Holiwis! Bueno, como prometí, aquí está mi siguiente fic de terror! Para este fic me inspiré en una canción de un grupo japonés que se llama Vocaloid. La otra vez estaba buscando historias de miedo y me encontré esta canción. Se supne que se basaron en un circo de fenómenos que exixstó en Japón. Escuchen la canción y si quieren busquen la historia del circo. Está horrible y por lo menos y odio los circos! Me dan meyo! xD La canción de llama "Dark Woods Circus" por si la quieren buscar!
Creo que este fic será un poco sádico por lo que hacían en ese circo. No lo escribiré exactamente como lo que se supone que en realidad hacían ahí y voy a omitir unas partes y obviamente a cambiar otras y trataré de no hacerlo tan sádico.
Bueno, espero que les guste! Prometo que este fic dará muchisisisismo más miedo que el anterior! Disfruten! :D
TMNT no me pertenece.
"Cerramos a las 12"
Eran las 10 de la noche. Las tortugas, Casey y Abril estaban terminando de luchar contra el Clan del Pie. El Clan de Destructor no era rival para ellos. De hecho, hasta les aburría pelear con ellos. Esta vez, había sido una emboscada, pero la pelea no había durado más de 5 minutos.
20 minutos después, los 6 ya habían terminado sus pendientes por la noche. Habían acabado con los soldados de Destructor, habían ido a investigar los planes del Kraang y hasta habían ido a cenar el el restaurante de Murakami.
No habían dado ni las 11 y ellos ya habían terminado.
- Bueno... Creo que eso fue todo por hoy. - Dijo Leo. - Creo que ya no hay mucho que hacer.
- Si, que bueno que terminamos temprano. Yo todavía tengo que acabar mi proyecto y se entrega mañana.- Dijo Abril.
- ... ¿Qué proyecto?- Pregutó Casey.
- El de la clase de Química... ¿No lo hiciste?- Le preguntó Abril a Casey.
- ¡Ay no! ¡Se me olvido por completo! ... Ok... No importa... Haré algo rápido y problema resuelto.- Dijo Casey estresado.
- ¡Casey! ¡Hay veces que tu irresponsabilidad me sorprende! Bueno... Adiós chicos.- Dijo Abril caminando hacia su casa.
- ¡Espera Abril! ¿Te acompaño a tu casa?- Gritó Casey.
- Casey... ¿Qué no tienes que hacer un proyecto? ... Mejor vete a tu casa y NO la acompañes. - Dijo Donnie tratando de que no se le notarán los celos.
Abril estaba esperando a Casey por si decidía acompañarla.
- Casey, creo que Donnie tiene razón. Puedo llegar yo sola a mi casa y tu tienes un proyecto que hacer. Adiós. - Se despidió. Después, se dio la vuelta y se fue.
- Bien... Adiós.- Dijo Casey despidiéndose también. Fulminó a Donnie con la mirada una vez más, y se dio la vuelta para irse.
- Creo que nosotros deberíamos de regresar también. Tal vez tengamos un poco de tiempo libre en la alcantarilla.- Dijo Leo.
- Bien... ¡Pido usar la televisión!- Gritó Mikey.
- Si, si, lo que sea. Vámonos.- Dijo Rafa.
Los cuatro emprendieron el camino de vuelta. Las calles estaban vacías como de costumbre. Los cuatro iban callados, sin algún tema de conversación, cuando escucharon una música a lo lejos.
- ¿Qué es lo que se escucha? - Dijo Leo.
- ... No lo se. Suena como... De un c-circo.- Respondió Donnie.
Todos se quedaron callados a escuchar la canción... Efectivamente, sonaba como de un circo. La canción se escuchaba cada vez más y más cerca, hasta que vieron de donde venía. Un coche que aparentemente era viejo, color negro y con una bocina en el techo, recorría las calles en la noche. El coche iba tirando folletos por todas las calles. Descubrieron que la canción que tocaban en el coche estaba en japonés y aunque ellos supieran un poco, no entendieron mucho de lo que hablaba la canción.
El coche iba muy lento, así que después de unos minutos, desapareció en otra calle y la música paró de oírse.
