Carta anexada al diario de East Wind:
Todavía recuerdo cuando era una potrilla y en la escuela me enseñaron las tres diferentes razas de ponis. Los terrestres y su conexión con la naturaleza, los pegasos y su capacidad de volar y los unicornios y su magia. Magia, qué maravilloso sonaba eso. Recuerdo también cuando levanté un casco y pregunté: "Señorita, señorita, ¿y si un terrestre prefiere aprender magia en lugar de sembrar puede hacerlo?"
Todos mis compañeros se rieron de mí. No la maestra que me acarició la maestra con su sonrisa condescendiente y me dijo: "No se rían, es una pregunta válida. Y no querida East Wind, lo siento mucho. Sólo los unicornios pueden aprender magia.
¿Por qué son tan injustas las cosas? La magia siempre me había gustado mucho desde que era niña y vi el espectáculo de la Gran y Poderosa Trixie. Mi mayor deseo era aprender pero estaba atrapada en el cuerpo de una terrestre. ¿Por qué? Todo lo que quería era aprender lo que me llamaba la atención, pero eso no iba a pasar porque no tenía una cosa fea en la cabeza.
Entonces conocí al Gran Maestro. Ya lo conocía desde antes, era un viejo grifo muy gruñón que vivía en mi cuadra. Nunca supe su verdadero nombre, sólo le decíamos Don Plumas Oxidadas. Y como era tan gruñón todos los niños teníamos miedo, así que tampoco preguntamos nunca.
Pero todo cambió aquel día que jugando al Hoof-Ball tiré la pelota rompiendo la ventana del viejo Señor Plumas y me tocó ir a hablar con él. Cuando toqué la puerta él sin decir nada me haló dentro y cerró la puerta. ¡Me estaba muriendo del miedo!
Pero él me pidió que me sentara y me dijo: "Te esperaba niñita!
"¡Perdóneme, perdóneme Señor Plumas! Por favor no me haga nada, yo le pagaré con mis domingos"
"Tranquila niña. Ten, toma algo"
Y me acercó con su magia una lata de gaseosa. ¡Con su magia!
"No sabía que los grifos sabían usar magia Señor Plumas"
"No se supone que podamos. Todos pueden aprender magia si quieren, pero la mayoría se traga el cuento dque sólo puede la tercera parte del mundo"
"Increíble, ¿sabía que yo siempre quise aprender?"
"Por eso te pedí que entraras querida East Wind. Te he observado durante mucho tiempo y ahora que creo que estás lista te pregunto: ¿quieres aprender magia?"
"Sí, más que nada en el mundo"
"Entonces yo soy tu maestro"
Mi vida cambió para siempre. A mis padres y mis amigos les di el cuento que la pelota rompió un jarrón muy valioso en la casa del Señor Plumas y que me comprometí a cuidar su casa hasta que le pagara el jarrón. Me creyeron y no hubo más problemas, yo era libre para aprender magia.
Con el Señor Plumas se me abrió un mundo nuevo, estaba por fin aprendiendo lo que tanto anhelaba y era maravilloso. No era magia normal como la de los unicornios que primero aprenden a usar su telequinesis, yo aprendí primero a ver tan bien de día como de noche. Después de eso aprendí a comunicarme con mi propia sombra y luego manipularla a voluntad, tanto mi sombra como la de los otros, a teletransportarme entre las sombras. Era genial, apuesto que ningún otro poni conocía esa magia tan especial.
Fui una tonta, yo sé. Magia de las sombras, literalmente la más oscura de las magias. ¿Por qué no lo vi antes? Bueno, era sólo una niñita que vivía su sueño y no se daba cuenta de lo que pasaba en realidad. Pero ya no hay vuelta atrás, tengo que aprender a vivir con ello.
Pero una vez terminamos de aprender la magia de las sombras me enseñó los hechizos que yo conocía, telequinesis, transformación, teletransportación normal y muchas cosas más.
También me contaba historias muy interesantes, como el día que le pregunté quién le enseñó tantas cosas interesantes:
"Verás querida East Wind: soy el último de una larga línea de caballeros que alguna vez sirvieron en el Reino de los Grifos. Muy pocos grifos saben usar la magia en ese lugar, sólo si naces con plumas plateadas puedes aprenderla. O eso era lo que siempre pensé yo, porque yo era como tú, un soñador que sólo quería aprender a usar la magia. Y un día conocí al Gran Maestro"
"¿El Gran Maestro?"
