Este es un oneshot que quise hacer hace tiempo, es una adaptación de uno de mis libros favoritos (a pesar de ser el más corto que ha leído en mi vida) está ambientado a la época de la burguesía, y desde que lo leí supe que debía ser naruhina, por el simple hecho que la protagonista me recordó un poco a Hinata, no los demoro mas, espero que les guste y si es así que lean el libro original

Disclaimer:

Los personajes de Naruto no me pertenecen, son del maestro Kishimoto

La historia original no me pertenece es mi adaptación de carta de una desconocida de Stefan Zwieg

A ti que nunca me has mirado (Naruhina)

Acababa de volver a la ciudad, compró el periódico y miró la fecha, era su cumpleaños, sonrió al darse cuenta de la poca importancia que esa fecha significaba para él, Naruto siempre había sido así, descomplicado, siguió ojeando el periódico mientras entraba en la casa, su criado le deseo un feliz día – no todos los días se cumplen 41 – le dijo Sai después de informarle que su correo lo había dejado en la mesa y que no había recibido ninguna visita importante en los días que se ausentó, se sentó en su cómodo sillón de madera y revisó las cartas, abrió las más importantes para él, pero entre ellas encontró un voluminoso sobre sin remitente, solo con su nombre y dirección escrito en letra temblorosa "Uzumaki Naruto" hace tiempo que nadie lo llamaba así, ahora usaba el apellido de su padre, Namikaze; sacó el contenido de la carta, compuesta por aproximadamente dos docenas de carillas llenas de letras muy pequeñas, reconoció de inmediato la letra de mujer, había recibido muchas cartas de amor a lo largo de su vida, revisó el sobre esperando encontrar remitente pero al igual que esa carta no tenia firma o sello alguno, miró la primera hoja de la carta "a ti que nunca me has conocido" tenía como título, mas parecía una novela para editorial que una carta, intrigado empezó a leerla.

"Mi hijo ha muerto ayer, durante cuatro días y cuatro noches he cuidado de él, tratando de luchar contra la muerte que se lo quería llevar, cada vez era más difícil, estuve despierta cuarenta y ocho horas sentada junto a su cama, pero mi cuerpo es débil y sin darme cuenta me quede dormida, solo fueron unas tres o cuatro horas que descanse sobre esa dura silla de madera, pero fueron suficientes para perder mi lucha, pues cuando desperté mi pequeño angelito había muerto, la muerte se lo había llevado mientras yo dormía y no pude despedirme de él, ahora está en su cama, el cura cerró sus ojos y cruzó sus brazos, parece dormido y le han colocado cuatro velas alrededor de su cama que es lo único que me recuerda que en verdad ya no está"

"he tomado otra vela y la uso para alumbrar la mesa desde la que te estoy escribiendo, tratando de enfocarme en esta carta para ti, que eres lo único que me queda. Hago esto porque trato de no voltear a la cama, verlo así, alumbrado por las velas me da la impresión que se mueve ligeramente, pero sé que es solo una ilusión ocasionada por el movimiento de las llamas, se que está muerto y no quiero voltear, no quiero sufrir por una vana ilusión; quizás no me explique bien pero siento un fuerte dolor de cabeza, quizás originado por la gripe que está contagiando a muchos en esta época y que se llevo a mi hijo lejos de mí, así que con mi último esfuerzo te escribo esta carta, a ti mi, amor, que no me has conocido nunca"

"Solo a ti quiero hablarte, te quiero contar toda mi vida, la vida que siempre te ha pertenecido porque siempre he sido tuya, y solo sabrás esto cuando este muerta, porque si logro sobreponerme a esta fiebre que estoy sintiendo destruiré esta carta y seguirás sin saber de mi, si la tienes en tus manos es una muestra de que he muerto y estoy en un lugar mejor con mi hijo. No temas por lo que lees, no te quiero pedir nada, un muerto no necesita nada, ni compasión, ni recuerdos, ni amor. Solo te pido que creas, porque cada palabra de esta historia es real, mi único deseo es que no dudes de mi historia"

