NOTA: Este lo escribí antes de leer el manga así que... sí. Solo había escuchado las canciones y no tenía nada claro. Perdón por eso.


Al verse al espejo, la gente suele notar las señales. Todas esas señales de vida que muestran la historia, la experiencia, las risas y tristezas que demuestran a todo ser humano el que lo es. Siempre hay marcas, sean de edad o cicatrices, haciendo de indicadores para que conozcas a alguien desde antes. Atraen gente, repelen otras... Sí, la forma de tu rostro, su expresión y la manera en que te vez en general habla tanto de ti como de tu vida... Pero... ¿qué podía decir su apariencia de sí mismo? Ni siquiera el mismo Konoha podía decirlo.

Cada vez que él se ve al espejo, al menos, lo único que puede ver es un extraño. ¿Quién es él? ¿de dónde salió? ¿por qué está aquí? ¿cómo es? ¿es una buena o mala persona? ¿es una verdad... O una simple mentira? La inexpresividad, la mirada roja y vacía fija en su objetivo, apariencia de desinterés a pesar de que sea lo contrario, cabello blanco, palidez... ¿qué es? Sabe que no es ordinario, por algo lo reclutaron en el Mekakushi dan, por algo puede hacer cosas que otros seres humanos no, pero ¿por qué es así? ¿qué pasó antes de ello? ¿qué pasó antes de 'Konoha'...?

No sabía, no tenía forma de saberlo, probablemente jamás lo sabría... ¿Habría siquiera un "antes de Konoha"?

Al verse en el espejo, durante unos segundos, sentía ganas de gritar de frustración, de ira, golpear el mismo aunque sus manos sangraran para expresar algo, LO QUE FUERA QUE PUDIERA DECIRLE QUIÉN ERA... Y tan rápido como llegaban esas ganas, la desesperación por querer desentrañar su pasado, estas se esfumaban en el aire cual vapor de suspiro en día invernal: enfriándose, perdiendo su razón, desvaneciéndose en el ambiente para no volver a ser visto jamás. ¿Iba a servirle de algo entender de dónde provino? ¿Calmaría en algún momento la curiosidad? ¿que tal si era una mala persona en el pasado? ¿habrá herido a alguien? A veces... No saber sobre uno mismo puede evitar dolores innecesarios ¿no?

El miedo mismo le hacía desistir. Y era en esos momentos donde olvidaba todo, se alejaba del espejo, y prefería mirar a quienes le rodeaban, porque si había algo que Konoha detestaba y que jamás querría demostrar... Sería el miedo que le provocaba la idea de haber dañado a quienes quería.

Es por esto mismo que el peliblanco... simplemente no quiere ver espejos.