¡Hola lectores fanáticos de Sailor Moon y sobretodo bienvenidos fans de Sailor Mercury!

Me decidí a hacer esta historia como un regalo a mi querida Ami Mizuno ya que a ella como a otras de las chicas jamás les dieron oportunidad de vivir un verdadero romance. Así que aquí está mi tributo a una de mis parejas de anime favoritas AMI & TAIKI.

Espero que les guste y me acompañen siguiendo esta historia.

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Disclaimer: Todos los personajes de Sailor Moon pertenecen a Naoko Takeuchi.La publicación de ésta historia, no tiene fines de lucro su propósito es exclusivamente el entretenimiento.

Toda la poesía aquí expresada, pertenece a la autora de este fic.

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REGRESÉ POR TI

CAPÍTULO UNO

TOMÉ UNA DECISIÓN

Tus ojos

Traigo a mis recuerdos el manto celeste

y de pronto veo ahí esos ojos brillantes,

ojos bellos que atesora el corazón

y que al no tenerlos ha perdido la razón.

Dulces ojos escondidos de mi amor

ojos sonrientes, amables, soñadores

que llenan mi alma de hermosos resplandores,

zafiros que hacen de mis sueños los mejores.

Ojos que son mi espejismo anhelado

el motor de mi ser enamorado

ojos que prometen el amor deseado

ojos que añoro con afán desesperado

Son tus ojos mi cielo imponente,

el espejo en el que quiero reflejarme,

el mar en el que anhelo sumergirme

el abrazo eterno en el que deseo fundirme.

=T.K.=

- Así que no has perdido la costumbre de aquellos días- dice Sailor Star Fighter con una sonrisa-

-¿Por qué no has llamado a la puerta?- dice Sailor Star Maker mientras cierra rápidamente su antiguo cuaderno de poesía.

-Veo que no estás de humor, esa susceptibilidad tuya es cada vez más insoportable, pero no he venido a molestarte, solo vine a decirte que ya es hora, nuestra princesa quiere verte, no la hagas esperar.

- Perdona, no quise ser tan hostil, es solo que estoy muy nerviosa.

- Descuida, no estoy ofendida y aunque no lo creas, entiendo como te sientes y sabes que cuentas con todo mi apoyo, ¿verdad? admiro tu valor para hacer lo que estás haciendo y deseo que todo salga como esperas. Pero ¡anda! No pierdas tiempo, la princesa Kakyuu está esperando. Yo estaré aquí apoyándote – dice Fighter mientras regala una cómplice y alentadora sonrisa.

-Sí – responde Maker con voz nerviosa

Un sobrado nerviosismo le recorre de pies a cabeza, es inevitable el sudor en las manos, el nudo en la garganta es tan asfixiante que cada metro parece un kilómetro, es la primera vez que ese camino tan conocido parece interminable y su recorrido es tan tortuoso.

-Sólo necesito un poco de valor, el valor que me da el amor que he llevado por tanto tiempo dentro de mi alma, esta será la primera de las muchas pruebas que le esperan, pero saldré avante, no me rendiré, me ha costado mucho llegar a este momento y no me permitiré echarlo a perder por un instante de debilidad. Éste es el camino que elegí, no daré marcha atrás.

Mientras meditaba en todo aquello, Maker ha llegado a su destino casi sin notarlo, los nervios han desaparecido transformándose en una imperiosa necesidad de libertad, en una emoción indescriptible que la impulsa a ser honesta, y luchar por su felicidad aun sabiendo que el precio a pagar será alto.

- Has demorado en venir Maker, que mal que a éstas alturas haya que recordarte el protocolo – dice una seria pero bien conocida voz.- Me parece que ha llegado el momento de conocer cual es tu decisión final, este tema está por demás hablado y considero que has tenido el tiempo suficiente para pensar que es lo que realmente quieres, no podemos peder más tiempo en este asunto.

-Su majestad, lamento haberla hecho esperar, no ha sido esa mi intención, me disculpo por mi descortesía- dice Sailor Maker al tiempo que hace una reverencia.

- Sólo quería ponerte más nerviosa, lo siento pero no resistí la tentación – comenta la princesa Kakyuu mientras esboza una maliciosa sonrisita.- perdona mis arranques de niña traviesa. Bueno, no te llame para hacerte víctima de mis juegos infantiles, quiero que me digas a que conclusión has llegado, que es lo que deseas hacer –comenta retomando su característica formalidad.

