Digimon no me pertenece, ni el 96% de la trama.
Hay una mujer en mi oficina, Zoe que apenas completa una tarea durante el día. A pesar de sus defectos, tiene un titulo importante, un salario estupendo y mucho poder.
¿Cómo es posible? Empezó como asistente del vicepresidente. Por años se mato trabajando para él, y él la adoraba. La preparo para su posición actual, pero una vez que la tuvo segura, se volvió haragana. Su asistenta siempre le cubre las espaldas. Le conecta las llamadas particulares a su celular y afirma que esta en una reunión en la oficina cuando en realidad esta afuera haciéndose la manicura o en una tienda.
Había oído rumores de que Zoe era holgazana, pero no me importaba. No trabajábamos juntas, así que su incompetencia no me afectaba. Pero todo cambio cuando nuestros departamentos se unieron para algunos proyectos.
Casi enseguida, me encontré haciendo juego de malabares con los dos trabajos: el mío y el de Zoe. Y aunque ella estaba en una posición más alta, no era mi jefa, lo que no me impedía que me tratara como si yo fuera su segunda asistenta.
Llego a pedirme que le hiciera a cuenta de sus gastos… ¡A mi, que no hago la mía! Pensé en ir al departamento de personal, pero sabia que era tiempo perdido. Todos le tenían demasiado miedo al jefe para amonestar a su mascota. Parecía que no había modo que se fijara en su pobre desempeño.
Cuando ascendieron a la asistenta de Zoe y empezaron a buscar a su reemplazo, ore para que dieran con alguien que no le cubriera las espaldas.
Por semanas, ella rechazaba a todos los candidatos. Un día me encontré por casualidad a la hora del almuerzo con Meiko, una chica tímida y medio distraída que conocí en la secundaria. Cuando me dijo que buscaba trabajo, fue como si las nubes se despejaran y apareciera la oportunidad dorada de poner en evidencia a Zoe. Tan pronto como volví a la oficina, le informe que tenía a la candidata perfecta para ella. Zoe lo creyó y llamo a Meiko para una entrevista.
Unos días antes del gran encuentro, invite a Meiko a comer y la adiestre en lo que debía decir para conseguir sin alta el puesto. Sabia lo que Zoe quería oír: que la lealtad a su jefe estaba por sobre odas la cosas. Como dije, esta chica no era muy avispada y probablemente repitió con exactitud mis palabras. A Zoe le encanto la actitud de Meiko y la contrato al momento.
Fue cuestión de días para que incompetencia de Meiko pusiera en evidencia a Zoe.
Un tarde el jefe de Zoe llego inesperadamente para verla. Ella no estaba (por supuesto) y cuando él le pregunto a Meiko donde localizarla, en vez de decirle que estaba en una reunión, miró la agenda de Zoe leyó en voz alta que había ido al salón por el resto de la tarde para un tratamiento de queratina.
El jefe se puso tan furioso, que fue directamente al salón para confrontarla.
Según los rumores, recibió un serio regaño allí mismo y tuvo que suplicarle por una segunda oportunidad. Se la dieron y hasta ahora ha estado trabajando como una esclava, como al inicio. Ah y Meiko ha conservado su empleo, así que no me siento tan culpable por haberla usado.
Esta historia le pertenece a la sección de la revista Cosmopolitan llamada "Lo peor que he hecho en mi vida" yo solo adapte la historia a Digimon.
Me pueden contactar a mi twitter: TrueAleCriollo