"Voy a contarte mi vida, la vida que empezó desde que te conocí, porque antes de eso solo son recuerdos borrosos, te pido que no dejes de leer aunque te parezca tedioso, yo te he dedicado toda mi vida, dedícame tú estos quince minutos"

"Antes de que vinieras a vivir en esta casa, donde ahora estas sentado leyendo mi carta, vivía gente mala, o al menos así la llamaba mi padre, una pareja conflictiva con hijos abusivos, una familia que no le agradaba a ningún vecino, se fueron por problemas que sinceramente no recuerdo, lo que recuerdo claramente es que nos alegró a todos que se hubieran marchado, a los pocos días de desocupado se escuchó hablar de un nuevo inquilino, fue la primera vez que escuche tu nombre y desde ese momento me agradaste, el que ocuparas esa habitación significaba que esa ruidosa gente no volvería nunca"

"Los días pasaron y tu no aparecías, solo venia la mudanza a dejar tus cosas, el único que venía era tu mayordomo, un hombre imponente aunque delgado llamado Sai, desde siempre me cayó bien a pesar de ser tan inexpresivo, desde el primer día saludo a mi padre como si fuera un gran señor a pesar de vernos en tanta pobreza y eso hizo que se ganara mi respeto; las cosas que traía tu mudanza eran tantas que me quedaba a observar en mi timidez, sin acércame demasiado, Sai siempre me veía y era a la única que no alejaba mientras limpiaba tus libros, quizás porque sabía que yo no iría a molestar con preguntas tontas y estaba muy grande para querer tocar por curiosidad y dañar algo, lo quise mucho aunque no pude evitar envidiarlo muchas veces porque era él quien cuidaba de ti"

"Te cuento esto amor mío, para que sepas que incluso antes de conocerte ya eras importante para mí, era una niña, tenía solo 13 años y no sabía que lo que empezaba a sentir por ti era amor, pasaba el día imaginando como serias, había visto una enorme cantidad de libros y te pensé como un hombre de edad, con cabello canoso y mirada amable, ya desde entonces cariño, te pensaba lindo y amigable, incluso llegue a soñar contigo sin conocerte"

"Al día siguiente empezaste a habitar el cuarto, y como castigo a mi curiosidad, no fue hasta el tercer día que te pude ver. Rompiste mi idea del viejo bondadoso con canas, te apareciste con traje deportivo, tu sombrero en la mano que me permitía ver tu rubio cabello y tus azules ojos, esas extrañas marcas en el rostro te hacían ver más interesante, me quede embelesada por tu belleza, desde ese momento me di cuenta que tu llevabas una doble vida, por un lado eras el hombre ilustrado y poderoso y por otro el hombre amiguero y alegre que no le gusta complicarse con todo"

"debes entender querido mío, el enigma que significabas, eras un hombre mundo, con solo veinticinco años parecías conocer todo lo que yo desconocía, desde ese momento todo mi mundo se baso a ti y tu mundo, solo me ocupe de tu existencia esperanzada a que algún día me miraras"

"Me sorprendía ver la variedad de tus visitantes, desde tus jóvenes y apuestos compañeros hasta los más importantes ancianos, pero lo que más tenias era visitas femeninas, con la inocencia de mi edad no me imaginaba lo que hacías con ellas, a pesar de ver en ocasiones como algunas abandonaban tu casa muy temprano en la mañana"

"Recuerdo perfectamente el momento en que me enamore perdidamente de ti, cuando comprendí que era amor lo que me hacías sentir, estaba junto a Ino una amiga del colegio e íbamos a salir a dar un paseo, tu llegabas de la calle, abrí la puerta segundos antes de que tu lo hicieras y nos encontramos frente a frente, recuerdo exactamente las palabras que me dijiste – muchas gracias señorita – mientras me miraste y sonreíste, para segundos después marcharte hacia tu habitación, esa mirada cálida y sonriente fue la que me embelesó, solo tiempo después comprendí que esa mirada se la das a cualquiera, a la mesera que te atiende en un café o la repartidora de cigarrillos en un bar, es tu mirada de agradecimiento, algo innato en ti que te hace tan apetecido en el sexo opuesto y de lo que no estas consciente, pero no lo sabía y me sentí la mujer más especial del mundo"

