no lo sé, lo terminé ayer y se me vino esta idea. Claro, así como me basé de la serie también agregaré cosas originales mías.

No sé si será este y una secuela, pero creo que sí lo haré así. Me gustaría saber si les gusta lo que leeran, y si les gustan no olviden dar clic en el sexy boton de favoritos, follow y claro, dejar un lindo review.

Habrá variedad de parejas, pero las que más se verán serán: Nalu, Jerza, Gruvia, Gale, Nali, Stinlu, Roguekino, etc.

Disculpen si alguna pareja no es de su agrado, pero esas son las que a mí más me gustan, Oh yeah! entonces a leer se ha dicho:


~ Prologo ~

Desde hace años la tecnología ha estado avanzando para la comodidad del hombre, hoy en día pueden verse cientos de artefactos para lograrlo.

Y sin duda, algo que ha revolucionado el mundo como lo conocemos es el nuevo videojuego de rol multijugador masivo en línea de realidad virtual, este juego que lleva como nombre Sword Fairy Online.

El cual consiste en controlar un avatar tal como lo harían con su cuerpo real, por medio del más nuevo casco de realidad virtual, el cual es capaz de estimular los cinco sentidos a través de sensores cerebrales.

Lo que nadie sabía es que ese juego tendría unas graves fallas y errores, ni mucho menos, que miles de inocentes saldrían víctimas de ellos.

Y entre ellos un peculiar grupo de amigos de diecisiete que ahora mismo ingresaban a un salón donde todos se reunían a jugar aquel juego, aquel inofensivo juego que marcaría sus vidas para siempre.

— ¡Lissana-chan ven rápido o iniciaremos sin ti! —dijo una pequeña peli azul de ojos ámbar a una oji azul.

— ¡No me apures Levy! —Respondió mientras lanzaba su maletín al suelo y se sentaba en el simulador—Si me tardé fue porque Natsu y Happy no terminaban de comer.

—Hablando de esos dos…—habló un pelinegro sentándose al igual que la albina en su simulador— ¿Dónde están?

—Dondequiera que estén deben apurarse—comentó una pelirroja desesperada— ¡Quiero ser de las primeras en usar esta cosa!

—E-Erza cálmate.

Y antes de que dijera algo más, un chico de cabellos azules alborotados y ojos negros apareció en la habitación, respiraba con dificultad, y si uno ponía atención un chico de cabellos rosados lo tenía cogido del pie.

El pequeño peli azul, que apenas tendría quince años notó la mirada asesina de Erza y corriendo se metió en un simulador y cogió nervioso el casco, sus amigos imitaron su acto.

Mientras tanto, el pelirrosa al no sentir más la pierna de su hermano pequeño levantó la mirada, solo para tragar saliva, ya que su amiga lo miraba de una manera asesina que estaba logrando que se hiciera en los pantalones.

—H-Hola Er-Erza.

—Natsu… ¡Ve adentro ahora mismo!

— ¡Si señora!

—Erza no seas tan cruel con él—dijo Lissana nerviosa mientras que Gray la apoyaba.

La pelirroja bufó, mientras que el pelirrosa se levantaba del suelo y caminaba sonriente hacia el simulador de realidad virtual.

—Solo espero que lleguemos temprano, Igneel se enojó ayer porque llegamos casi a media noche por el entrenamiento—decía mientras cogía el casco.

—No te preocupes, estoy segura que no estaremos ahí mucho tiempo—aseguró Levy con una sonrisa.

—Ojala y aciertes—murmuró el pelinegro—No quisiera tener una reprimenda de Ur

—Ni yo de Elfman.

—Ya ya, vámonos de una vez—como siempre Erza estaba apurada— ¡Vamos chicos!

— ¡A Sword Fairy Online! —gritaron todos mientras que el casco se encendía y sus cuerpos se dejaban caer.

Y así, aquel grupo de amigos perdió la conciencia. Sin imaginar, que llevarían así más tiempo de lo planeado.

Sin imaginar, que este sería el comienzo de una gran aventura en el mundo de las espadas.

