Capítulo. 01 llegando a Boston
Una joven de cabellera castaña, ojos grises, piel bronceada, bajaba del barco que provenía de Italia, junto a ella una mujer no mayo que ella.
Alexandra...-dijo la mujer
Ya, ya-dijo la chica
Damas-dijo el capitán
Que trasladen las cosas a la Residencia Leblanc -dijo Alexandra bajando del barco
Como diga señorita-dijo el capitán
Connor se encontraba caminando por el pueblo para conseguir unas cosas, había decido ir el mismo en lugar de pedirle a alguien más, entro en el bazar.
Ah, Connor-dijo un hombre gordo y viejo
Hola, necesito unas cosas-dijo Connor extendiéndole una lista
Veré que puedo hacer-dijo el tomando la lista
Gracias, ya sabes dónde mandarlos-dijo Connor
Claro, claro-dijo el hombre
Justo en ese mismo instante entra la mujer que acompañaba a Alexandra
Disculpe buen hombre, ¿tendrá las cosas de esta lista?-dijo la mujer extendiéndole una lista
Hmm...Harina, huevos, estas son cosas de cocina, ¿se los llevara usted o se lo mando a su posada?-dijo el hombre
Llévelos a la residencia Leblanc-dijo la mujer
De acuerdo, ahí estarán-dijo el hombre-
Connor, pensó un momento, la residencia Leblanc no era la casa que construyeron a unos kilómetros de la casa de aquilles, retomo su camino, cuando una voz lo detuvo.
Connor-dijo la voz
Aveline-dijo Connor saludando a la mujer
Vaya, pensé que tendría que buscarte-dijo Aveline
A qué te refieres-dijo Connor
Hoy ha llegado una vieja amiga de Italia y me gustaría, que nos honrarás con tu presencia-dijo Aveline
¿Disculpa?, no logró entender-dijo Connor
Ya sabes a quien me refiero, has escuchado que llevarán unos pedidos a la residencia Leblanc-dijo Aveline
Espera, hablas que eres amiga de la hija de Leblanc-dijo Connor alzando una ceja
Íntimas amigas-dijo Aveline
Y que Pinto yo entre ustedes-dijo Connor
Es una asesina como tú y yo, ella desciende de los asesinos reales-dijo Aveline
Disculpa, de los asesinos reales, que es nieta de Altair o ezio-dijo Connor
Es descendiente de Ezio Auditore-dijo Aveline
En cualquier caso no puede ser desendiente directo-dijo Connor
Si, directo, se llama Alexandra Auditore De Leblanc-dijo Aveline
De acuerdo-dijo resignado Connor
Sabía que aceptarías-dijo Aveline y Connor sólo gruño
Alexandra ordenaba unas cosas en la casa, moviendo muebles, despolvando cosas, haciendo las camas entre otros, cuando término se dio cuenta que le faltaba luz de día y té, lanzo un suspiro, había olvidado ponerlo en la lista.
Bueno, mañana iré temprano-dijo y prendió una vela para luego ir a la cocina
Alexandra-dijo la mujer entrando en la casa
En la cocina Prudencia-dijo Alexandra
¿Ya llegaron las cosas?-dijo la mujer
Si, sólo que olvide poner el te-dijo Alexandra
¿Tendrá visitas mañana?-dijo prudencia
Así es una vieja amiga vendrá mañana junto a un amigo de ella-dijo Alexandra
Ah...de acuerdo-dijo la mujer
Tú tranquila, pronto tendremos a alguien que nos ayude con las cosas de la casa-dijo Alexandra
Lo sé, le preparare el baño-dijo Prudencia
Gracias-dijo Alexandra
Después del baño Alexandra se fue a dormir, esa noche soñó con un joven de 19 años, su piel era como el café con leche, su cabello era como el chocolate y sus ojos eran como el caramelo, la mano del chico acaricio su mejilla, ella sonrió dormida, el sueño era tan real que casi tuvo un orgasmo dormida. A la mañana siguiente se levantó y se lavó la cara y se vistió con ayuda de prudencia y salió a comprar el Té y algunas cosas para la casa que faltaban.
Buenos días Madame, que se le ofrece-dijo el hombre del bazar
Necesito lo siguiente de la lista por favor-dijo Alexandra extendiendo la lista
Té, Semillas de zanahoria, de tomate, calabaza, lechuga, papas, menta, piensa hacer una huerta Madame-dijo el hombre
Si, aún que eso no es de su interés señor-dijo Alexandra
Oh, mis disculpas Señora-dijo el hombre avergonzado
No hay cuidado, sabe dónde puedo conseguir las verduras frescas-dijo Alexandra
Oh, sí, si claro-dijo el hombre
Resulta que sólo vine por Té, llevándome más de lo que tenía pensado-dijo Alexandra
Aquí tiene lo que pidió señorita-dijo el hombre
Gracias-dijo Alexandra tomando las cosas y llevándolas al carruaje
De nada, señorita-dijo el hombre
Ah, casi lo olvido ¿dónde puedo conseguir las verduras?-dijo Alexandra
Cierto, se lo doy anotado-dijo el hombre papel y pluma y le da el papel
Muchas gracias, irá al cielo por su amabilidad-dijo Alexandra tomando el papel
No creo que sea tanto-dijo el hombre sonrojado por el comentario
Lo digo en verdad-dijo Alexandra retirando se
Cuando salió se topó con nada más y nada menos que Charles Lee.
Permítame ayudarle Madame-dijo charles ayudando a Alexandra
Muchas Gracias-dijo Alexandra subiendo al carruaje
No hay de que-dijo charles
Cuando el carruaje se alejó, Alexandra esbozo una sonrisa burlona.
Así que Charles Lee-río Alexandra y miro a la persona que tenía enfrente
De qué te ríes-dijo el hombre
Que ya encontré a un templario-dijo Alexandra
Eso es instinto de Asesino-dijo el
Así es y tú que haces en el carruaje, creí que estabas en Florencia-dijo Alexandra
Tú me invocaste, querida Mia-dijo el
Sabes que sólo soy tu hermana y tu un maldito mujeriego-dijo Alexandra
Soy Ezio Auditore de Florencia -dijo el riendo
Eso ya lo sé-dijo Alexandra mirando hacia fuera
Que hay de ese Asesino-Alexandra lo miro de reojo
¿Asesino?-dijo ella
Ah, si te interesa-dijo Ezio burlón
No, en lo más mínimo, fui envida aquí para hacer diplomacia-dijo Alexandra
Se Llama Connor Kenway-Ezio miro como Alexandra entraba en la curiosidad
El Hijo de Kaniehtí:Ío y Haytham-dijo Alexandra
Ah, ya lo conoces-dijo Ezio
En verdad no del todo, mi padre es amigo de la tribu Mohawk o más bien un aliado-dijo Alexandra
Hmm...-emitió Ezio
¿Qué?-pregunto Alexandra
Nada-dijo Ezio
El resto del camino fue tranquilo, Alexandra adquirió las cosas que necesitaba y unas manzanas para un pie que haría, cuando llego a la casa se dispuso hacer el pie y se fue a dar un baño cuando llego la tarde tenía todo preparado y se dispuso a esperar a sus invitados con un libro.
