Otra maldición para Ranma
Capitulo 1
La Maldición
Killina88
Dos semanas después de la boda fallida, Ranma y su padre habían ido de viaje de entrenamiento, Ranma tenía tantas cosas en mente que en verdad lo necesitaba, pero al parecer Genma quería regresar a la casa de su viejo amigo. No muy lejos del Dojo Tendo, un panda cargaba en su espalda a una hermosa pelirroja.
- ¡Papa ya bájame te he dicho que no quiero!-protestó Ranma.
Genma sentía como su hijo se retorcía en su enorme pata de panda, apretrando así un poco más su agarre -grgrcgr
Ranma logró zafarse del abrazo del panda y se puso en posición de ataque para evitar cualquier intento de llevarlo por la fuerza- ¿Porqué quieres que vaya? ¡No estoy listo!
- Tienes que hacer frente a tus obligaciones.-escribió el panda en un letrero.
-¡Mira quien lo dice! No será que quieres regresar porque ya no tenemos dinero- remarcó la ultima palabra con una mirada inquisidora a su padre.
-También-respondió el mamífero.
Ranma cayó de espalda al ver el letrero su padre, era la persona mas oportunista del mundo-Pues si quieres ir ve tú ¡yo no quiero!- se dio vuelta y echo a correr.
-¡Hijo no huyas!- el panda trató de ir tras de el, pero la barriga le impedía seguirle el paso, igual recuperó el aire y siguió corriendo.
-¡Adiós!-gritó Ranma mientras se alejaba a prisa del lugar.
El panda perseguía a la pelirroja cerca de un hermoso templo japonés, ahí había un grupo de personas que estaban observando una reliquia antigua con un guía que les proporcionaba información de esta.
- Esta es la estatua de la Diosa Presea de 3000 años de antigüedad, se dice que trae consigo una terrible maldición a aquel que haga daño a esta estatua, es por eso que no deben acercarse si no provocaran la ira…
-¡No quiero! ¡No quiero! ¡No quiero! –gritaba una pelirroja mientras la perseguía un panda.
Los turistas veían sorprendidos la escena tan peculiar, otros tomaban fotos y algunos miraban divertidos, no era algo que se veía todos los días.
-No vas a poder escapar Ranma-Al terminar de decir esto, Genma lanzó una roca contra la chica pelirroja, Ranma esquivó la roca como pudo, haciendo que se cayera sobre la estatua y la rompa.
-¡Oh no! Pero… ¿pero que haz hecho?- reprochó el guía con un tono de preocupación- ¡Cargarás con una terrible maldición!
- ¡Mira lo que hiciste papá! ¡Ahora seguro lo tendremos que pagar!-regañó Ranma a su padre haciendo caso omiso de la advertencia.
-Yo no hice nada- escribió el panda-
- Ahora tendremos que ...¿Papá? -El panda al escuchar la palabra "pagar" había salido corriendo a toda velocidad. -¡Nos vemos en el Dojo Tendo hijo!
-¡Diablos! Siempre me deja viejo inútil, ¿Cuánto es por los daños?- se dirigió al guía.
-Oh no… no es nada, no quiero causarte más sufrimientos del que te haz causado tú.- rio maquivelicamente el excéntrico y pequeño guía de turistas.
Ignoró al desquiciado hombre, y se alejó de aquel templo, ya habian pasado unas cuantas horas, ahora Ranma dormía en su sleeping bag, la noche era fría, había un viento helado que le perforaba los huesos sin embargo estaba acostumbrado a soportar ese tipo de climas cuando viajaba de entrenamiento con su papá, muchas veces tenían que dormir en la intemperie por lo tanto se encontraba tranquilo, su sueño era profundo, últimamente no había dormido bien y culpaba al panda y sus molestos ronquidos, la noche parecía ser tranquila hasta que una voz potente increíblemente llegó a despertarlo.
- ¡Raaaaanmmma Saootooomee!-era la voz misteriosa de una mujer, los árboles se mecían fuertemente de lado a lado.
- ¡¿Que?! ¿quién ? ¿cómo?! - se despertó de golpe con los pelos enmarañados- ¿Q-quién eres tú? -preguntó con la voz adormilada- ¡Y porque me despiertas! -se quejó a la extraña voz.
-¡Haz roto mi estatua! ¡Tu estas maldito!-pronunciaba la voz de mujer.
-¿Qué... que dices?- trató de enforcarla con la mirada en medio de la oscuridad, sin entender de que hablaba.
La diosa movía las manos para invocar el hechizo que quería- Ferthblaka eka weohnata néiat haino ono Blaka eom iet lam-pronunciaba en un idioma desconocido.
