Empezar otro Fic de Potter (Y esta vez mucho mas abierto y diferente que el otro) es una locura. Pero bueno, se ha demostrado que estoy lo suficiente, así que adelante. En el fondo es mucho mas relajante, porque como serán One-shots aleatorios de distintas parejas siempre puedo dejarlo cuando me canse :D

En fin, empecemos con Grageas de todos los sabores, y el primero no será nada del otro mundo...

Capitulo 1: Chocolate

17 de abril del 1977 3:25 AM

Otra noche de primavera apetecible en la torre de Gryffindor. Las calderas habían dejado de sonar hacía días y aquel sábado había sido lo suficientemente cansado para los alumnos de sexto curso como para que pudieran dormir a rienda suelta.

¿Pero acaso todos estaban dormidos? ¿Todos? ¡No! El joven Sirius Black aguantaba el sueño de una manera increible que ni siquiera él era capaz de controlar. A pesar de que tenía sueño, le picaba desde la punta del dedo gordo del pie hasta el mismísimo cerebro (Y así no hay quien se rasque). Y la sinfonía nocturna de Peter (Que si sus ronquidos fuesen música sería aquel compositor Muggle que tanto le gustaba a Evans, "Beethoven" o algo por el estilo) y los murmuraciones de un James casi destapado ("Evanssalconmigoyadeunavez" y "QueguapaestashoyEvans") aún le ayudaban menos a conciliar el sueño.

Silencius! - Soltó Sirius, con su varita (O una que había cogido de la mesita) y se hizo el silencio - La puta madre que me parió, joder -Dijo claramente, revolviéndose en la cama y sudando como, para variar, un perro- Esto es una mierda.

Pero aparte de esa calor sofocante, el picor de todo y James y Peter haciendo cada uno de las suyas, había algo que no le dejaba descansar en paz, y para desgracia de Sirius era lo que hacía menos follón de esa habitación en casi todas las ocasiones: Remus Lupin.

-Maldito lobo...- Pensó el pelinegro

Sirius no podía dejar de imaginarse lo que solo había acontecido un rato antes...

*Dos horas antes*

(...)

Un gigantesco ronquido había hecho que los dos pelinegros saltasen de la cama dando un bote. Al contrario que Jimmy, que se había girado para seguir durmiendo no antes de hechizar a Peter con un maleficio urticante y haber murmurado "Maldita rata apestosa...", Sirius se percató de que Lunático seguía con la varita encendida, así que ya que le habían despertado, iba a mirar inocentemente que estaba haciendo, abriendo el dosel

Aquello fue un error garrafal

Remus estaba semi tumbado, con su cojín apoyado en el respaldo de la cama, aparentemente leyendo "Hogwarts, la historia" por decimosexta vez con una presa de chocolate de almendras de Honeydukes entre los dientes, y lógicamente con la mínima ropa posible, siendo así unos pantalones cortos de pijama que, a vista de Sirius Black, dejaban muy poco a la imaginación. Podía verle cada marca de cicatriz que tenía en el pecho. Aún así el perro se controló cuando el ojimiel puso su mirada en él.

-¿Que cojones haces a estas horas, Lunático?

-"Lyndo" - Dijo Remus, sin ni siquiera sacarse el chocolate de la boca

-¿Que dices?

-"¡Lyndo!"

-Maldito seas Remus, ¡quítate eso de la boca!

Remus no tubo mas remedio que cerrar el libro y morder su chocolate, comérselo (-¡Quien sería ese chocolate! - Pensó Sirius) y entonces pudo responder.

-Leyendo, Canuto, LE-YEN-DO.

-Son casi la una y media - Dijo el pelinegro, exasperado por controlar ciertos impulsos

-¿Y que? Mañana es Domingo

-Te recuerdo que el desgraciado de Potter nos levantará a las ocho para ir a buscar el desayuno.

-Mientras me levante, ¿que mas te da?

Sirius estaba empezando a perder el control y la paciencia

-Pues que con tu "lumos" no puedo dormir. Y leerte ese libro con luz es absurdo, te lo sabes de memoria empollón.

Remus suspiró

-Eres mas pesado que un Erumpent, Canuto. ¡Nox!

(...)

Empezaba a realmente tener problemas serios con ello. El lobo sin parte de arriba le excitaba mucho mas que cualquier mujer, y eso que él era un reconocido Casanova.

-Un Casanova que desde que empezó el trimestre no se ha follado a ninguna titi aunque me hayan restregado las tetas por la cara - Empezó a hacer la molesta voz interior - Canuto, te pone Remus y lo sabes

Claro que lo sabía. Lo sabía demasiado bien. O eso o ahora las erecciones eran ahora producidas por entes invisibles.

-Joder...

No le quedaba otra opción. O se pajeaba hasta reventar o aquella noche no iba a dormir. Y eso último no era una opción. También era una opción despertar a Remus, meterle la lengua hasta la campanilla y follárselo hasta el amanecer. Y sabiendo que Remus era bisexual declarado, quizás el lobo no le iba a poner demasiadas pegas...