Sword Fairy Online

- Capitulo uno -

~ El juego de la muerte ~

Flechas con fuego y algunas con relámpagos se dispersaban en el aire, al igual que algunos explosivos.

Era aquel pequeño grupo de amigos contra veinte, una batalla injusta, pero aun así ellos seguían ahí, con sus espadas, atacando a seres de piel verde y ojos dorados con enormes hachas, aves de un metro de altura con escamas y de dos cabezas.

Se escuchaban gritos, algunos de dolor y otros de excitación.

El ambiente ayudaba mucho, el cielo tenía un color azul marino que se confundía con el negro, con nubes moradas, y la luna llena destacando de todo lo demás.

Era tan grande que pareciera que está a punto de caer sobre ellos.

— ¡Levy detrás de ti! —gritó la albina.

Con sus botas golpeo un goblin y sacó de la liga de su pierna una pequeña pero mortal ballesta.

Apuntó hacia donde su amiga y disparó.

Levy al ver una flecha hacia su dirección dio un salto, haciendo que aquella arma diera en el blanco, haciendo así que pixeles salieran dispersos.

— ¡Bien hecho Lissana-chan!

— ¡No se distraigan! —dijo Erza empuñando nuevamente su espada.

Corría con dos espadas, esquivando ataques y cortando a sus enemigos, junto a ella estaba aquel pequeño hermano del pelirrosa, ayudándola, sirviendo de ayuda y algunas veces como distracción para aquellos duendes, o mejor dicho, goblins.

— ¡Este es mío! —gritó eufórico Gray mientras invocaba una lanza y se la encajaba a una de esas aves gigantes.

Y para ser su primera vez en el juego, vaya que eran buenos.

— ¡Natsu activa el código! —gritó Erza a su amigo, este sonrió y asintió con la cabeza.

Hizo aparecer un pequeño panel e introdujo ciertos números, los cuales hicieron que sus puños se incendiaran.

—Me gusta—dijo saltando y aterrizando en medio del grupo de goblins— ¡Tomen esto!

Y luego de eso el lugar estalló, matando a aquellos seres en un parpadeo.

Natsu cogió aire, mientras que sus puntos de experiencia y los de sus amigos aumentaban, hasta marcar un nuevo nivel.

— ¡Yaho, nivel nueve! —gritó emocionado mientras festejaba con un saludo de puño con su amigo.

Erza suspiró y ocultó su espada al igual que sus amigas y Happy.

Lissana se abrazó a Levy y Happy, mientras que a su celebración se unían Natsu y Gray, por lo cual le pelirroja sonrió.

Mas la sonrisa de todos desapareció al ver tomo una luz blanca los invadía.

— ¡Lissana, Happy! —gritó Natsu estirando la mano, para ver luego como todos los demás también se desvanecían— ¡Gray, Levy, Erza!

Luego de eso, todo se volvió negro.


En otra parte de aquel juego una rubia caminaba asustada.

Desde hacía media hora había terminado con la misión que se le fue encomendada, desde hacía medía ahora había desactivado su mando de juego y nada… ella seguía ahí, en el juego, en aquella estepa que parecía no tener fin.

Una capa cubría su cuerpo, mientras de vez en cuando atacaba a unos invasores que la perseguían.

— ¡Lucy! —escucha que la llaman, pero no hace caso y sigue caminando.

— ¡Lucy-sama espérenos! —gritaron, y entonces se detuvo para dar media vuelta.

Viendo como un peli naranja y una peli plateada se acercaban a ella. Ambos preocupados y desconcertados, ambos sin saber qué demonios estaban sucediendo.

—Lucy-sama, ¿Por qué aún seguimos aquí? —preguntó la chica mirándola.

—No lo sé Yukino—respondió quitándose la parte superior de la tela, haciendo que ambos se dieran cuenta de sus ojos lagrimosos—N-No lo sé, pe-pero no podemos volver.

—Seguramente es una falla del sistema Lucy—dijo el peli naranja—Ya verás, en unos momentos lo arreglaran y volveremos a casa.

— ¡Llevamos dos horas esperando Loke, dos malditas horas y no podemos salir del juego! —Gritó nerviosa— ¡N-No ves, algo está ocurriendo, algo realmente malo!

