Era una noche de verano Natsu y yo regresábamos de una misión en un pueblo lejos de Magnolia. Desde que llegamos y nos dirigíamos al gremio no habíamos dicho ni una palabra. Un silencio que incluso daba miedo.

Pero cuando Natsu por fin iba decir algo Max le interrumpió diciendo que algo grave había pasado en el gremio.

¡Lucy vamos!-Dijo Natsu.

Entonces me agarro de la mano y empezó a correr por las calles de Magnolia dirección al gremio. Una vez que llegamos allí nos encontramos con un escenario algo raro, no había gente peleando, ni riendo ni hablando…

¿Qué pasa aquí?-Pregunte yo.

¡Oh Lucy Natsu!-Dijo el Maestro.

¿Viejo que ha pasado aquí?-Pregunto Natsu.

Bueno todo el mundo esta así por algunas cosas que ha pasado en el gremio desde los robos hasta las cartas de amenazas.-Nos dijo Makarov.

-Hace dos días sobre las cinco de la tarde-

Estaba el maestro y Mirajane limpiándola sala delos documentos especiales por así llamarlos. Cuando de repente se dieron cuenta que en una vitrina faltaba una llave y un pergamino. Y rato después se dieron cuenta que el la estantería faltaba un libro importante. Todo era importante para Fairy tail, pues contenía cosas sobres las magias poderosa de Fairy Tail.

Rato mas tarde sobre las siete o las ocho cuando casi todo el gremio excepto los que estaban en misiones o fuera, sabían ya acerca de esta noticia.

Alzak regresaba con una nota en la mano y una flecha. Habían lanzado una flecha y se había quedado en el suelo fuera del gremio.

En la nota ponía unas cuantas de frases o amenazas.

-De regreso en el presente-

Lo único que tenemos que hacer es encontrar al causante de todo esto ¿No?- Comento Natsu.

Pero no tenemos ninguna pista.- Comente yo.

De todas maneras ya tenemos un grupo del gremio buscando pista: Erza, Gray y Wendy.- Nos anuncio el maestro. Bueno creo que ya es tarde será mejor que valláis a descansar tendréis que estar cansados.

Natsu y yo nos fuimos a casa. En la puerta nos despedimos y cada uno fue por el camino que le correspondía.

Mientras tanto yo de camino a casa iba pensando de todo un poco, cuando de repente.

¡Puum! Me había chocado con alguien y me caí de culo al suelo.

¡Ayyyy!- Gimotee yo.

Alguien me tendió la mano, pero no me fije en quien era hasta que levante la cara.

Era alguien guapo, un rubio con ropa un poco al estilo roquero. Cuando volví a la realidad le tendí l mano y me levante.

Disculpa.- Le dije.

No pasa nada ha sido mi culpa por ir en mi mundo.- Me respondió el.

Bueno yo también tengo algo de culpa porque también iba pensando en cosas.- Afirme yo.

Bueno, me tengo que ir, y siento lo del porrazo.- Me dijo y se despidió diciéndome adiós con la mano.

Después de este incidente cuando me di cuenta ya estaba delante de la puerta de mi apartamento. Solamente quería descansar un poco, después de un día lleno de cosas.

Subí a mi apartamento me puse el pijama y me metí en la cama. Como no tenia sueño me volví a levantar y empecé a escribir un poco de mi novela.

-Novela-

Iba orihime caminando sola por el parque, pensando en su amado peli-rosa. No había ni un momento del día en que dejara de pensar en Syo. Lo tenia todo, guapo, atlético, romántico, listo y que la entendía perfectamente y de estos chicos hay muy poco.

Iba ya llegando a la puerta del parque cuando alguien le sostuvo del brazo.

-En el presente-

¡¿Por qué tiene que ser peli-rosa?!- Pensé para mis adentros, ya no entendía nada de lo que escribía…..Peli-rosa y me acorde en ese instante de Natsu.

Natsu…. Que estará haciendo ahora. Seguramente durmiendo o hablando con Happy.

Me volví a mi cama y me puse por la ventana a contemplar las estrellas. ¿Las estará viendo el también en este momento?

Un poco después de volver de mis fantasías, mire hacia abajo y vi a una persona…..