- ¿Quién es? – preguntó Ino

"me había olvidado completamente de ella, me sonroje de sobremanera mientras trataba de hablar – es un vecino mas – eran las palabras más falsas que había dicho en la vida, pero no quería escuchar burlas sobre nosotros, era demasiado puro lo que sentía para que lo ensucien con chismeríos"

- Si es un vecino mas porque te has puesto así de roja con solo mirarlo – me atacó y me sentí indefensa, a pesar de ser una broma entre amigas

- Baka – le dije saliendo hacia la calle, tratando de respirar, quería que se callara pero mi respuesta tan poco usual en mí hizo que se riera aun más, trate de resignarme, ella no sabría de mi amor por ti nunca

"te amo desde aquel momento, quizás antes pero desde ese día lo supe completamente, quizás ya te lo han dicho antes, muchas mujeres deben amarte, pero nunca encontraras amor como el de esa niña que impresionaste con tan poco, la niña que sigo siendo, porque me he mantenido por ti, mi amor es desinteresado, nunca espere que me amaras, solo quería mirarte, poder caminar junto a ti, nunca se lo conté a nadie, el amor de esta solitaria y oscura niña era lo único que me mantenía viva"

"mi madre había muerto hace muchos años, mi padre parecía un extraño al que no le importaba en lo mas mínimo, no tenia amigas confiables a las que contarles de ti, tuve que aprender sola lo que significaba el amor y como demostrarlo, trate de mejorar por ti, sabía que te gustaban los libros, según había oído tu padrino que era escritor te enseño y los libros que habías escrito eran famosos, empecé a leer mas para ti, aprendí a tocar el piano pesando que algún día pudieras oírme, con el poco dinero que me daba mi padre compraba telas y me hacia mis propios vestidos, tratando de verme lo mejor posible a pesar de casi no encontrarnos"

"te vigilaba todo el tiempo, en mi casa junto a la puerta había una ventana que daba a la tuya, desde ahí te miraba, pasaba horas enteras y para que mi padre no me descubriera sostenía una libro fingiendo leerlo, aprendí todo de ti, conocía tus trajes y tus sombreros, no te rías querido, pero era así de inocente, besaba el picaporte que tocabas y recogía las colillas de tus cigarrillos porque tenían la suerte de tocarte, suerte que moría por tener, desde mis trece hasta mis dieciséis años viví así, para ti"

"Cuando te ibas de viaje, porque nunca te gustaba permanecer demasiado tiempo en casa, era para mí un sufrimiento, ver a Sai empacar tus cosas y limpiar la casa era una agonía, en esos días de ausencia me sentía muerta, trataba de disimular para que mi padre no se diera cuenta, pero lloraba todas las noches, no creas amor mío, que estaba loca, quizás fueron excesos pero era el amor más puro que podía sentir por ti, y no me avergüenza, al contrario me trae tanta felicidad recordar mi inocente idolatría a ti"

"Siempre que te veía me escondía porque no tenía el valor de darte la cara y si no podía escapar agachaba la cabeza para ocultar el evidente sonrojo que tu mirada provocaba en mi, el momento más feliz de mi niñez fue en una ocasión cuando estabas de viaje, vi a Sai entrar con una pesada alfombra y ofrecí ayudarle, me miro sorprendido pero aceptó, solo fue un momento el que estuve dentro de tu habitación, no pedí mas, para mí el admirar tu atmosfera fue el mejor regalo que alguien pudo haberme dado, mire la mesa donde te sentabas y el florero de cristal sobre este, el lugar donde vivías, donde yo deseaba vivir"

"pocos días después me llegó una mala noticia, había estado tan distraída viviendo para ti que no me había dado cuenta del cambio que tenía mi padre, así que cuando me llamó seriamente para tener una charla me asuste, pensé que había descubierto mi amor por ti, que me prohibiría verte, pero era algo peor, se había enamorado de una mujer de considerable estrato social y se casaría con ella, no teníamos dinero, pero al parecer nuestro apellido aun significaba algo para la corte"