- Mi deseo su majestad, es abandonar esta figura, dejar a Sailor Star Maker y ser Taiki Kou, de una vez y para siempre.

- Pero ¿Estás completamente segura de esta decisión? ¿Estás conciente de que nunca más podrás regresar a nuestro planeta?

-Lo se, pero es este amor que siento dentro más fuerte que nada,- apenas y puedo respirar sin tener cerca el amor, aquel amor que un día me dijo que creía en los sueños y el romance, esa dulce niña que me enseñó a creer, y a quien aquella noche mientras admiraba ese cometa, prometí que cuidaría de mis sueños y mi romance y es justo lo que hago ahora. – prosigue Sailor Maker con cierto dejo de nostalgia.

-Pero dime ¿Acaso has pensado que pasará si ese amor que te consume tan desesperadamente no es correspondido? Entonces tu sacrificio habrá sido en vano y no habrá nada que hacer, probablemente te condenarás a una vida simple e infeliz.

- ¡Claro que no será así! – Responde impetuosa Sailor Star Maker- y en el remoto caso que eso sucediera, yo viviría feliz y con la satisfacción de haber hecho lo que creí correcto, porque así, habría librado la batalla más difícil de mi vida y aunque no tuviera la victoria, tendría la gloria de haber vencido el miedo a sentir, el miedo a amar y abandonar todo por el ser amado. Lo he pensado tanto, hasta el agotamiento, y sí, ciertamente me causa una gran angustia el futuro, la incertidumbre de lo que me esperará al volver a la tierra y al encontrarla a ella… pero es más fuerte el amor que hace que mi corazón casi salga de mi pecho, que si no hago nada por alcanzarlo moriré de pena, se secará mi alma quedará de mí solo un espectro gris, una estrella apagada sin la menor esperanza de volver a resplandecer.

- Ya veo – responde la princesa reflexiva- Pues si ésta decisión ya está tomada, yo no me opongo, porque también creo en los sueños y el romance- dice mientras entrega una de las más dulces sonrisas a su oyente. – Creo que serás muy afortunado si logras conquistar el corazón de esa chica, y estarás rodeado de personas en verdad valiosas, yo guardo un grato recuerdo de ella y de sus amigos y amigas que tanto nos ayudaron. ¿Sabes? Me pone triste decirte adiós te he tomado gran cariño y me siento profundamente agradecida por los años de leal servicio que me has brindado.

-Su majestad yo… Yo no he querido claudicar- interviene Sailor Maker-, no es que ya no quiera servirle, no es que desprecie ser una sailor scout es solo que…

- Que a veces hay que dejar un sueño maravilloso por uno más grande y sublime – interrumpe la princesa – no tienes que darme más explicaciones de sobra conozco tus razones, tus porqués, yo no estoy recriminándote nada al contrario, has ganado mi respeto y admiración por la entereza con la que has enfrentado todo esto, eres valiente, impetuosa y eso me gusta.

- Gracias… -suspira Maker sin saber que más decir -, princesa gracias por su bondad, por su apoyo que tanto me ayuda hoy para estar segura de mi decisión.

-La mejor manera en que puedes agradecerme es siendo muy feliz, pelear por el amor de esa chica, si te rindes fácilmente entonces, no solo te habrás fallado a ti, sino a mí también, confío en que lucharás y serás feliz y todos aquí seremos dichosos por ello, te lo aseguro. – Expresa la princesa mientras posa su mano en el hombro de su hasta hoy protectora. –Lo harás ¿verdad? Confío en ti y en la fuerza que el amor te dará para ir siempre hacia delante.

- Sí lo haré, no me rendiré, se lo prometo, me he jurado a mi misma que lucharé por el amor de mi vida, porque ya he dado un paso firme hacia adelante, para no retroceder.

- Entonces no hay más que decir, prepara lo necesario para tu partida – agrega Kakyuu entusiasta -. Mientras tanto yo trabajaré en mi parte para que todo salga como esperamos. Por cierto, ¿Healer y Fighter saben tu decisión? ¿La han aceptado?

