Tierra y Mar

~~~~AVATAR LA LEYENDA DE AANG Y NINGUNO DE SUS PERSONAJES ME PERTENECEN~~~~

~~~~~ESTE ES MI PRIMER FIC... ESTOY NERVIOSA PERO ABIERTA A TODA CRITICA CONSTRUCTIVA JEJEJE ESPERO QUE LES GUSTE, DE AHI QUE VERE QUE TAL ME VA ESPERO QUE BIEN XD~~~~~

Atrapada

Desperté a media mañana, sola, adolorida y tratando de respirar. Después de las peleas callejeras no podía haber caído más bajo. Debía demasiado dinero y no podía conseguir cubrir mis deudas, mi adicción al juego me había llevado a caer en los peores lugares y con la peor gente. Me había separado de mis amigos, quienes desde niños habían estado conmigo en las buenas y en las malas…

Mis ojos pesaban ahora más que mis piernas, pero sabía que ese dolor no se comparaba con el que le provocaba a mi orgullo, a mi ego, yo era más que eso, había sido más que eso, había tenido una vida y ahora no tenía nada, había visto en los periódicos el tan esperado anuncio de la boda de Aang y Katara, sería una celebración impresionante ellos se amaban sobre todo, y siempre habían añorado ese momento. Toda la gente importante estaría ahí, después de todo era la boda del Presidente de Ciudad Republica con la princesa de la Tribu Agua del Sur. Incluso el Señor del Fuego Zuko y su esposa, Mai estarían ahí.

Y Sokka, bueno era Sokka, cumplía sus deberes para con su reino, que eran bastantes, porque habría de preocuparse por una niña caprichosa, hostil, insensible y egoísta como yo. No, él tenía todo, poder y todas las mujeres se derretían por él, aunque la última vez escuche que andaba con la líder de las Guerreras de Kyoshi, una tal Suki, que decían su ferocidad en la batalla solo era superada por su belleza.

Algo dentro de mí me hacía odiarla ¿Qué era?, lo sabía pero me negaba a aceptarlo…

El timbre. ¿Cómo era posible que sonara el timbre? Solo unas cuantas personas sabían de la existencia de esa casa, mi casa, que ahora más que casa parecía un basurero. Y que solo las ratalagartijas y otras alimañas vivían ahí. No me importaba, en realidad no me importaba que fuera así, de cualquier modo nadie me visitaba, nadie me quería, ¿Pero quién tocaba?

Pasando entre el mar de cosas que tenía sobre el piso y los muebles, cualquiera habría pensado que un huracán, un tornado o un terremoto habían pasado por ahí, o más bien solo ahí, lo único que rogaba es que no fueran los matones de Saro, o ese idiota tendría que darme una explicación. Casi me voy de espaldas cuando abrí la puerta, era el…

¡¿Sokka?! – grite sosteniéndome sobre la puerta para no caerme de la sorpresa.

Vaya sí que estas mal – me dijo con una sonrisa que casi me derrito y tuve que contenerme para no abrazarlo. Después de todo hacía varios años que no nos hablábamos.

¿Qué haces aquí? – le espete olvidándome completamente de mis emociones anteriores, la sorpresa se convirtió inmediatamente en enojo, y mis deseos de abrazarlo en ganas de romperle los huesos.

Toph no has dejado de ser una niña berrinchuda y egoísta, ¿Creíste que te librarías tan fácil de mí? – me dijo con esa forma tan propia de el - Te he seguido la pista todos estos años, ¿Pensaste que me había olvidado de ti? No pequeña niña caprichosa no me he olvidado de ti y veo que tú tampoco de mi – me dijo señalando con la barbilla el brazalete que cuando niños me había regalado, estaba aturdida, entre el dolor y esto ahora, no sabía que pensar que sentir, mis piernas flaquearon y mi vista se nublo.

Todo estaba oscuro, a tientas prendí la lámpara que tenía en la mesita de noche que estaba al lado de mi cama. No estaba segura, supuse que lo había soñado, porque solo en sueños Sokka vendría a verme. Mi cuerpo me pesaba aún más ahora, pero mi garganta estaba reseca, y sentí que moriría de sed, baje las escaleras, y conforme bajaba escuchaba voces, mi mayor sorpresa era nada, no había nada que me estorbara en el camino, nada con que golpearme, nada… ¿Me habían robado? A pesar del desastre había objetos de mucho valor, esos malditos buitres-escorpiones de Saro se habían llevado mis cosas.

¡No puedo creer que nos hallas hecho venir para esto! – esa voz…

Cariño, sé que estas estresada por la boda y creo que Sokka no iba a poder con todo esto. Después de todo el ojo de orden lo tienes tú.

Oh déjame entrar avergüences Cuñado.

Jajajajaja.