Yukino mientras tanto dio media vuelta, observando como una mancha negra se aproximaba hacia ellos, así que rápidamente invocó un arco y apuntó hacia el objetivo. Tenía miedo, ya que había reconocido lo que era aquella cosa.

Mas nada sucedió, la mancha siguió avanzando, y eso solo la hizo temblar y correr, cogiendo las manos de sus amigos.

— ¡Yu-Yukino! —exclamó el peli naranja.

— ¡Qué sucede! —quiso saber Lucy.

Pero no respondió de inmediato, por lo que ambos amigos miraron hacia atrás.

Sus miradas se ampliaron.

—Imposible…—susurró la rubia.

—Es un virus.

¿Un virus dentro del juego?, ¡Como era eso posible!

Los tres corrían, evitando caer en aquella oscuridad, ya que no sabían lo que sucedería si esa cosa los tocaba. Los tres corrían como todas sus fuerzas, como si sus vidas dependiesen de ello.

Se podía ver como rocas se destruían en el paso, y también unos desgarradores gritos humanos que solo hicieron que Yukino chillara asustada.

Lucy en este acto quiso desactivar el mando, salir del juego, pero no podía, ¡Joder, el juego no la dejaba salir del condenado lugar!

—Demonios—masculló entre dientes Loke.

La rubia entonces dio un mal pasó y cayó en el suelo, sus amigos temieron lo peor.

— ¡Lucy-sama!

Pero antes de que algo sucediese una luz blanca la invadió y comenzó a desvanecerse ante la atónita mirada de sus amigos.

—Chicos…

— ¡Lucy!

Y cuando menos lo imaginaron, ellos también fueron invadidos por la luz.


Una chica de cabellos azules caminaba mientras trataba de introducir un código de búsqueda, pero todo era inútil.

Su vestimenta está rasgada y se pueden apreciar rasguños en su piel.

Ella no había querido jugar esto, pero como siempre, se dejó convencer por su amigos, ¡Y que amigos, ahora la dejaban sola!

—Gajeel-kun…—susurra cayendo de rodillas y usando sus manos para no caer en el suelo—Gajeel-kun… ¿En dónde estás?

Pero nadie responde.

Solo es ella y ese suelo tan frío que parece burlarse de ella, y más, al darse cuenta de que por más que quisiera, no podía salir del juego.

—Ju-Juvia tiene miedo—dice, ignorando como una persona se acerca a ella y envaina su espada.

—Si quieres ser el mejor, debes acabar con todos—dijo sonriendo sádicamente y levantando el arma.

Juvia sintió un ardor en su brazo derecho y gritó. Ya que a pesar de estar dentro de un juego de realidad virtual tus sentidos estaban sensibles. Podías sentirlo todo, tocarlo, gozarlo. Y el hecho de que ahora un desconocido la hiriera hizo que todo el dolor retenido fuera expulsado.

Y más, al ver como sus puntos de vida estaban bajando con apuro.

—Eres una chica linda—habló sínicamente apretando más el mango de su espada—Si quieres podemos salir en una cita en el mundo real, ¿Qué dices?

Pero antes de que la chica respondiera, una espada fue atravesada al sujeto que la había herido.

Los puntos de vida fueron bajando hasta cero. El hombre desapareció en el aire, mientras que un peli azul miraba a Juvia, sus ojos mostraban desesperación y algo de dolor.

Y Juvia lo reconoció, por lo cual trató de levantarse con una sonrisa plasmada en su rostro.

—Gra-Gracias Jellal-kun—pero cayó al suelo por lo débil que estaba.

—Estas herida—no preguntó, lo aseguró.

Así que en un movimiento rápido sacó de su pantalón una hierba mágica, que solo te daban en un pueblo lejano de dónde estaban.

—Por poco y casi no llego—dijo nervioso mientras vendaba el hombro de la chica—Tus puntos pudieron llegar a cero, y eso es peligroso—la miró—Te diste cuenta de lo que está sucediendo aquí, ¿Verdad?

Juvia asintió con temor, mientras que el peli azul seguía curando su hombro lastimado y lo seguía vendando con cuidado.

