Notas: Será una antología de historias con cada personaje. Todos los derechos van para Furudate Haruichi, por la creación de los personajes de Haikyuu.
Pensamientos
Diálogos
Narración
Capítulo 1: Hinata Shouyo.
Tu cita estaba programada para ese fin de semana, en domingo, sería en una cafetería en la plaza comercial cerca de la ciudad donde vivías. No mencionaremos las razones del porque estas en ese programa, dejaremos eso a tu imaginación. Lo importante es que ya estabas lista, no decidías que atuendo llevar, el perfil del chico que te enviaron por correo mostraba a un joven algo simple, no aparentaba la edad que decía en su perfil, le gustaba el voleibol, algo interesante debido a su altura, el perfil decía que medía 1.62 Un detalle tierno~ La foto mostraba a un chico de cabello naranja, rizado y alborotado, la sonrisa que mostraba se veía algo fingida tal vez incluso hasta mostraba algo de ¿Miedo?... Debo estar imaginando cosas trataste de aclarar ignorando ese detalle.
Así que, allí estabas en la mesa del fondo junto a la ventana, esperando a que tu cita apareciera. Tu atuendo era sencillo, consistía en una playera de algodón con rayas de varios colores, encima llevabas una sudadera verde limón con capucha, unos 'jeans' de mezclilla ajustados, un par de tenis amarillos algo desgastados y una pequeña mochila. Cuando entraste te extraño el que la chica mesera te preguntara si esperabas a alguien, te limitaste a responder afirmativamente, mientras ella te conducía a tu mesa, de alguna manera tenías el presentimiento de que sabía el motivo por el cual estabas ahí.
Rayos… ¿por qué me estoy poniendo nerviosa? si antes estaba de lo más tranquila, no dejabas de mover los pies debajo de la mesa y jugar con tus dedos. Mirabas hacia la ventana queriendo encontrar algún chico que coincidiera con la descripción de aquella foto, pero no, no había nadie parecido.
Observaste por un rato más y decidiste rendirte cuando la mesera trajo un vaso de agua, mientras esperabas. Tomaste los audífonos de tu celular que llevabas en la mochila que cargabas, y te los pusiste. Tal vez la música calmaría tu ansiedad; te deslizaste un poco en el asiento para que pudieras recargar tu cabeza en el respaldo, y cerraste tus ojos.
-"Oye… ah, ¿disculpa?... oye!" – una voz cerca de ti te hizo abrir los ojos, y viste a aquel chico de pelo naranja, sentado al otro lado de la mesa, frente a ti. Había llegado hace un rato y no te habías percatado, te miraba con una expresión confundida, con unos ojos bien abiertos.
-"L-lo lamento" – Rayos, rayos, ¿Cómo pude dormirme en una situación así? dentro de tu cabeza estabas dándote golpes en tu frente con tu mano, rápidamente retiraste los audífonos de tus oídos y recuperaste una posición erguida en el asiento, para poder escuchar bien lo que el chico decía.
-"No, no te preocupes, pensé que en verdad te había dormido, pero solo estabas muy concentrada escuchando música" – dice rascándose su cabeza, algo nervioso. – "Jeje… sí…" – De hecho si estaba dormida, me relaje demasiado.
-"Ah… Oh! Soy [T/N], gusto en conocerte" – extiendes tu mano.
-"Mucho gusto [T/N]-san, yo soy Hinata Shouyo, puedes decirme solo Hinata…o Shouyo, ah… cómo gustes" – corresponde tu saludo, y te muestra una sonrisa tímida.
-"Gracias, Hinata-kun, tú puedes decirme solo [T/N], sin honoríficos" – esbozas una sonrisa no menos nerviosa que la de él. Ahora, que digo… ¿qué se supone que dices? Empiezas a sudar de las manos, el chico solo desvía su mirada por todos los lados en los que puede, te está contagiando su nerviosismo.
-"Entonces… [T/N]… ¿C-cuántos años tienes?" – el pequeño es el primero en romper el silencio – "e-es que en tu perfil no había una edad específica" – junta sus manos en sus piernas, tratando de mantener su mirada en ti.
