Capítulo I
Serena Tsukino salía de su hogar al patio trasero de su hogar a colgar la ropa que acababa de lavar, miro hacia el cielo por el sonido de unos aviones que pasaban y frunció el ceño. Ella estaba conciente de la época en la cual estaban viviendo, estaban en la segunda guerra mundial y conocía el peligro de todos los días de sufrir un ataque de los países enemigos.
Termino lo más rápido que pudo e ingreso a la casa donde la esperaba su marido, que al ver el rostro de preocupación que tenía su mujer se acercó hacia donde ella estaba.
- que sucedió mujer – le pregunta Darien observándola
- solo vi unos aviones pasar por aquí, me dio la sensación de que no era del bando de nuestro país – le dice Serena
- debes estar tranquila, tu sabes que el gobierno avisara si algo malo llega a suceder - le dice Darien
- es eso tienes razón, pero aun así no dejo de preocuparme – le dice Serena tomando los platos que estaban en la mesa
- tu sabes que esto te hace mal, en tu estado no deberías preocuparte tanto – le dice Darien llevando algunas cosas a la mesa
- amor, estamos en medio de un guerra, es imposible que este sentada mirando cómo se matan unos a otros, estamos siempre en riesgo de un ataque de los países enemigo – le dice Serena dejando los platos en el lugar donde los lavaba
- pero aun así, no quiero que le suceda algo a nuestro hijo – le dice Darien tocando la barriga de su mujer de ya seis meses
- solo estaré tranquila cuando todo esto haya terminado – le dice Serena
- tu sabes que esto puede demorar meses u años – le dice Darien
- si lo entiendo – le dice Serena
- voy a ir a conseguir algunas cosas para afirmar el techo, pronto se avecinan vientos fuertes y no quiero que nos quedemos mirando las estrellas – le dice Darien mientras la abrazaba
- claro que no queremos eso – le dice Serena esbozando una sonrisa
- te amo – le dice Darien acercándose a ella
- yo también te amo – le dice Serena tomando la iniciativa del beso
- voy y vuelvo – le dice Darien soltándola
- siempre que dices eso es porque te vas a demorar, no te preocupes yo estaré bien – le dice Serena sonriéndole
- pero esta vez te juro que no me demorare nada – le dice Darien riendo
- como tú digas – le dice Serena comenzando a refregar los platos
Darien salió de la casa con rumbo al hogar de uno de sus mejores amigos, Seiya Kou. Él vivía con su esposa a no muchos metros de distancia, por lo que no se demoraría mucho en regresar con su esposa, en el estado en que ella estaba no le agradaba dejarla sola.
- Seiya, amigo, como has estado – le pregunta Darien haciendo una reverencia
- muy bien, y a ti como te ha ido – le pregunta Seiya
- bien – le dice Darien sonriendo
- ay por favor, están hablando como si no se hubieran visto hacía mucho tiempo, si se vieron ayer – les dice Haruka en tono irónico
- tu esposa en eso tiene razón, como ha estado – le pregunta Darien haciendo una reverencia a la señora Kou
- excelente, pero a penas soporto a este hombre – le dice Haruka muy seria
- que le hiciste – le pregunta Darien mirando a su amigo
- yo… nada – le dice Seiya sorprendido
- ay estos hombres, jamás entienden cuando uno los está molestando – dice Haruka mirando al cielo
- es que parece que ambos te creímos, como lo dijiste tan seria – le dice Darien
- eso es verdad, amigo que se te ofrece – le pregunta Seiya
- necesitaba un poco de tu ayuda – le dice Darien
- en que puedo ser bueno – le pregunta Seiya
- necesito que me ayudes a poder reforzar el techo de mi casa, tu sabes que vienen los vientos fuertes y como le decía a Serena no quiero quedar mirando las estrellas en uno de estos días – le dice Darien
- no hay ningún problema – le dice Seiya
- qué bueno, así aprovecho la oportunidad de ir a conversar con Serena – le dice Haruka entrando rápido a la casa para buscar algunas cosas
- estas mujeres a lo único que se dedican es a conversar – le dice Seiya
- tu no hables – le dice Haruka mientras salía de la casa camino a la de su amiga
- vamos al cuarto a buscar madera, martillos y clavos – le dice Seiya comenzando a caminar hacia la pequeña pieza que se encontraba en la parte de atrás de su hogar
- está bien – le dice Darien siguiendo a su amigo
El ruido de dos aviones sobrevolando la ciudad los alerto, ambos miraron hacia arriba y los vieron, estos no tenían los colores de sus aviones, debían ser los del país que quería atacarlos.
