Prefacio
Nunca me había imaginado que todo terminaría aquí en una ciudad en la que nunca había conocido. No después de haber encontrado a mi hermano, no después de haber entendido lo que significaban mis visiones o sueños y en lo absoluto no después de haber encontrado al amor de mi vida.
Pero si eso salvaba a mis seres queridos, si esto de alguna forma protegía a mi amiga entonces todo valía la pena, aunque no fuera a escuchar su voz una vez más…
Y de cierta forma esta era la mejor forma de morir, sabiendo que tengo una familia la cual me extrañara, después de haber tenido al hombre que siempre espere a mi lado, lo único que lamento es que sea su cara lo último que veré, pero al parecer ese era mi destino….
Cuando divise la bodega olvidada empecé a correr más rápido intentando no caer con alguna piedra o con mis torpes pies. Podía sentir las gotas de sudor caer de mi frente, no sabía identificar si eran de miedo o por el calor abrumador que se sentía aquí.
Me detuve en seco cuando llegue a la reja del lugar por un momento pensé en olvidarlo todo, en huir, en seguir viviendo, en regresar a los brazos de mi amado, a los brazos de mi hermano, pero yo sabía bien que nunca podría vivir con la culpa….
Pude sentir a los dos cerca de mí, identifique que uno me esperaba detrás de la bodega y el otro estaba en alguna parte dentro del lugar…
Con un profundo respiro entre agachándome por la reja, pude sentir como los ojos de él me seguían desde donde estaba y como se formaba una maliciosa sonrisa en su boca y no pude evitar pero cerrar los ojos y estremecerme…
"Por favor no me olvides. Por favor nunca me dejes de amar"- fueron mis plegarias antes de abrir mis ojos y enfrentarme a una muerte inminente.
Capitulo 1
No pude evitar las lágrimas que salían de mis ojos al igual que en los ojos de Anne y de Selene. Esta era probablemente la última vez que nos veríamos antes de que entráramos a alguna universidad y compartiéramos.
La madre de Selene iba manejando como copiloto estaba su hermano mayo, los Mckenzie se mudaban a Phoenix, Arizona mientras yo en un intento de escapar me iba a Forks una pequeña ciudad en la península olímpica (en donde todo era verde) en donde vivía mi tío Charlie, y Anne nos acompañaba a despedirse.
No sabría decir que extrañaría más si el clima de Tennessee o las tardes de películas que hacíamos cada viernes… seguramente no se pueden comparar…
-"Vamos Bellzie, Sel nos volveremos a ver tarde o temprano… no hay motivo por el cual llorar, no vamos a un velorio o algo parecido"- Anne dijo.
Anne Scobovïtch era de descendencia rusa como su apellido lo decía, es de un metro sesenta y cinco con pelo güero que de lejos parece plateado, tez blanca, y ojos de un azul penetrante.
-"Claro por qué comparar la despedida de mis dos mejores amigas desde kínder a un funerario me alegra la mañana"- Selena o mejor conocida como Sel dijo sarcásticamente. Esa no era una respuesta extraña de ella, Sel y el sarcasmo van agarrados de la mano.
Selena McKenzie era de descendencia brasileña o al menos su madre lo era, es de un metro sesenta, con pelo café claro, tez morena y ojos de un café casi negro.
-"Selena no empieces ahora"- la madre de Selena dijo sin voltear a ver atrás.-"Sabes que siempre te podrías quedar con tu padre"
-"Pero de todas maneras no seria lo mismo sin Bella"-Anne y Sel dijeron al mismo tiempo haciéndome brincar al escuchar sus voces en mi oído.
-"No se deben de preocupar nenas… seguiremos siendo las tres mosqueteras para cuando sea tiempo de la universidad, compartiremos una habitación y después iremos a Nueva York a vivir en nuestra pen-house como siempre hemos dicho"- Yo replique aun tratando de secarme las lagrimas.
Isabella McCartney es mi nombre, soy de descendencia italiana, soy la mas chaparra de las tres midiendo un cincuenta y cinco, mi pelo es café obscuro que a la luz le salen rayos rojos, tez blanca (la más blanca de las tres) y con ojos cafés que yo describiera aburridos pero Anne y Selene describen como profundos.