Atacar a Remus durmiendo era de cobardes, y no iba a despertarlo. No, no iba a despertarlo, pudiendo solucionar sus problemas a base de menearse el palitroque y para mas inri pudiendo despertar a James y a Peter en un intento febril de violar a Remus, no era una buena idea. No si no quería que Evans le castrase por hacerle daño a su amigo del alma...

Así que se hundió en la cama boca arriba, con su mano buena en su miembro, meneándola como nadie mas sabía hacerlo, buscando imágenes sin sentido en su cerebro y sin demasiadas ceremonias, una buena descarga que le hacía falta desde hacía mucho. Cuanto mas pensaba en el lobo, su lobo, más se alzaba hacía el techo. Mas hacia la victoria de ser engañado con la mano derecha, otra vez como cuando era un preadolescente con demasiadas hormonas. Se sentía igual que entonces.

-Mierda... ¡Me pone demasiado, joder!

Porque Remus no era ninguna chica a la que follarse por los armarios roperos, era su amigo. El amigo por el cual había descubierto su naturaleza perruna. Sirius hundió mas la cabeza en el cojín, intentando gemir lo mínimo posible. Pero su cama crujió y le delató antes de que pudiese remediarlo.

-Canuto, ¿en serio te estas pajeando a esas horas?

Horror. Remus. Solo con oír su voz llegó al mas poderoso y extenuante orgasmo que había tenido jamás. Rugió como un león por el placer, dejando a un lobo en la cama de al lado totalmente desconcertado.

-Sirius, ¿eso ha sido un orgasmo?

Canuto se veía incapaz de contestar a esa pregunta. ¿Como explicarle que él había sido el resultante directo?

-¿Sirius? - Dijo otra vez, buscando una respuesta - ¿Canuto? Se que eras tú, no intentes engañarme

Tragó saliva. Tenía que guardar las apariencias

-Joder macho, me has jodido el mejor orgasmo de mi vida. - Que en realidad era "me has provocado el mejor orgasmo de mi vida"

-A quien se le ocurre, Canuto. Cornamenta mañana te levantará a las ocho y no te tendrás en pie... ¿Sirius?

A la mierda todo. Debía acabar con eso. Se estaba volviendo loco. Se acercó a su cama, a el castaño en sí.

-Remus

-¿Que...que quieres?

Y, en un arrebato de locura, le besó. Lentamente, sin prisa, esperando a que el lobo le apartase y le preguntase que si estaba majara...

Afortunadamente, ese rechazo no llegó. Remus respondió al beso sin ningún tipo de problema. Es más, quedó ampliamente satisfecho por mucho que no se lo esperase. Sirius rompió el largo beso

-No puedo dormir por tu culpa y también me he corrido por tu culpa, maldito bastardo.

Remus estaba gratamente sorprendido. No se esperaba para nada eso y estaba a punto de pedirle a Sirius que le pellizcase la cara para comprobar que no soñaba.

-¿Y eso te supone un problema, Canuto? Yo me pensaba que siempre obtenías lo que querías...

Sirius le miró. Le miró a los ojos.

-¿Me estas sugiriendo que haga ahora mismo lo que quiero hacer?

-Hazlo

-¡Pero tío, que si James...!

-James está frito pensando en Lily. No creo que se empane de que nos estamos besando.

-¿¡Acaso quieres que yo te vuelva a...!

-Sí, Sirius. Quiero que me beses hasta el amanecer. Hace mucho tiempo que quiero que lo hagas.

Y sin dejar que dijera una palabra más, Black se lanzó encima de Lupin, metiéndole la lengua hasta la mismísima campanilla, rebolcándose en la cama del castaño y disfrutando ambos del contacto de sus jóvenes cuerpos.

(...)

Jimmy se despertó aquella mañana, dispuesto a dar por culo a Sirius un rato despertándolo. Pero miró la cama del Black aún sin las gafas y no estaba. Y Canuto los domingos no se levantaba temprano ni que McGonagall apareciese dispuesta a acostarse con él y Snivellus a la vez. Automaticamente se puso sus gafas, y miró en la cama de Remus. Los dos estaban ahí tirados, mas juntos de lo que uno esperaba encontrarse a sus dos amigos, pero James estalló a carcajadas.

-Ya era hora, maldito perro sarnoso, de que te dieras cuenta y te convencieras a ti mismo de que tus miraditas a Lunático no eran normales, ¡maricona!

Jimmy lo sabía.


Matarme, no me gusta el final. No me gusta NADA y aún así voy a colgarlo. Es la 1ra vez que hago esto (¡¿Mitsu escribiendo Slash?) y no se si me ha quedado bien. Ya me diréis ^^'

PD: Va para el Team Jimmy. Y como soy una buena Huffie, también para el Team Sev. Estamos todas muy majaras, ¿lo sabéis?

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