Era mi pequeña melocotón que hizo que me mi corazón diera un giro, eres mi luz, lo único que quiero es que no te separes de mi lado.

Recuerdo la vez que nos conocimos y tu me sonreístes, y tu mirada de angel, derritió mi gran orgullo.

-¿en qué tanto piensas, shiro-Chan?-su voz inundó mientras acababamos de ver una película y apagar la televisión en el sofá y ella,descansaba en mi pecho mientras la acogía en mis brazos.

-Nada-conteste con un tono serio pero cálido a la vez, y le daba un beso en la frente

-¿Seguro?, Hitsugaya-Kun- y me encaraba viéndome con sus ojos chocolate, esta chica sacaría lo más idiota de mí.

-Hai, ya te lo dije, momo-Moja-camas - vi como ella me hacía un puchero.

-Mou eres cruel, Hitsugaya-Kun- y su expresión cambio a una sonrisa y me daba un beso en los labios, que lo correspondi, pero creo que me salí de control, acostandola bajo mío y besar la apasionadamente y mis manos viajaban a su menuda cintura, y las suyas a mi cabello

-te amo- susurre en sus labios y volvía a besarla, uno lento pero apasionado beso - te amo-volvi a repetir, no me cansaría de ella, ni de su carácter ni sus labios ni ...diablos de nada, mis besos bajaron hasta aquel cuello de marfil, y dar uno que otro mordisco, sacando de ella un jadeo o uno que otro gemido, me empecé a desesperar un poco, pues quería hacer la mía de nuevo, demostrarle que la amo, y que no era de nadie, si no sola mía

mis manos fueron al final de su camisón rosa que le llegaba a la mitad de sus muslos, y dar caricias a sus piernas, subiendo de arriba y abajo, para último, quitárselo y ver aquel cuerpo, que me volvía loco, sin mas que decir me saque la camisa, y atacar nuevamente, su boca.

–H-Hitsugaya-kun… –dijo pausadamente cuando separaron sus labios.

Toushiro sonrió levemente para abrir sus propias piernas acomodando sus rodillas a los costados de las caderas de Momo, después de todo el sofá era muy grande

Y seguir besando, aquellos labios dulces,fueron bajando hasta su cuello y ir más abajo hasta sus montes rosados, donde daba besos y mordiscos, sacado música para sus oídos, eso era bueno cuando anda en camisón, ya que solo me encargaría de algo

-di mi nombre, por favor- y seguir con el postre delicioso

-T-toshiro. ..T-toshiro. .-iba decirlo de nuevo, pero de sus labios interrumpió un sonido leve y sexy en mi perspectiva-shiro-Chan

¡Kuzo! Volví a atacar sus labios hinchados, y mis manos masajeaban sus pechos, me separe de ella un poco para verla con la respiración agitada y su pecho subiendo rápidamente, pero me volvió loco ver aquel sonroje en sus mejillas y labios entre abiertos y sus manos aferrándose al sillón, me volví a acerca a su oído y susurrar

-me vuelves loco, Momo- mi voz sonó ronca y muy aguda-y eres nada mas que mía .

Sentí su cuerpo o temblar, esto era lo más hermoso que eh tenido en toda mi vida, y no dejaría que nadie me la quite .