Desde hace unas horas que el botón "salir" había desaparecido del menú principal del panel.

—No podemos salir del juego—decía mirándola— ¿Cuántos tiempo llevamos dentro?

—Juvia ha contado cinco horas—dijo mirándolo también—Jellal-kun… ¿Tienes alguna pista de Gajeel-kun?

—No—respondió preocupado—Creo que debemos…

— ¡Así que de holgazanes mientras yo consigo puntos de experiencia para el equipo! —gritó una voz desde el cielo.

Ambos levantaron la cabeza, para ver como un pelinegro caía enfrente de ellos. Jellal suspiró aliviado, mientras que Juvia sonreía ampliamente.

— ¡Gajeel-kun!

—Tsk mujer fastidiosa—la miró y frunció el ceño—Vaya, los dejo un rato solos y salen heridos. Juvia… la próxima ten más cuidado.

La peli azul sonrió, era obvio que el moreno se preocupara a su manera de sus heridas, no por nada eran amigos desde niños.

—Entonces que esperamos, debemos ir al siguiente nivel—dijo el peli azul—quizás ahí podamos encontrar alguna manera de salir de aquí.

— ¡Si Jellal-kun!

Y antes de que Juvia pudiera tomar las manos de sus dos amigos una luz invadió su cuerpo ante la sorprendida mirada de sus amigos.

— ¡Juvia!

Y como los demás, Jellal y Gajeel también sufrieron el mismo destino, y una luz cegadora los invadió por completo.


Un rubio caminaba tranquilo con un palillo entre los dientes.

Ajeno al miedo de los demás jugadores, ajeno al gran peligro en el cual estaba atado ahora.

—Sting, es hora de irnos—dijo un pelinegro que estaba caminando al lado suyo.

El chico lo miró y escupió el palillo.

—Oh vamos Rogue, no me digas que prefieres regresar al mundo real—decía sentándose en el suelo—Eso solo sería una pérdida de tiempo y lo sabes. Además, no hay nadie por lo cual quiera regresar.

— ¿Ni siquiera por Lector?

Sting miró a su amigo, pero luego bajó la mirada.

Lector, su pequeño hermano de apenas diez años.

Claro que le importaba, era por lo único que seguía bajo el mismo techo que su madre y ese hombre que se hacía pasar por su padre. Sting quería mucho a su hermano, por lo cual nunca quiere separarse de él.

Pero hay ocasiones en la cual quiere alejarse de todo, por lo cual vio como salida de escape el mundo virtual de Sword Fairy Online para desahogarse. Era un alivio que este era el inicio de este mundo.

—Está bien—dice activando el panel—Vamos a regresar Rogue.

El chico asiente mientras, que al igual que su amigo activaba su panel.

Su dedo vagó por la pequeña pantalla holográfica, buscando el mando de juego para poder irse del lugar.

Mas cuando ambos quisieron activarlo este no hizo nada. Ambos siguieron en el juego.

—Pero que mierda—masculló Sting— ¡Rogue que demonios sucede!

—No lo sé—dijo intentando salir— ¡Joder, el mando de juego no funciona!

—Entonces que haremos… ¡Rogue! —Gritó mirando un manto oscuro acercándose— ¡Detrás de ti!

El pelinegro se giró, solo para ver como aquel virus antes detecta por Yukino se acercaba a ambos. Así que rápidamente se giró y comenzó a correr junto a su amigo de cabellos rubios.

Miraban como todo iba desapareciendo a su paso.

Miraban como la nada se estaba acercando.

—Mierda, mierda mierda—repetía Sting, mientras que la imagen de su sonriente hermano mirándolo con sus brillantes ojos miel llegaba a su mente—Lector… lo siento.

Y a la mente de Rogue vino la imagen de una niña de cabellos negros y ojos verde, con un vestido rosa y un peluche en forma de sapo. Sí, era su hermana Frosh.

Ambos amigos se miraron, sintiendo como el virus estaba detrás de ellos.

Cerraron los ojos, preparándose para cualquier cosa.