- Serena también vio algunos aviones sobrevolar por aquí – le dice Darien mirando a su amigo
- esto ya está mal – le dice Seiya negando con la cabeza sin quitar la vista a los aviones
- a que te refieres con eso – le pregunta Darien con el ceño fruncido
- mira, en el puerto andan muchos comentando que Estados Unidos está planeando atacarnos con bombas – le dice Seiya mirando a su amigo
- pero están seguros de eso – le pregunta Darien sin dar crédito a lo que él le decía
- claro que si, por los colores yo creo que esos aviones vienen de allá – le dice Seiya
- eso es lo más seguro – le dice Darien
- si se llega a confirmar tenemos que salir de aquí – le dice Seiya
- claro que sí, yo no voy a permitir que mi mujer y mi hijo mueran aquí – le dice Darien
- vamos a buscar las cosas que necesitas, quizás estas mujeres nos están extrañando – le dice Seiya
Los dos fueron al pequeño cuarto a buscar lo que Seiya le había ofrecido cuando comenzaron a escuchar unos gritos en la calle, dejaron las cosas en el suelo y ambos corrieron hacia donde estaban las personas a escuchar las noticias que se tenían.
- tenemos información de último minuto – les dice un muchacho que apenas podía hablar por lo cansado que estaba
- que sucedió – le pregunta Darien que se acercaba a su esposa
- los aviones que vieron pasar por la ciudad tienen una orden de dejar caer una bomba atómica, tomen todas sus cosas y váyanse de aquí – les dice el muchacho, el terror se notaba en sus ojos
- no puede ser, es como lo que paso en Hiroshima – le pregunta Serena
- sí, es exacto, si ustedes ven el cielo esta nublado por eso no tuvieron oportunidad, salgan de aquí esta ciudad quedara destruida por completo – le dice el muchacho mientras comenzaba a correr para dar la información a otros lugares de la ciudad
- Seiya, vamos a buscar todas nuestras cosas – le dice Haruka
- Darien, Serena espérennos, vamos y volvemos – le dice Seiya quien fue corriendo hasta su hogar junto a su esposa
- debemos irnos Darien, no quiero que la bomba nuclear afecte a nuestro hijo – le dice Serena
- si vamos – le dice Darien tomándola de la mano
Comenzaron a poner en un pequeño bolso todo lo que necesitaban para sobrevivir, los muebles y lo demás lo dejaron ahí, de nada servía llevarlos sería una carga para ellos, salieron y vieron a Haruka y Seiya que los estaban esperando.
- debemos irnos ahora – le dice Haruka
- sí, no podemos esperar más tiempo – le dice Serena
- está segura que puedes caminar – le pregunta Darien
- amor, estoy segura, tenemos que irnos ya no podemos seguir esperando aquí a que nos caiga la bomba encima – le dice Serena
- sí, vayamos – le dice Darien
Los cuatro muchachos comenzaron a caminar rumbo a la estación de trenes, era lo más rápido que podían tomar para alejarse de ese lugar, pero cuando llegaron estaba todo colapsado, sería muy peligroso para Serena.
- chicos pero váyanse ustedes, nosotros con Darien nos arreglaremos para irnos a Tokio – le dice Serena
- pero no podemos dejarlos aquí – le dice Haruka
- deben irse si no quieren morir – le dice Darien
- pero tenemos que estar juntos, la bomba atómica los matara – le dice Seiya casi gritando
- váyanse quieren – les dice Serena enfadada
- espérennos en Tokio – le dice Darien
- pero como se irán – le pregunta Haruka
- ahí veremos cómo nos vamos, les juramos que llegaremos – les dice Serena
- amiga, cuídate mucho – le dice Haruka abrazando a su amiga mientras que las lágrimas comenzaban a rondar sus mejillas
- no te pongas triste, ya verás que pronto esta pesadilla se va a terminar – le dice Serena
- nos vemos pronto – le dice Darien
- está bien – les dice Seiya con los ojos cristalizados
Serena y Darien salieron de la estación de trenes tomados de la mano, él la escucho suspirar pesadamente, el pueblo estaba hecho un verdadero caos, la gente corría desesperada por salir de ese lugar, ellos sabían que si entraban en pánico no podrían hacer nada.
- amor, te juro que saldremos de aquí – le dice Darien mirando a su esposa
- sé que nos vas a sacar de aquí – le dice Serena
- llegaremos a Tokio y podremos hacer nuestra vida en ese lugar – le dice Darien
- claro que si – le dice Serena abrazándolo
- creo que es hora de que comenzamos a caminar – le dice Darien
- tienes razón – le dice Serena
Los muchachos comenzaron a caminar, la gente corría desesperada buscando un lugar donde poder esconderse para evitar el inminente apocalipsis que se les venía encima. No supieron cuando paso pero mucha gente corría hacia donde ellos, era tanta la multitud que fue inevitable que se separaran, ambos gritaban sus nombres pero era imposible que se escucharan.
Luego de unos minutos la multitud paso, comenzaron a buscarse pero no se encontraron, Serena miro para el cielo y vio como un avión llevaba un bulto en la parte baja, ella sabía que esa era la bomba de la que todo el mundo hablaba. Comenzó a correr y como milagro vio que había una puerta en el suelo, con mucho esfuerzo la abrió y entro en un tipo de calabozo, cerró la puerta y se sentó en una esquina cubriendo su vientre en un instinto de protección. Sabía que sería inevitable que el efecto de la radiación la afectara a ella o a su hijo. Solo miro hacia el cielo y se encomendó a Dios, fue cuando sintió la explosión.
