SEGUNDAS OPORTUNIDADES
Estaba lloviendo aquella noche. Llovía con fuerza, tanto, que era difícil el observar por dónde se iba. Sakura corría bajo la lluvia, ansiosa de volver a casa; en donde kero-chan, yue-san y sus valiosas cartas sakura la esperaban. El día de hoy había decidido dejar descansar a su querida magia y era por eso que no llevaba consigo la llave mágica. Debió pensarlo dos veces, pero es que el reporte del clima había afirmado que el día permanecería despejado hasta ya entrada la noche. Claro que para la hora que era, no podía realmente quejarse; el ensayo había tomado más de lo previsto y nuestra pequeña heroína salía rumbo a casa después de media noche.
-Creo que sí debí traer conmigo las cartas –sollozaba Sakura –aunque ya es algo tarde para arrepentimientos, hoeee. Al menos debí de haber traído un paraguas
Sakura tenía ya 19 años y estaba próxima a cumplir los 20, sin embargo seguía siendo la misma de siempre: perezosa por las mañanas, no muy buena en matemáticas, excelente en deportes y una risueña incansable. A pesar de ya estar estudiando la universidad seguía siendo una niña en muchos aspectos; hacían ya dos años desde que se había mudado de su casa al dormitorio de la universidad de Tokyo, en donde, desde luego, estudiaban tanto su hermano Touya, como Yukito, y desde luego que también su queridísima amiga Tomoyo; claro que en distintas áreas así que había veces en que no coincidían. Además, para poder pagar la colegiatura, Sakura tenía dos trabajos de medio tiempo, uno de los cuales era también su pasatiempo favorito, sí adivinaron, trabaja en un pequeño teatro de la ciudad; en cuanto a su otro trabajo, será mejor discutirlo después, ya entenderán porqué.
El sonido de su celular hizo que se detuviera de repente, atendiendo curiosa la llamada, pero tranquilizándose al ver que se trataba de kero-chan
-kero-chan, gomen ne se me hizo algo tarde –decía sonriendo resignada
-¡¿Tienes idea de la hora que es?! Tienes suerte de que tu hermano no haya llamado aún, estás en graves problemas jovencita –se escuchaba la fuerte voz de kero y por lo tanto Sakura tuvo que apartar la bocina para salvar sus oídos
-ya, ya, lo sé kero-chan –dijo intentando calmarlo -es que estamos algo cortos de tiempo para el estreno, trata de entenderme por favor
-Está bien –respondió al fin kero después de un rato de silencio –pero la cuota de los dulces llegará hasta los cielos!! –a Sakura le rodó una gotita de sudor
-De acuerdo kero-chan, ahora sé bueno y ve a dormir, no tardaré mucho; así que dile a Yue que no se preocupe –y sin más, colgó –haaa –suspiró –si las cosas siguen así mi sueldo se irá en dulces, hoeee
La lluvia entonces comenzó a calmarse y Sakura siguió con su camino. Estaba bastante cansada, pero se animaba diciéndose que un buen baño de agua caliente la esperaba en casa. Sin embargo, el cansancio la venció, cerró sus ojos sin aviso y se dejó caer mientras cruzaba la calle, la última avenida para llegar al dormitorio de la universidad. Estaba a punto de ser atropellada cuando de repente…
…
…nada
…no sentía nada… ¿qué pasaba?
Parpadeó un poco antes de ajustar su vista y su mente a los hechos. Primero la calles, al parecer el coche había patinado unos cuantos metros pero estaba bien, lo supuso por la cantidad de malas palabras que el sujeto pronunció antes de volver a echar el carro a andar. Segundo, ella; al parecer estaba bien, sus pertenencias yacían increíblemente al lado de ella, y ella…
…¿quién es él?
Un joven alto, de tez blanca y cabello castaño alborotado la mantenía abrazada a él por la cintura. Sakura no pudo evitar sonrojarse, además el aroma que desprendía le resultaba familiar, ¿acaso conocía a este chico?
