Disclaimer: Los personajes nome pertenecen y de hecho parte de la trama es sólo 50% mía porque copié parte del libro, sólo que desde otro punto de vista. No sé ni por qué se hace esto, si con lo masivo que es Twilight, es más que obvio todo lo que se dice. Pero no importa, así es la vida.
Summary: Gracias a Sam, la vida de Leah se había hecho añicos. Su temperamento era el de una perra, con todas sus letras. Y su vida social, más pequeñas que cualquier otra. Ella lo necesita, él la necesita. ¿Cuál es el problema con eso? Leah/Jacob
Él estaba mirándola.
Él estaba tocándola.
Él estaba abrazándola y yo estaba estampada en la puerta de la habitación.
La miró directamente a los ojos e instantáneamente presentí lo peor. Puso sus manos –grandes y morenas – sobre las mejillas de ella y siguió mirándola. Se inclinó peligrosamente a su rostro y…
Yo seguía como una estampa pegada al umbral de la puerta.
Rozaron sus labios lentamente. Él nunca me besaba así. ¿Por qué de pronto había decidido comportarse de esa manera tan extrañamente dulce con…?
–Te amo – le susurró al oído a la chica que quince segundos atrás había sido mi mejor amiga, mi confidente, mi prima: Emily.
Se alejaron de a poco y siguieron con ese profundo contacto visual, porque sí, era jodidamente profundo. Sam. Mi Sam. ¿Qué hacía él con Emily?
No sé cómo, pero ya no estaba pegada a la puerta, había dado un paso. No un paso hacia atrás, fue un paso adelante. Masoquista.
Mi mano derecha estaba estrangulando el marco de la puerta con… rabia, no lo noté sino hasta que me comenzaron a doler los extremos de mis dedos: Mis uñas –cortas y un tanto sucias con tierra, pero aún así barnizadas – estaban incrustándose en él.
Me escocían los ojos. Sensación extraña en mí. Noté que una pequeña gota tibia que cayó en mis vaqueros. Estaba llorando.
Yo, Leah Clearwater, estaba llorando. Llorando porque mi novio, mi prometido, mi vida, mi futuro, pasado y presente, estaba besando a mi mejor amiga. Todo lo que un día había planeado con ese chico, se estaba esfumando ante mis ojos. Cada promesa se volatilizaba en cada una de esas miradas tan malditamente profundas. Cada lindo recuerdo de nuestros besos, desgarraba mi corazón al despegarse del mismo. Cada puesta de sol en la que prometimos nuestras vidas, pasaba sobre mi cabeza como una mala broma televisiva.
Pero esto no era una broma de televisión, porque en esa clase de bromas, al final salía un hombre a entregarte un premio, una recompensa, un consuelo diez veces mejor; y aquí, lo mejor que podría pasarme, sería que no me viesen y poder salir de la habitación, digna. Pero creo que eso no le pasa a Leah Clearwater.
Sam miro en dirección a la puerta. Sus ojos se abrieron desmesuradamente por la sorpresa.
–Leah…, yo… lo siento, no sabía que estabas aquí y…–Sam estaba nervioso, en cuanto me miró, toda su nubecita feliz se le cayó encima a peso de yunque.
–Mierda – maldijo por lo bajo, cerrando los ojos. Estaba pillado, fue pillado, tal como se dice, in fraganti. –Leah, lo siento tanto, juro que te lo iba a contar, es sólo que no sabía cómo y…– continuó, pero sin darse cuenta de que me estaba diciendo, entre líneas, que esto no era un desliz. Que esto no era de hoy. –Dios, no quería que esto fuera de esta manera, Lee-lee, por favor, no te vayas, deja que te explique…
Mis manos ya no estaban estrangulando el marco de la puerta, ya ni siquiera había marco alguno. Estaba furiosa, tiritando, llorando, odiando, amando; con las manos en forma de puños en mis costados, ahora incrustando mis pequeñas y barnizadas uñas en mis palmas. Mi cabeza era un torbellino, una mezcla horrible como las que hace Seth cuando le sobran las salsas de la comida rápida –si no se las come antes. –, esas mezclas coloridas y pestilentes. Así estaba mi pobre cerebro.