-"Ah… eso… tengo 18 años, estoy empezando la universidad" – Gracias a Dios hablo primero, mi cabeza estaba empezando a sobrecalentarse de tanto pensar un suspiro imperceptible sale de tus labios.
-"¿E-eh?!, entonces debo decirte senpai, u onee-san…" – se altera el pequeño. Espera… ¿por qué dice eso?.
-"¿Onee-san? ¿No tienes mi misma edad? No espera… en tu perfil decía que ibas en último año de instituto" – ahora sí estas confundida, sabías que en esos sitios era usual que la gente mintiera, pero en este caso si eras su onee-san, significaba que saldrías con un ¡¿Chico de secundaria?!... Bueno que más podrías pensar con esa apariencia que se cargaba el chico.
-"N-no, e-es que cuando llené mi perfil, mis amigos me estaban ayudando y me dijeron que cambiara mi edad…" – hace un puchero de vergüenza – "L-la verdad tengo 15..." – se encoge entre sus hombros, apretando en puño sus manos, esperaba un regaño o algo por el estilo.
-"Oh, vaya…" – haces una ligera pausa – "No te preocupes, ya que estamos aquí disfrutemos nuestro día" – le sonríes tratando de transmitirle confianza. No sabías si pensar que era demasiado lindo con esa expresión, o sentir pena por él. Moe~ fue lo único que pensaste.
El chico alzo por fin el rostro, al escuchar el tono tranquilo de tu voz De alguna manera, te tranquilizaba el hecho de que fuera menor que tú. – "Y dime, ¿por qué decidiste entrar en el programa?" – cambiaste el tema, y el chico volvió a encogerse. Fue algo ¿inapropiado?.
-"Fue… fue un castigo de… un castigo de mis superiores" – dijo casi murmurando. Esa expresión definitivamente era súper tierna.
-"Pff-jajaja…" – sueltas una carcajada, no aguantabas la risa, en parte por la sinceridad del chico aunada a sus expresiones que te resultaban tiernas, y en parte porque reías de nervios. El chico alzó su rostro, mirándote algo confundido. – "P-perdón Hinata-kun, es que eres muy sincero para ser alguien que acabas de conocer, jajaja…, no tienes de que avergonzarte, supongo que no encontraría algún otro motivo por el cual estés metido en un programa de estos" – le comentas, haciendo que el semblante del chico se relaje un poco.
-"Jeje~" – se rasca detrás de su cabeza, con una sonrisa nerviosa. – "Y ¿por qué te castigaron tus superiores?" – en verdad tienes curiosidad por lo que pudo haber causado la situación en la que se encuentra el pequeño.
-"E-es que… en una conversación que tuve con dos de mis compañeros de club, no recuerdo porque salió el tema. Uno de ellos dijo que quería hacer una prueba de valor, entonces yo pensé que era de esas en donde recorres un lugar de noche y así, pero él tenía otra idea… dijo que teníamos que conseguir el peluquín del sub-director de mi escuela, y…" – Jajaja… okey, empezabas a extrañar tus días de instituto pausó por un momento – "…no sabíamos que lo decía de broma, entonces el otro chico y yo aceptamos y…y l-lo hicimos, le robamos el peluquín al sub-director" – estabas tratando de contener la risa, al escuchar su historia y ver su rostro – "…pero el capitán del club se entero, se enojó y nos castigo" – finalizo su relato con un puchero.
-"Jajaja… eso estuvo bueno, tus senpais son algo crueles, jajaja…" – dejaste salir tu risa – "Inscribirte en un programa para citas y dejarte a tu suerte, por castigo" – Que bueno que no conociste a nadie así.
-"No, bueno no fue totalmente a mi suerte, y… no solo fui yo al que lo castigaron" – dijo, con una expresión de burla al recordar a su compañero de castigo. – "Oh! Si, tu amigo, ¿también lo inscribieron a él?" – tu risa se había calmado.
-"Sip… no me imagino cómo le está yendo a él" – muestra una sonrisa grande. Moe~ – "Ah!.. Es cierto, en el perfil decía que te gustaba el voleibol, ¿de casualidad tu club es el de voleibol?" – vuelves a cambiar el tema.