Esas voces, yo conocía esas tres voces, Aang y Katara estaban ahí y aparentemente limpiando mi desastre - "no podría estar más avergonzada"- pensé. Ahora me asediaran con sermones. Otra vez mis piernas flaquearon. Se oyó un ruido sordo, y los vi corriendo hacia mí, Sokka mas rápido que los demás me alzo entre sus brazos y me llevo al sofá.

Si te sentías débil debiste quedarte en cama – me dijo con esa mirada de ternura y preocupación que me derretía por él.

Déjame revisarte – y con sus manos y sus dones curativos se acercó a mí.

No Katara no es necesario – trate de quitarla pero no me era posible hacer ninguna clase de control.

Por favor Toph deja que te revise – insistió Aang.

No habían cambiado en nada, pero todos estos años, me habían dejado, o más bien yo a ellos, no se no entendía estaba confundida.

¿Por qué están aquí? – fui "directa como siempre".

Directa como siempre – sabía que el diría eso, me conocía tan bien.

Toph – comenzó Aang y sentí el sermón acercarse – Sokka nos llamó, debo admitir que casi me voy de espaldas cuando me dijo eso. Pero era una oportunidad de verte, y ayudarte, Toph eres nuestra amiga, y para mí como una hermana, no puedo permitir que te sigas haciendo daño.

Además Toph vamos a casarnos, nuestra boda, es un acontecimiento en el que no me sentiría completa sin ti – dijo Katara mientras seguía revisándome.

¿Y por eso lo publicaron en todos los periódicos del mundo? – le pregunte, de nuevo me había puesto a la defensiva, no sé porque simplemente no dejo que me ayuden.

Toph eso fue porque somos persona públicas, Toph hace meses que te envié la invitación a la celebración del compromiso, al cumpleaños de Aang, al de Gran Gran…

A la ceremonia de los tatuajes en el Templo Aire del Sur, a la presentación de la hija de Zuko, al aniversario del Dragón del Jazmín…

A la inauguración del Torneo de los Cuatro elementos y a las Olimpiadas de las Naciones…

Por favor, no siga.

Todo eso había pasado, todo el tiempo me oculte de ellos, aun sabiendo que me querían, que me cuidaban. No podía procesarlo, me sentí como la peor calamidad, yo solo era un estorbo en sus vidas.

Toph la razón por la que estamos aquí es por ti, porque te queremos y queremos ayudarte – la voz maternal de Katara hizo que me sintiera aun peor, siempre se había comportado más que como una amiga como una madre para mí, siempre cuidándome y protegiéndome, aunque sabía que no lo necesitaba.

Perdónenme por favor, sé que esto lo hacen por mí, pero la verdad es que estoy confundida y un tanto asustada, no no me siento bien por favor vayan a casa, por hoy estaré bien de verdad no hare ninguna locura. Solo necesito estar sola… para pensar, por favor – suplique tratando de sonar convincente.

Está bien Toph, pero vendremos mañana temprano aun no te has librado de nosotros – dijo Aang con esa sonrisa tan tranquilizadora de siempre. Uno a uno se despidió. Sokka fue el último.

Toph sabes que estoy aquí por ti y para ti, por favor no me hagas aun lado de nuevo, te lo suplico – eso ultimo me dejo completamente desconcertada, hacerlo a un lado "¿de nuevo?". Después de todo él siempre había estado a mi lado, en nuestras aventuras más locas, en nuestros momentos más difíciles, Sokka había estado a mi lado para hacerme reír a carcajadas y olvidar un mal rato y yo…yo lo hice a un lado.

Cuando se fueron me sentí aún más sola, eran casi las 10 de la noche, esperaba que el enorme apetito de Sokka hubiese dejado comida en el refrigerador. Alguien llamaba estaba muy distraída para ver quién era, abrí la puerta, lo último que recordé fue un saco negro en mi cabeza, que apestaba, yo conocía ese olor, ese sonido, y las vibraciones, gritaban abajo…en la arena.

Así que acudiste a tus amigos los importantes – esa horrenda y sombría voz

Saro – esa ratalagartija había encontrado mi refugio.

Veo que decidiste tomar el camino fácil, pero tus peleas, me dejan mucho dinero.

No acudí a ellos, pagare mi deuda yo sola.

Ya veremos, por lo pronto mis chicos te darán un mensaje

Otra vez estaba ahí a merced de una horda de matones. Su poder no se comparaba en lo más mínimo con el mío, pero estaba débil, y mis piernas me fallaban, mi cuerpo parecía no querer responder a mis órdenes. Me atacaron simultáneamente cuanto dure en pie, no estaba segura pero estaba demasiado débil para sostenerme, caí, pero esta vez no podía levantarme, mi visión se nublaba, creí q me dejarían ahí, casi muerta, Saro no me mataría porque muerta no le servía de nada, un brillo y un golpe acertado en tres de ellos, el boomerang azul se clavó en el suelo frente a mí, destellaba como una estrella caída del cielo, caída del cielo…

Sokka ...