Los personajes no me pertenecen, son de SM! La trama me pertenece.

Bueno, este es mi primer fic, espero que les guste, le quiero agradecer a mi amiga Flor que ella me va a ayudar con esto,

Riiing Riiing,

-Mmm, un ratito mas.-Murmuro Bella

-Isabella Marie Swan te quiero fuera de esa cama INMEDIATAMENTE.-Grito Alice desde la puerta de la casa de los padres de la dormida Bella.

-Alice ¿que se supone que estas haciendo en mi casa a las 7.00 AM?-Pregunto la castaña mientras le abría la puerta a su mejor amiga y se fregaba los ojos.

-Te vengo a sacar de la cama señorita dormilona- Dijo Alice tirándose sobre el sofá de la sala y he venido a ayudarte a meter todas tus cajas al camión de mudanza- Oh no lo puedo creer, por fin te mudas, tu propio apartamento, serás una adulta con todo el sentido de la palabra.

-Por Dios Alice, no se a que viene tanta emoción, sabes muy bien que he vivido sola desde los 18 y si vendo la casa es porque es demasiado grande para mi sola, y me trae demasiados recuerdos, solo quiero progresar, siento que estoy estancada. -Dijo Bella mientras se servia un café.

-Si lo se, pero como que me llamo Mary Alice Brandon que esta mudanza te va a traer

más de lo que estas buscando.

-Si Alice, vos y tus predicciones ¿no?

-Obvio, nunca debes apostar contra mi, y créeme cuando te digo que este será el mejor cambio de tu vida, y puedo ver que me afectara a mi también- Dijo chillando.

-Si si como no amiga, bueno mientras yo me baño anda cargando las primeras cajas de este rincón-Dijo Bella señalando una pila de cajas- Cuando esté cambiada seguiremos con las cajas del piso de arriba.

Una vez bañada, cambiada y todas las cajas cargadas en el camión de mudanzas que alquiler para el traslado se dispuso a ir a su nueva casa.

Bella iría manejando el camión, mientras que Alice llevaría la x6 de la primera con las cajas que no entraban en el camión, y unas cuantas cajas mas llenas de ropa que había comprado a escondida de su amiga debido a la aversión que esta sentía hacia las compras, pero Alice no permitiría que Bella ande por su nuevo lujoso hogar en "harapos" como ella los consideraba.

Tras unos 40 minutos de viaje, llegaron a su destino, un edificio súper lujoso de última tecnología, cuando se disponían a bajar las cajas, un hombre moreno, de cuerpo fuerte, como un oso se les acerco y les dijo:

-Veo que necesitaran ayuda.

-SI, a decir verdad son muchas cajas.- Contesto Alice

-Oh, no es necesario de verdad, no son muchas en realidad,-Repuso Bella, frunciéndole el ceño a su amiga, si había algo que odiaba era que la quisieran ayudar por lastima, ya sea con dinero o con acciones, eso y los deportes también.

El hombre musculoso, que de mirarlo daba miedo, soltó una carcajada- Déjenme presentarme, Emmett Mccarty, un gusto.

-Alice Brandon y ella es Isabella Swan.-Dijo apuntándola.

-Solo Bella.-Repuso.

-Bueno Alice, Bella veo que seremos vecinos.-Dijo Emmett notando que estaban aparcadas en la puerta de su departamento.

-En realidad solo yo-Repuso Bella.

-En ese caso, Bella, será todo un placer ayudarte a cargar las cajas, nueva vecina- Dijo

Emmett.

-Bueno si no es mucha molestia.-Dijo Bella mirando al suelo.

- No, claro que no.

Luego de 2 horas de trasladar cajas, por fin estaba todo metido en el gran departamento, este ocupaba la mitad del piso, contaba con una espaciosa cocina blanca, con una barra y taburetes, una sala de estar con sillones y una TV de plasma recién colocada, un comedor, la habitación principal, con un vestidor y baño propio y dos habitaciones más con baño propio también, Bella al no tener a nadie más, convirtió una de las habitaciones en su estudio, y la otra en una habitación de huéspedes, aunque dudaba que alguien más que Alice o Ángela pudiera visitarla.