-¿Te encuentras bien? –le preguntó él preocupado, y entonces ella pudo ver con claridad su rostro, ámbar se encontró con esmeralda
-¿Estás bien? –volvió a preguntar él al ver que ella no respondía
-Ho… hoeee –de sobresalto se separó de él –ha, hai, atashi wa daijobu de-su –repitió nerviosa, y él la sorprendió riéndose, no en forma de burla sino una risa honesta
-Eres graciosa –respondió él –me da gusto que estés bien –le sonrió y el corazón de ella dio un salto
-A, ano… arigatou –agradeció bajando la cabeza
-Ie, fue una coincidencia –respondió aún sonriendo -¿eh? –él pareció percatarse de algo
-¿Sucede algo? –preguntó nerviosa
-Ie –respondió algo triste –deben ser ideas mías
-¿Nani? –dijo confundida
-No es nada, tenga cuidado para la próxima ohime-sama
-Ha-hai –el chico misterioso se fue, mientras Sakura le veía irse sonrojada, su mirada llena de una emoción que no podía describir –Hoeee –se reprimió –debo volver a casa, o de lo contrario no sólo kero-chan, sino también yue-san se molestará mucho
Sakura estaba en la bañera disfrutando del agua caliente, mientras pensaba en su pequeño encuentro de esa noche.
"¿Daijobou?
Fue una coincidencia
Ohime-sama"
-Hime-sama –repetía levantando la mirada, recordando al joven de ojos ámbar -¿podría ser que… el príncipe encontró a su princesa? –de repente le recordó riéndo –¡¡aaa mo!!, no debería pensar en eso, esas son cosas de Tomoyo –decía alborotando el agua –pero, su mirada al final, era muy triste… Ahora que lo pienso, se me hizo muy familiar, ¿acaso será alguien a quien conocía? –lo pensó seriamente cerrando sus ojos y sumergiéndose en el agua casi por completo y luego salió de salto –ya sé, mañana le preguntaré a Tomoyo, y si eso no funciona usaré las cartas para descubrir quién es
-Haaa… debí suponer que me encontraría con ella, después de todo Meilin dijo que ella estudiaba aquí… haaa -suspiraba
En una bañera, a unas cuadras no muy lejos de donde vivía Sakura, el joven de ojos ámbar, mejor conocido como Syaoran líder del clan Li, reflexionaba sobre su pequeño encuentro con la chica de ojos esmeralda. Él no debía estar aquí, él no debía recordarla, mucho menos encontrarse con ella; hacía mucho había renunciado a ese sueño. Pero él no podía jamás escapar del hitsusen, o dicho de otra forma, lo inevitable. Hacían ya 8 años desde la última vez que la vio, cuando capturaron a la carta vacío y ésta se llevó el sentimiento de Sakura hacia Syaoran con ella.
-Haaa –nuestro héroe parecía no saber hacer nada más que suspirar –tontos ancianos –refunfuñaba Syaoran –tonta Meilin –decía haciendo pucheros –haaa, ¿a quién engaño? –decía al fin vencido –yo fui quien aceptó venir
Y es que como líder del clan Li, debía ser capaz de mantener en alto el nombre de su familia, tanto en la magia como en lo económico. La transferencia a Japón no era más que otra prueba para demostrar que era digno de ser el siguiente sucesor, "sobrevivir bajo sus propios medios" ése había sido el pacto, pero Syaoran no estaba realmente seguro de a qué se referían con ello, porque, seguía recibiendo el dinero para sus gastos, tenía aún comunicación con su familia y recibía además, valiosa información sobre cómo fortalecer su magia. Así que, ¿"sobrevivir bajo sus propios medios"?...
-¡Basura! –respondió molesto golpeando el agua de la tina –esto no puede ser más que una broma de Meilin y mis odiosas hermanas –apretaba el puño con fuerza y su mirada lucía frustrada –haaa –suspiró relajándose al fin -¿pero qué digo?, no hay forma de que mi madre lo hubiese permitido, ¿o sí?; ¡rayos!, todo iba bien hasta que me encontré con ella…
Flasback
El viaje había sido relativamente corto, relativamente largo, él no sabía realmente cómo describirlo. Cuando su madre le informó que los "sabios" del clan habían decidido que era crucial para Syaoran llevar esta prueba en Japón, el corazón casi se le sale por la boca. Era tonto pensar que se encontraría con ella, era tonto el seguir buscándola; pero a la vez era tonto no considerar la pequeña posibilidad de reunirse con ella nuevamente. La mitad de su corazón estaba terriblemente molesto, mientras que la otra mitad estaba rebosando en alegría.
Un mes había transcurrido sin mayor problemas, no la había encontrado, ni siquiera la había visto a distancia, eso era bueno; pero aún así una parte de él seguía decepcionado de no poder encontrarla ni siquiera por error, ¿dónde estaba ese maldito hitsusen cuando se le necesitaba?.
