—Los personajes mencionados son propiedad de Hiro Mashima. Solamente la historia me pertenece.
—Beta-reader: Lilia Sierralta. (Capítulo sin revisión.)
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We're pregnant!
—01—
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''Aunque parezca mucho, ¡solo son nueve meses! ¿No te causa emoción?''
Atte: Una personita especial.
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Natsu frunció el ceño al terminar de leer aquella nota, no tenía idea de quién pudiera estar detrás de eso, y, de cierta forma; le causaba un poco de curiosidad.
¿Nueve meses? ¿Por qué tenía que esperar nueve meses? Y sobretodo, ¿Personita especial? ¿Quién era esa personita especial?
Suspiró sonoramente antes de tomar el café que vino acompañado con la nota, por lo menos, esa «personita especial» , había tenido un gran detalle con aquella bebida.
Natsu amaba el café.
Más si lo ayudaba a mantenerse despierto para llevar la contabilidad de la empresa de su hermano. Natsu realmente odiaba las matemáticas, era una especie de relación amor/odio, un día todo iba perfecto, otros días, podrían definirse con él y su trabajo pendiendo de un hilo.
Básicamente, así era su vida en el campo laboral. Pero no podía quejarse, ganaba bien, estaba rodeado de personas que él estimaba y, sobretodo, no era forzado.
Algo perfecto para él.
—Toc-toc. Tierra llamando a Natsu. —Lissana, su mejor amiga y, secretaria, entró llamando completamente su atención. —Toqué la puerta varias veces y no me escuchabas. ¿Pasó algo? —Natsu negó mientras tomaba nuevamente del café.
—Solo estaba pensando. —Mencionó vagamente mientras veía las carpetas en los brazos de Lissana.
—¡Ave María purísima! —Exclamó la joven de grandes orbes azules y cabello platinado mientras dejaba las carpetas en la mesa. —¿Es el fin del mundo? Con razón hace un calor insoportable. —Natsu fingió estar ofendido por el comentario de la mujer, pero solo pasaron algunos minutos cuando rompió en risas un poco escandalosas.
—Para que lo sepas, soy un ser pensante y muy inteligente. —Bromeó.
—Y lo segundo es que ganaré un premio nobel por promover la paz. ¿No? —Arqueó la ceja divertida. — ¿Y esa nota? —Preguntó extrañada. —No la vi en tu correspondencia.
—Yo te quería preguntar sobre ella. ¿No sabes quién la dejó? —Lissana negó mientras estiraba su mano para agarrar la nota. Él simplemente se la cedió.
—Oh. ¿Cómo está Lucy? —Preguntó con una pequeña sonrisa en el rostro. Natsu la observó sin entender el porque de la extraña alegría en el rostro de su amiga.
—¿Qué tiene que ver Lucy en todo esto? —Preguntó confundido. — ¿Sabes quién dejó la nota? —Lissana rodó los ojos y se llevo las manos a la cara en signo de total derrota.
—Supongo que realmente eres un idiota. —Susurró dejando la nota en la mesa.
—¿Dijiste algo? —Preguntó Natsu mientras la veía salir de la oficina.
—Tienes la tarde libre por hoy, si vas a casa, por favor comprale algo dulce a Lucy. —Volteó guiñándole el ojo.
—¿Por qué debería? —Cuestionó extrañado. Lissana suspiró frustrada.
—¡Solo hazlo, idiota! —Exclamó.
Natsu se dejó caer en el asiento mientras sacaba su teléfono. La pantalla de bloqueo brilló ante él, y, con una pequeña sonrisa; admiró la foto de su esposa dormida sobre su pecho.
Sin duda alguna, no había otra persona más importante para Natsu que Lucy Heartfilia.
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Cuando Natsu llegó del trabajo, eran pasada las once de la noche. Si bien Lissana le había dicho que tenía la tarde libre, todo se vio arruinado cuando Zeref llegó a su oficina reclamando su presencia en una conferencia.
Una conferencia de la cual, no entendió nada y, que firmó papeles sin saber muy bien que hacía.
Avanzó en silencio por la sala, las luces se encontraban en su mayoría apagadas y su comida reposaba en la mesa. Una sensación de calidez lo recorrió completamente, pero, aunque quisiera comérselo, ya había comido demasiado en la conferencia, así que tomó el envase y lo guardó en la nevera. Mañana sería otro día.
Cuando llegó a la habitación, no pudo evitar rodar los ojos ante la cantidad de envolturas de dulces que había en su mesita de noche, dejando de lado la chaqueta que llevaba puesta y lanzandola en alguna esquina de la habitación, recogió algunas de las envolturas que se encontraban en la cama y se acostó. No pasó mucho tiempo cuando el brazo de Lucy se afianzó posesivamente en él y la rubia balbuceara un muy bajito —e inentendible— buenas noches, o eso pensó él que había dicho. Antes de cerrar los ojos para rendirse al sueño inminente, depositó un sonoro beso en la frente de su esposa.
Sí, definitivamente no existía nadie más importante que Lucy Heartfilia en su vida.
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Fin del capítulo n1.
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¡Hola!
It's me.
Otra vez en el fandom de Fairy Tail jaja
La verdad es que estaba un día en mi cuarto y me llegó una pregunta:
¿Por qué Natsu es tan idiota?
¡Y así nació este fic!
JAJAJAJAJAJAJA.
Perdón. No lo puedo evitar xD
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Este es el pequeño comienzo de mi nuevo proyecto. Se que no debería estar publicando esto, tengo ya dos fics aún en proceso, but creo que puedo actualizar tranquilamente y sin problemas.
*Reza a todos los santos que así sea.*
Si esto que leyeron acá, fue de su agrado. ¡Me alegraría que no se fueran si dejar su review o favorito!
¡Los reviews alegran a los autores!
Más a mi, porque sí JAJAJAJA.
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Perdón si se me fue algún error.
Estoy robando internet para poder subir esto jajaja.
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¡Muchas gracias por leer!
¡Nos leemos pronto!
—Rosse Schäfer.
