.*.*.*Gustos*.*.*.


Kai.

Kai Hiwatari.

La simple mención de ese nombre hace que los vellos de Hiromi se ericen sobremanera.

Kai es guapo, fuerte y atlético. Inteligente y astuto. Metódico, frío, estoico y con un carácter nada fácil de sobrellevar. Uno debe pensar dos veces antes de dirigirse a él. También es divertido y sarcástico a su manera. Su humor negro no es la cosa que más le guste a sus compañeros de equipo. A veces huyen apenas se fijan que algún gesto molesto se escapa de sus facciones. A veces le riñen o le enfrentan, perdiendo en el proceso del enfrentamiento.

Hiromi suele discutir con él por su forma de tratar a sus amigos. Ella comprende perfectamente que así es su carácter, sin embargo le gustaría ablandarlo aunque fuese un poco. Hace tiempo se dio cuenta de que eso es imposible. No obstante le encanta agotar su paciencia de vez en cuando.

A Hiromi le gusta Kai. De eso no hay duda.

Cuando ella ve que Kai se acerca a saludarla, se ruboriza como idiota, sus mejillas se tiñen de rosa y su rostro caliente hace que se percate del singular y penoso hecho. Es la única que se atreve a sostener una acalorada discusión con él, sin llevarse frías miradas envenenadas o palabras malsonantes, aunque no se salva de una respuesta contundente.

¿A Kai le gusta Hiromi?

No le gustaba. Le fastidiaba, y bastante.

Sin embargo esa insistencia suya, esa solidez y decisión que tanto la caracterizaban acabaron llamando su atención. Porque le gustan los retos. Le gusta que le riñan, que discutan con él con buenos argumentos cargados de hipótesis y premisas tan valederas que podrían derrumbar sus propias opiniones.

Hiromi es guapa. Hermosa, con una recatada pero bonita figura. Es gritona, mandona y de fuerte carácter. También es inteligente y astuta. Observadora y bromista. Su alegre sonrisa hace que Kai sonría internamente, y le den ganas de estrujarla entre sus brazos plasmándole un beso.

Y Kai lo hace cada vez que tiene la oportunidad. Hiromi lo disfruta como nadie, con una sonrisa aún más enorme de las que le suele lanzar. Y aunque Kai no sonríe, sus ojos lo delatan. Y Hiromi es experta en el tema, sabe perfectamente como leer las emociones, sentimientos, penas y rabias de Kai.

Por que se aman.

Se aman sin expresarlo con palabras. Los constantes gestos, caricias y miradas; acaloradas discusiones y conversaciones, los unen cada vez más y más.

Ambos se gustan. Y no podrían negarlo, por mucho que lo intentasen.


Gracias por leer!

Ja nee