Amor,una simple palabra de cuatro letras que expresa una gran carga emocional,pero sin embargo para Misty Day no era suficiente para describir la adoración que sentía hacia la directora de la academia.

Era una pasión desenfrenada,oculta y que la atormentaba durante las 24 horas del día,no podía comer ni dormir,a veces llegaba a sorprenderse de seguir sabiendo respirar cuando Cordelia pasaba a su lado y le dedicaba una de sus cálidas sonrisas,esas que volvían a la señorita Day completamente loca y eran las causantes de que el corazón le latiera con una fuerza sobrehumana y es que eso de las mariposas en el estómago es una mentira,pues Misty sentía una bandada de pájaros enfurecidos picoteando sus paredes no le importaba el dolor,de hecho siempre volvía a por más,se ofrecía ayudar a Cordelia en todas las tareas,incluso en las más simples y ella siempre le agradecía con una sonrisa.

Cada noche se recostaba en la cama y su mente comenzaba a divagar recordando aquellos momentos en el invernadero,en los que Cordelia le decía amablemente -Misty,querida,¿Puedes pasarme aquella probeta?-le solía preguntar la Misty se la tendía,y mientras sus dedos se rozaban ella era la que le dedicaba la sonrisa,pero lo que Misty day no sabía era que en aquellos momentos el corazón también le dolía a Cordelia.