¿Quién soy? – pensaba un joven mientras se encontraba recargado en el barandal de un puente - ¿Quiero decir en verdad quien soy?, no parezco ser nadie – continuaba inverso en sus propios pensamientos mientras miraba a la gente caminar en ambos sentidos del puente y de vez en cuando miraba los autos que pasaban bajo el – cada persona, cada una de ellas tiene una vida con sus propios logros y problemas, es todo un mar de sentimientos – pensaba mientras comenzaba a caminar mirando atentamente una pared con un graffiti que decía "muerte" – es que nadie mas se da cuenta de lo mal que esta este mundo.
¿Soy acaso el único que piensa que este mundo esta mal? – pensó el joven mientras recorría las calles de una ciudad llena de gente – se preocupan tanto por si mismos que no prestan atención a lo que en verdad importa.
"En otras noticias después de tres meses de un arduo y pesado juicio hoy día 15 de enero el acusado de mas de 27 casos de muerte por negligencia media el empresario y dueño de la farmacéutica ENCE, Hitoga Kazuki murió en medio de la sesión donde se le Daria la libertad, reportes preliminares de los paramédicos revelan que fue debido a un ataque cardiaco masivo, cabe mencionar que dicha persona había sufrido un ataque aunque menor en la pasada semana"
Solo hay que ver a las personas – pensó el joven mientras miraba como un gran grupo de personas se reunían frente a un monitor a escuchar esa noticia – han pasados miles de años desde que el hombre llego a este mundo y sin embargo el morbo jamás deja de unir a las personas – pensó el joven mientras sonreía desganado al ver como algunas jóvenes de hay reían ante la noticia, mujeres hablaban sorprendidas mientras que algunos hombres llamaban "castigo divino" a lo ocurrido.
- ¡Daiki! – grito un joven que se acercaba corriendo a el – por fin te encuentro, ¿Dónde habías estado?
- Fui a buscar un manga – dijo Daiki mientras caminaba a un lado de ese chico – no deberías armar tanto escándalo Kotaro.
- No me vengas con eso – dijo Kotaro con tono de queja – venga que vine a buscarte y me sales con un regaño.
- Esta bien – dijo Daiki sacando un celular de una mochila que llevaba colgada en su hombro – deberíamos ir al instituto no crees.
- Me sorprende que digas eso – dijo Kotaro sorprendido mientras abría sus ojos – por lo general tu dirías que fuéramos a los videojuegos, o nos saltáramos este día.
- Solo bromeaba – dijo Daiki dándole una palmada en la cabeza a Kotaro – vayamos a los videojuegos, ir hoy al instituto no me llama la atención.
- Ese es el Daiki que conozco – dijo Kotaro sonriendo mientras lanzaba algunos golpes suaves al hombro de Daiki – de todas formas ¿estas seguro?, dentro de poco serán los exámenes y nosotros no somos precisamente genios, tú apenas y tienes un promedio aceptable.
- Déjate de preocupaciones – dijo Daiki mientras guardaba nuevamente su celular – en su momento veré que hacer, por ahora vamos a divertirnos.
¿Preocuparme por la escuela? – dijo Daiki mientras caminaba junto a Kotaro - ¿Tan pequeño debería ser mi mundo?, solamente vivir para darle atención a algo tan innecesario como el instituto y después que ¿preocuparme por entrar a una buena universidad?, terminar para acabar en un trabajo mediocre ¿Ese es el sentido de la vida? – seguía pensando mientras observaba a su alrededor – en ocasiones parecemos simplemente un rebaño de animales, incluso tu Kotaro reduces tu mundo a la escuela, en ocasiones me pregunto ¿Por qué somos amigos?
"Noticia de ultimo minuto, según un reporte de una de nuestras fuentes en la policía en este momento fueron encontrados los cuerpos de veintiocho personas dentro de una bodega del sector naval, entre dichos cuerpos figuran dos conocidos jefes yakuzas de los que por el momento no se han dado a conocer sus nombres, todo indica que todo fue como resultado de una disputa entre bandas rivales"
- ¿Escuchaste eso? – pregunto Kotaro señalándole a Daiki un monitor - ¿Puedes creerlo?
- ¿Qué cosa? – dijo Daiki con actitud distraída - ¿Qué paso?, estaba viendo a esos dos tipos de allá creí que los conocía.