-Bueno- contesta Maker pensativa – La realidad es que Sailor Fighter me apoya, opina casi lo mismo que usted, pues me ha dicho que muy probablemente haría lo mismo de saber que tiene al menos una pequeña posibilidad con esa niña Serena, pero sabe que el amor de ella, tiene un solo dueño. De hecho, está esperándome en mi habitación dándome apoyo a distancia esperando ansiosa que le cuente sobre esta conversación, es bueno contar con ese apoyo incondicional, me hace todo más llevadero. Sin embargo Healer, está muy reticente, casi no habla conmigo, piensa que es una tontería lo que estoy haciendo, me ha dicho que soy idealista y que no estoy pensando con claridad, que he perdido la cordura por seguir un sueño absurdo. De alguna manera la entiendo, ella siempre ha sido así, altiva, arrogante, escéptica del amor sincero y duradero, aunque no puedo negar que me da un poco de tristeza saber que ella no está de acuerdo, no quisiera irme estando mal con ella, somos más que amigas, ¡somos hermanas!

-Entiendo, pues que te parece si hablo con ella, tal vez podemos aprovechar mi posición de "su Princesa"- dice la monarca con un falso tono de orgullo mientras se para erguida y comienza a caminar de un lado a otro .- Por órdenes de la princesa del planeta del fuego, ¡ todos deben de luchar por los sueños y el romance! Se oyó bien, ¿No lo crees?-comenta, tratando de aminorar la tristeza de Sailor Maker- Sí, todos deben enamorase por decreto real, ¿Qué te parece? Yo creo que será la mejor ley que haya promulgado.

-Princesa Kakyuu - contesta al fin Sailor Star Maker con una cálida sensación en su pecho – no tengo palabras, muchas gracias por esta muestra de cariño, no es necesario que intervenga en este asunto de Healer, yo hablaré con ella y estoy por completo segura que si no me entenderá, al menos deseará mi felicidad.

-Bueno, Si tu lo dices,- agrega la princesa con una infantil decepción – Me hacia ilusión decretar que todos debían enamorarse, quizás en otra ocasión, cuando Healer Se enamore – Comentó la princesa al tiempo de dejar escapar una sarcástica risita. -Será mejor que vayas a darle un informe a Fighter antes la incertidumbre la haga desmayar.

Sí, Con permiso su alteza, se despide Maker tras una reverencia. – y gracias nuevamente, me siento más tranquila ahora.

-Ve, no hay nada que agradecer, Se despide igualmente y como siempre sonriente la princesa.

Ya en el exterior, Maker observa a todos haciendo su vida normal, gente trabajando, niños jugando, chicos riendo, mientras tanto pensaba cuánto extrañaría ese lugar que con tanto esmero y entrega ayudó a proteger hasta ese día. Pero también, la esperanza que en ese momento albergaba su corazón le hacía mantenerse firme en la decisión que ya era un hecho. Pronto partiría a una nueva vida a nuevas experiencias, pero sobre todo, una vida llena de amor. Mientras caminaba rumbo a su habitación, saludaba a todos a su paso con cordialidad, siempre sonriente, de alguna manera comenzaba a despedirse silenciosamente, no con tristeza, pero si con nostalgia, sabiendo que nunca más volvería a pasear por aquellos hermosos jardines, ni a correr por los pasillos, ni a contar historias de sus batallas a las a aprendices de sailor scouts, que ésta sería una de las últimas visitas a la princesa que tiempo atrás buscaba desesperadamente a través de sus canciones, canciones que hoy eran dirigidas a otra mujer.

- Supe que nuestra princesa te llamó para hablar contigo – dijo de pronto una voz altiva –imagino que te llamó para hacerte entender que estás cometiendo un error, que estás arruinando tu vida por una fantasía sin sentido. Espero que la hayas escuchado y por fin hayas recapacitado – continuó diciendo esa voz que no era más que Sailor Star Healer, haciendo notoria su presencia y su total oposición.- Seguramente la princesa te ha hecho cambiar de opinión, te habrá dicho que desaprueba tu idea de abandonarnos por perseguir un imposible. Imagino que no te permitirá renunciar a su servicio así cómo así.

- ¡Te equivocas!- interrumpió súbitamente Maker- ¡No puedo creer que esos sean tus deseos! ¡Eres más que mi hermana! ¡Deberías desear mi felicidad!- Dice Maker alzando la voz con decepción en la mirada. – Para tu infortunio, la princesa Kakyuu me apoya y me ha dado su consentimiento, me iré muy pronto, para luchar por mi felicidad.

