HOLA LECTORA/ES! ESTE ES MI PRIMER FANFICTION EN MUCHO TIEMPO Y TENGO PLENA FE EN QUE VA A SALIR BIEN. ESPERO QUE USTEDES COLABOREN CON CRITICAS PARA PODER MEJORAR LA CALIDAD PARA USTEDES Y PARA MI.

DISFRUTE MUCHO HACER ESTE FIC, Y ESPERO QUE LO ENCUENTREN LLENO DE SORPRESAS

GRACIAS POR LEER Y COLABORAR

REVIEWS!

REVIEWS!

REVIEWS!


Capitulo 1: el anuncio.

Las mesas del Gran comedor estaban llenas a rebosar de alumnos ruidosos que charlaban animadamente sobre las próximas vacaciones de invierno. Solo faltaban 3 días y todos estaban más que entusiasmados: Había sido un año tranquilo, sin incidentes ni grandes noticias sobre los mortífagos, y eso tenía contentos incluso a los 3 amigos de Gryffindor.

Como todas las navidades, iban a pasarla en casa de los Weasley donde ya los esperaban sus habitaciones cálidas y sus regalos bajo el pequeño y raquítico árbol de navidad.

Ron estaba especialmente emocionado porque había dejado pistas y dado indicios sobre lo que quería bajo su árbol y esperaba con ansias comprobar si alguien había prestado atención.

La comida transcurrió con normalidad: Harry y Ron hablaban sobre Quidditch y Ginny intentaba convencer a Hermione de que podía hacer aparecer en su cabello unas adorables mechas de colores como había aprendido a hacerlo con la revista Corazón de Bruja aunque Hermione continuaba negándose mientras estuvieran en Hogwarts, pero había prometido pensarlo en las vacaciones.

Hermione amaba las vacaciones en la madriguera. Disfrutaba mucho el ruido, el calor de la casa, el amontonamiento de la gente que mas quería. No es que no disfrutara de las fiestas en su casa, pero era un ambiente diferente, más frio, menos ocupado. Es por eso que esperaba con ansias poder marcharse allí.

Por eso, y porque tanto ella como Harry habían captado las "indirectas" de su amigo y querían ver la expresión en la cara de Ron al ver que se cumplirían sus expectativas.

El almuerzo dio paso a los postres y justo antes de que algunos comenzaran a marcharse a sus respectivas salas comunes, Dumbledore se levanto con aire solemne y dijo en voz alta:

Alumnos, esta tarde voy a celebrar una reunión en mi despacho con los alumnos que voy a nombrar- Recitó una larga lista de nombres entre los cuales estaban Hermione Granger y, para su sorpresa, Draco Malfoy y continuó:- Para discutir los detalles de la reunión, diríjanse a sus jefes de casa. Espero verlos a todos allí- con una sonrisa volvió a sentarse en su lugar en el centro de la mesa de los profesores

Ron, Harry, Ginny y varios miembros más de su casa miraban a una colorada Hermione con una mueca de incredulidad. Era la primera vez que la llamaban solo a ella y no como parte del trío.

¿para qué te quiere Dumbledore?- Inquirió Ron confundido

No lo se- Hermione estaba nerviosa, no entendía el propósito de la reunión.

Hicieron un repaso mental de quienes también formaban parte de la lista pero no pudieron encontrar conexión alguna entre los miembros. Hermione iba a tener que esperar para saber. Quizá pudiera sonsacárselo a Mcgonagall cuando la viera aquella tarde para coordinar la reunión.

Draco Malfoy también estaba perplejo. ¿Qué quería el viejete con él y el resto de aquellos idiotas? ¿Para qué lo necesitaría a él y a la sangre sucia? No había nada en común entre ellos salvo un profundo desprecio.

Pansy cuchicheaba a su lado, intrigada por que solo unos pocos de su mesa habían sido nombrados y todos ellos tenían un estatus bajo o inexistente dentro de aquella casa. Todos menos Draco Malfoy

Draco, esto es preocupante. ¿por qué te llamarían a ti junto a toda aquella chusma?

Cállate-la detuvo. Ciertamente no le agradaba la mala publicidad, pero él era un Malfoy y sabía como mantener su dignidad intacta incluso en las más desagradables condiciones.

Ya no tenía hambre, y toda la mesa estaba hablando del extraño anuncio del director así que decidió marcharse a buscar paz en su sala común pero Pansy salió tras él hasta darle alcance, hablando incansablemente.

Hermione ¿seguro no quieres que te acompañemos? Yo se que a Dumbledore no le molestará que estamos presentes en la reunión.-

Por enésima vez Harry, estoy bien. Seguro no es tan importante, además, tu tienes un trabajo de pociones que terminar, salvo por supuesto que quieras hacerlo durante las vacaciones…- Dijo riendo. Harry dejó de protestar.

Lo cierto es que si estaba nerviosa. Muy nerviosa. Había ido a ver a Mcgonagall para enterarse de que se trataba la reunión pero esta se había negado rotundamente a darle mas detalles que la hora y la ubicación de la oficina de Dumbledore. Es por eso que ahora toda la situación la estresaba.

4:30. Ella ya no podía esperar mas por lo que decidió llegar un poco mas temprano a la reunión y salir de a torre. La espera la estaba matando.

