Hace mucho que no pasaba por aquí… pero es que NECESITO escribir algo sobre este fandom 3 y pues… eso (?

Sobra decir que Boku no hero academia es una obra de Kohei Horikoshi, y que la presente obra la hago solo por amor al arte (?


Diamantes en el cielo

El majestuoso salón abría sus puertas a las jóvenes promesas heroicas, dentro podían verse más destellos de los que casi todos, podían recordar haber visto en toda su corta vida. Parecía que en verdad, UA no escatimaba en gastos para dar una buena experiencia académica de calidad a sus alumnos.

-Bien –se oyó decir a una voz masculina impregnada de desgano, misma que provenía de la tan conocida bolsa de dormir amarilla. -Estamos aquí justo como se nos pidió.

Aizawa salió del saco acolchado, dejando ver a los presentes un elegante smoking negro, resaltando la camisa nívea y la corbata rojo carmesí que portaba, misma que comenzó a aflojar ante la aparente falta de aire. Viró su cuerpo hacia atrás, donde los alumnos de la clase 1-A se mantenían en completo silencio con una mueca de sorpresa, quizá infundada por la elegancia del evidente costoso salón o por la indumentaria de Eraserhead. El héroe profesional no pudo evitar mostrar una mueca de satisfacción al ver los numerosos trajes y corbatines en sus alumnos, al igual que los variados vestidos en las juveniles heroínas. Al menos esta vez, no sería el único que pasaría por tal vergonzoso momento de usar esa ropa tan molesta. Soltó un bostezo dispuesto a dar un paso dentro del salón, cuando una temblorosa voz lo detuvo.

-Sensei… ¿De verdad está bien entrar ahí? –Se animó a romper el silencio Kaminari, titubeando inseguro.

-Ya lo has escuchado Kaminari. Como representante de la clase no puedo permitir tal falta de respeto al contradecir las palabras de Aizawa-sensei –Irrumpió Iida con un porte mucho más serio al vestir ese elegante traje azul.

-Es verdad, no podemos solo dar la vuelta e irnos –dijo Yaoyorozu llevando indignada su mano al prominente pecho que era cubierto por un discreto pero vistoso vestido rojo. –Solo mira a tu alrededor, todos se han tomado el tiempo de prepararse, lo menos que podemos hacer es aprovechar esta oportunidad y agradecer la gratitud de los profesores y la escuela misma.

-¡Pero! –Siguió hablado Kaminari- ¿Has visto eso? –Señaló ligeramente histérico el chico rubio- Siento que apenas entre ahí, romperé ese ambiente elegante con mi presencia.

-Exageras con esto, Denki –Jirou se adelantó haciendo sonar sus pasos mientras tomaba por el brazo a Kaminari y lo arrasaba con ella, ante la sorpresa del chico. –Solo tenemos que entrar y disfrutar esto, es solo un evento común, como el festival deportivo. –Rió divertida sin detenerse, mientras el balanceo de su vestido purpura le daba un efecto de mayor madurez.

-Ya han escuchado a Jirou, así que entren… recuerden que quien se escape de esto, tendrá una sanción: suspenderemos sus prácticas por una semana… Además, no estarán solos, el resto de las clases estarán también, no lo pasarán tan mal, supongo. –Murmuró Aizawa siguiendo de cerca a la pareja de Kyouka y Denki. Resopló algo cansado y se reprendió por pensar en esa excusa barata improvisada de la suspensión de las prácticas. Seguramente todos en la clase iban a creerla… lastimosamente era mentira. Todo lo que quería era que sus alumnos crearan memorias de experiencias comunes y corrientes que todo adolescente debe vivir. Aunque eso conlleve hacer el ridículo y usar esa molesta ropa que solo sirve para incomodar. Parece que después de todo, sí se estaba volviendo blando.

Uno a uno, cada alumno de la clase 1-A se adentró al espacioso y luminoso salón, donde numerosas mesas redondas se encontraban cubiertas por largos manteles blancos y rojos, siendo adornadas por algunas pequeñas velas que flotaban en pequeños cuencos de cristal que despedían un agradable olor a frutos rojos, llenando así todo el ambiente de calidez, al igual que los miles de destellos arcoíris que los candelabros proyectaban por la refracción de la luz. Las chicas abrieron los ojos de manera desmesurada al ver tal belleza y aceleraron el paso al encontrarse con más cosas sorprendentes, como la mesa de pastelillos y dulces, donde una preciosa escultura de hielo con la figura del escudo de la prestigiosa academia de héroes reposaba imponente.

-Ochako-chan, mira esos dulces –señaló Tsuyu con su dedo índice- lucen deliciosos.