Alice y la madrina de Bella, Esme Cullen, una de las mejores decoradoras de la ciudad, y del estado, se podría decir, se habían encargado de la decoración y de amoblarlo por completo, por lo que solo quedaban las pertenencias de Bella, parece ridículo decir que solo las pertenencias de una persona puede ocupar todo un camión y una camioneta, pero ella tenia demasiados libros y CDs, de los que no se iba a deshacer, y con una amiga como Alice, es imposible no tener un armario lleno de la ropa de ultima moda, con todos los zapatos, bolsos y accesorios a juego, por lo que para ella era algo necesario, además cabe destacar que tenía que trasladar las computadoras y equipos para trabajar, y su caballete y pinturas, ya que una de sus pasiones y forma de escapar del mundo era la pintura.

Una vez que acomodaron las cajas, Bella, sumamente agradecida con el oso de su vecino, le ofreció algo para tomar.

-No gracias Bella, eres muy amable, pero debería ir yendo a mi apartamento, mi esposa debe de estar preocupada porque no llego.- Dijo Emmett yendo hacia la salida

-Oh, si claro, disculpa por retenerte, y muchísimas gracias por la ayuda, sin ti hubiéramos demorado mucho tiempo más.

-Cuando quieras Bella, ah por cierto, estas oficialmente invitada a cenar mañana a la noche para darte la bienvenida, yo vivo en el piso de arriba, en el departamento B.

-Claro, ahí estaré Emmy.- Afirmo Bella, ya le había agarrado confianza a ese chico -Y saluda a tu mujer de mi parte.

-Como no, seguro que a Rose le caerás de maravilla.

Una vez que Emmett abandonó el apartamento, Alice ayudó a Bella a desempacar las cajas y a eso de las 7 de la tarde se despidió alegando que debía terminar un proyecto para el trabajo.

-Bueno te acompaño hasta la puerta.-Repuso Bella tomando un abrigo.

-Ok, deja que busque mi bolso -Dijo Alice dando saltitos hasta el sillón de la sala.

Cuando llegaron a la puerta se despidieron y Bella volvió al ascensor. Cuando se iban cerrando las puertas un niño llegó corriendo y se metió. Al estar mirando detenidamente su celular, leyendo un mensaje de trabajo, no lo noto, hasta que sintió unos bracitos que se abrazaban a sus piernas.

Cuando miró hacia abajo descubrió a un hermoso niño de pelo castaño claro, caoba, despeinado, facciones perfectas, rectas, pero aniñadas y unos bellos ojos verde esmeralda cristalinos, por efecto de las lágrimas. La castaña amaba a los niños, eran su debilidad, y si había algo que la hacia sufrir era que ellos llorasen.

Bella con cuidado se agachó hasta la altura del pequeño, que no tendría mas de cuatro años, y sacándole el dedo que se había llevado a la boca le pregunto:

-Hola hermoso, ¿como te llamas?

El niño la miró con timidez y respondió:

-Tony.

-Tony, que hermoso nombre, yo soy Isabella, pero tu puedes decirme Bella.-le dijo tomándolo en brazos y parándose nuevamente

-¿Estás perdido pequeño?

-Ti, No, No te- Dijo antes de ponerse a llorar.

-Shh, principito, no llores, cuéntame.-Pidió Bella sintiendo las lagrimas del niño en su hombro.

-Es que pedí a mi papá.-Respondió el niño lejos de calmarse.

-¿Cómo creo?- Pregunto ella.

- es que él me pido que vaya llamando ad asensod mientas el hababa pod tedéfono, y yo cuando dsegué al asensod estabas vod y yo subí y se cedadon las puedtas y mi papi quedo afuera.-Contó el pequeño.

-Bueno veras, podemos regresar abajo, o podemos ir a tu piso a ver si tu papi ya llegó, ¿En que piso vives pequeño?

El niño se limito a mostrarle su manito con 4 dedos alzados.

-Ahh, en ese caso soy tu nueva vecina de piso, encantada Tony. -Dijo sonriendo Bella

-¿Si?, edes mucho mas bonito que la vieja vecina, ella era fea y arrugada y cuando papi me dejaba con ella me abudia mucho.

-Tony, acá estabas! Estaba súper preocupado, nunca más se te ocurra escapar así Anthony Edward Masen.