- ¡Ja! ¡Con que poco te conformas! Ni siquiera tienes la certeza de que esa niña sienta el más mínimo cariño por ti, bueno, por Taiki.- Dice desafiante Healer a su amiga mientras la mira retadoramente.- Los terrestres nada saben de amor, tú lo viste, solamente les importa la apariencia física, la posición económica, sólo por ser una persona reconocida dicen sentir amor por ti, ¡tú lo viviste! ¿Acaso es mentira lo que digo? – continua diciendo Healer encarando a su compañera.

-No todos los terrestres son iguales y lo sabes bien, Sailor Moon nos enseño mucho sobre el amor verdadero, la amistad, la unidad… Ella y las otras sailors pelearon por el bienestar de la galaxia, ¿ya lo olvidaste? - increpa Maker sosteniendo a Healer por los hombros y mirándole a los ojos.

- Se dicen muchas cosas al calor de una batalla, además ella tenía que pelear por su planeta ¿no? Así que sólo nos beneficiamos de algo que ella buscaba para sí, lo mismo las otras chicas – dice orgullosa y retadoramente Healer- ultimadamente harás lo que has decidido, así que suéltame y déjame en paz – Se separa bruscamente de quien la tenía sometida y se aleja a paso firme sin ocultar su disgusto.

- No entiendo su actitud,- dice Maker para si- Es mi hermana, debería entenderme, al menos apoyarme, hemos compartido tanto, en las buenas y en las malas, aún en la peores situaciones siempre hemos estado unidas ¿Por qué no puede tan sólo desearme lo mejor y darme su bendición en mi nueva vida? Me aflige saber que no cuento con su apoyo, pero no daré marcha atrás.

- Así que decidiste dejarme esperando muerta de angustia- se oye a lo lejos la voz de Sailor Star Fighter- Eres tan mala- continúa reprochando mientras llega hasta donde está Maker- si no me querías contar pues no me hubieras dejado esperarte.

- Fighter – contesta Maker saliendo así de su ensimismamiento. – Disculpa, es que me encontré con Healer y no ha perdido oportunidad para hacerme saber su opinión- continua con un dejo de tristeza en su voz.

- No le hagas caso a esa obstinada lo que pasa es que siente envidia porque nunca ha sabido lo que es estar perdidamente enamorada- apunta Fighter guiñando un ojo y con una pícara sonrisa tratando de alguna forma consolar a su amiga.- Bien, ¿me seguirás torturando con tu silencio o me dejarás saber que te dijo la princesa? ¿Te odia y te destierra para siempre? ¿Te dejará vivir tu romance soñado? ¡Anda dímelo ya!

- Pues la verdad es que, bueno… no sé… Me apoya, tengo su aprobación- responde intempestiva Maker antes de sentir la sacudida que le propina su amiga – ¿En verdad? ¡Qué emocionante! ¡No lo puedo creer! ¡Vas a realizar tu sueño! ¡Me siento dichosa por ti! Dime, ¿Cómo puedo ayudarte? ¿Qué necesitas? … Espera un momento, ¿Me puedes decir a razón por la cual no estás brincando de gusto?- interroga Fighter- Deberías de estar feliz, ya diste el paso más importante para alcanzar tu anhelo de ir a la tierra.

-Lo sé – responde Maker cabizbaja – sí me alegra que la princesa me haya dado su anuencia para mis planes, estoy más que dichosa porque pronto viajaré a la tierra a buscar mi destino, pero… no todo es tan simple, no puedo irme sabiendo que Healer me odia. No puedo pensar en irme dejando mi amistad con ella rota. ¿Me entiendes? – Dirige su mirada hacia su oyente tratando de encontrar en ella comprensión- Tú te sentirías igual ¿no es así? Ella al igual que tú es muy importante para mí, ustedes son mi familia – de pronto, Maker ha dejado escapar unas cuantas lágrimas, evidenciando el enorme pesar que siente por la actitud de quien ella considera un pilar para su vida. - Me duele sobremanera que no puedo contar con Healer para esto, si ella no está de acuerdo y me marcho dejándola tan dolida y enojada conmigo, sin duda morirá una parte de mi alma, me sentiré un ser incompleto y no podré alcanzar la plenitud de mi felicidad porque recordaría que aquí deje un ser tan infeliz por causa de mi partida. - entre tanto hablaba, su llanto era cada vez mayor, pues al sentir que perdía la amistad, el cariño y el apoyo de uno se sus seres más amados, no podía evitar la amargura que sentía en su pecho, como si una daga afilada se hundiera en lo profundo sin piedad alguna. – No puedo hacerle daño a mi hermana, ¡no sé que hacer! – Exclamó mientras caía de rodillas cubriendo su rostro con las manos.