Podría perfectamente haber dado media vuelta y salir de ese cuarto hediondo a humillación, pero no pude, no podía con tanto "todo" dentro de mí.
Recompuse mi semblante y puse la mejor cara de póquer que encontré entre las salsas que bailaban en mi cerebro y con tono ácido dije:
– ¡Oh!, lo siento tanto, chicos. No noté que estaban tan ocupados, lamento interrumpir su momento y… ¡Ah!, Sam, recordé algo, sólo venía para entregarte esto – mostré el sobre que me había encargado Billy y fingí, ahora, un tono inocente. – Pero creo que no lo leerás en un buen rato más, así que… –lo dejé en una mesita que estaba a mi costado derecho. – te lo dejaré aquí, nos vemos… Eh…nunca. – Descargué toda mi ira en esta última palabra cargada de eternidad. Mientras la pronunciaba, atravesé con la mirada Sam, pero no como lo había hecho tantas veces antes, sino que con odio, con odio y rencor, pena y miedo, asco y decepción; todo eso, mezclado con el más sociópata de mis sentimientos.
No sé por qué, pero no sentí rencor hacia Emily. Tal vez estaba demasiado ocupada odiándolo a él.
Salí corriendo lo más rápido que pude. Aun estaba temblando de la ira, nunca me había sentido así, por lo que decidí aumentar el paso. Me preocupé. No es como si fuera lenta por naturaleza, pero no se podría negar, de ninguna manera, que correr de esa manera era anormal. Podría jurar que iba igual o más rápido que un coche.
Luego, como si las cosas no pudiesen ir peor, todos los sentimientos que albergaba en mi cerebro se encendieron y me quemaron la columna vertebral, poco a poco.
Bien, esto no era normal.
Entre cada paso, salto, zancada, o cómo sea que le llamaran a los pasos de metros y metros, me iba encorvando más, la quemazón se hizo insoportable y de pronto, de lo único que fui consiente fue de que mis ropas estaban desparramadas en el camino. "¡Qué mierda… ¿Es que ahora estoy desnuda?!" pensé. Esto sí que se estaba transformando en una pesadilla, pero eso no fue todo, porque cuando quise mirar hacía en suelo y verificar que realmente mis ropas estaban desparramadas ahí, vi un enorme trasero, con rabo, peludo, inmenso, mío.
Paré en seco. Aullé.
Primera vez en mis cortos 16 años que escribo un fanfic con capitulos y todo eso incluido. Prometo que no será largo. Prometo que actualizaré seguido, pues la historia está termianda y guardada en un documento de word :)
La partí porque en total son unas 30 o más paginas, y no quiero que se aburran antes de tiempo. Sé que no es divertido leer capitulos eternos.
Tengo que agradecer a cada persona que me ayudó :) a Estrella Black, porque ella fue mi beta en el principio de la historia y la primera en leer algún trozo de ella. A Verónica, porque ella fue la primera persona en leerlo completo y a Dios, por darme el seso para poder escribir aunque sea, algo así.
Éste es sólo el comienzo. Luego vienen los llantos, los besos, el romance, el odio y todo eso. Aquí verán principalmente a los lobos. Pero hay humanos y vampiros mencionados y semi-presentes.
Espero que haya sido de su agrado y que "haya" realmente se escriba así. (sin corrector de ortografía y un diccionario, no soy mucho)
La verdad podría pedir suguerencias o criticas, pero está terminado, ya no hay mucho que hacer. Pero si quieren hacerlo, puedo usarlas para alguno de mis siguientes proyectos. Faltas de ortografia... me avisan, porfavor. Que lo edito inmediatamente.
Déjenme un review, por favor, si es que leen. Pues eso alimenta las ganas de seguir. Es, por decirlo, el pago para los aspirantes a escritores. Si no saben cómo. Pues apreten el botoncito verde que dice " Review this story/chapter" y ponen un nombre y comentan :) incluso un " lo leí" me sirve, para asegurarme de queno le estoy escribiendo al viento.
Sería. Muchos besitos, niñas/niños.
I love you!
Fonse!