-¡Ah! ¡Tienes razón! –la mirada chocolate de Uraraka centelleaba encantada. Me pregunto cuál debería tomar…

-Cualquiera, pero procura no ensuciarte –Dijo Mina alegremente a la espalda del par de heroínas. –Es un precioso vestido Uraraka, y a veces eres torpe cuando comes –sonrió la pelirrosa presionando una de las infladas mejillas de Uravity.

-¡Y-ya lo sé! Pero seré cuidadosa… -susurró apenada Ochako- Hoy quiero… lucir hermosa… para él…

Tsuyu solo llevó uno de sus dedos a su propia mejilla y bajó la mirada al vestido rosa pálido que le recordaba a las flores de cerezo, adornado con destellos en la ligera tela que cubría la falda de ese. Ese color en verdad le quedaba a su amiga. "Seguramente, a Midoriya le gustaría" Pensó.

-Chicas, creo que Aizawa-sensei nos llama… -interrumpió Yaoyorozu en compañía de Jirou y Hagakure.

Todas las chicas se dirigieron a donde Aizawa se encontraba, y pudieron ver que todos los chicos de la clase se encontraban ya ahí.

-Vaya que todos lucen mucho mejor de lo que esperaba –Dijo Hagakure al ver a todos los chicos.

-Tú vestido… también tú luces… bien –murmuró Ojiro cubriendo su boca, pretendiendo guardar esas palabra solo para él. Hagakure sonrió feliz ante eso, sin que el resto pudiera ver esa sonrisa, la guardó también para ella. Para ambos.

-Gracias.

-Bien… -Aizawa levantó la mano, llamando la atención de todos sus alumnos. Solo unas cosas que aclarar antes de que tomen sus lugares… -buscó con toda la paciencia de mundo en el bolsillo interior del saco, hasta encontrar un trozo de papel impecable. – Como ya saben, la clase 1-A tiene disponibles las mesas 1, 2 y 3. Pueden ocupar el asiento que quieran en dichas mesas… ahora… tengo que decirles las siguientes reglas: Número uno: No se le permite a los alumnos salir antes de media noche. Número dos: Queda completamente prohibido la utilización de quirks sin importar la excusa que se extienda. Número tres: Es obligatorio estar presentes en las mesas designadas anteriormente. Pueden ir a visitar a otros alumnos de otras clases, pero deben ocupar sus lugares para el discurso que dará el director Nedzu poco antes de media noche… Número cuatro: Es obligatoria la participación de los representantes de la clase para el baile de navidad. Y finalmente: Aquel alumno o alumna que trasgreda estas reglas, no solo será suspendido de sus prácticas, sino de clases también… y esto puede descalificarlos también de la contienda. Es todo.

-¡Profesor! –Se oyó al unísono la voz de Iida y Yaoyorozu alzarse con potencia, tomando la palabra Momo. – ¿Eso quiere decir que Iida-kun y yo tendremos que bailar juntos?

-Ah… no… rayos, siempre me olvido explicar esto –Aizawa pasó la palma de su mano por su cabello recogido y suspiró antes de continuar. –Todos los años en estas fechas se lleva a cabo el baile de navidad, en este evento se elige una pareja representante de cada clase por un mero juego de azar… ¿ven ese lugar? –El profesor alzó su dedo índice con dirección a una cabina donde parecía encontrarse el equipo responsable de la iluminación y la música. –Ahí, una persona se encargará de jugar con algunas luces, y se elegirán a los representantes de la clase mediante esas luces: cuando una luz roja ilumine a una chica y una luz blanca ilumine a un chico, será esa pareja la que represente a la clase. Por eso mismo es obligatorio que para el discurso del director, todos estén sentados en los lugares acordados. Sobra decir que es un concurso entre todas las clases… y la pareja ganadora y su clase, pueden pedir un deseo… así que esfuércense.

-¡QUE EMOCIONANTE! –Chilló extasiada Mina mientras saltaba en el aire. –Es muy divertido, espero ser yo la chica de la clase A –amplió su sonrisa y mostró a todos una señal de victoria dibujada por sus dedos. –Si me eligen, no duden que bailaré como si mi vida dependiera de eso para conseguir ese valioso premio, chicos.

-¿QUÉ CLASE DE MIERDA ES ESTA? ¡LOS MATARÉ! –Bakugou que hasta entonces se había mantenido casi completamente silencioso (ya que solo chasqueaba la lengua desinteresado), explotó; no sin antes poner los ojos en blanco y sentir las chispas llenar de calor sus palmas.

Cierto. Bakugou podría ser el representante de los chicos. Y entonces, todas las chicas se arrepintieron de no haber hecho caso a Kaminari al comienzo. Debieron haberse ido en cuanto tuvieron oportunidad.


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