Hola, este intenta ser un Long Fic, algo que surgió de mi mente después de escuchar demasiado tiempo la canción "Million Dollar Man". Esta basado en traiciones, el mundo que envuelve a los millionarios, crimenes de cuello blanco, etc. No esperen de mi muchas actualizaciones seguidas, pero haré lo que pueda por hacerlo.
Quiero que sepan algunas cosas, los guardianes NO son los mismos que los alfa kids o beta kids, tienen nombres diferentes y son personas diferentes. Por ahora deben saber que Bro es Derek, Mom es Roxan, Grandpa es Jacob, Dad es James y Nanna es Janet.
Por hora, disfruten y espero que les guste!
Igual que hace doce años, el primero de abril resultaba ser una fecha importante para una de las familias más poderosas del país, sin embargo, esa fecha ya no estaba celebrando la unión de dos familias en una sola, sino, la separación de sus partes para volver a ser ajenas la una de la otra para apenas solo dejar un pequeño lazo, una única prueba de que antes habían sido una.
Hoy, como hace doce años, ella lucía cautivantemente hermosa y se encontraba a tu lado izquierdo enfrente de un juez, pero en esta ocasión ella no estaba envuelta en un ostentoso vestido de novia diseñado exclusivamente para ella de mano de Vera Wang, sino, que en esta ocasión estaba ataviada en un justo vestido negro como si asistiese a un funeral más, ni había una banda de alguna ciudad de Europa tocando la típica marcha nupcial y aquella pequeña sala gris carecía de toda la belleza que un jardín bien arreglado en un perfecto día soleado en el campo inglés tendría; en vez pequeñas miradas que transmitían fuertes oleadas de diversas emociones, ahora solo había miradas feroces que hacían apretar quijadas o soltar pequeños bufidos.
Este, era el día en que te separabas de tu esposa de hace exactamente 12 años y la madre de tus hijos de 10 años. Ese día no había felicitaciones ni buenos deseos, solo intentos de consuelos que en realidad encontrabas innecesarios y consejos que no ibas a usar nunca. Tendrías que cuidar lo que dices, no declarar que te sentías tan aliviado de que aquella farsa de matrimonio acabara para no verte tan cruel y darle la razón a tu, ahora, ex esposa en las millones de entrevistas de las cuales seguramente hablaría de lo terrible que se sentía y lo duro del proceso con sus bien actuadas expresiones de lastima; pero no serías tan hipócrita como ella, no, ibas a decir la verdad que no tenías razón porque ocultar y simplemente dejarías que aquellos buitres de la prensa se alimentaran de lo que ella tenía para ofrecerles, pues de ti no sacarían ni un poco.
Qué extraño te resultaba, pensar de esa forma de alguien a quien supuestamente habías amado por más de una década. Mientras el juez dejaba entendido los arreglos y condiciones en las que habían llegado ambas partes, te decidiste enfocar tus pensamientos en algo más, en recordar cómo fue exactamente que después de 12 años habían terminado aquí. La culpa no había sido de ella, tampoco era enteramente tuya, era de ambos y todo había sido una mala idea desde el inicio de la turbulenta relación que establecieron. No poseían verdaderos motivos para haber contraído matrimonio o tener una verdadera relación seria en un inicio, ni siquiera la conocías del todo a la mitad de su noviazgo, que no duró más de seis meses hasta que decidieron casarse y alterar más a la insaciable prensa. Posiblemente fuese eso, piensas, las ganas de ambos de que sus nombres no dejaran de ser mencionados una y otra vez por cada medio existente, traían terribles beneficios el ser la primera cosa de lo que hablara cada persona con acceso a medios de comunicación sobre la faz de la tierra. Las acciones de tus negocios despegaron, ella encontró más de miles de propuestas de actuación e incluso el contrato para grabar un disco inmediato aunque jamás se hubiera considerado material para cantante, la oportunidad estaba ahí, al igual que siempre estaban los modificadores de voz y trucos de grabación.
