Disclaimer: Los personajes y el universo de Canción de Hielo y Fuego le pertenecen a George R. R. Martin.
Esta historia participa en la Actividad Especial: "Historias en 155 palabras" del Foro "Alas Negras, Palabras Negras".
Nota: La frase que escogí para el reto es: Si quieres saber cómo es un hombre, mira cómo trata a sus inferiores, no a sus iguales. -Harry Potter y el Cáliz de Fuego de J.K. Rowling.
Su padre conversaba alegremente con el cocinero, y Arya escuchaba con atención, completamente fascinada. Pronto el sonido de las risas estalló en el salón principal ante una de sus anécdotas en las cocinas y ella sonrió con timidez.
Le encantaba escuchar las historias de los hombres de su padre. Podía oír todo perfectamente desde el asiento que le era reservado.
—Padre —Se animó a preguntar una noche en la que Lord Stark decidió acompañarla a sus aposentos—. ¿Por qué cenas con cada hombre diferente todos los días?
Él se apoyó en una rodilla y tomó sus pequeñas manos entre las suyas.
—¿Quieres saber por qué lo hago? —Arya asintió—. Un Lord necesita conocer a sus hombres, Arya. —La voz de su padre era solemne—. Y ellos necesitan conocerme también. No hay honor en tratarlos descortésmente y pedirles que mueran por un extraño.
Y a pesar de su corta edad, Arya lo comprendió.