"El matrimonio de mi padre no significaba tanto pero intuí que no seguiríamos viviendo ahí, cuando se lo pregunte me lo confirmó mientras hacía entrar a su prometida, era peor de lo que me lo esperaba, no solo no viviría cerca de ti, sino que nos mudaríamos de la ciudad, no escuche mas, me entere por mi padre que me desmaye"

"No pude oponerme a mi padre, su carácter siempre ha sido inflexible y cuando me di cuenta ya habían mudado todo de la casa, al día siguiente partiríamos, esa noche, mi última noche cerca de ti quería verte, pero tú no estabas, te espere sentada en el frio suelo aprovechando que mi padre dormía, era una noche fría y yo solo llevaba una bata fina encima, pero no me iba a ir, no hasta verte por última vez, quería llenarme de ti lo mas que pudiera, mi amor era tan infantil que no deseaba más que mirarte y conservarte en mi mente"

"Te espere en esa precaria e incómoda posición toda la noche, eran las tres de la mañana cuando regresaste, el frio dejo de importar y con mi temblorosa mano tome el picaporte, iba a abrir, a lanzarme a tus pies aun sin idea de que te diría, pero escuche una risa, no venias solo, te acompañaba una mujer y me quede en esa posición, perdí mi oportunidad de verte esa noche; al día siguiente sin espíritu para luchar me llevaron fuera de la ciudad"

"mi hijo murió anoche y mañana llegaran con el ataúd a llevárselo, quizás algunos amigos traigan flores e intenten consolarme, pero de qué sirve todo eso si volveré a estar sola, sola en medio de tanta gente, como los dos años que viví en la otra ciudad con mi padre y su nueva esposa, desde los dieciséis hasta los dieciocho, fueron los años más tristes que pase, sin verte, me encerré en mis recuerdos de nuestros encuentros y mis vigilias, leí todos tus libros aprendiéndome cada línea que tu mente creó, hoy después de tantos años aun puedo recordarlas, la mujer de mi padre trataba de sacarme, pero me mantenía en luto, no acepte a ninguno de los chicos que se interesaban en mi, para que ser feliz sin ti amor mío"

"ya no era yo una niña, tenia diecisiete, dieciocho años y los chicos me miraban, siempre me disgusto porque estar con otro que no fueras tu era inconcebible, me decían que era tímida, pero en realidad dentro de mi crecía una mujer que deseaba estar contigo, mi madrastra me quiso como una hija así que la convencí para que me dejara volver a mi ciudad, quería trabajar así que me consiguió empleo en una casa de confección de un pariente"

"cuando volví a la aldea, lo primero que hice fue dirigirme a tu casa, ahora solo me separaba de ti el delgado cristal de tu ventana, me quede toda la tarde mirando hasta que las luces se apagaron, ya no vivía frente a tu casa, así que todos los días después de mi trabajo me dedicaba a mirar esa venta esperando verte asomado a ella alguna vez"

"te vi días después, caminabas hacia la casa y me marche cruzándome contigo, baje la cabeza, volvía a ser la niña de trece años de nuevo, quería que me vieras, verte a los ojos pero no tenía el valor de hacerlo, aguantando todo tipo de clima iba todos los días, a veces te veía con algún amigo, otros con mujeres, la primera vez q te vi con una chica del brazo, a pesar de haberlo visto por años, sentí un deseo contenido, la envidia y los celos que nunca había sentido, no te visite al siguiente día, y fue un día horrible, así que un día después volví arrepentida, no podía negar que eras así y que así te amaba"

"nos cruzábamos casi a diario pero nunca reparaste en mi, seguía siendo invisible ante tus ojos, hasta que llegó el día en que me miraste, un carro ocupo la calle haciendo que nos acercáramos, me miraste a los ojos, con esa mirada que le dedicas a todas y yo por primera vez no baje la mía, luego seguí avanzando, cuando voltee me di cuenta que me seguías con la mirada, pero a pesar de estar feliz me entristeció el notar que no me reconocías, nunca me reconociste, esa es la historia de mi vida, ser una desconocida para ti"