- Ok... ¿Qué fue eso?- Preguntó Rafa.
- Si, ese coche parecía de la época de la prehistoria.- Dijo Mikey.
- ¿Qué eran esos folletos que tiró en las calles?- Preguntó Leo.
- ¿Crees que me importe?- Dijo Donnie. - Seguramente estaban haciéndole publicidad a su circo del terror. ¿Escucharon la música? ¿Como quieren que la gente vaya a su circo con una publicidad así?- Dijo Donnie alterado.
- No lo se, pero yo siempre quise ir a un circo. - Dijo Mikey.
Sin aviso alguno, Mikey bajo de la azotea de la casa a la calle y recogió uno de los folletos que estaba tirando el coche.
Efectivamente, el folleto era de un circo. " Phénomènes De Cirque" decía como titulo. Según el folleto, el circo estaba en el bosque de Nueva York. El folleto cerraba con "Cerramos a las 12 de la noche."
Las demás tortugas bajaron con él y miraron otros de los folletos que estaban tirados por las banquetas.
- Oigan, son las 11. Deberíamos ir. Nos quedaría como media hora. - Dijo Mikey emocionado.
- Mikey, no podemos ir. Nadie puede vernos.- Dijo Rafa.
- Sip, Rafa tiene razón Mikey. Además... Eh... Tenemos tiempo libre en la alcantarilla.- Dijo Donnie sonriente.
- ¡Pues yo ya me olvidé de la tele y quiero usar mi tiempo libre en esto! Además, es un circo de fenómenos según el folleto. Seguramente pensaran que somos gente disfrazada y que salimos en el show del circo. Digo, nadie puede conseguir fenómenos para un circo, así que supongo que todos los que trabajan en él usan disfraces y pensaran los mismo de nosotros. - Dijo Mikey.
- ... Bien. Iremos al circo. Sólo media hora antes de que cierre.- Dijo Leo.
- ¿¡Qué!? ¡No! ¡Mejor hay que quedarnos en la alcantarilla!- Gritó Donnie.
- ¿Qué? ¿Porque no quieres ir? ¡Será divertido! - Dijo Mikey.
- ... Lo que pasa es que... Tengo un experimento MUY importante que hacer en casa y... No quiero perder mi tiempo en un c-circo.- Tartamudeó.
- ¡Vamos Donnie! ¡Sólo iremos media hora! Tienes todo el día de mañana para hacer tus experimentos.- Respondió Leo.
Donnie se quedó callado mirándolo.
- ... No tienes miedo ¿O si? - Preguntó Rafa.
- N-no... C- Claro que no tengo miedo de un... terrorífico c-circo con p-pa-payasos y f-fenómenos... ¡Claro que no!
- ¡Donnie! ¡Irás con nosotros! ¡Nosotros te cuidaremos como el pequeño bebe asustado que eres!- Dijo Rafa.
Donatello siempre había estado aterrado por los circos y los payasos. No sabía porque, pero la idea de ir a un circo le provocaba pánico desde pequeño.
- ¡No estoy asustado!- Gritó.
- Muy bien, entonces vamos.- Dijo Rafa.
Donnie no tuvo de otra más que ir con sus hermanos.
Corrieron por varias azoteas hasta que llegaron a zonas más remotas y dejaron de haber casas. Después de unos minutos más de estar caminando por carretera, porfín llegaron al bosque de Manhattan. Cuando entraron al bosque escucharon una canción a lo lejos. De inmediato la reconocieron. Era la misma canción que estaba tocando el coche con los folletos. Siguieron la música y porfín llegaron al circo. Para ser un circo, pensaron que habría más gente. Si no fuera por la música y las luces, uno pensaría que el circo había sido abandonado. Seguramente era por la hora. No quedaba mucho tiempo antes de cerrar.
Había un camino de piedras hasta la carpa del circo. Había un cartel que decía lo mismo que el folleto. "Cerramos a las 12 de la noche".
La carpa del circo era roja. Estaba abierta, como si te estuviera invitando a pasar. Se acercaron y miraron dentro de la carpa. No había luces. Seguramente ya habían terminado con las funciones por ese día.