-"Si Bellzie tiene razón nos veremos dentro de poco y si no pasa eso solo tendremos que esperar a terminar la prepa… todo saldrá bien"- Anne dijo sonriendo un poco forzado.
Las tres asentimos tratando de creer las palabras, pero de alguna forma las tres sabíamos que si llegáramos a ver antes de la universidad eso no serian buenas noticias. Las tres temíamos por el futuro, no sabíamos como descifrar el último sueño…
Después de unos momentos de silencio se escucharon los frenos rechinar y la voz de la madre de Selene decir que ya habíamos llegado.
Con ayuda de Matt baje mis dos maletas con ropa que Selena y Anne me habían obligado a comprar.
Con el peso del mundo encima de nuestros hombros caminamos y entregamos las maletas de cada quien al vuelo que correspondían y nos acercamos a mi vuelo que era el que salía más pronto.
-"Bella sabes que siempre cuentas con nosotros para todo ¿verdad?"- Neleishka la madre de Selene me dijo cuando me abrazo. Sin podre hablar por el nudo en mi garganta yo asentí dos veces la cabeza.
-"Bueno enana espero que no estés mucho tiempo en el hospital"- Matt dijo haciéndose refiriéndose a mi torpeza imparable, esa era su forma de decir Bella te quiero tanto como a una hermana pequeña. Con un poco de inseguridad me abrazo fuertemente contra él.-"No nos olvides"- me susurro antes de separarse de mí y de quitarse discretamente un par de lagrimas.
Matt era alto con el pelo corto de un negro azabache y ojos cafés tenía 29 años y hace tiempo era el mejor amigo de mi hermano mayor que se encontraba ahora difunto desde hace 7 años, gracias a él y mi hermano Selene, Anne y yo nos volvimos mejores amigas…
-"No lo hare"-Le dije en voz alta y el sonrío un poco al ver que mi postura se había vuelto de de forma como ellos dirían testadura.
La siguiente en abrazarme fue Selena.
-"Oh Bellzie! Te extrañare más que las palabras puedan explicar… espero que todo esté bien, espero que si hayas cambiado el nombre en todos los papeles y espero recibir de ti un e-mail al menos semanal…"- me dijo. Podía sentir como sus hombros se sacudían por los sollozos reprimidos.-"Se que todo irá bien"- dijo tratando de convencer a las dos.
"Sé que lo estará Sel"-le dijo eh intente sonreír pero creo que salió mas como una mueca de dolor.
-"Tengo algo para que me recuerdes"- Selena susurro cuando me dejo de abrazar y metió la mano a la bolsa blanca que tenía en su hombro derecho, de ella saco una pequeña caja azul con un pequeño moño blanco.-"Se que no te gustan los regalos pero toma esto como unos pequeños recordatorios de Matt, mi madre y míos."
Resignada le quite el moño y la cinta adhesiva a la caja en donde encontré dos pequeños pendientes, uno era un micrófono que tenía un pequeño destello rojo y otro era un balón de futbol, representaban el gusto de Selena por cantar y el deporte favorito de Matt.
-"Oh Sel! Son hermosos! Muchas gracias"- Le dije y esta vez no detuve las lagrimas que volvían a salir de mis ojos. Con cuidado guarde los pendientes en mi bolsa de mano en donde tenía mi cel un espejo portátil, mi boleto, mis papeles necesarios y un impermeable muy bien doblado.
-"SI BUENO YA LA TUVISTE MUCHO TIEMPO DEJAME DESPEDIRME DE ELLA!"- Anne grito haciendo que Selene y yo riéramos con tristeza al ver que nuestra Anne no importara que seguiría estando ahí.
Sacudiendo la cabeza por la forma de ser de Anne Selena se alejo de mí para acercarse a su hermano.
Con movimientos muy teatrales Anne se acerco a mí y lanzo sus brazos a mí alrededor, si no la conociera mejor me hubiera sentido enojada de que alguien actuara de esa forma cuando al día siguiente ya no estuviera para que no riéramos al día siguiente, pero sabiendo que todo esto lo hacía para no llorar, para no pensar que ya no nos veríamos hasta dentro de un tiempo…
-"Te quiero montones Bellzie. Siempre pensare en ti cuando vea a alguien caer y tomare tu puesto como editora en el periódico de la escuela… sabes que tienes una familia más aquí aparte de tu hermano Bill y que mi cel siempre esta prendido para ti… nunca dejes de brillar amor"- Me dijo mientras se alejaba de mi para verme la cara y quitarme las lagrimas que aun caían por mis ojos a mi mejillas y después a mi blusa verde.
