Esta vez no, Padfoot

Esta vez no, Padfoot

-Padfoot, por favor!!

-Por favor qué, Jimmy?

-No te hagas el tonto, que bastante bien te sale-contestó el chico de gafaas, visiblemente irritado-. Tenés que hablar con Remus.

El otro se quedó de piedra al oír ese nombre. Con un movimiento de la varita apagó la música que estaba escuchando, se sentó en la cama de su amigo y adoptó una expresión seria.

-Cómo sabés que estamos peleados?

Solo cuando terminó de formular la pregunta, se dio cuenta de lo idiota que ésta había sido. Estaba hablando con su mejor amigo, quien descubría lo que le pasaba aún estando a millones de kilómetros de distancia. Al parecer, la pregunta también sorprendió al otro animago, que alzó una ceja y se revolvió el pelo, tal y como hacía cuando se estaba impacientando.

-Primero, soy su mejor amigo. Segundo, compartimos habitación y ninguno está en ella cuando está el otro, y tercero…lo sabe todo Hogwarts-Sirius bajó la mirada-. Me vas a contar qué pasó?

-James, yo…

-Flash back-

Dos chicos de 16 años caminaban por las orillas del lago de Howarts, el colegio de magia y hechicería.

Mientras caminaban, el que parecía más tímido rompió el silencio, al momento que empujaba suavemente al otro, para sacarlo de su trance.

-En qué pensás Sirius?

El de cabello moreno lo miró y sonrió arrogantemente. Gesto típico en él.

-Si sigue así, Prongs va a morir a manos de Evans.

Ambos rieron.

-Qué más quisiera él, que morir en los brazos de su gran amor…

-Vamos, Moony, no te pongas sentimental. Estaba pensando…¿Cuántas veces más va a terminar en la enfermería por culpa de esa pelirroja?

-Hasta que se canse de insistir-los dos amios se miraron. Conocían lo suficientemente bien a James Potter como para saber que eso nunca iba a suceder-. O hasta que Lily acepte una cita.

-Fin flash back-

-Claro Black, todo muy lindo… pero están hablando de mí. No creo que por intercambiar ideas sobre mi perfecto futuro con Evans se hayan peleado así. Que pasa, no confias en mi?

-Jajaja, por favor Jimmy…no me hagas una escenita. Me alcanza y me sobra con mis admiradoras.

-Me imagino. Entonces, me vas a contar?

-…

-SIRIUS ORION BLACK!

-Es que no lo vas a entender…

Los dos morochos se miraron fijamente a los ojos. No bajaban la mirada. Sabían que se podían contar todo, sin ningún temor.

El ojigris comenzó a dar vueltas por la habitación de los chicos. Se tumbó en su cama y cerró fuertemente los ojos, como si lo que iba a decir, le doliera profundamente.

-Yo…estoy enamorado de Moony.