"Noches de Thargelion"
C: Una estrella brilla en la hora de nuestro encuentro.
Hay estrellas en tus ojos cuando miras al cielo.
No conoces los nombres de las estrellas, aunque he intentado enseñártelos cada noche;
sin embargo, las miras cual si fueran tus amigas y te acompañaran siempre.
Las miras en silencio y repites los nombres que yo te digo sin verlas.
Con una sonrisa ladeada
- me encanta cuando sonríes así, como si nunca hubieses empuñado un arma –
señalas al cielo y preguntas:
"¿Cuál es esa que parece una sartén?"
Creo que lo haces a propósito… y no me molesta.
Me encanta repetirte lo mismo cada noche…
durante estas horas en que me perteneces, así como las estrellas en tus ojos.
H: Estrellas.
Me encantan las estrellas… desde que tú llegaste.
Tus ojos de plata batida brillan como estrellas cuando peleas…
y cuando te impacientas porque cada noche te hago repetir la misma lección,
las mismas palabras,
las mismas estrellas.
Las sé de memoria y las repito contigo, feliz de que nos iluminen las mismas estrellas a los dos.
Al menos por ahora.
Para ver tus ojos brillar y tu boca torcerse impaciente, pregunto:
"¿Cuál es esa que parece una sartén?"
Creo que ya te diste cuenta de mi juego;
pero solo me miras y empiezas a recitar los nombres de las estrellas de la Valacirca.
Tus ojos brillan y yo me pierdo en tu voz, en este momento en que me perteneces y yo te pertenezco…
así como nos pertenecen estas estrellas.