- Daiki – dijo riendo Kotaro – no se donde tienes la cabeza.
Eso debería preguntármelo yo – pensó Daiki mientras ocultaba una extraña sonrisa – lo que he dicho es verdad, nadie piensa en nada mas allá de sus intereses, con personas tan simples al la primera señal de desgracia ajena se unen pero no para ayudar sino para satisfacer su propia morbosidad, su enfermizo apetito por lo podrido y descompuesto.
- ¡Veintiocho personas! – dijo Kotaro mientras llegaban a un local de videojuegos - ¡idiotas terminaron matándose unos a otros!
- Si, seguro lo merecían – dijo Daiki riendo junto a Kotaro – mira que terminar todos muertos, se debe ser tonto.
- Esto no te hace recordar – dijo Kotaro mientras entraban al establecimiento – de aquel asesino serial conocido como Kira.
- ¿Kira? – pregunto Daiki tratando de hacer memoria – te refieres a aquel que se dedicaba a asesinar criminales.
- Exacto – dijo Kotaro mientras conseguía algo de cambio de sus bolsillos – no seria genial que apareciera nuevamente.
- No seas tonto – dijo Daiki soltando una carcajada que trajo la atención de algunos que jugaban hay – no puedo creer que en verdad pienses que había una persona capaz de matar en todo el mundo con solo desearlo, Kotaro si que eres un inocente.
Escuchando eso muchos de los presentes comenzaron a burlarse de Kotaro que lleno de vergüenza término por comenzar a jugar en uno de los videojuegos al fondo del lugar.
- Lo siento – dijo Daiki mientras le daba una bebida a Kotaro – pero no puedo creer que en verdad pensaras que existe alguien como Kira en el mundo.
- No hables así – dijo Kotaro con algo de enojo en sus palabras – Kira no era simplemente un asesino, el era algo así como un héroe, tienes idea de a cuantos de los malos se llevo, míralo de esa manera el luchaba del lado de los buenos aunque de alguna manera mas extrema, como alguno de los héroes de tus mangas.
- Kotaro – dijo Daiki mientras se ponía en un videojuego al lado de su amigo – tu sabes que eso solamente puede existir en la ciencia ficción, nadie es capaz de matar con solo desearlo.
- ¿Tu que harías? – dijo Kotaro enojado por la actitud de su amigo - ¿Dime que harías si tuvieras el poder de Kira?, ¿Si pudieras librar al mundo del mal no lo harías aunque para eso tuvieras que matar?
- Vamos Kotaro – dijo Daiki mientras tomaba de su propia bebida – no tomaras en serio todo esto, es solo una platica sin sentido, no hay héroes en la vida real con esa clase de poderes tómalo con calma, si te hice enojar perdóname.
- ¡¿Contesta?! – dijo Kotaro mientras se levantaba de golpe y tomaba a Daiki por el cuello de su camisa.
- Esta bien – dijo Daiki mientras intentaba soltarse - ¿Quieres saber?, yo no haría nada acaso tu harías algo, comenzarías a asesinar personas solamente porque son malas, ¿acaso matar a un delincuente te convierte en un héroe?, ¿o te convierte en un asesino?
Al escuchar eso Kotaro soltó de manera brusca a Daiki lanzándolo al piso, para después salir del local con prisa lleno de enojo por la respuesta de su amigo.
En ocasiones olvido – pensó Daiki mientras se ponía de pie – el hermano mayor de Kotaro fue asesinado y el criminal fue detenido de inmediato pero al ser el hijo de un hombre poderoso simplemente se le asigno una tarea comunitaria, fue Kira quien le dio una sentencia mas justa provocándole un ataque al corazón – pensó esta vez Daiki sentado terminando con su videojuego donde termino perdiendo – de todas Kotaro la respuesta que te di no era la mía sino la tuya, quizá es por eso que te molestaste.
Daiki salio del lugar y se dirigió a el tren subterráneo, donde observaba atento a las personas desde la anciana a quien nadie ayudaba a sentarse, o el grupo de jóvenes que se hacían los indiferentes con tal de no dejarle su lugar a una mujer embarazada, el tipo que hábilmente le sacaba la cartera aun tipo que no ponía atención por estar metiendo su mano bajo la falda de una pobre chica que hacia hasta lo imposible por no gritar.