"Siempre pensé en nuestro encuentro, de tantas formas posibles, pero nunca espere que no me reconocieras, que no significaba ni el mas mínimo recuerdo para ti, eso me dolió de sobremanera, y cuando nos encontramos dos días después vi en tu mirada que me reconocías, pero no como la joven que te ama desde que te conoce, sino como la chica de dieciocho que viste hace un par de días en el mismo lugar"

"te acercaste a mí y no podía sentirme más dichosa, espere a que me hablaras, morí por escuchar tu voz, me saludaste como si nos conociéramos años y me invitaste a comer, ¿Cómo podría yo negarte algo? Quizás no recuerdes ni donde me llevaste, soy solo una de tus tantas aventuras, soy la chica que hablaba poco porque estaba demasiado feliz para arruinar el momento, nunca olvidare esa hora en la cafetería donde me trataste con tanto respeto y amabilidad como nunca espere ser tratada, eras tú, no era un sueño, si no hubiera estado enamorada de antemano, lo hubiera hecho en ese mismo instante, me alegre al darme cuenta que todos esos años de amor y espera daban su fruto, estaba contigo amado mío. Era tarde y me preguntaste si debía irme a otro lugar, ¿A dónde mas iría si contigo quería permanecer toda la vida? Te dije que no y me invitaste a ir a tu casa, mi si fue tan honesto y espontaneo que te sorprendió, ahora sé que las chicas decentes aunque mueran por ir, siempre se hacen de rogar un poco, pero no importo que pareciera una cualquiera, solo quería estar el mayor tiempo posible contigo. Tú estabas sorprendido, mientras caminamos hacia tu habitación me llenabas de preguntas como queriendo adivinar mi secreto, me sentía dichosa al verte tan interesado en mi, el llegar a tu cuarto fue un cumulo de emociones, estuve a punto de llorar de la alegría pero eso me hubiera delatado y no quería que eso ocurriera"

"pasamos toda la noche juntos, no te diste cuenta que era virgen, que ningún hombre hasta ese momento me había tocado como lo estabas haciendo tú, pues no puse resistencia alguna, todo el pudor que pude tener lo reprimí para que disfrutaras mas, para que no descubrieras mi secreto, que se que te hubiera asustado, porque te gusta amar, pero le huyes a los compromisos. No pienses querido que te culpo ni te acuso de mi perdida de castidad, porque no me sedujiste, fui yo la que me arroje a tus brazos a la primera oportunidad, en una de las noches más hermosas de mi vida"

"me levante temprano, debía ir al trabajo y no quería que Sai me viera, me abrazaste cuando ya me había vestido y me miraste de una forma muy dulce, por un momento pensé que me reconociste, pero solo era que te parecí bonita y feliz, me besaste en los labios y antes de irme me regalaste unas cuantas flores que descansaban en el florero de cristal de tu escritorio, unas rosas blancas que cuide y bese hasta que se marchitaron"

"acordamos encontrarnos de nuevo esta noche y la siguiente, fueron los tres mejores días de mi vida, pudiendo dormir contigo en aquella habitación que tanto amaba, al tercer día me diste una mala noticia, te irías de viaje, cuanto odio tus viajes amado mío, me dijiste que te dejara mi numero, pero solo te di una dirección en el correo para no revelarte mi nombre, prometiste que me escribirías cuando regresaras"

"Todos los días iba a ver si habías enviado alguna carta para mí, pero nunca llego nada, incluso ahora, que se acerca mi muerte no tengo ni una sola palabra tuya, pero no te culpo, te amo así como eres, olvidadizo, amoroso e infiel, libre como siempre quisiste ser, sabía que habías vuelto porque tu ventana encendida me lo decía, pero no me buscaste y eso me dolió"

"Mi hijo ha muerto, y ese niño también era tu hijo, no te miento amor mío, porque nadie miente en el lecho de muerte, no tiene sentido; te aseguro que ese hijo es tuyo porque nadie me toco desde que estuvimos juntos esas tres noches hasta que di a luz, y como permitir que algún hombre me tocara si consideraba mi cuerpo sagrado por tu contacto. Quizás te preguntes porque te he ocultado este hijo por tantos años, la respuesta es simple, no hubiera soportado que dudaras de su origen y como no hacerlo de una chica que se entregó a ti con solo pedirlo, te conozco tanto que se lo que hubieras hecho, en el caso de creerme me hubieras dado dinero para que mantenga al niño hasta que tuviera una edad suficiente para que lo internes en un buen colegio, me hubieras quitado a mi hijo porque no te gusta tener lazos con nadie y no seria para ti un lindo recuerdo sino una carga y moriría antes de serlo, te lo digo ahora que mi hijo ya no está y no puedes darme ofrecerme nada"

