Bueno, aquí va mi primera historia sobre esta pareja. Me a dado algunos problemas subir esta historia…

Bueno, en primer lugar contiene SPOILERS del final de Fruits basket. Asique si lo lees, luego no te quejes por ya he avisado.

Los personajes principales son Akito y Shigure aunque también aparecen algunos delos doce signos por ahí. Por ultimo, los personajes no me pertenecen son de Natuski Takaya.
Ahora os dejo con la historia, espero que os guste.

Capitulo 1

Una accidentada visita.

Debía de ser la cuarta vez que pasaba por aquella casa a propósito. Quería entrar pero había algo que la frenaba. Solo con pensar en su nombre, sentía como si algo la comiese por dentro, quería abrazarle, sentirle, tenerle solo para ella, sentir su carne contra la suya, pero había algo que le frenaba. ¿Miedo quizá?

Si, era el miedo. Miedo a ser rechazada, miedo a mostrar lo que realmente era. Una mujer.

Había pasado más de veinte años escondiendo lo que realmente era, obligada a comportarse, a vestir, a tener un físico como el de un hombre, pero no podía cambiar el hecho de ser mujer. El amor por aquel hombre le había llegado ya desde pequeña, nunca olvidaría la flor y las palabras que le dijo. "Tu estas aquí, en mi corazón…" "Te amo… Akito". Aquellas palabras siempre resonaron en su mente. Quería que esa persona se fijara en ella pero nunca lo conseguía y acababa desplomándose. Kureno siempre había estado a su lado, la había apoyado. Quizás por un pequeño afecto, por lastima o… por lastima, debía de ser eso, era por lastima. Kureno le dio lo que ningún hombre le había dado hasta ese momento. Nunca lo había hecho y su primera vez fue con el. No sabia explicar con palabras que había sentido con aquello… no sabía si no le llegaban o si le sobraban. El problema fue cuando se entero de que la persona que mas amaba había tomado represalias y se había acostado con su madre. ¿Quizás por venganza? Shigure era una persona que se iba con todas las mujeres jóvenes. Por llamarlo sin tapujos un pervertido, pero el era mucho más que eso, y ella lo sabía.

Se acerco a la casa un tanto indecisa. No podía permitirse estar así, era la cabeza del clan ella tenia que guiarlos a todos. No podía permitirse estar indecisa ni dudosa, por que eso la hacia mas débil, y la habían criado para que no lo fuese.

Justo cuando iba a llamar al timbre de la casa, la puerta se abrió y quien la abrió fue nada menos que Shigure, se quedo inmóvil, Shigure no la había visto, todavía estaba en su mundo.

-Bueno Tooru -chan yo tengo que hacer unos recados para la editorial y cuando antes lo haga mejor. Ja ja ja. –Shigure miro hacia delante y se topo con Akito, sus miradas se pararon un segundo y los dos reaccionaron.

- Akito, que sorpresa. ¿Qué te trae por aquí?-La voz de Shigure era seria pero Akito pudo sentir una dulzura en aquella voz.

- Shigure-san! Se ha olvidado los…- La voz de Tooru se corto al ver a Akito.- Ah! A-akito-san bienvenido! –Dijo Tooru mientras hacia unas bruscas reverencias.

Entre tanta reverencia, a Tooru se le cayeron los papeles de Shigure al suelo.

-Oh! Lo siento Shigure-san soy un desastre! Ahora mismo lo recojo todo.

-No pasa nada Tooru, no voy a ir a la editorial, esperare a mas tarde, ahora tenemos un invitado en casa y hay que recibirlo. –Dijo Shigure con una sonrisa de pavo.

A Akito aquella sonrisa le sorprendió. Le gustaba ver sonreir a Shigure.

-¿Qué es tanto alboroto?

Kio se asomo a la entrada y junto a el estaba Yuki. Ambos se sorprendieron al ver a Akito, y sus miradas cambiaron a un profundo sentimiento de odio.

-Pasa, pasa Akito! – Dijo Shigure.- Tooru, prepara unas pastas y un te para el invitado.

-¡S-si, ahora mismo!- Dijo Tooru mientras se fue directa a la cocina.

Akito fue conducida hacia el salón. Yuki y kio también estaban allí sentados, sus miradas de odio no habían cambiado en absoluto hacia ella. Le extrañaba que estuvieran sentados allí, estaba segura de que solo Shigure iba a hablar con ella y quizás la Tooru Honda también.

-Y bien Akito, ¿A que venias?-Dijo Shigure otra vez con aquella seriedad.

-He venido a traeros unas invitaciones. Vamos a celebrar una fiesta en la casa principal de los Souma y nos gustaría a que vinierais. No solo a mi, si no a todos.

-Es extraño que hayas venido tú. Pensaba que vendría Hatori o Hatsuharu para darnos estas noticias.- Dijo Shigure un poco confuso.

-Pensaba enviar a Hatori, pero al final he pensado que lo mejor seria que viniera yo personalmente aquí a daros la invitación. Además me apetecía ver a Tooru-kun.

Akito noto la mirada de Shigure, era una mirada que le perforaba. Era como si Shigure le dijera "¿De verdad querías ver a Tooru? No me lo creo."

-Ya estoy, aquí! Y traigo unas pastas con te. –Dijo Tooru Honda mientras entraba al salón.

Tropezó. Era tan torpe que tropezó. Resbalo con el brasero y las pastas de te acabaron por el suelo junto al te. Aunque no todo el te acabo en el suelo. Parte de el cayera sobre Akito, mojándole la camisa y parte del pantalón.
Yuki y Kio por un segundo creyeron que Akito explotaría. Cogería a Tooru y le haría pagar por lo que acababa de hacer, pero Akito no fue capaz. No delante de Shigure. Le frenaba, no quería que la viera así.

-L-lo siento, debería de tener mas cuidado. L-lo siento mucho de verdad.- La pobre Tooru intentaba disculparse como podía.

-Tranquila Tooru, vaya, tendrás que cambiarte Akito. Yuki, tráele algo de tu ropa y que se la pruebe.

Akito por unos segundos comenzaba a pensar que Tooru Honda no tropezara con el brasero, si no que Shigure le había hecho la zancadilla a propósito para que el te cayera sobre ella.

-¿Por qué tiene que ser mi ropa? ¿No puede ser la tuya o la de Kio?- Protesto Yuki.

-Tu ropa le quedara mejor. La de Kio es muy basta y la mía no le serviría a Akito eso lo tengo seguro. Y la tuya le quedara perfecta, a no ser que se ponga la de Tooru-chan.

Las dos miradas se cruzaron. Akito miro fijamente a Shigure diciéndole "¿Lo habías planeado todo verdad?" y Shigure la miraba diciendo: "Es una lastima que no puedas ponerte la ropa de Tooru".

A regañadientes Yuki salió de la habitación y se fue a buscar ropa para dejársela a Akito. El ambiente quedo en silencio, solo se oían algunas gotas del te caer de la mesa…

.: Continuara :.