El mundo esta mal – murmuro Daiki que iba observando como el túnel del tres mostraba todo tipo de graffiti.
Cuando llego a su estación destino miro como la chica que era acosada ahora iba riendo del brazo del tipo que había sacado la cartera del otro, y su acosador ahora buscaba frenético en su traje sin ningún resultado.
Típico – pensó Daiki mientras pasaba a un lado de este – hay ocasiones que la inocencia esconde algo peligroso, esa es la clase de mundo donde vivimos.
- ¡Hermano! – dijo una joven mientras sorpresivamente abrazaba a Daiki por la espalda.
- ¡Ichika! – dijo Daiki con voz alegre mientras volteaba y daba un pequeño beso en la mejilla a la chica - ¿Qué haces aquí?
- Imagine que llegarías a esta hora y vine a recibirte hermano – dijo Ichika mientras se tomaba del brazo de Daiki – quería acompañarte hasta casa.
- No deberías estar tan tarde aquí – dijo Daiki reprendiendo a su hermana – no quiero que te llegue a pasar algo, además no quiero preocupar a Akane.
En ocasiones es difícil saber como es Ichika, es una persona muy bondadosa o simplemente una tonta que carece de sentido común – pensó Daiki mientras caminaba al lado de esta – en verdad es alguien que algunas veces logra molestarme con esa actitud de cariño y amor fraternal.
- No ha llegado aun – dijo Ichika sonriendo burlona – y no vamos a decirle que salí, ¿verdad?
- Es nuestra hermana mayor – dijo Daiki serio – desde que paso lo de nuestros padres ella tomo su lugar, creo que es muy justo que le digamos que nuevamente la desobedeciste.
- Pero – dijo Ichika poniendo sus ojos vidriosos por lágrimas que estaban a punto de salir.
- Esta bien pero solo por esta ocasión – dijo Daiki tocándose la frente – es imposible negarme con cuando pones esa cara, pero quiero que me prometas que no lo volverás a hacer, ¿entendido?
- Entendido – dijo Ichika mientras soltaba una risa delatora.
- Seguramente no lo vas a cumplir – dijo Daiki mientras Ichika lo abrazaba.
Al llegar a su casa los dos entran, Ichika se sienta en la sala y enciende el televisor, mientras que Daiki se dirige a la cocina y comienza a colocar agua en una olla que después lleva a la estufa poniéndola a fuego lento.
- Ichika – dijo Daiki desde la cocina – voy a empezar a preparar la cena, se una buena hermana y coloca la mesa.
- Si – dijo Ichika saltando del sofá alegremente – pero solo porque me llamaste una buena hermana.
Ichika rápidamente preparo una mesa sencilla para cuatro personas donde coloco solamente tres platos y juegos de cubiertos junto a un pequeño centro de mesa en el que había una fotografía de un hombre y una mujer que sonreían.
- Termine – dijo Ichika con voz alegre mientras daba los últimos toques a la mesa.
- Gracias – dijo Daiki desde la cocina donde se encontraba cortando hábilmente vegetales que después colocaba dentro de la olla – la cena estará lista en una media hora.
- Mirare televisión – dijo Ichika que se tiraba sobre el sofá cómodamente – si me quedo dormida, llámame.
- Lo haré – dijo Daiki sonriendo mientras esta vez colocaba trozos de carne en la olla – tengo una hermana muy floja.
- Que malo – dijo Ichika con una voz seria – hoy fue un día pesado en la escuela, y para terminar mi hermano es quien me llama floja ahora.
- Sabes que lo digo jugando – dijo Daiki mientras salía de la cocina – termine el estofado ahora solo falta dejarlo cocer.
- Lo se – dijo Ichika que dejaba un espacio en el sofá - ¿Quieres acompañarme?
- Pensaba ir a mi habitación pero no veo porque no – dijo Daiki mientras se sentaba en el sofá para después ver como Ichika ponía su cabeza sobre sus piernas.
Pasaron unos cuantos minutos en los que ambos miraban la televisión tranquilos, hasta que escucharon como se abría la puerta de la entrada y después unos pasos acercándose hacia ellos.
- Hola Akane – dijeron ambos jóvenes al mismo tiempo.
- Chicos – dijo Akane mientras dejaba un maletín y un bolso en una pequeña estantería – hoy fue un día muy pesado.