-"Me tendrás que mandar mails casi diario y así me dirás si ya encontraste al chico misterioso de tus sueños oh solo para decirme que tienes mucho frio y que me extrañas más a mí que Selena o al tonto de Matt"- eso consiguió que los dos mencionados dijeran exclamaciones de indignación y sacar una pequeña risa de mi parte.
-"Sabes que lo hare Ann"- dije y le di un apretón a sus brazos que era donde tenía mis manos.
-"Yo también te tengo algo amor"- Anne dijo y saco una pequeña bolsita blanca.
Con cuidado la abrí y saque un pendiente en forma de zapatillas de ballet, se refería una de las actividades favoritas de Anne, algo que se podía pasar todo el tiempo haciendo si fuera por ella.
-"Te representa perfectamente Ann"- dije mientras lo guardaba.
-"Los tendrás que poner cuando llegues a tu nueva casa se verán hermosos con los otros cinco que ya tienes"- Neleiska dijo mientras se acercaba con el celular en la oreja.-"Bill quiere hablar contigo amor"- me dijo mientras me pasaba el celular.
-"Pequeña ¿estás segura que te quieres ir?"- Bill mi hermano de 33 años me pregunto tan pronto como supo que yo tenia el celular.
-"Si creo que eso es lo mejor"- dije asintiendo la cabeza.
-"Entonces te deseo un viaje placentero y espero que te agrade quedarte con Charlie"- me dijo con voz resignada.
-"Muchas gracias Billy. Salúdame a Mary y a Lilly por favor"- le dije tratando de mantener mi voz fuerte.
-"Eso hare hermosa. Ten cuidado"- me dijo y con eso colgó su teléfono.
Lentamente le regrese el teléfono a Neleiska y ella me dio apretón de manos…
-"Los quiero"- dije mientras me daba la vuelta para ir al avión.
-"Nosotros también"- dijeron las cuatro voces en casi perfecta sintonía.
El vuelo que tomaría duraría siete horas de Tennessee a Seattle, de allí una hora en avioneta para llegar a Port Angeles y una más en carro… la ultima era la que me hacía sentir un tanto aprensiva, Charlie no era muy hablador y yo no sabía de que hablar con el hombre que hace años no veía…
No era que estuviera enojada con Charlie, no todo lo contrario ella se sentía muy agradecida por como él estaba tomando las cosas al fin y al cabo no solo habían sido los abuelos de ella los que habían muerto si no también los padres de Charlie, quien lo estaba tomando muy bien… hasta uno podría llegar a creer que estaba complacido por cómo había resultado todo.
-"Piensa positivamente Bella"- me dije para mí misma mientras cerraba mis ojos para dormir algo en el avión.
Después de lo que se sintieron segundos sentí como una de las azafatas me sacudía cuidadosamente para despertarme.
Encontrar mis dos maletas fue rápido ya que eran de un color chillante, único… cuando me subí a la avioneta en esta vi que empezaba a llover y mis ánimos se bajaron una rayita más.
Cuando llegue a Port Angeles encontré rápidamente a Charlie que se encontraba cerca de la entrada en donde pude observar que la patrulla de Charlie estaba estacionada. Charlie Swan el hermano de mi madre es el jefe de la policía de Forks. Al ver eso me recordó que había conseguido algo de dinero para comprar un auto propio y no tener la vergüenza de andar por la ciudad en la patrulla, eso haría que nadie se moviera….
Camine torpemente hacia él y me recibió con un abrazo de una mano y una mirada curiosa, nadie le había explicado el motivo que hubiera a él como mi guardián y no a mi hermano o a las familias de mis amigas pero no pregunto por lo cual le agradecí mentalmente.
-"Me alegro de verte Bella"- Charlie dijo una vez que estábamos en el auto.-"te ves muy bien, un poco más alta"- dijo viéndome de reojo mientras salía del estacionamiento.
-"Muchas gracias tío"- dije y por primera vez en todo el día la sonrisa no fue tan forzada.