Fríamente recuerdas como el tener hijos lo habían planeado solo para incrementar más esas oportunidades, hacer publica la noticia de que uno de los magnates más grandes de la década y una de las actrices más hermosas del cine considerada la novia de América, tuvieran un hijo era solo lo necesario para volver al publico general aún más eufórico de lo que podían ser. Ninguno de los dos planeo tener hijos para algo más que eso, tú al menos no pensabas en haber tenido progenie hasta que no vieras peligro en tu vida y el negocio familiar, solo, para que la fortuna se quedara en familia; odiabas a los niños, no los soportabas ni entendías por qué había gente que seguía teniendo esas bolas chillonas consumidoras de tiempo, dinero y juventud; Roxan, por su parte, al menos fantaseaba con llegar a ser una buena madre, jamás atendió a sus hijos si no tenía asistencia y estaba más que claro que estaba centrada en otros ideales como su carrera a cuidarlos. Dave y Rose, mellizos que por fortuna jamás fueron muy apegados el uno del otro y todo el tema de la separación se lo habían tomado bien, creías, no te importaba en realidad, debían aprender a superar temas como esos si se querían considerar tus hijos.
El juez dictaba las últimas palabras referentes al acuerdo de las custodias sobre el par de críos, Dave estaba mirando al sujeto directamene con un rostro ilegible, mientras Rose apenas levantaba la mirada del libro que había decidido llevarse para entretener el rato – La señora, Roxan Lalonde, bajo el acuerdo de ambas partes, mantendrá una custodia total sobre la niña Rose Strider – Recordarías esa mención de su nombre, seguro de que no más de un mes después de todo el asunto te enterarías de ella pero por el nombre de Rose Lalonde – Mientras tanto, el señor Derek Strider mantendrá la custodia total sobre el niño, Dave Strider – Ahí vendría la pregunta de cualquiera que supiera al menos lo básico de ti. ¿Cómo es que habrías aceptado mantener la custodia de un niño cuando los encontrabas detestables? Simple, a pesar de que detestabas esa idea, seguía siendo tu hijo, sucesor indiscutible y ya teniendo uno con tal edad entonces te eliminabas el problema de buscarte una novia a tus casi sesenta años solo para que tuviera al heredero justo antes de que murieras de alguna sobredosis de alcohol o una muerte sospechosa. Dave era el justo candidato, desde niño siempre se mostró más ansioso de aprender de ti que de Roxan, y criar a un niño sería mucho más fácil que a una niña.
– Quiero recordarles, que aun cuando sus custodias son totales, los infantes aún tienen el derecho de ver a su padre o madre biológico cuando lo soliciten, y a no ser que los motivos suficientes sean presentados en una corte, si cualquiera de los dos desea ver a su otro hijo, no se les puede privar de tal derecho.
– De acuerdo.
Los papeles se dividieron y fueron entregados uno a cada uno, solo faltaban unas cuantas firmas y aquel tedioso proceso terminaría finalmente. Sin demasiados insultos como creíste que compartirían en sus últimas horas como una pareja casada, dieron fin a años de gritos desesperados, peleas feroces y daño a la propiedad ajena que se había convertido ese insufrible matrimonio desde hace siete años.
Roxan fue la primera en levantarse, tomando la mano de la niña que apenas permitió despedirse de su hermano mellizo y abandonó el lugar sin dedicarte nada, más que su fastidioso silencio apenas interrumpido por el eco de sus tacones en el pasillo.
Volteaste a ver a Dave, quien te esperaba con la misma cara seria de siempre, aunque sabías que por dentro aun preguntaba porque su hermana tenía que irse con su madre y él no – Vamonos – Ordenaste, pasando de tomarle la mano pues eso no era lo tuyo, ese enano tendría que aprender a manejarse solo, no ibas a perder el tiempo haciendo labores inútiles de padre cuando tenías que levantar tus negocios más alto que los del molesto Egbert. No ayudaba demasiado el que la prensa y el mundo estuviera loca con él ahora mismo después de la muerte accidental de su esposa, una muerte significaba al menos un año o dos seguros de promoción gratis de su apestoso apellido, aun peor porque se implicaba la sobrevivencia de su único heredero de ocho años.
Te preguntas como es que no decidieron eso de último minuto, matar al otro para recibir la lastima internacional. Aun así, no eres tan cruel, aunque estés sumergido en un mundo donde todos pueden enterrarte un cuchillo en la espalda en cuanto no mires.