- E-está muy obscuro ahí adentro.- Dijo Donnie.
- Si, mejor vamos a los puestos de juegos que hay aquí afuera.- Dijo Mikey.
Había varios puestos afuera del circo con juegos como dardos y tiro con resortera.
Mikey se acercó al de tiro con resortera. No había nadie cuidando el juego. Parecía ser libre de tomar una resortera y tirar las botellas que tenía en frente de él.
Tomó una resortera y se agachó para tomar una piedra del bosque y tirar con ella. Le apuntó a a una de las botellas de vidrio y tiró la piedra. La botella se rompió cuando la piedra la golpeó.
- ¡Wow! ¡No soy tan malo con la resortera! - Dijo.
Escucharon una voz detrás de ellos. Cuando voltearon a ver quien era, vieron a un señor, como de unos cuarenta años, con bigote, un sombrero y un traje negros, un poco más alto que Donatello.
- Bienvenidos a Phénomènes De Cirque, o como mucha gente lo conoce, El Circo de Fenómenos. Llegan un poco tarde para las funciones, pero espero que estén disfrutando de el tiro con resortera. Bueno, los dejo. Sigan disfrutando. - Se dio media vuelta, pero antes de irse, se volvió con ellos. - Y recuerden, cerramos a las 12 de la noche.- Después de eso, el hombre desapareció en la obscuridad de la carpa.
- Ok... Eso fue raro.- Dijo Rafa. Le impresionó que ese tipo no les hubiera dicho nada por su apariencia.
- Si, alguien de verdad quiere que nos vayamos de aquí a las doce de la noche.- Dijo Leo.
Donnie estaba callado mirándolos.
- Donnie, ¿Estas bien? - Preguntó Rafa. - Te vez pálido... Digo, más pálido de lo que eres.
- ... Vámonos de aquí.- Respondió.
- Donnie, es sólo un circo. No hay nada de que temer. - Dijo Leo.
- Si Donnie, si quieres te dejo jugar tiro con resortera.- Dijo Mikey.
- N-no gracias Mikey.
- Chicos, quedan 5 minutos antes de las doce. Creo que Donnie tiene razón.- Dijo Leo guardando su T-Phone después de ver la hora.
- Bien, pero si Donnie no quiere tratar de derribar una botella, yo si. Sólo déjenme tirar una y nos iremos. - Dijo Rafa.
Mikey le entregó la resortera a Rafa y Rafa fue a buscar una piedra. Cuando ya tenía una, apuntó a una botella y la lanzó. La piedra salió disparada y golpeo un árbol. La botella seguía inmóvil.
- ¡Ay, no puede ser! ¡Una vez más! - Dijo Rafa.
Después de otros 5 intentos, Rafa no logró nada. Sus hermanos cada vez lo presionaban más y más. Ya iban a dar las doce. En el séptimo intento, Rafa porfín tiro la botella.
En cuanto la botella cayo al suelo, el reloj cambió a las doce. En ese mismo instante, las luces y la música del circo se apagaron. Fue como si la botella rota se hubiera robado lo poco de vida que le quedaba al circo. Se quedaron a obscuras en medio del bosque y frente al circo.
Todos estaban aterrados, pero ninguno estaba más aterrado que Donatello.
- ¡Vámonos ya!- Gritó entrando en pánico.
Se dieron la vuelta para irse, pero lo primero que vieron fue al mismo tipo que había ido a decirles que disfrutarán los juegos. Estaba mirándolos con una sonrisa que les provocó escalofríos a los cuatro.
- Les dije que cerrábamos a las doce de la noche.- Dijo.
Todos sintieron unas manos que los sujetaban y el dolor de una inyección en el cuello. Gritaron por el dolor de la aguja penetrando su piel y de la medicina corriendo por sus venas antes de desvanecerse por completo.
- Bienvenidos a Phénomènes De Cirque.- Fue lo último que escucharon.
Hata ahí! Ese fue el primer cápitulo y espero que les haya gustado! No creo que tarde mucho en subir el próximo! Porfa dejen review y diganme que piensan! :D
Nos leemos!
Chao!