Se alejó por el pasillo, caminando intranquila hacia el piso donde se encontraba el despacho del director sin prestar atención a nada más que sus cada vez más dementes elucubraciones. Tan concentrada iba en intentar descubrir para que la querían, que no notó que ya había llegado a la gárgola que vigilaba la entrada del despacho del director.

Solo detuvo su caminata cuando choco contra una superficie dura y helada. El golpe había sido tan fuerte que ella perdió el equilibrio y cayó de espaldas en el suelo enlozado.

¿Qué estas haciendo, estúpida Sangre Sucia?- al momento reconoció la inconfundible voz de su interlocutor

La miraba desde las sombras con una mueca de asco y desagrado, erigido en toda su estatura. Hermione se sintió pequeña por un momento al notar que había crecido y ahora parecía mas malvado y aterrador. Momentos después recuperó la compostura y le contestó mordaz:

Eres un maldito idiota Malfoy ¿por qué te paras en medio del pasillo?

Yo me paro donde se me de la gana, no es mi culpa que seas tan estúpida para no fijarte por donde vas. Supongo que es tu sangre sucia la que te impide notarlo.-

Supongo que tu santa sangre no te quita lo imbécil.- Hermione se enojaba con facilidad cuando estaba cerca de Malfoy.

Al menos reconoces mi superioridad. Reconozco que me sorprende de alguien que se junta con un mestizo y un traidor a la sangre.-

Los que tu llamas el mestizo y el traidor son mil veces superiores a ti Malfoy-

El Slytherin rió, con una risa tan fría y maliciosa que le helo la sangre a Hermione.

Supongo que tienes razón en algo: tú solo conoces la superioridad de un mestizo y un traidor. Jamás ningún sangre pura se acercaría a 50 metros de ti.-

Justo cuando estaba a punto de contestar, un nutrido grupo de estudiantes llegó a donde ellos estaban, seguidos de cerca por los jefes de las casas. Hermione le dedicó una profunda mirada de desprecio a Malfoy antes de sonreírle con inocencia a la profesora Mcgonagall.

Bueno, veo que han llegado temprano- comentó adelantándose hasta la gárgola y pronunciando la contraseña caramelos de limón.

Automáticamente la gárgola se desplazó y lo estudiantes subieron por aquella escalera de caracol tan peculiar. Hermione se aseguró de ser la última y quedar bien lejos de Malfoy.

Cuando llegaron, un sonriente Dumbledore los esperaba. Había aparecido sillas para cada uno, y Hermione podía jurar que el despacho nunca había sido tan grande como ese día. El director invitó a sentarse a los presentes antes de aclararse la garganta para comenzar a hablar:

Buenas tardes. Espero no haber interrumpido demasiado sus vidas pero tengo un asunto de vitar importancia que tratar con ustedes. Como todos saben, los mortífagos están cada vez mas activos y el Ministerio y El Profeta se empeñan el ocultar la verdad como sea. Es por eso que sus vidas y las de sus familias están en alto riesgo.-

Por fin lo había entendido. Hermione miró a su alrededor y la conexión saltó a la vista: Todos ellos eran hijos de muggles. Pero no era la única que lo había notado. Draco Malfoy estaba petrificado por la sorpresa de formar parte de aquel grupo

Es por eso que hemos tomado la decisión de que todos ustedes pasarán las vacaciones de invierno y la Navidad aquí en el castillo. Para ello tomaremos los debidos recaudos para proteger a sus familias mientras ustedes permanecen aquí bajo el cuidado y la vigilancia de los profesores.-

Malfoy se levantó como si hubiera tenido un resorte pegado en la espalda.

Profesor, debe haber una equivocación. Yo no pertenezco a este grupo, yo no soy un sangre…- se detuvo ante la atenta mirada de Snape cuyos penetrantes ojos lo detuvieron en el instante- yo no soy un hijo de muggle- terminó escupiendo las palabras.- además, yo puedo cuidarme y mi familia esta bien posicionada y es completamente capaz.-

Señor Malfoy, usted esta perfectamente ubicado aquí. Su situación es incluso mas delicada que la de cualquier otro de los presentes.- contestó calmado el director

Pero…- No iba a dejar pasar esto así como así. Pasar la navidad con un grupo de sangre sucia lo alteraba.

Señor Malfoy, la decisión esta tomada. Hablaré con usted luego para explicarle su situación.

Siéntese- lo cortó Snape con voz fría cuando Malfoy abrió la boca para protestar. Por primera vez a Hermione le pareció una decisión correcta por parte de Snape.

¿Hay alguna otra pregunta?- El humor del director no había cambiado en absoluto por la interrupción del rubio- Bien, entonces, los dejo con los profesores para que les den las instrucciones de seguridad.-

Malfoy volvió a levantarse con clara intensión de marcharse pero Snape lo volvió a dejar en su lugar con una mirada.

La profesora Mcgonagall tomó la palabra:

-las medidas de seguridad serán extremas dado que la situación así lo exige. En primer lugar, todos van a formar parte de una misma sala común. Sus respectivas salas y la mayoría de los pasillos y salones estarán vedadas. La biblioteca continuará funcionando al igual que el Gran Salón. No habrá salidas a Hogsmeade pero para alegrar un poco su estadía habrá una fiesta de Navidad.

Mcgonagall continuó hablando pero Hermione no la escuchaba.

Navidad. En Hogwarts. Sola. El alma se le había caído a los pies. Todos sus preciosos planes se habían esfumado de un plumazo.