- Maker no decaigas ahora, por favor – consuela Fighter, apresurándose a abrazar a su desconsolada amiga y comenzando también a llorar. Inesperadamente un momento que debió ser de gran alegría se ha tornado gris y desolado. – Lo que no has visto es que la actitud de Healer es solo su estúpido intento por ocultar sus verdaderos sentimientos, ella no quiere que te marches porque te extrañará.

- Yo también las extrañaré, pero no puedo ser tan egoísta como para pedirles que hagan el mismo sacrificio que yo y que vayan conmigo, tampoco puedo quedarme porque una parte de mí viviría reprochándoles el no haber conseguido mis sueños. Y eso tampoco sería justo para ustedes, que yo las culpara de mi infelicidad. Me siento tan abatida, ¿Crees que soy demasiado egoísta por perseguir el amor? – Pregunta Maker a la amiga que aun le abraza.

- NO- contesta una tercera persona,- he sido yo la egoísta – afirma Healer quien lleva un rato escuchando la conversación de sus amigas, es solo que no quiero que te lastimen.- Argumenta la chica con lágrimas en su rostro.

-¡Healer! – Exclama Sailor Star Maker separándose abruptamente de Fighter- acaso, ¿has estado escuchando?

- Digamos que escuché lo suficiente, para darme cuenta de que he sido una idiota, que por querer evitar que te hagan daño, he sido yo quien te ha causado mucho dolor y confusión, perdóname por favor. Lo único que quiero es verte feliz estés donde estés, aunque sea en otro planeta. – Finalmente, la sailor termina acercándose a sus amigas y uniéndose al abrazo que había interrumpido.

- Healer, ¿hablas en serio? ¿Tengo tu consentimiento? –Pregunta Maker al tiempo que extiende su brazo para recibir a su amiga.

- Sólo espero que esa niñita sepa corresponder el sacrificio que harás por ella, si no yo misma la buscaré por el universo entero para hacerla pagar. ¡Te lo juro! No vamos a permitir que esa mujercita nos haga quedar mal.- Asevera la ojiverde tratando de recuperar su arrogante personalidad.

- Definitivamente, tú no cambias, pero al menos seguimos siendo las tres – comenta Fighter mientras que disfruta del abrazo de sus hermanas y sonríe aliviada.

Bueno, ya basta de tanta cursilería, ¡están asfixiándome! – grita Healer al tiempo que trata de soltarse del empalagoso abrazo.

- Demasiado bueno para ser verdad, nunca dejarás de ser una amargada- dice Fighter tratando de molestar a Healer.

-¡¿Amargada? – Contesta molesta Healer, haciendo notar a su agresora que logró su objetivo- ¡Mejor amargada que tonta e ilusa!

- ¡Basta las dos!- grita la chica de ojos color violeta- definitivamente... extrañaré esto, como podré vivir sin sus constantes peleas – agrega con nostálgica voz.

-Arriba ese ánimo Maker ya pasaste una de las pruebas más difíciles, - expresa Sailor Star Fighter mirando acusadoramente a Healer – así que a trabajar, tenemos que buscar una sustituta – agrega entusiasta.

Sí, aun hay que afinar muchos detalles, así que no perdamos tiempo –dice la sailor ojiverde haciéndose así parte de los preparativos.

-Gracias chicas, sabía que podía contar con ustedes, que afortunada soy de tenerlas a mi lado, sin ustedes apoyándome no podría alcanzar la felicidad a plenitud, las quiero, - comenta Sailor Star Maker, secando las lágrimas que aun quedaban en su rostro y poniéndose de pie.

-No te pongas sentimental de acuerdo – regaña Healer a su amiga, ¡a trabajar!

Es así cómo las amigas se alejan, conversando sobre los pasos a seguir para preparar el viaje de Maker, todas con el más genuino deseo de que todo resulte bien, con la ilusión de que el amor sea capaz de vencer todos los obstáculos.

