Los personajes son creados por la escritora Kyōko Mizuki, uno de los seudónimos de Keiko Nagita, y la mangaka Yumiko Igarashi, seudónimo de Yumiko Fijii, publicado en Japón por Kōdansha Ltd. desde 1975 a 1979.
Dedicado a Jane.
Historia basada en la época de 1810 donde las mujeres aristocráticas eran casadas a los 14 años de edad, siendo su única función las labores domésticas, la educación de sus hijos, el cuidado de su matrimonio y a llevar una vida espiritual y moral en concordancia con los dictámenes que propugnaba la iglesia católica. Historia nada rosa.
En una maravillosa alborada se hace presente un carruaje en la singular ciudad de Lakewood. Tres señoritas hermosas de alcurnia y abolengo acompañadas de su madre la señora Pony en brazo de su esposo el Dr. Martin. Aguardan la llegada de un hombre que ayudará a mejorar su situación económica.
-Madre ¿Tan temprano debemos estar aquí?
-Así es señoritas ustedes están en edad de casaderas, ya es tiempo de tener un esposo, sobre todo tú Candy en una semana cumples 16 años y aun no te casas.
-Madre estoy en espera de mi adorado caballero-
-No te quiero ver cerca de ese jardinero no te ofrecerá nada a futuro tu padre tiene demasiados gastos y el que te cases pronto con un hombre adinerado, nos sacará de aprietos económicos. - Candy blanqueó los ojos y giro en forma juguetona-contigo no se puede, arréglense señoritas ya llego el señor Andrew ¿verdad que es guapo? tiene 25 años y es dueño de inmensas tierras- dijo La señora Pony con una gran sonrisa.
El cochero paró los caballos, bajo y abrió la puerta. El Dr. Martin se acercó –que bueno tenerlo aquí señor Andrew el viaje ¿Le resulto muy pesado?-
-Un poco, pero estoy aquí por el compromiso que adquirimos hace algunos meses atrás-
-claro es lamentable que su prometida haya fallecido a manos de los rebeldes antes de contraer nupcias-
-Sí, necesito pronto tener hijos ¿Cuál de sus hijas me ofrece? –
-Se la presento es la mayor, es la que se debe de casar primero es muy hermosa, les llueven los pretendientes.
-Vayamos-
- Ya saben sonrían especialmente tú, caramelo.
Albert se acercó y miró a las tres jóvenes de inmediato se sintió atraído por Candy en efecto, era muy hermosa. Hizo una reverencia, besando la mano de cada una, quienes se sonrojaron.
-Un placer conocerlas –
-Señor Andrew pasemos a desayunar, luego si desea se puede acicalar el viaje ha sido muy pesado para usted posteriormente hablaremos en mi despacho-
-Gracias por su hospitalidad-
Candy intervino -¿Cuánto tiempo estará con nosotros?-
-¡Niña!- reprendió la madre.
-El necesario- contestó Albert.
Tres horas después en el despacho.
-Y bien ¿qué le pareció mi hija Candy? Es la rubia de ojos verdes, y cabellera ondulada es la mayor tiene 16 años es la que le corresponde.
-Sí, estoy de acuerdo es hermosa, aunque un poco baja de estatura-
-Tiene buenas caderas podrá dar a luz sin problemas-
Carraspeó el Dr. Martin- ¡Mujer!-
- Perdón por la interrupción- Dijo cabizbaja.
-Escuchaste Candy, que suerte tienes te casaras con ese hombre tan guapo- Expresó Annie.
-Sí, es guapo tiene los ojos azules igual que Anthony, pero no es él-
-Ni modo te toco casarte y darle muchos hijos-
-Aun así nunca dejaré de ver a mi amado-
-Candy ¿qué cosas dices? Si te descubren en adulterio te llevaran a la hoguera-
-Lo sé, no dejaré de vivir mi amor-
-Candy es incorrecto-
- ¿Te acuerdas de aquella muchacha que se rehusó a casarse?
-Sí, igualmente la casaron y asesinaron al joven esclavo-
-Exacto –
-Sí ya se decidió mi matrimonio no podre hacer nada, no quiero que Anthony muera lo veré en la clandestinidad.
-¡Caramelo!-
-Y tú me ayudaras.
-Sí no tengo escapatoria.
-¡Pronto sentémonos! nuestra madre se acerca.
-Señor Andrew me agrada, haber llegado a un acuerdo con usted.
-Pony da aviso a Candy para que se apersone.
-Enseguida-
-Candy ven-
-Sí madre-
Candy entra haciendo una reverencia- Hija el señor Andrew y yo hemos llegado a un acuerdo, te casarás con él en una semana-
-¡Tan pronto!
-Debó regresar a Inglaterra lo antes posible por razones de negocio, pero antes debo a asegurar la continuidad de mi legado, necesito hijos señorita Candy White.
-Bueno hija acompáñame estamos atrasadas iremos de inmediato a comprar telas y a la sastrería para que te hagan el vestido de novia más bello.
-Sí, madre-
Candy aguardaba en la plaza junto a su hermana Annie, mientras la mamá conversaba con el sastre.
