Esta muy solo el seireitei y hace mucho tiempo que no se ha visto gin, la ultima vez que intento de entrar casi lo matan...
-esta muy solitario –decía mientras se daba media vuelta.
-¿te acuerdas de mi?-le susurró al oído.
-¿gin?- decía la chica asustada.- ¿p-pero que haces aquí?
-te vine a ver-decía acariciándole el rostro-y a llevarte a tu nuevo hogar-decía mientras la tomaba de las manos.
-nuevo hogar, pero si yo estoy bien aquí-dijo mientras le soltaba las manos.
-no es una pregunta-le decía mientras la agarraba de la cintura y abría el hoyo de los huecos.
-¿gin porque me trajiste aquí?-decía la chica de pelo anaranjado intentando de soltarse.
-parece que hemos llegado-decía soltándola suavemente –aquí vivirás ahora.
-¿Por qué gin me haz traído aquí?-le preguntaba mientras se sentaba en una cama blanca...
No me había dado cuenta cuando se fue estaba tan concentrada en mirar en donde estaba y en que la pieza es muy oscura.
-te traje el almuerzo-decía dejándole una bandeja arriba de la mesa-adiós mas rato vengo-decía caminando hacia la puerta.
-esa comida se ve deliciosa-decía acercándose a la bandeja y empezando a comer.
Ya estoy satisfecha hace tanto tiempo que no comía algo tan delicioso.
-¿te gusto?-decía recogiendo la bandeja.
-si me gusto, pero te quiero preguntar algo-decía mientras se paraba de la cama.
-¿Qué quieres saber?-decía acercándose.
-quiero saber...-se sentaba lentamente.
-¿que cosa?-el igual se sentaba.
-¿para que mierda me trajiste acá?-decía apretando sus uñas contra sus palma.
-por que quiero que seas solamente mía-decía acercándose.
-nunca seré tuya-decía mientras le quitaba la zanpakuto de la vaina.
-¿y que me vas a matar?-decía burlándose.
-Adivinaste-decía ella tómanos la zampakuto con ambas manos.
-yo me voy a quedar inmóvil para ver si eres capas-decía aun burlándose.
-como quieras-dijo mientras le enterraba la zampakuto en el estomago.
-que hice-se sienta alado del cuerpo.
-veo que eres muy torpe para dejar la zampakuto alado mío –dice mientras toma la zampakuto –adiós rangiku san –dice mientras le entierra la zampakuto en las costillas.
-¿Por qué lo hiciste?-decía mientras se tocaba la herida.
-por diversión-dice parándose y caminando, se da vuelta –nunca pensé que iba a ser tan fácil acabar contigo.