-"¡Sí!" – tiene un cambio radical, su nerviosismo se desvanece completamente al escuchar 'voleibol'. – "¿Y cuál es tu posición?" – te diste a la tarea de investigar algo acerca del deporte, lo habías jugado en secundaria e instituto, pero no poseías un buen conocimiento y, no querías parecer una completa ignorante frente a tu cita.
-"Soy Bloqueador Central, y hago de Señuelo" – contesta enérgicamente. – "El bloqueador central es… el chico que está en medio de los tres jugadores que están frente a la red, ¿verdad?" – tratas de recordar.
-"¡Sí! Es una posición para jugadores altos, pero no necesito la altura para poder jugar, ¡puedo saltar!" – dice orgullosamente. – "Oh!~ Entonces debes tener un poderoso salto, la red es alta, yo solo logró sobrepasar la red hasta mi muñeca si salto" – le comentas. – "B-bueno, jeje… supongo que sí" – se encoge un poco con las mejillas algo rosadas – "p-pero, entonces ¿tú has jugado voleibol, alguna vez?" – te pregunta emocionado.
-"Sí, en clase de gimnasia en la secundaria y el instituto, a veces juego con unos amigos y compañeros, pero nunca he pertenecido a un equipo" – sientes que la conversación fluye libremente ahora. – "Oh! ¿Y no te hubiera gustado pertenecer a alguno?" – Nunca había pensado en eso – "Creo que no, no tengo tan buenos reflejos, así que nunca considere la posibilidad" – dices pensativa, pero te distraes al ver la expresión del chico, se veía algo triste al escucharte – "Y ¿tú, Hinata-kun?, ¿Por qué decidiste ingresar al club de voleibol?" -.
-"A mí, ¡me encanta el voleibol!, la primera vez que vi un partido de voleibol fue a los doce, vi como un jugador de pequeña estatura anotaba puntos y su equipo lideraba el partido, entonces sentí un 'GWAH!~' dentro de mí y quise intentar jugar, pero en mi secundaria era el único integrante del club de voleibol y no podía practicar bien, ¡Pero! Ahora en el instituto puedo hacerlo, cada vez que toco el balón siento de nuevo el 'GWAH!~' y un 'BWAH!~' es como si dentro de mí hubiera una explosión de energía y-y solo quisiera jugar más y más…" – hacia ademanes exagerados y enérgicos tratando de explicar su pasión por aquel deporte, era algo que te resultaba digno de admirar. Era interesante de contemplar, y podías sentir como te contagiaba su emoción.
Cuando termino su explicación, se quedó un momento mirando fijamente la palma de su mano, como si tratara de recordar todas esas sensaciones que te había descrito. Tú lo mirabas con una mirada de ternura y admiración, aquel pequeño era interesante, su pasión reflejaba la seriedad con la que se tomaba las cosas referentes al voleibol, era algo Emocionante…. – "Me han dado ganas de verte jugar Hinata-kun" – sacaste de su trance al chico.
-"¿E-enserio? ¿Por qué?" – dijo algo sorprendido. – "Me has contagiado tu entusiasmo, y al verte tan emocionado hablar del voleibol, me dieron ganas de ver porque puedes expresarte así" – le contestas con una sonrisa cálida. El chico solo reacciona con un ligero rubor en sus mejillas, esbozando una enorme sonrisa de alegría. Que chico tan más lindo~. La chica mesera interrumpió su momento de alegría, preguntando si ya sabían que ordenar, ordenaron un par de malteadas y unas pequeñas rebanadas de pastel, su conversación continúo hasta terminada su comida.
Después de pagar, la cuenta y salir del local, te diste cuenta que el chico llevaba en su bicicleta un balón de voleibol, entonces se te ocurrió una genial idea. – "Hinata-kun, ¿puedo practicar un poco contigo?" – le sugieres señalando el balón. Nuevamente una expresión de alegría se apodero del rostro del chico. – "¡Seguro, [T/N]-neesan!" – te contesta.
-"Por favor no me digas nee-san, Hinata-kun, solo dime [T/N]" – Eso me hace sentir vieja. El chico asiente algo confundido. Y así ambos parten a buscar un lugar tranquilo donde practicar.
