Drabble. Participa en la actividad del grupo 'Zona Hero' . Primer día. Omegaverse.


La primera vez que sus ojos se posaron en él, pensó que era alguien… extraño, incluso molesto, pero su instinto le llevaba hacia a él cada que tenía oportunidad. No era un idiota, sabe a la perfección que ese maldito omega que parecía que sudaba glitter le atraía. Y también se ha dado cuenta que él no le es indiferente. Entonces… ¿qué hacer? Se veía tan malditamente frágil que se ve a sí mismo rompiéndole ni bien le toque, era un fastidio, pero sin importar cuánto quiera mandarle a la mierda a él y a su estúpida sonrisa ¡No puede! Lo que hacía más irritante el asunto era que a duras penas se veían o coincidían. Entonces ¿qué pasó? ¿Cómo fue que llegaron a esa situación? Aoyama y él han terminado en siete minutos en el paraíso, ¿cómo ha permitido que Kirishima le convenza en hacer es a mierda? Ni él mismo sabe. ¿Se lo agradece? Es probable.

La tenue luz que existía en el closet (por ahí escuchó que alguien tenía miedo de la oscuridad, llorones) hacía resaltar de una manera hechizante sus ojos. Quiere a este omega, quiere marcarlo, reclamarlo como suyo y ese sutil movimiento en el cuello del chico le informaba que no era el único que lo deseaba. Se atraían como si de imanes se tratasen, no había vuelta atrás. Menos ahora que lo ha hecho su omega. ¿Cuánto tiempo les quedaba? Porque ahora que ha visto ese rostro sonrojado y deseoso, necesita besarlo hasta hincharle los labios.