La verdad, aquí entre nosotros, es que se había cruzado con ella incontables veces en todo ese mes, pero tanto uno como el otro iban siempre distraídos, o también sucedía que cuando él entraba a un lugar ella salía y viceversa, o en el centro comercial por ejemplo, Sakura iba subiendo por las escaleras eléctricas mientras que él ya iba de bajada hacia la salida del mismo; y en el metro era la misma historia, una vez incluso iban en el mismo vagón sentados a espaldas del otro. Patético y desesperante si me lo preguntan, aún detectando su aura, Syaoran seguía creyendo que no era más que nostalgia. Y por parte de Sakura, bueno, era difícil concentrarse cuando estás apurada por llegar a tiempo a un lugar, que el resto del mundo desaparece.
Syaoran había logrado adaptarse al ritmo de la ciudad, y aunque Wei había fallecido a penas hace un año, no tenía problemas con estar solo; además, su vecino un sujeto de nombre Haganemaru, mejor conocido como Kurogane, se había convertido en un buen amigo a pesar de no haber convivido mucho. En cuanto a sus estudios, Syaoran había decidido tomar la carrera de Arqueología en la universidad de Tokyo (todos recordamos lo emocionado que estaba con la presentación de Fujitaka, el padre de Sakura, y desde entonces no pudo pensar en otra cosa). Claro que para cumplir con las exigencias del cargo de líder del clan Li, Syaoran había tomado clases especiales: tanto sociales, como económico administrativas.
Y fue justamente la última la que lo hizo salir tarde de su oficina esa noche, motivo por el cual volvió a encontrarse con ella, con su otra mitad, su Sakura-chan…
-¡¡aahh!! ¡¡deja de pensar así!! –Se recriminó aún en el agua agitando bruscamente su cuerpo –Ocho años deberían de ser suficientes para olvidarla –se reprochó -¡¡Aaahh!! ¿Por qué tenía que tomar ese atajo?, maldita sea –apretó los dientes en un vano intento de controlar su frustración
Flasback
Checó su reloj por última vez, ya eran las 12 y se suponía debía estar en casa a las 10, su madre seguramente le reprocharía por ello en la mañana, pues el informe que debía entregarle jamás fue enviado.
-Malditas finanzas, "y encima llueve" –pensó, maldiciendo por lo bajo la decisión de los sabios de no permitirle comprar un auto, justo ahora que le era tan necesario para llegar a casa, ¿de qué otro modo lo haría a salvo de la lluvia? A pie sería, se dijo maldiciendo el no haber llevado un paraguas.
-Si tomo el camino de siempre no lograré llegar sin terminar todo empapado –se dijo así mismo –lo mejor será que tome un atajo, y el más conveniente es el de la universidad de Tokyo –se puso en marcha protegiéndose del agua, sin mucho éxito, con el portafolios que llevaba.
Y como lo predijo, el camino estaba más despejado y sin duda alguna era más corto. Sólo dos cuadras más y llegaría a su departamento, sólo dos cuadras más; y en el primer crucero fue dónde divisó su figura. Una chica que poco a poco cae inconsciente… …sin pensarlo dos veces,
…la salvó…
Después de todo, fuera quien fuera la misteriosa chica no podía dejarla caer en tal suerte, no cuando él está allí para ayudarle. Usó su magia discretamente para lograr salvar las pertenencias de la chica, y tras recobrar el aliento se dedicó a ver que la chica estuviese bien. Al principio ella no respondió, cuando finalmente reaccionó y selló sus ojos en los de él fue que recibió respuesta.
Era linda…
Era descuidada…
Esa fue su primera impresión, y fue tan adorable su reacción que sin darse cuenta había bajado la guardia y le sonreía de vuelta, diciendo que todo estaba bien y que no era necesario agradecerle tanto, decidió convencerla con una mirada segura…
…y fue allí cuando la vio
…cuando realmente la vio…
-¿Sucede algo?
…ella le preguntó
-Ie
…él lo negó
Y así el momento terminó. Su cabeza le pedía a gritos salir corriendo, pero su cuerpo parecía no querer responderle, al mismo tiempo en que otro sentimiento lo conmovía con una alegría que hacía mucho que su corazón no había sentido.
Pero el momento terminó…
…y él, simplemente
…se fue.
Fin del capítulo uno.
Notas de la autora:
hola!, esto es todo hasta ahora, basicamente tomaré algunos personajes de tsubasa chronicle, pero es que no podía dejar a una de mis personajes favoritas sin pareja. Por favor díganme qúé opinan, el comienzo es algo lento, lo sé, pero les prometo que el siguiente será más entretenido. Hasta entonces