Disfrutaron de una larga práctica, claro si se le puede llamar así, a correr a buscar los tiros perdidos. Ambos apestaban, tú un poco más que él, pero ninguno lograba mantener la pelota más de 10 pases. Estoy algo oxidada pensabas mientras recibías su pase. El ocaso bajaba por el cielo, así que le pusieron fin a la práctica.
-"Fue divertido, aunque cansado. En verdad ha pasado mucho desde que jugué" – le sonríes estirando tus brazos, ahora cansados y entumecidos por el dolor de las recepciones. – "No pensé que yo fuera tan débil, jaja~" – miras a tu compañero.
-"Bueno, eso es porque estas desacostumbrada, mientras más practiques ya no te cansarás tanto" – te contesta con una enorme sonrisa de satisfacción. – "Cierto, ¿puedo seguir practicando contigo?" – sale antes de que te des cuenta, y provoca que un ligero sonrojo se pose en tu rostro. Rayos, lo dije como si él fuera a aceptar verme después de esto.
-"Seguro" – te dice sin quitar su sonrisa. – "¿E-enserio?, ¿no estás incómodo con el hecho de que soy una onee-san?" – le preguntas nerviosa, Es una cita, aunque no lo parezca piensas.
-"Ah… no, ¿por qué lo estaría? Eres buena persona" – inclina un poco su cabeza en señal de confusión.
-"Bueno, es que… nos conocimos pensando en una cita, entonces…" – el chico se da cuenta de lo que tratas de decir, sus ojos se abren cuál platos y un rojo se posa en sus mejillas. – "Ah… t-te refieres a-a e-eso…" – se encoge entre sus hombros, Genial, hice que se pusiera nuevamente nervioso.
-"Podemos vernos como amigos, practiquemos como amigos ¿te parece?" – le sonríes sin que el nerviosismo se vaya de ambos. – "C-claro, como amigos… somos ¡Nuevos Amigos!" – la alegría regresa al rostro del enano.
-"Bien, entonces dame tu número de teléfono para que nos comuniquemos y nos pongamos de acuerdo" – le sonríes con igual alegría. – "¡Claro!" – saca su celular para apuntar tu número, y tú haces lo mismo. – "¡Listo!" – grita el chico.
-"Bueno… creo que es hora de despedirnos" – en verdad no querías hacerlo pero si oscurecía sería difícil retornar a casa – "Fue algo genial el conocerte Hinata-kun, lo disfrute mucho" – tratas de ocultar tu desánimo, esbozando una sonrisa. – "Heh~ ¿estás algo triste, [T/N]?, tu voz suena diferente" – ¿Eh?! ¿El chico se dio cuenta?.
-"Ah… es que la he pasado muy bien, hace mucho que no me divertía así con alguien… supongo que lo extrañare y estaré esperando ansiosa por volver a… verte…" – Agh… que estoy diciendo, eso es algo… raro la última palabra lo dices en un tono muy bajo, eso es algo vergonzoso, ¡¿Por qué dije eso?! El sonrojo regresa a tu cara.
El pequeño al escucharte y verte, se contagia de tu sonrojo, - "G-gracias… pienso lo mismo" – de igual manera te contesta casi murmurando Ah! Esto se volvió incómodo. – "A-amm… entonces… nos vemos después. Regresa con cuidado Hinata-kun, y gracias por este día" – debes salir de ahí, antes que tu cara sea una nueva especie de tomate.
-"A-adiós… igual tú [T/N] regresa con cuidado" – el chico moe se despide moviendo su mano temblorosa, mostrándote un rostro igual de rojo que el tuyo. Correspondes con una reverencia, para, casi, huir de ahí, ignorando la mirada avergonzada y satisfecha de aquel pequeño de cabello naranja, él también había disfrutado mucho pasar el tiempo contigo, y aunque no lo pareciera él estaba muy consciente que aquella no había sido una simple reunión, había sido una cita.
Tú regresabas muy emocionada, corriendo de regreso a tu casa rememorando todo lo que habías hecho ese día con aquel chico único e interesante. De ahora en adelante tendrías que acostumbrarte al nuevo color de tu rostro, sería muy difícil quitarlo.
Gracias por leer o(^u^)o