-¿Qué?-miraba confundido- No te entiendo.
- Sufre Ranma ¡Jajajaja!- rio desapareciendo en una neblina, dejando solo a un confundido artista marcial.
Era una mañana hermosa en Nerima, los pájaros cantaban alegremente, Ranma se levantó y estiró sus brazos y su cuello, el cielo se veía despejado - Parece que será un día sin lluvia. - sin acomodar nada , salió a dar una vuelta, se sentía muy adormilado, no sabia porque pero no había dormido bien, todo era tranquilo, no había gran movimiento era muy temprano, ni siquiera se había levantado la viejita que tiraba agua a la vereda para su fortuna, sonrío y miró al cielo.- "Que buen día"
Un perro empezó a correr a toda velocidad en cuanto vio a Ranma, el no le dio importancia y siguió caminando tranquilamente, el perro de raza rottweiler seguía corriendo hacia su dirección y su cara no se veía amistosa, notando esto Ranma empezó a correr lo más rápido que podía pero parecía que el perro lo alcanzaría en cualquier momento.
-¡Aaaaaaah!-gritaba Ranma corriendo a toda velocidad- ¿¡Que le pasa a este perro del demonio!?- el perro gruñía ferozmente, las babas caían de sus fauces mientras ladraba enloquecido persiguiendo a Ranma.
Una joven de cabellos azulados había salido a trotar como todas las mañanas acostumbraba, de lejos pudo ver la escena, apresuro el trote y los siguió lo más rápido que pudo para ayudar.
- Es Akane…-miró hacia atrás y pudo distinguir a su torpe prometida- ¡Akane ayúdame!
Akane logró alcanzarlos sin dificultad interceptando al perro - ¡Rex!-regañó mientras le daba un golpecito en la cabeza- Eresun perro malo, muy malo ¡Muy malo! ¡Vete a tu casa!
El perro bajó las orejas y escondió la cola entre las patas haciéndose chiquito por el regaño que le había proporcionado la linda joven. Al verle su cara de desaprobación a lo que había hecho obedeció y se fue de ahí.
-Akane….ufff- decía tratando de recuperar el aliento-Que bueno que viniste… yo pensé que me mataría.
-Lo siento mucho- se excusó Akane- Es el perro del vecino ¿pero que haces aquí?, ¿estás perdido?- preguntó con cierto tono de amabilidad.
-No, no estoy perdido.-la miró con sospecha, conocía a Akane, lo más seguro es que escondido entre ese tono amable estaba oculto un sarcasmo que alojaba a un furioso Kraken que le devoraría sin piedad por lo sucedido en la boda.- Ahh… ya veo debes estar molesta porque no he estado estas ultimas dos semanas… lo siento yo…
La joven sonrió gentil , se agachó un poco y extendió la mano dando a entender que podía confiar en ella- Ven aquí, gatito, gatito, gatito.-lo llamó con dulzura.
-Ga…gato… ¿Dónde?-miraba Ranma aterrorizado su alrededor- Por favor Akane te lo suplico, no lo traigas cerca.- rogó Ranma , asi que esa era la venganza de Akane, lo haria enfrentarse con un gato, por lo mismo era que no quería regresar.
-Vaya gatito, tienes mucha suerte ese perro casi te come.- comentó mirándolo fijamente.
-Un momento… ¿el perro no me perseguía a mi?- analizaba a Akane se veía mas grande.
- Ya no tienes nada que temer, anda sal de ahí.- estiró un poco mas la mano para que la olfateara.
Ranma salió de entre los arbustos, a paso pesado temiendo lo peor, inmediatamente se acerco a un charco de agua para poder ver su reflejo y ahí encontró lo que más odiaba en este mundo.
-O…orejas puntiagudas-decía tocándose con las patitas las largas orejas- C-cola esponjosa- pronunció mientras la movía de lado a lado- Pelo negro, ojos… ojos… azules de ga…ga...gato-Ranma estaba al borde del colapso.
Akane miraba divertida a su pequeño amiguito- Definitivamente eres un gatito muy gracioso- le expresó con una sonrisa.
- Soy… soy…. ¡SOOOOOOYYYYYYYYYYYY UNNNNN GAAAAAAAAAAAAATTTTTTTTTTTTTTTTTTTTOOOOOOOOOOOOO!
Hola ¿cómo están? es otra historia que se me ocurrió mientras que escribía luchando por el corazón de Akane, me pareció buena la idea, manden sus reviews a ver que opinan
Besos bye, bye.
