¡Hola a todos! Como soy una pequeña (gran) fanatica del Stony decidí escribir unos cuantos drabbles y como algunos sabrán suelo tomar de referencia cualquier cosa. Esta vez fue una imagen en Facebook.

Si les gustó, o no, o quieren corregir o aportar algo, siéntanse libres de comentar.

Sobra decir que ni la imagen, ni los personajes me pertenecen, son de sus respectivos dueños. Solo me pertenece la historia. Dicho esto ¡A leer!

Carpe diem.


Te caigo mal… conóceme.

Cuando fue descongelado Steve quiso entender el mundo moderno. Parecía que para hacerlo tenía que entender un aspecto bastante peculiar conocido como Tony Stark, el hijo de Howard. No lo había visto nunca en persona, pero parecía que el mundo giraba en torno a él. Si no eran sus escándalos, eran sus escarceos amorosos, eran misiones de Iron Man, eran sus acciones filantrópicas, el cómo salía bien librado de todo lío judicial, como era odiado por unos e idolatrado por otros, pero todo al final se reducía a una sola cosa, él.

Teniendo en cuenta que Howard amaba la atención, parecía que Tony la amaba aún más. Si sumaba eso a su absoluto desprecio por las leyes mundanas y su amor por el dramatismo, no era difícil suponer que era un crío mimado y arrogante.

—Sí, un gran hombre con una armadura. Y sin ella dime ¿qué eres?

—Un genio, millonario, playboy y filántropo.

—Hay quienes no tienen nada de eso y valen diez veces lo que tú. He visto tus videos. Sólo peleas para ti mismo. No eres capaz de sacrificio, acostarte sobre el alambre de púas y dejar que otros pasen por encima de ti.

—Pienso que yo cortaría el alambre.

—Tienes siempre una salida. Tal vez no seas una amenaza. Pero dejar de fingir que eres un héroe. —Ignoró deliberadamente la mirada herida de Stark.

Su primer encuentro había demostrado que Steve tenía la razón. Stark solo haría que los mataran a todos con su arrogancia. Maldijo su suerte por tener que trabajar a él. El que Stark no le caía bien era un eufemismo, quería golpearlo y mostrarle su lugar. Lo irritaba como podía ser tan presumido, arrogante, sarcástico e irreverente. Ese sentimiento creció con fuerza en cada una de sus interacciones.

Hasta la batalla.

Hasta que vio a Tony sacrificarse para salvarlos a todos.

Hasta que se dio cuenta que él, Steve Rogers, uno de los mejores jueces de carácter, no sabía una mierda.

Mientras que veía a Stark comer shawarma siendo tan arrogante como si en lugar de casi morir por salvar a todos hubiera ido a comprar un nuevo auto, llegó a una conclusión.

Tenía que conocer a Tony Stark.

A fondo.