La campana de la secundaria "Canterlot High" había sonado, dando señal a sus estudiantes de que era hora de retirarse. Después de una semana llena de estrés, exámenes y demás cosas, no era de extrañarse que los alumnos salieran corriendo felizmente del lugar, esperando un buen y tranquilo fin de semana. Cuando una cantidad inumerable de adolescentes salió de la puertas, a lo último, se encontraban Sunset y Twilight, quienes al igual que todos, salían con emoción del lugar aunque Sunset lo expresaba mejor que la otra. La portadora de lentes, notó que su compañera tenía un pequeño libro azul, con una cerradura amarilla en el medio, ante eso sintió una pequeña curiosidad.

-¿Qué es eso, Sunset?-

-¿Esto? Es el anuario escolar, lo tome prestado para...Recordar algunas cosas.-

La mirada de la chica bajo al decir lo último, teniendo una sonrisa algo melancolica, decidió sentarse en una de los escalones de la secundaria, siendo acompañada por la persona a su lado.

-¿Pasa algo malo?-

-N-No, no es nada. La verdad es lo saque porque quería ver un par de cosas del pasado, cuando yo era diferente.-

-Sunset, ¿acaso extrañas esos días?

-¡¿QUÉ?! No, claro que no. Era una persona horrible en ese entonces.-

La pelirroja se aferró al libro y miro a su amiga molesta, la cual se asusto un poco por el repentino comportamiento de esta. Al ver su expresión de un pequeño temor, la chica decidió calmarse y tomar esto con más calma. Aún le costaba hablar de su pasado sin mostrar emociones algo exageradas desde su punto de vista.

-Lo siento, no debí hablarte de esa manera.-

-Esta bien, no hay problema. Es sólo que...Jamas me has contado que es lo que te atormentaba tanto antes, me dijiste que por propia experiencia ellos me perdoran y así fue pero quiero saberlo, ¿cual fue el error que cometiste para que todos se molestaran contigo? No te estoy presionando, si no quieres decírmelo esta bien.-

-No, creo que tienes razón. Si no lo hablo, entonces jamás podre digerirlo.

Todo empezó en Equestria, cuando aún era la alumna de la princesa Celestia...-

...

Una día perfecto se reflejaba en las ventanas del castillo, ¿y qué es mejor que un día soleado? Comer tranquilamente en un día soleado. Eso se encontraban haciendo la diosa del sol y su alumna prodigio, Sunset Shimmer. Aunque para la alumna todo esto era una tarde de convivencia con su maestra, para la princesa era más que nada una seria charla ocultada en una simple tarde. La princesa no sabía como comenzar su propuesta hacía su alumna, empezó a mirar hacía los lados para encontrar una idea, teniendo un comportamiento que tendría cualquier ponie normal; eso fue lo que le llamó la atención a la joven, que después de mirar a su princesa de esa forma supo que algo pasaba.

-Jaja, Celestia ¿Qué ocurre? Pareces más nerviosa que aquella vez en la que no podías terminar tu papeleo.-

-¡Ho, que bueno que lo preguntas! Verás Sunset, ¿recuerdas de nuestra charla sobre hacer más amistades?

Inmediatamente después de decir eso, la unicornio puso un gesto se irritación y molestia, siendo más que obvia su señal de que no quería hablar de ese estúpido tema.

-Agh, ahí vamos de nuevo...-

-Sunset Shimmer, escuchame por favor. Durante el tiempo en que has vivido aquí me he dado cuenta de que no eres capaz de relacionarte con nadie. Me estoy empezando a preocupar mucho por ti, ¿es que acaso no hay nada que te importe más allá de ser la mejor?-

-No, ¿y qué? Las personas con grandes potenciales, como yo, debe concentrarse en sobre explotar ese poder y demostrar lo increíbles que son a comparación de otros.-

Después de las palabras dichas, la princesa dejo el té que estaba tomando, miró con seridada y un poco de tristeza a su alumna, la cual ni siquiera le importó.

-Sunset, mi querida alumna, hay algo que necesitas entender. Los ponies más poderosos y con mayor respeto, son aquellos a los que están rodeados de personas que aman, agradecen todo lo que tienen y son humildes. El liderazgo y el poder no es cuestión de buscar aprecio, sino de responsabilidad.-

-Blah, blah, blah...¿Acaso todo esto fue para sermonearme de nuevo? ¡Te he escuchando miles de veces y te vuelvo a responder lo mismo! Los seres poderosos se preocupan por si mismos, así es como sobreviven en grandes batallas, sacrificando a otros a los cuales sabe que no harán ninguna diferencia en el mundo estando o no estando.-

Cuando la estudiante habló, puso ambos cascos sobre la mesa y vio a su maestra con suma furia, lo cual hizo que la princesa se enfureciera pero claramente no iba a exprasarlo ni a rendirse aún, sabía que podía encontrar alguna forma de hacer a su estudiante entender.

La princesa suspiró con pesadez, cerrando los ojos y bajando la cabeza mientras su estudiante salió de la sala molesta e indignada.

Al día siguiente, la unicornio se encontraba bagando por las habitaciones del castillo, buscando a su maestra para seguir con sus estudios avanzados. La yegua siguio buscando hasta que escucho un par de risas viniendo de otro lugar, era su maestra y una voz que jamás había escuchado antes. Curiosa, decidió ir a investigar, la puerta la llevaba a una biblioteca que ella escasamente visitaba, siguió las risas y se escordio detrás de uno de los estantes de libros, para encontrarase a su maestra con otra ponie. La estudiante se encontraba molesta, ¿acaso la princesa, que tanto decía que esto era enseñansas especiales, tenía a alguien más a quien enseñar? ¡Pues vaya que son especiales! La ponie sólo se quedo observando detrás del estante, con una expresión de molestia.