- La cena estará lista en unos minutos – dijo Daiki mientras cambiaba el canal.
- Daiki perdóname, tuviste que cocinar aun cuando me tocaba a mi – dijo Akane con algo de vergüenza en su voz – lo siento te prometo que repondré mis días.
- Sabes que no importa – dijo Daiki mientras movía su mano – todos nos ayudamos, además tu eres quien tiene que trabajar para apoyarnos a nosotros, es justo que te demos todo nuestro apoyo.
- Aun así – dijo Akane afligida por lo que había dicho su hermano – no estaré tranquila sino me dejas compensarte.
- Dejemos esto por ahora – dijo Daiki mientras se levantaba para ir a la cocina – será mejor que nos sentemos a cenar, Akane, Ichika vayan a la mesa ya les sirvo.
En un instante Daiki termino de servirles a sus hermanas y a si mismo, aun cuando Akane hizo intentos por ayudarle a servir este la hizo sentarse, divirtiendo a Ichika pues casi parecía que el mayor de esa familia era su hermano.
Esta es mi familia – pensaba Daiki mientras comenzaba con su cena – somos como cualquier familia, nuestra única diferencia es que nuestros padres murieron desde entonces Akane ha sido la cabeza de la familia con sus veinticuatro años ha sabido manejar de buena manera el negocio que papa nos heredo, Ichika es la mas pequeña con sus trece años es bastante activa supongo que como cualquier jovencita de su edad – continuaba pensando Daiki mientras las miraba conversar entre ellas – por alguna razón se que no somos la familia perfecta, pero así hemos aprendido a vivir es mucho mejor que vivir en un matrimonio donde existen peleas constantes, o con padres golpeadores, o desobligados, no pedimos ser así pero sin embargo esto es lo que somos.
- Voy a mi habitación – dijo Daiki mientras se levantaba de la mesa después de terminar de cenar.
- Ichika y yo recogeremos la mesa y lavaremos los platos – dijo Akane mientras le sonreía a Daiki – ¿verdad Ichika?
- Descuida hermano – dijo sonriendo Ichika mientras comenzaba a recoger la mesa – tus dos hermanas se van a encargar de limpiar, tu ve y descansa y hermano…
- ¿Dime? – pregunto Daiki un poco sorprendido.
- Gracias por la cena – dijo Ichika mientras lanzaba una manzana roja a las manos de Daiki.
Daiki fue directamente a su habitación y apenas entro lanzo la manzana hacia una de las esquinas de su habitación, donde una extraña silueta la atrapo, para después comenzar a comerla, saboreándola.
- Eh, Daiki – pregunto la silueta que poco a poco se acercaba a el joven - ¿Cómo estuvo tu día?
- Como siempre – dijo Daiki que se sentaba frente a una computadora – lleno de aburrimiento y posibilidades.
- Llevamos tres meses juntos – dijo la silueta que ahora usaba un tono de voz burlón – pero aun no logro comprenderte.
- No hay para que hacerlo – dijo Daiki sonriendo mientras la pantalla de la computadora se iluminaba – tu mismo lo dijiste, estas aquí solo para observar ¿no es así Ryuk?
- Tienes toda la razón – dijo Ryuk mientras su cuerpo era iluminado dejando ver una gran sonrisa – pero siempre he sido curioso.
Daiki comenzó a buscar en el Internet algunas cosas que cuidadosamente apuntaba en una hoja, mientras que Ryuk miraba ansioso de saber que era lo que hacia ese chico.
- ¿Qué es lo que haces? – pregunto Ryuk intentado ver por encima del hombro de Daiki que estaba escribiendo.
- Solamente un poco de investigación – dijo Daiki mientras ponía la hoja sobre otras que tenia en su escritorio.
- Eres un humano bastante extraño – dijo Ryuk mientras tomaba la hoja para ver lo que tenia escrito – por suerte me gusta lo extraño.
- Por cierto Ryuk – dijo Daiki mientras se levantaba y se dirigía a su cama donde se acostó – has visto como todo avanza según el plan.
- Sabes que yo no veo programas de humanos – dijo Ryuk manteniendo su sonrisa burlona – pero he escuchado a algunas personas hablar sobre ello, pero ¿Qué pretendes con eso?
- Antes de responderte Ryuk – dijo Daiki mientras volteaba a ver al shinigami - ¿Qué me puedes contar de Kira?