Han pasado varios días desde que Sailor Star Maker conversó con la princesa Kakyuu y obtuvo el consentimiento de su amiga Healer. Ha estado dejando sus cosas en orden, todos los pendientes respecto a su servicio para la princesa habían sido resueltos, incluso, había encontrado ya a una sustituta, Sailor Star Lover, una chica alta y de larga cabellera rubia. Quien Sailor Maker estuvo entrenando y evaluando personalmente, de tal manera que al ser parte del circulo interno de la princesa hiciera el mejor de los papeles, así Maker podría marcharse tranquila.

Así ha llegado el día del ansiado viaje; La princesa Kakyuu, Sailor Star Fighter, Sailor Star Healer y, la nueva integrante de las sailors, se encuentran reunidas en la torre más alta del palacio. Es una hermosa y pacífica noche, los jardines del palacio lucen hermosos iluminados por las estrellas, todo es tan pacífico y silencioso que se puede apreciar el sonido de la brisa al pasar.

- Ha llegado el momento de decir adiós – rompe el silencio Maker – agradezco en el alma su cariño y su apoyo para que esto sea hoy una realidad, me voy persiguiendo el sueño más sublime de mi vida. Healer, Fighter, gracias por todo las llevaré siempre en mi corazón. Hermanas, ustedes han sido mi sustento en tiempos difíciles, han sido el paño para secar mis lágrimas en los tiempos desalentadores, mis cómplices en mis locuras y travesuras, mis compañeras de cada aventura vivida, de cada batalla librada, no tengo nada con que pagar todo lo que me han dado. Les prometo que no fallaré, no me rendiré ni me dejaré caer tan fácilmente. – Dirige su mirada ahora hacia la nueva integrante - Sailor Star Lover, confío en que harás un buen trabajo, siempre fuiste sobresaliente entre tus compañeras, y este es el tiempo de demostrar lo aprendido, te encargo que cuides mucho a nuestra princesa.

- Así lo haré, confía en mí- responde la chica mirando a los ojos a su interlocutora en señal de compromiso.

- Princesa – Continua Maker - Una vez más gracias por su incondicional apoyo y su ayuda no tengo palabras para expresar mi gratitud.

Sailor Maker – contesta la princesa con pacífica y dulce voz-, tú y tus compañeras me han servido por años, arriesgando su vida a cambio de la mía, inclusive, tiempo atrás en la tierra, me buscaron sin descanso hasta hallarme, pelearon al lado de Sailor Moon y las otras sailor Scouts contra Galaxia para proteger la vía Láctea; razón por la cual hoy podemos vivir en paz. Soy yo la que está agradecida.

-Princesa yo…- suspira Maker

-No tienes que decir nada más- interviene la princesa – Todas estamos aquí porque deseamos tu bienestar y entendimos que ese bienestar está al lado de esa dulce jovencita de cabellos azules así que no hay más que hablar. Acércate – ordena la mandataria – Toma la forma de Taiki Kou.

- Sí – obedece inmediatamente Sailor Star Maker, transformándose. Hecho esto, entrega su estrella de transformación a la princesa Kakyuu, renunciando así a ser una sailor scout.

-Kakyuu toma posición frente a Taiki, posando su mano derecha en la frente de éste -Por el poder que me es conferido como la princesa del planeta Kinmoku, el planeta de Fuego, te entrego tu libertad para ir en busca de tu destino.- dicho esto, Taiki toma la forma de estrella fugaz y alzando el vuelo hacia el cielo nocturno y desapareciendo segundos después.

-Despedimos hoy a una gran guerrera, pero también a una amada amiga. Hasta siempre mi querida Sailor Maker, buena suerte Taiki Kou Acota la princesa sacudiendo su mano en señal de despedida.

Hasta siempre… - repiten al unísono Fighter y Healer mirando hacia las estrellas.

En medio de una noche oscura y callada, un apuesto joven ha llegado a su destino, un departamento que parece ha estado vacío por largo tiempo.

-Ami Mizuno he venido por ti, y no descansaré hasta ganar tu corazón, hoy comenzaremos a escribir nuestra historia, una hermosa historia de amor…

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Mientras escribía este capítulo, vino a mi mente una canción de los 90's del grupo Kairo "Dile que la amo". Pienso que de alguna manera describe perfecto los sentimientos de Taiki. Si quieren escucharla adelante.

Saludos.

=Anny Mizuno=