-Al fin se casa tú hija, creí que se quedaría para vestir santos-
-Ya ves Tom, Dios nos hizo el milagro ahora si podre casar a mis otras hijas-
-Que una chica de 16 años a esta época no se haya casado se presta para habladurías-
-Tienes razón.
En la plaza.
-Candy, Candy, CANDY-
-Ah-
-Voltea-
-¡Ah -
-Una rosa para una bella dama-
-¡Candy que no los vean!- dijo Annie.
-Gracias Anthony, ahora no puedo hablar en la noche cerca del rosal nos veremos.
-Está bien, chao principessa.
-Uy que galante ya quisiera uno así.
-¿Qué harás ahora que se entere que en unos días te casas?
-Espero entienda, en estos tiempos no tenemos derecho a decidir.
En la noche
-Hola-
-Estas más hermosa que nunca eres una mujer esplendida tus ojos son tan brillantes como los luceros de la noche, tu cabellera dorada son como los rayos del sol, eres la combinación perfecta del día y la noche.
-Anthony- Candy se pone de costado cabizbaja.
-¿Qué sucede?
-Anthony no sé cómo decirte esto, pero lo haré-
-Me preocupas, suena a algo malo.
-Anthony siempre te he amado y te amaré por el resto de mi vida pase lo que pase, siempre será así eres dulce, galante y alegre… Tu mirada me hipnotiza, pero debo cumplir con mi familia.
-¿A qué te refieres?
-¿Cómo decirlo?… en una semana… Anthony me han comprometido en matrimonio con un hombre adinerado, mi familia está pasando por una crisis económica difícil-
-No continúes más por favor ¡huyamos!-
-No podemos la estabilidad de mi familia depende de este compromiso, pude eludir a los otros pretendientes, pero este es un hombre muy poderoso te podría mandar a matar, acuérdate de los Donaldson cuando su hija iba a huir con el esclavo.
-Candy estoy trabajando arduamente para ofrecerte un mejor porvenir.
-Anthony si algo malo te sucede no lo podre resistir, entiéndeme por favor. Si me amas no te importará que me case nos seguiremos viendo. Mírame por favor. A él le daré mi cuerpo pero a ti mi mente y espíritu.
Los ojos de Anthony se llenaron de lágrimas –Te amo Candy no soportaré que seas de otro-
-El amor va más allá de lo carnal-
-¡Candy! Nunca dejare de amarte-
-Ni yo a ti, gracias por entender. Dame un dulce beso me lo llevaré conmigo-
Anthony Brown era parte de la servidumbre de la casa White, se ocupaba de la jardinería desde niños Candy y Anthony se enamoraron ambos se juraron amor eterno. Lamentablemente la vida se encargó de obstaculizar su amor con la llegada de un hombre poderoso e implacable.
-Hija pareces un ángel-
-Gracias mami-
-Salgan chicas debo hablar con su hermana-
- hija… esto es algo vergonzoso, pero debes saberlo… en tu noche de bodas tu esposo tomará tu cuerpo, es lo que el hombre hace para procrear… la primera vez sentirás dolor pero luego ya no, al día siguiente el colgara la sabana donde ambos yacieron para dar fe de tú pureza, pórtate bien y se obediente el señor Andrew está muy ansioso desea tener muchos hijos.
-Sí madre-
Candy y Albert se casaron ante la iglesia desde lejos Anthony los veía. La tristeza lo consumía.
-Candy hija llamaré a una de las muchachas para que te ayude a quitar el vestuario y te refresques para tu esposo. Él ya vendrá.
Candy de camino a la habitación se encontró con Anthony, quien la miró con mucha tristeza no cruzaron palabras pero sus miradas dijeron mucho. Su mente decía adiós Candy, pero su corazón decía lo contrario.
Ya en la habitación Candy vestía un camisón de seda transparente. Albert se acercó la tomó en brazos y la besó.
-Te trataré con cuidado no soy un ogro sí no puedes aguantar el dolor me avisas y me detengo ¿Está bien?
-Sí-
-Eres muy hermosa tienes lindos pechos los besaré.
Albert se levantó y se quitó la camisa del pijama. Le alzo el camisón y le abrió las piernas para posicionarse, agarro su pene para ubicarlo dentro de ella.
-¡Me duele! Detener un tanto por favor-
- De acuerdo, te traeré un poco de agua-
-Gracias-
-¿Te sientes mejor?
-Sí-
-Estoy seguro que esta vez no te dolerá tanto.
Se miraron mutuamente y se besaron. Candy pensó: sus ojos son como los de Anthony, por lo menos no me ha tratado mal y no es un viejo feo. Como las otras muchachas que se han casado con hombres canosos.
-Voy otra vez- ambos se rieron sutilmente.
Le abrió las piernas otra vez y en esta oportunidad si pudo entrar en su cuerpo. Él se movía por más que trato de ahogar sus gemidos se escuchaban afuera de la recamara.
Anthony torturado por la impotencia se consumió en el alcohol…
Continuara…
Este es un Anthony fic dedicado a su fan número uno Jane, pero como soy Albertfan ambas llegamos al acuerdo de que Albert comería pastel jajaja. Así como Anthony lo hará en su momento jiji advertidas.
Para las seguidoras de Los Andrew pueden unirse al grupo Los Ángeles de Andrew a través del siguiente enlace: groups/1333146863446343/