"perdóname querido si mis palabras son duras, pero estoy cansada, enferma y con un hijo muerto, he renegado de Dios por quitármelo y me he condenado, no quiero que mis palabras te hagan sentir culpable, yo te amo y mi destino siempre ha sido amarte a pesar que tu no me recuerdes"

"Mi embarazo no fue nada fácil, los mareos y los vómitos no son nada agradables, los últimos meses tuve que dejar el trabajo para que mis familiares no se enteraran del mismo y le dijeran a mi padre, sobreviví con los ahorros que tenia, pero antes de dar a luz la partera me robo mis últimas monedas y tuve que ir a un hospital público, no voy a narrarte la humillación que se siente estando en ese lugar, ante las miradas acusadoras de las enfermeras y las risas de los estudiantes para los que somos menos que animales"

"Tuve a mi hijo en la más horrible de las miserias y me di cuenta que no permitiría que volviera estar así, cuando lo vi por primera vez, con su cabello rubio y sus juguetones ojos azules comprendí que daría mi vida por él, como di mi vida por ti, nuestro hijo no vivirá entre tendederos y pobreza, se merecía lo mejor"

"Perdóname amor mío por haberte ocultado nuestro hijo por once años, había olvidado la tortura que sufrí pues su sonrisa me aliviaba pero ahora que ha muerto todo revive en mi y quiero gritar, contártelo es mi último alivio en esta dura vida que he tenido que vivir, pero no te acuso, acuso a Dios porque fue el culpable de todo esto, tu nunca hiciste nada más que ser tu mismo y si me ofrecieran volver a estar contigo a pesar de saber que volvería a vivir esa tortura lo haría, porque tu amor es todo lo que siempre he deseado"

"Mi hijo murió ayer, y tu no lo conociste, ni en los fugaces momentos en que nos cruzamos por la calle has posado la mirada en el pequeño que llevaba tu esencia, durante mucho tiempo me escondí, con miedo a que me reconocieras, aunque en el fondo sabía que no iba a pasar, estar lejos de ti se hizo menos difícil ahora que te tenía en nuestro hijo, me dedique a ti, pero no al independiente y autosuficiente, si no a tu versión aun necesitada de cuidado, el que tú que necesitaba de mi, deje de acercarme a tu casa, solo hacia una cosa, te enviaba un ramo de rosas blancas para tu cumpleaños, en conmemoración de la primera noche que estuvimos juntos ¿no te has preguntado alguna vez quien ha enviado ese ramo fielmente durante estos diez u once años? ¿Recuerdas a aquella joven a la que le regalaste unas iguales después de su primera noche? de seguro no lo recuerdas, pero ese regalo era lo que aun me hacía sentirme parte de tu vida"

"No has conocido a tu hijo y ahora me siento culpable, de haberlo conocido lo hubieras amado, y como no amarlo si es igual a ti, con sus azules ojos cautivaba a todos los que se atrevieran a mirarlo, era capaz de convencer solo con una mirada así como tú lo haces, en ambos es innato, es la herencia que demostraba tu paternidad, tan cándido mi hijo con su traje de marinerito o el de capitán, tan inteligente como tu mi amado, hablaba inglés de maravilla y aprendió francés antes de lo que el mismo profesor se imaginó, incluso en el último año ingreso a una de las mejores escuelas militares que existen en el país y lucia orgulloso su uniforme y su espada"

"Pero sé que te preguntaras como pude darle a mi hijo esa vida de niño rico si lo tuve sola en la más humillante de las miserias, no te asustes por lo que vas a leer pero me vendí, y no me arrepiento de haberlo hecho por él, pero no me convertí en una mujerzuela, tenía amigos ricos e influyentes, al principio los busque yo, pero después eran ellos quienes acudían a mí, por un único motivo, yo era hermosa ¿no lo notaste acaso? Todos se acercaban a mí por diversión pero terminaban enamorándose de mí, se volvían adictos, pero yo solo quería que me quisieras tu ¿irónico no?"

