Las TMNT y su historia no me pertenecen

Amor en Rojo

Ya la había sentido, me había seguido desde hace cinco cuadras, comenzaba a fastidiarme, no me atacaba pero me seguía. Sabía que era "ella" por que escuchaba claramente el ondear de su cabello, era probable que me equivocara, algunos hombres también tienen el cabello largo. Finalmente decidí parar

--Sal de una vez—estaba a menos de un metro de mi--¿Quién eres?—tenía el cabello ondulado, largo y rojo, una toga griega de color blanco, y unos ojos penetrantes de color gris. No contesto, suspiré fastidiado—No eres de aquí, ¿verdad?—siguió sin hablar, odiaba que Don no estuviera aquí, él era experto en estas cosas. La chica se me acercó, intentó tocarme la frente, pero me alejé. Ella se quedó ahí, pasmada, me llené de paciencia—Yo—me señalé—Rafael

--Raf—el--dijo ella, bien ya era un progreso, se señaló—Musi—te

--¿Musi—te?—sonrió—esto ya es algo—nos quedamos quietos por una fracción de segundos, hasta que reaccione—veo que puedes hacer movimientos ninja—me miró perpleja, suspiré con fastidio y se lo expliqué con mímica, me entendió e hizo algunas acrobacias—con que si—comenzamos a competir por ver quien hacía los mejores movimientos.

Finalmente paramos un poco cansados, yo me tumbé en el piso de la azotea, ella también…era una escena poco romántica, en vez de estrellas se veían luces de aviones, helicópteros y edificios, sin embargo, ella parecía estar observando algo, muy minuciosamente, al ver mi cara de duda, me colocó su mano en la frente y puede ver la imagen de un planeta gris con anillos rojos alrededor, cuando regresé a la realidad, ella me miraba con una profunda tristeza, suspiré

--Creo que te puedo ayudar, mi hermano es un cerebrito—no me entendió, pero aún así me siguió.

Brincábamos de azotea en azotea, lo bueno de aquella chica era que no tenía que cargarla para transportarla, era capaz de moverse por si sola…o eso creía hasta que haciendo un salto largo, tropezó y estuvo a punto de caer al vacío de no ser que la tomé por la cintura y llegamos al otro extremo, pero al caer, ella cayó sobre mi…nos miramos impasiblemente, comencé a sentir como la piel se me erizaba, eran pocas la veces que me pasaba eso, es decir… no era muy común que alguien…alguien me gustará tanto, la besé y ella me respondió

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Otro one—shot por el cumple de las tortugas