"Él era el viejo líder de los Caballeros del Silencio, una orden de caballeros que se dedicaba a enseñar que la magia era para todos y que sólo basta querer aprender. Me dijo que con mucho gusto me enseñaría toda la magia que quisiera, pero tenía que saber si quería aprender de verdad"
"¿Y lo estaba? Y espere un minuto Señor Plumas, ¿entonces usted es un caballero de esos que aparecen en los cuentos de hadas y salvan princesas y todo eso?"
"Sí querida East Wind. Todo lo que te he enseñado me lo enseñaron a mí cuando me hice un Caballero del Silencio. Si no transmites el conocimiento, se pierde; por eso hay que ir y enseñar a todos"
"¿Y por qué se llaman Caballeros del Silencio? Usted siempre habla mucho"
"Porque en el silencio nos protegemos los unos a otros. Los poderosos tienen miedo que el secreto que la magia puede ser para todos se sepa, porque a la gente le conviene que así sea. Por eso seleccionamos con mucho cuidado a quienes se unen a nuestra orden"
"¡Genial! Cómo me gustaría ser un Caballero del Silencio también. ¿Tengo que conocer primero al Gran Maestro para que me nombre caballera igual que a usted?"
"No East Wind. El Gran Maestro… murió hace mucho tiempo, justo antes que pudiéramos escapar del Reino de los Grifos. La razón por la que vine a Equestria fue porque el Rey Grifo nos descubrió y tuvimos que escapar de nuestros hogares. Pero antes de morir me nombró a mí el nuevo Gran Maestro, porque soy el único que logró escapar. El último de los Caballeros del Silencio"
"Entonces, ¿puede hacerme caballera también, Señor Plumas?"
"Por supuesto East Wind. Solo si me prometes algo"
"Lo que sea"
"Que cuando ya no esté aquí y tú seas la Gran Maestra ve y enseña a todos"
"Sí Gran Maestro"
Las cosas cambiaron aquel día. Además de magia el Gran Maestro me enseñó también a pelear de cuerpo a cuerpo, a usar hechizos de ataque basados en las sombras, como controlar la mente de aquellos que tenían corazones oscuros y muchas cosas más. Me dijo que como todo caballero yo debía de estar lista para luchar. ¡Cuánta razón tenía! Pero yo no podía saberlo, era sólo una niña viviendo el sueño, ¿por qué las cosas se dieron así? Todo lo que yo deseaba era que todos aprendieran magia por igual.
Pero me estoy adelantando, de todos modos a estas alturas tú que encontraste mi diario ya sabrás lo que pasó; después de todo fue un evento que sacudió al mundo entero.
Volviendo a mi historia, conforme fui creciendo el Gran Maestro me enseñaba más y más cosas interesantes ya que yo tenía un talento natural para aprender magia. Cuando dominé todas las artes del Libro de las Sombras, nuestro texto sagrado, me dijo que oficialmente era una Maestra; y que cuando él muriera yo sería la Gran Maestra que reviviría el poder de nuestra Orden y lograra esparcir nuestro saber a todo aquel que quisiera aprender.
Murió y yo lloré mucho, realmente quise mucho a mi maestro y nos hicimos muy cercanos conforme íbamos entrenando, incluso me nombró su heredera universal; dejándome una pequeña propiedad completamente amueblada en Canterlot y muchísimas cuentas bancarias repletas de bits. No sabía que era un grifo tan rico, pero me alegré mucho.
Pero lo importante no era el dinero sino la misión que me dejó:
"En Canterlot están las mejores escuelas, querida East Wind. Ve a Canterlot, busca a aquellos con sed de conocimiento pero que se les es negado. Tú debes enseñarles a todos por igual, basta y sobra con el más pequeño deseo de aprender"
Y yo cumpliría, porque el ir y enseñar a todos era algo noble. ¿O no? ¿Por qué las cosas nunca son lo que parecen? ¿Por qué tuvo que pasar todo lo que pasó si mis intenciones eran puras? ¿Por qué tuvo que engañarme Gran Maestro, por qué? ¿Por qué no pude ser feliz siendo otra poni terrestre más como todos mis amigos?
Cyandel25: Ey! Hola a todos. Este fic ya lo había comenzado antes pero no pude seguir porque tenía muchos problemas para seguir. La historia estaba casi lista y todo pero no soy muy buena escribiendo y mi ortografía y redacción un desastre. Por eso este fic lo hice en cooperación con Mr.E's pen que me revisó todo antes de publicarlo. Espero les guste.
Mr.E: y para que quede claro yo sólo le corregía los horrores, (digo errores) de ortografía y la gramática, no metí las manos en la historia.
Cyandel25: Oye no seas malo ya te dije que no soy muy buena escribiendo
Mr.E: y que lo digas, que te tenga que corregir tus diálogos también…
Cyandel25: -_-" que malo eres. Nos vemos en el próximo capítulo!