"¿me odiaras ahora que sabes que me vendo? Estoy segura que no, eres muy bueno amor mío, siempre lo has sido y de seguro entenderás que lo hice por mi hijo, por nuestro hijo, no me da vergüenza lo que hice, porque todo fue para que mi angelito no tuviera que sufrir el hambre que yo tuve que soportar, además mi cuerpo no me importaba, era tuyo, si tu no lo querías no significaba nada para mí que otros lo tuvieran"

"la caricias de esos apasionados hombres que me buscaban no lograban tocar mi alma, aunque no niego que llegue a sentir cariño por algunos que sufrían al igual que yo de un amor no correspondido, sobretodo de un conde que me ofreció su amor, pidiendo mi mano a pesar de conocer mi pasado y mi hijo, si yo hubiera aceptado ahora fuera una condesa y mi hijo tendría un padre cariñoso y bueno, pero no podía darle mi vida a un hombre que no fueras tu, ni podía permitir que mi hijo llamara padre a quien no lo era"

"esperaba impaciente nuestro próximo encuentro, hace tanto que mi cuerpo te extrañaba que resultaba doloroso, pero tanta espera dio su fruto, no puedes imaginártelo porque otra vez no me reconociste, estaba en un bar con unos amigos y tú te encontrabas en una mesa lejana, nuestras miradas se cruzaron, te gusto lo que viste, ya no era la niña que te vigilaba, ni la joven con la que pasaste un par de noches, era una elegante mujer la que tenias ante tus ojos"

"Esa fue la última vez que estuvimos juntos, hace un año, me hiciste una seña para vernos afuera del bar y accedí, le dije a mi acompañante que no tardaría, pero no regrese esa noche, cuando me dijiste para ir a tu casa no lo dude, a pesar de que mi acompañante era un buen hombre y ahora estaría ante las burlas de sus amigos por mi abandono"

"Siempre he sido así, en cuanto se trata de ti lo dejo todo, no me importan las consecuencias de mis actos, comprendí que para ti era una mujer de las que se venden, pero no te saque te tu error, lo era"

"Había un coche que te esperaba y me marche sin retirar mi abrigo, porque el tiquet lo tenía mi amigo, llegar a tu cuarto, ver tus escaleras, era como volver a vivir todo, volvía a ser la niña de hace 10 años, la que tuvo su primera noche de amor contigo, parecía un sueño que esto se volviera a repetir, tu habitación tenia ligeros cambios, quizás más libros pero todo para mí era como si nunca me hubiera ido de allí, en la mesa de tu escritorio se encontraban las flores que envié por tu cumpleaños y me alegro saber que al menos las cuidabas"

"Me tomaste entre tus brazos y volví a ser tuya esa noche, pero ni en la desnudez de mi cuerpo me reconociste, temí que al creerme una mujerzuela no me trataras bien, pero no fue así, fuiste tan tierno y amoroso como siempre supe que habías sido, nuevamente me sentí presa de ti, de tu amor, pensé que al tener un hijo y haber pasado tanto tiempo lejos de la vigilancia que te hacia mi pasión por ti había disminuido pero estaba muy equivocada, volvía sentir todo como si no hubiera pasado el tiempo, rece para que esa noche no acabara nunca"

"Pero la mañana llegó, me levante tarde y me invitaste a desayunar, la mesa estaba puesta y supuse que había sido Sai quien la puso, conversamos de trivialidades, no preguntaste mi nombre y supuse que era por lo que creías de mí, me dijiste que te irías de viaje y empecé a temblar, la impotencia se apoderaba de mi"

- Que lastima – solté sin mas

Me miraste intrigado aunque algo divertido

- ¿de verdad te da pena?