Mas lo que nunca se imaginaron sería que algo los envolvería, ni tampoco una misteriosa voz hablándoles.

Sacrificios…

Luego, todo se volvió oscuridad.


Natsu comenzó a abrir los ojos, confundido, desorientado, pero luego recordando cómo sus amigos, e incluso su hermano se habían desvanecido ante sus ojos.

Se levantó con apuro del suelo, mas sus ojos se sorprendieron ante lo que estaba viendo.

Era un paisaje hermoso, nunca lo había visto ni presenciado, a pesar de que el cielo era nocturno podía diferenciar todas las cosas, una y cada una de las cosas que había en ese lugar.

Había un enorme lago azul, en el cual se podían presenciar los peces nadando y uno que otro animal bebiendo de él.

Animales voladores diminutos se encontraban sobre él, luciérnagas, eso podrían ser.

Arboles alrededor al igual que una inmensa variedad de flores, desde la más grande a la pequeña, la imaginable y la inimaginable.

El chico de cabellos rosas respiro hondo, sintió algo dentro suyo, una gran armonía se apodero de su cuerpo cuando respiro aquel aroma, era el aroma de la paz.

Una paz que lo había asustado, ya que no era nada normal sentirla.

— ¡Happy! —Gritó— ¡Lissana, Erza, Gray, Levy! —Gritaba, pero nadie respondía— ¡En dónde están!

Mas luego se da cuenta de que está sobre un bulto, y emocionado abraza al pequeño peli azul.

Pero no solo estaba él, también lo estaban Erza, Gray y Levy, quienes lo vieron y sonrieron agradecidos.

— ¿Qué está sucediendo? —preguntó Gray.

—Eso fue…—comenzó a hablar Erza—Una teletransportación forzada.

Levy miraba hacia todos lados: —Chicos… ¿En dónde está Lissana-chan?

Y era cierto, la albina no estaba con ellos.

Pero no solo eso los desconcertó, sino que ahora, en luces blancas estaban llegando más personas, o mejor dicho jugadores.

Eran muchos, demasiados, tantos que se llegaba a perder la cantidad de pura vista.

Por lo cual, el grupo de Lucy, Jellal y Sting no se encontró con el grupo de Natsu, aunque a decir verdad, ningún grupo estaba completo.

A todos les faltaban integrantes.

— ¡Yukino! —Gritaba la rubia a la multitud— ¡Yukino dónde estás!

Y un poco cerca, un pelinegro también estaba gritando.

— ¡Juvia dónde mierda te has metido! —Gritó— ¡Jellal!

El grupo de Natsu solo escuchaba los gritos desesperados.

— ¡Gajeel-kun, Jellal-kun!

— ¡Rogue!

— ¡Lucy-sama, Loke-sama!

Escuchaban y escuchaban nombres, ¡Pero no había nada sobre Lissana!

Y fue entonces cuando ocurrió.

Unas campanadas resonaron en el lugar, mientras que unas señales de peligro aparecían en el techo de esa especie de esfera en la cual estaban.

Decía falla del sistema, y de estas mismas señales un plasma rojo comenzó a salir, formando algo sobre los jugadores que observaban todo con miedo.

Gotas de plasma caían en el suelo, haciendo que todos sintieran asco y repugnancia.

Y más al notar como este tomaba una forma semi humana gigante.

—Un game master…—susurró Jellal sorprendido.

— ¿Por qué no tendrá cara? —preguntó por su lado Erza colocándose al lado del peli azul recién llegado.

Yukino retrocedió asustada y se tapó la boca, no quería gritar.

—Estoy asustada—dijo Levy.

—No te preocupes Levy-chan, seguramente es la ceremonia de apertura—decía Happy tratando de calmarla.

El llamado "game master" los miró –o eso creían ellos– y habló.

—Bienvenidos a mi mundo.

— ¿Dijo acaso mi mundo? —preguntó Lucy mirándolo.

Natsu, que había estado caminando se detuvo al escuchar a la rubia.

—Mi nombre es Tetsuya Kido. Y soy la única persona capaz de controlar este mundo.

Todos abrieron las bocas sorprendidos. Ya que ese era el nombre del desaparecido creador de Sword Fairy Online.

