Disclaimer: Supernatural no me pertenece, obviamente.

Advertencias: ¿Cliché? No sé, capaz ninguna.

Tranquilize

Deslizó el dorso de su mano contra su mejilla, sintiendo la suavidad de su piel

Yacía sobre la cama, su delgado pecho subía y bajaba con tranquiliad al ritmo de su respiración. Sus cabellos finos y medianamente largos caían desordenados por la almohada. El roce de los labios secos con los suyos le provocó un estremecimiento quepasó inadvertido, esbozó una sonrisa perezosa y parpadeó, dejando escapar una diminuta lágrima, desvaneciéndose entre las sábanas.

Por más que esperaba, no ocurría ningún cambio. Su característica expresión preocupada se le dibujó en el rostro, reemplazando la amplia sonrisa por una mueca de amargura, así como varias arrugas poblaron su frente junto a las ojeras, se iba consumiendo poco a poco.

—Sabes...—. Susurró, mordiéndose el labio inferior.— No es fácil, ¿Sabes? —. Formulaba esa pregunta una y otra vez, ansiando una respuesta pero en vez de eso, recibía el silencio penetrándole los oídos, provocando que su corazón se encogiese causándole una sensación desagradable, de culpa. Se limitó a sacudir la cabeza, escuchando el casi ausente latido de su corazón, observando la palidez de sus mejillas, la gelidez de su piel. Oh, eso estaba desgarrándolo.

—Desearía poder hacer algo, como en esos sueños y pinturas que solías tener, Cass.—. Se le quebró la voz ante la pronunciación de su nombre, tragó saliva sonoramente antes de continuar.—Sería más fácil así—. Una media sonrisa se dibujó en su rostro sabiendo lo que él habría respondido a eso, las lágrimas amenazaban con deslizarse en cualquier momento y se mordía los labios fuertemente, tratando de ahogar los sollozos. El sonido del reloj lo sacó de su ensimismo, así como la diminuta mujer irrumpía en la habitación con su voz empalagosa —Sr...— Le echó un breve vistazo antes de continuar e indicarle con la cabeza que abandonase la habitación.

Suspiró y obedeció, dirigéndose a su casa.

Apenas entró, lanzó las llaves y el abrigo sobre la mesa auxiliar en la entrada, se apresuró a entrar a la primera habitación impulsado por la apremiante necesidad de contemplar los cuadros de su pareja, gimió ante el recuerdo vívido de cada uno.

—Y este es el que más me gusta, Dean. Éste es Sam Winchester y tú... Oh, y ese hombre de la gorra es Bobby.— Murmuró el hombre de ojos azules de pie ante el lienzo.—¿Por qué tenemos el mismo apellido?—. Susurró el mayor, abrazándolo por la espalda y hundió el rostro sonriente en el cuello de su amante.

—Porque son hermanos—. Dijo, encogiéndose de hombros, dándose la vuelta, como si fuese lo más natural del mundo y le dio un suave beso en los labios.

Aquella voz calmada parecía inundar la habitación con diferentes oraciones como esas, provocándole arcadas. Con un débil esfuerzo, se apoyó en la puerta para no golpearse, todo daba vueltas a la vez que todo parecía repetirse.

Y entonces, el hombre de las pinturas se le acercó, con el mismo cabello castaño y ojos cafés, le dirigió una mirada condescendiente, posando una mano sobre su hombro. —Lo sentimos, señor.—. Destruyendo así la nimia y amarga esperanza que lo había embargado los últimos años.

—Y esos son Sam y tú, junto a Michael y Lucifer—. Susurró con un hilo de voz.—Esto es cruel—. Parecía realmente mortificado por el hecho de que él había pintado eso.

—Sólo es una pintura, Cass.— Dijo, abrazándolo.

Fin.

Nota: Clichés everywhere (?) Espero que lo hayan entendido adaksjh y esas cosas blabla ok chau