-¡Mire esto princesa, sé que puedo hacerlo! Ngghh...-

La unicornio morada estaba tratando con todas sus fuerzas el convertir una lámpara en una manzana, y después de 10 minutos pudo pograrlo, logrando que esta se emocionara por completo. Mientras que la observadora a escondidas estaba indignada, ¡¿eso es todo?! Ella logró ese hechizo cuando tenía 10 años, ¿se supone que esa es una alumna prodigiosa? Ambas unicornio voltearon a ver su maestra, una esperando una reacción positiva mientras que la otra quería una negativa.

-Fue excelente Twilight, ¡bien hecho! No creí que aprenderías ese hechizo tan rápido. Me siento muy orgullosa.-

La unicornio morada miro avergonzada hacía otro lado, estando alegre de haber enorgullecido a su maestra. En cambio, la unicornio amarilla, se encontraba altamente indignada y molesta, ¿eso es a lo que ella felicita? ¿eso es a que ella llama un buen trabajo? ¡Menuda estupidez! Ella aprendió hechizos de unicornio expertos hace unas pocas semaans y ella ni siquiera dijo algo mas allá que un "Buen trabajo", ¿pero esto lo premia como si fuera la gran cosa? Ahora la unicornio entendía que la princesa simplemente era alguien quien no la apreciaba.

Horas más tarde, la princesa salió tranquilamente de lugar, siendo esperada delante de la puerta por su alumna. La unicornio se puso delante de ella, mostrando una expresión de sumo odio, respirando profundamente una y otra vez, tratando de controlarse. La alicornio se confundió mucho por el comportamiento de su alumna, ¿ahora que había pasado?

-Tú...¡TÚ ME OCULTASTE QUE TENÍAS OTRA ALUMNA! Y para peor, ella esta muy por debajo de mi nivel, la felicitas como si fuera alguien mejor que StarsWild y por sobre todo, ¡es alguien ridícula!-

-¡SUFICIENTE! No voy a permitir que hables así de la MEJOR alumna que tengo. No tengo por que decirte si tengo más alumnos aparte de ti, no es de tu incumbencia. Twilight es alguien mucho más brillante y humilde que tu, creo que deberias aprender de ella.-

-¿Yo? ¿Aprender de ella?... ¡ELLA SÓLO PUEDE HACER UN MALDITO HECHIZO DE TRANSFORMACIÓN! ¡¿Mejor que yo?! ¡¿Más brillante?! En un duelo de magia yo la aplastaria totalmente. Y además creo que no la vigilas muy bien, ella siempre esta sola, nunca habla con otros ponies, lo sé porque la he visto un par de veces en el jardín.-

-Hay una diferencia enorme en la razón por la cual ambas estan solas, una es porque quiere aprender y enorgullecerme, mientras que la otra es sólo porque piensa que todos estan debajo de ella.-

-¿Qué...? ¿Te parece eso una diferencia enorme? ¡Vaya tonteria!-

-Sunset Shimmer, vuelve a tu cuarto en el castillo, tus clases quedan anuladas por hoy.-

-¡BIEN! Tampoco es que me importe...-

La unicornio se fue de mala gana y con muchas palabras en la boca. La princesa sólo vio como se iba, para luego bajar la cabeza con tristeza y volver a su salón a seguir con el papeleo. Recorrió el castillo con nostalgia, cuando Sunset era más joven y un poco menos mala, amabas se reían y aprendían juntas, como si fueran amigas. Esos recuerdos la hacían sonreír y tener esperanza de que ella se convertira en alguien mejor pero entre más tiempo pasa, menos lo cree posible y eso la hacían entrar en un miedo profundo.

Al llegar a su habitación, notó más archivos del que debería, dándose cuenta de que sí paso más tiempo del que debería con su alumna. La alicornio se sentó en su mesa, agarro una pluma y empezó a firmar y leer documentos.

-Veamos, una afirmación para contruir un nuevo parque en las calles de Ponyville...Una invitación a la carrera de..-

La princesa no pudo terminar de leer en voz alta, puesto que algo estaba mojando los papeles y borrando la tinta; eran sus lagrimas. No podía pensar en otra cosa que no fuera Sunset, había estado tanto tiempo con ella que sentía que había una luz que rodeaba su ser pero..¿Y qué tal si no? Esa pregunta le aterraba, ella amaba a su alumna, no quería tener que decirle adiós para que entendira que su forma de pensar era incorrecta, después de todo lo que habían pasado, que se termine de esa forma sería horrible. La princesa se sentía triste, estresada y frustrada, ya no soportaba que toda charla con Sunset terminará en una discusión. Ya no quería que las cosas fueran así.

Al seguir pensado y sufriendo con eso, la princesa se reposo en su escritorio, apartando los papeles; puso ambos cascos tapandose la cara y siguió sollozando durarante un largo tiempo.

Bueno, eso es todo por este capítulo. Para ser honesta, no estaba muy segura de escribir sobre algo así, ya que estoy segura que hay un millon de fan-fics con la misma temática pero al final lo hice y no hay vuelta atrás así que nada. Espero que les guste, los leeré después.