En ese momento se habían abierto las puertas rebelando al padre del niño, lo que Bella no esperaba ver era a un glorioso Dios griego, si esa era la descripción perfecta, alto, con un cuerpo notablemente ejercitado, cabello cobrizo dorado despeinado, unos ojos verdes esmeraldas idénticos a los de Tony, pero en ellos se notaba la preocupación por su hijo. Su hijo pensó Bella, y se sintió culpable por babear por un hombre casado y con un hijo.

-Papiiiiiiiii! -chillo Tony desde los brazos de Bella a su padre.

Este lo agarro y fijo la vista por primera vez en Bella y se quedo embobado con la visión que tubo en frente, la mujer era flaca, pero con las curvas justo donde debían estar, era delicada, su cuerpo parecía débil, parecía demasiado frágil, su cabello caía en cascada hasta la mitad de su espalda, era de un color castaño oscuro, chocolate pensó, sus rasgos eran súper femeninos y delicados, sus labios eran carnosos, pero en la medida justa para su gusto, y fijó la vista en sus ojos, unos posos chocolates que parecían gritar lo que ella pensaba, era tan fácil perderse en ese par de orbes. Cuando reaccionó que llevaba demasiado tiempo contemplándola reaccionó y se presentó.

-Oh disculpa, soy Edward Masen, el padre de Anthony- Dijo extendiendo su mano.

-Bella Swan, mucho gusto, -Dijo la castaña apretando la mano que él le tendía, en ese momento una extraña corriente se extendió por el brazo de ambos y se miraron sorprendidos, entendiendo que ambos lo habían sentido. Ella retiró su mano sintiendo como ese conocido rubor inundaba sus mejillas.

-Ummh, si será mejor que entre a mi apartamento, - y con esto se dirigió a su puerta.

Adorable pensó Edward al ver el rubor en Bella, y en ese momento se percató que esa encantadora mujer se dirigía hacia la puerta que estaba al frente de la suya.

-Veo que serás mi nueva vecina- Dijo él, sin querer dejar que se machara tan pronto.-

Bella se sobresaltó al escuchar esa aterciopelada vos que tanto le había gustado minutos antes.

-Si, la señora Clearwater me lo vendió, hace poco más de un mes- Respondió.

-Ah, ya me parecía raro que Esme Cullen decorara para alguien como la señora Clearwater. Dijo Edward.

-¿Conoces a Esme?-Preguntó la castaña.

-Por supuesto, mi prima la adora, la contrató para que decorara mi apartamento y el de ella, es una mujer fabulosa.

-Oh, si que lo es.-Dijo Bella con orgullo por su madrina.

-Veo que la conoces bien, digo por la forma en que hablas de ella, se nota que la quieres.-Dijo sin pensar él

Bella se ruborizó al darse cuenta que una vez más sus emociones eran transparentes, -Si, es que ella es como mi segunda madre, no se que hubiera sido de mi sin ella ni Carlisle, su marido.

-Si, el Doctor Cullen, toda una eminencia.

-Mmmhmm. Se quedaron un rato mirándose a los ojos, no se dieron cuenta de cuanto tiempo en realidad, hasta que el pequeño Tony los trajo al mundo real.- Papi, Papi, ¿no que Bella debedía cenar con nosotros pod sed nuestra vecina nueva?

-SI claro que si, es una idea genial campeón, ¿que opinas Bella?- Edward se volvió hacia el pequeño y lo tomo en brazos, para luego encarar a la muchacha.

-No quiero molestar, en serio.- Se justificó Bella.

-Pero no es ninguna molestia, además supongo que no debes tener mucha comida aun, - Ella lo estaba por interrumpir, por lo que se apresuró a agregar- También creo que debería agradecerte por lo de Tony, así que... ¿Que dices?

Bella se mordió en labio inferior pensando en que hacer, era obvio que se moría de ganas de cenar con ese bombón pero no estaba segura de querer conocer a su esposa. Edward gruñó interiormente al ver como Bella mordía su labio, eso le pareció demasiado sexy para su propio bien.

Tony no aguantó más y le rogó a su nueva amiga que accediera a una cena con ellos, por lo que la muchacha no pudo negarse y quedaron que en una hora se reunirían en el departamento de los Masen para la "Cena de Bienvenida".

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Juli Hale Pattz