—Supongo que ya se habrán dado cuenta de que el botón de "salir", ha desaparecido de su menú principal del panel de juego. Y no, no es un defecto del juego.

Silencio.

—Esto es solo una característica más del juego.

Gray abrió la boca, pero las palabras no salían.

—Ustedes no pueden salir del juego por su propia cuenta, ni siquiera la gente de fuera puede desconectarlos. Y si lo intentan, un transmisor dentro de los cascos emitirá una microonda destruyendo su cerebro.

Natsu retrocedió espantado.

—Por ende, acabando con sus vidas.

Juvia cayó al suelo con miedo, ignorando que un hombre la observaba de lejos.

— ¡Estás loco!, ¡No vamos a caer con eso! —gritó Sting.

—Entonces tus familiares removerán tu casco y morirás, tanto en este juego como en la vida real. Al igual que los ciento cincuenta que no siguieron mis advertencias.

El rubio tembló.

Y entonces miles de pantallas aparecen, reportando muertes de solo hace unos segundos. Era información que les hacía ver que lo que decía era verdad.

—La única manera que tienen para salir de aquí vivos es ganando el juego. Ya que haciéndolo serán libres. Pero debo recordarles, que si sus puntos de vida llegan a cero nadie podrá revivirlos, por lo cual, si mueren aquí, morirán en la vida real.

—N-No—chilló Lucy— ¡Eso es mentira!

— ¿Quieres ver que no lo es? —preguntó mientras unas rocas se levitaban y volaban hacia su dirección.

Natsu que estaba a su lado rápidamente la cargó y alejó de aquel ataque.

— ¡Qué mierda te sucede idiota! —gritó cabreado y más, al notar el miedo en los ojos de la rubia.

—Pueden seguir o no mis advertencias, pero de mí no correrá sus muertes.

El pelirrosa empuñó sus manos y sus dientes rechinaron.

—Suerte jugadores.

Y desapareció. Dejando a más de doscientos jugadores confundidos y desorientados.

Y muchas cosas ocurrieron a la vez.

El lugar tembló, partiéndose en dos, mientras que en ese momento los puntos de vida de algunos jugadores llegaban a cero ante el miedo de sus espectadores.

—¡Por favor, alguien ayude a Juvia!—imploró, ya que un hombre la había cogido como si de un costal se tratase.

Gray miró eso al igual que Gajeel y corrieron hacia la chica.

—¡Hey suéltala pedazo de mierda!—gritó el moreno empuñando su espada. Pero eso solo hizo que aquel sujeto brincara más alto.

—Desgraciado...—masculló Gray, y más al ver las lágrimas de la muchacha y el golpe en su rostro. Así que corrió siguiéndolos.

Mas cuando estuvo lo suficientemente cerca, cuando su mano se estiró hacia la joven y esta imitó su acto, notó que el cuerpo de Juvia comenzó a desvanecerse.

—Pero que...—susurró el pelinegro.

Sacrificios...

Susurró una voz misteriosa mientras que Juvia desaparecía de la vista del Fullbuster y Gajeel.

—¡Juviaaaaaaa!—gritó con cierto temor Gajeel mientras que Jellal, a lo lejos, lo había escuchado.

Una luz cegadora volvió a inundar el lugar.

Y fue entonces cuando Natsu encontró a Lissana a solo unos metros de distancia. Y quiso estirar su mano, pero aún tenía en sus brazos a Lucy, además, antes de que pudiese hacer algo más, su cuerpo se desvaneció junto a aquella rubia.

Y todos los jugadores fueron separados de su grupo de amigos.

Lo cual solo significaba una cosa:

El juego recién había comenzado.


Bien, ¿Qué les pareció?, ¿Fue muy malo para ser el primer capitulo?, ¿No tiene buen argumento?, acepto cualquier cosa en verdad, quiero mejorar todo lo que escribo, así que por favor, sean sinceros conmigo.

Todo el fic se desarrollará dentro del juego, por si las dudas.

Muchas gracias por leer. Nos veremos luego si así lo quieren.

Cuídense. Ja-ne!

- Kokoro-chan.