¡Hola!
Martes 5 de Enero del 2016
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Era la segunda vez que despertaba durante la noche. Claude aún no podía creer lo que apenas hacía unas dos semanas había ocurrido, con tan sólo unas palabras la princesa había logrado invadir el corazón de aquel hombre mayor.
"Quiero ser tu esposa"
Aquellas palabras sinceras de una niña, una niña la cual había captado la atención de un adulto como él, un hombre ya entrado en años y con una reputación algo dudosa debido a falsos rumores. Aquella niña había escuchado de los mismos rumores por los cuales el tenía dificultades para establecer un vínculo amoroso con alguna dama sin prejuicios. Pero a la princesa Amaluna parecieron dejarle de importar de un momento a otro.
Le impresionó bastante cuando la susodicha le había pedido que conservara el estilo de naufrago pero sin barba.
Se levantó y fué al baño que se encontraba en su alcoba para lavarse la cara. Casi le sorprendió su propio reflejo...era cierto que se veía unos cuantos años más joven sin la barba y con el cabello alborotado.
"Luna..."
Algún día la princesa Amaluna se haría mayor y cuando eso pasara se haría aún más bella y el...se haría aún más...viejo.
Con la imagen de la princesa en su mente se dirigió de nuevo a la cama y notó un pequeño bulto bajo las sábanas. Sin decir palabra alguna levantó las mismas y observó el cabello de la rubia esparcido por debajo de la cama, tan suave y sedoso como la primera vez que lo acarició en aquella isla. Una sonrisa apareció por sus labios.
"Luna..."
El duque sabía perfectamente que estaba despierta, no había manera que se escabullera en su habitación y se quedara profundamente dormida en menos de tres minutos.
La mencionada no se movió. Ambos querían estar juntos pero teniendo en cuenta la edad de Luna lo mejor sería esperar hasta que sea legalmente su esposa.
Claude sabía que si esto llegaba a oídos de sus suegros se haría un gran escándalo y aparte del más nuevo apodo "Fortis el lolicon" añadirían a él "El sucio Claude...o el sucio Fortis". Sin más remedio que dejar a su prometida dormir junto a él se acostó junto a Luna.
"Abrazame" dijo ella y bastó para que él obedeciera, la rodeo por la espalda y apoyó su mentón en la cabeza de ella.
"¿Puedes repetirlo una vez más?" Le pidió casi en una súplica a lo cual ella respondió casi inmediatamente después.
"Quiero casarme contigo"
Tras eso tanto Luna como Claude fueron capaces de conciliar el sueño una vez más. Esa era la única manera en la cual Luna podía dormir desde que el conde se había presentado para pedir su mano formalmente en el reino del mar y era la única forma en la cual podía dormir Fortis desde la primera vez que Luna se había infiltrado en su cama.