- El hombre que amo también se va mucho de viaje – nunca me había sentido tan arriesgada

- Pero vuelve

- Si – respire profundamente – pero cuando vuelve ya se ha olvidado de todo

"me miraste de esa manera, pensé que me reconocerías, pero solo te conmoví – lo que es bueno nunca se olvida y yo no me olvidare de ti – tu mirada era tan profunda que pensé que me habías reconocido, pero no lo hiciste, porque de lo contrario no hubieras hecho lo que luego hiciste, voltee hacia el espejo para arreglar mi cabello y vi como discretamente metías billetes en mi bolso, tuve que resistir mis ganas de gritar…. ¡me estabas pagando! A mí, la mujer que te ha amado toda la vida, a la madre de tu hijo, me estabas pagando y comprendí que no era nada para ti y nunca lo seria"

"Tome mis cosas y al salir vi de nuevo las rosas blancas, quise probar mi suerte"

- ¿Me darías una de esas rosas blancas?

- Con mucho gusto - me diste un par

- Tal vez sea un regalo de una mujer que te quiere

- Tal vez – pareciste meditar – no sé quien las envía, es por eso que las quiero tanto

- No será de alguna que tú has olvidado – grite en mi interior porque me reconocieras, me miraste y me besaste, era tu forma de terminar una conversación

"Salí de tu habitación lo más rápido que las piernas me lo permitieron, no querías que me vieras llorar, pero al dejar aquella vecindad me choque con Sai, me pidió disculpas y me ayudo a ponerme de pie, fue solo un segundo que nuestras miradas se chocaron y entonces vi su sorpresa, Sai me había reconocido, el hombre que no me había visto desde mi infancia me reconoció y estaba tan agradecida por eso que quise lanzarme a sus pies y besarlos, saque de mi bolso y le di los billetes que tú me habías dejado, se asusto al principio, luego pareció entender, en aquel instante ese hombre tan frio me había comprendido más que tú en toda tu vida"

"Mi hijo a muerto, nuestro hijo a muerto y ahora no me queda nada más que tu, ¡tú que nunca me has conocido!, una vez pensé en retenerte en tu hijo, pero incluso el me dejo en la oscuridad de la noche, ahora estoy sola y a punto de morir, pero no quiero entristecerte, para ti no soy ni un recuerdo, solo quería gritar mi dolor antes de partir, una sola vez quería que me recordaras, a la mujer que te ha amado siempre y a la que no has recordado nunca. Tal vez intentes llamarme al leer esto y será la primera vez que no correré hacia a ti, no dejo mi nombre, ni el recuerdo de mi rostro, porque así no sufrirás por mi muerte, si te doliera que me fuera no podría morir"

"Ya no puedo escribir, tomo mi cuerpo se siente pesado, me duele el cuerpo…. Es la fiebre sin duda, ya no tengo que más decirte. Adiós amor te estoy muy agradecida, solo deseo que la muerte se apiade de mí y me lleve antes de ver como se llevan a mi hijo al cementerio, lo único que me entristece es saber que ya no habrá quien te envié las rosas blancas el día de tu cumpleaños… amor mío si en algo puedes ayudarme seria en eso, así como muchos piden misas en sus aniversarios de muerte yo quiero que por mi compres rosas blancas el día de tu cumpleaños, una forma de seguir viva como lo hice por más de 10 años… es mi primer y último deseo amor…. Gracias por todo lo que me has dado, te lo agradezco, te amo, te adoro… adiós"

Aun con la carta en las manos temblorosas trato de recordar, pero era tan difícil, podía apenas y esbozar recuerdos de una vecina pequeña, de la joven que conoció hace años y de la mujer de un bar por la que pagó, pero todas eran imágenes difusas, como si quisiera ver tras un velo demasiado grueso, trato de recordar esos sentimientos, un rostro, una voz, pero no había prestado demasiada importancia y su mente le fallaba. Era como si en vez de vivirlas las hubiese soñado, su mirada cayó en la jarra de cristal que por primera vez en años estaba vacía el día de su cumpleaños. Se asustó. Sintió una fría brisa que lo rodeo, como si su amor inmortal y desconocido estuviera aun allí, algo se extendió en su ser y se quedó pensando en aquel amor invisible, en la mujer a la que varias veces había visto, pero que nunca había mirado.

FIN