Yo te amaré en silencio...
como algo inaccesible,
como un sueño
que nunca lograré realizar
Prologo:
Tenia que hacerlo, se dijo otra vez luego de haber intentado controlar por enésima vez el latido desesperado de su corazón, tenia que hacerlo, ¿acaso el que no se arriesga no cruza el rió?
Cerró los ojos y recordó la conversación del día anterior y noto como aquello le alteraba los sentidos.
"Estas enamorada", le había dicho. No había sido una pregunta sino una afirmación.
¿Cuál había sido su respuesta? ¿Quizás? ¿Tal vez? Daba igual.
La hora de salir de clase se aproximaba y con cada minuto que avanzaba ella sentía como un nudo creciente se iba formando en su estomago y la respiración se iba haciendo mas y mas dificultosa.
Tonta, tonta, el no te hará nada. Si las cosas no funcionan simplemente te lo dirá, se dijo una vez más y miro a la maestra que hablaba como si aquella clase fuera la mas interesante del mundo. Podría haberla sido si no estuviera tan nerviosa.
"¿Quién es? ¿Lo conozco?", le había preguntado luego de haber dado por hecho que de ella si estaba enamorada. Sus negaciones no habían servido de nada, ¿Cómo puedes engañar a tu mejor amigo cuando el te conoce mucho mejor de lo que lo haces tu misma?
Quería una respuesta y ella como una tonta se la había prometido para ese día al final de la clase, ¿Por qué había hecho semejante locura? Quizás por el simple hecho de que aquel secreto de una u otra manera le quemaba por dentro. Quizás por el simple hecho de que a su manera esperaba tener alguna posibilidad.
La campana sonó y su corazón dio un vuelco. Contuvo la respiración mientras apenas oía el revuelo de los chicos que se preparan para salir y las risas a su alrededor. Ella simplemente se dedico a guardar con lentitud las cosas en el bolso y sonrió lentamente a su amiga que la miraba preocupada.
-¿Estas segura de que deseas hacer esto, Misao?- le pregunto Kaoru algo asustada-. Yo no creo…
-Ya lo prometí y además, no pude ser tan terrible, ¿verdad?- Misao le sonrió y termino de ordenar sus cosas-. Lo entenderá.
Kaoru seguía pareciendo dispuesta a protestar, pero se guardo su opinión y le sonrió a su amiga.
-Te deseo suerte y de todas maneras, me quedare por aquí cerca.
Misao deseaba decirle que no lo hiciera, que no seria necesario pero aun así prefirió no hacerlo. Nunca se sabía.
Fue la ultima en salir de la clase y palideció un poco cuando lo vio apoyado sobre el muro mirando distraído el patio de la escuela. Sin embrago, como advirtiendo su presencia se giro y le sonrió levemente.
-Sales tarde como siempre, no se como lo haces pero nunca logras ser puntual.
-Para eso estas tú- le dijo ella intentando sonar tan normal como de costumbre-. Aoshi, tenemos que hablar.
Misao se pregunto como había llegado al punto de atreverse a hacer algo así, ella siempre había sido una joven sensata y ahora estaba dispuesta a confiarle su mas preciado secreto, a abrirle su corazón y con el sus esperanzas y sus sueños.
El asintió y volvió a abrir la puerta de la sala de clases invitándola a entrar, como si ya supiera que seria algo mas serio que sus conversaciones anteriores.
-Lamento si ayer te presione demasiado sobre aquello- comenzó el-. Pero es que tú nunca me ocultas nada y supongo que me sentía un poco molesto por eso. Sin embargo es tu derecho.
Ella asintió y lo miro a los ojos. El corazón se le acelero nuevamente.
-Creo que lo mejor será que lo diga ya- murmuro ella nerviosa-. Se que ayer te permití que hoy te diría de quien estaba enamorada y tu siempre me dices que hay que cumplir lo que se promete por muy difícil que sea y por eso…
Aoshi se removió incomodo.
-No es necesario, de verdad. Misao, de verdad.
-Estoy enamorada de ti.
La joven palideció aun mas. Lo había hecho, se lo había dicho y ya no podía retractarse. Le había confesado a su mejor amigo que estaba enamorada de el y solo tenia que esperar su reacción.
Aoshi siguió en silencio un poco más. Ya no la miraba sino que seguía en si sitio con la vista clavada en el piso. Estaba apenado.
-Misao, yo no siento lo mismo por ti. De verdad que lo siento mucho.
Ella noto como las lagrimas le quemaban en los ojos, intento no ponerse a llorar ahí mismo por que eso si hubiera sido patético. El no la quería y no podía hacer nada mas. Intento sonreír pero no pudo hacerlo y cuando la primera lagrima rodó por su mejilla, recoció su bolsos y salio corriendo.
Apenas se dio cuenta de que alguien la llamaba y que la sujetaba cuando ya estaba bastante alejada de la escuela. Era Kaoru.
-No me quiere- logro decir cuando su amiga la abrazo-. El no me quiere
Luego de eso, se echo a llorar.
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Ya chicas, nueva historia y espero les guste. Como siempre agradezco de antemano a las que leen y hasta la próxima semana, ciao.