-"¿Cómo se encuentra Bill y su esposa…?. También tiene una hija ¿no?"- me dijo mientras entrabamos a la carretera para Forks.
-"Una hija de tres años se llama Lilly… pues bien a pesar de todo"- le conteste y Charlie se ruborizo un poco, pensando que la pregunta había sido fuera de lugar.
-"Que bien"-
Y durante el resto del viaje fue callado excepto cuando me informo que ya me había inscrito en la escuela bajo su apellido al igual que con ayuda de un amigo suyo y Mary me había conseguido un carro. El gesto llevo una pequeña sonrisa a mi rostro y le agradecí.
-"¿Qué carro es?"- le pregunte curiosa por saber que tanta lata me daría.
-"Bill me mando el dinero para poder pagarlo. Es un Mustang, espero que te agrade."- me dijo nervioso, pensando que no lo aceptaría.
En Tennessee también había tenido un Mustang regaló de mi abuelo por los 16, uno de los pocos regalos que acepte con gracia.
-"Creo que estará perfecto."-dije.
Llegamos pronto a la casa de Charlie, era de dos pisos con un pequeño porche con dos sillas y una mesa. Enfrente de la casa había un Mustang azul modelo 2009 era usado pero desde la primera mirada que le di me enamore de él, era perfecto para mi, sabia como usarlo y cómo funcionaba todo.
Emocionada le di un abrazo a Charlie al salir de la patrulla.
-"Es perfecto. Muchas gracias Charlie" – dije cuando lo solté notando que se había sonrojado al igual que yo por la inesperada acción de afecto.
"Me alegra que te haya gustado Bella"- me dijo apenado mientras se movía para bajar mis maletas de la cajuela.-"Es un tipo de regalo de bienvenida"- explico apresuradamente.
-"Gracias de nuevo Charlie"- le dije mientras me asomaba por las ventanas.
-"Solo deseo que estés de lo más cómoda posible mientras te encuentres aquí"- dijo jalando mis dos maletas hacia la casa.
Me quede unos momentos afuera de la casa observando alrededor de la casa, sentía la lluvia en mi, tenía razón todo era verde, las piedras, troncos, hojas, pasto… sacudiendo la cabeza dije en voz alta. -"Es como estar en un lugar alienígena, me sorprende que la gente no sea verde con tres ojos"
Pero calle en seguida cuando Charlie se asomo por la puerta abierta de la casa.-"¿Vienes Bells?"- me pregunto y mi mano fue enseguida a mi pecho donde sentí una punzada de dolor, había pocas personas que me habían llamado así y la mayoría estaban muertas o yo la deseaba muerta, pero rápidamente aleje la mano si le grite a Charlie que ya iba para haya.
Al entrar a la case me di cuenta que en los años que no había visitado no había cambiado mucho excepto por el sillones de piel que se encontraba en la sala alrededor de la chimenea y tele.
Subí mis maletas con facilidad al segundo piso y entre a la habitación que siempre usaba, daba cara oeste viendo al patio delantero. Tenía el suelo de madrea con las paredes de un azul celeste de tono viejo, con las cortinas amarrillas por el tiempo… todo me recordaba a un tiempo donde la vida no era tan difícil, a un tiempo donde tenía a mi hermano para protegerme. Lo único que había cambiado era la cama que ahora era doble y no sencilla y un nuevo escritorio en donde había una computadora nueva con un model de internet al igual que un teléfono. La computadora la había mandado la familia de Anne cuando se enteraron que me venía para acá, para que pudiera comunicarme con todos de una forma más fácil que el teléfono. La mecedora que había desde que tengo memoria en ese cuarto seguía ahí en la esquina cerca del ropero y la ventana.
Había una puerta cerrada dos baños y la habitación de Charlie en el piso, sabía que la puerta cerrada daba al cuarto que alguna vez usaron mis hermanos y no tenía ninguna intención de abrirlo así que me dedique a desempacar.
De cierta forma me alegraba que Charlie no fuera un entrometido como lo era Mary a la cual estimo como una hermana pero sé que si estuviera en su casa estaría entrando cada minuto para ver cómo estaba, pero aquí podía dejar de poner cara fuerte para los demás dejar de pensar positivamente, dejar que mis pensamientos fueran al rincón oscuro que había evitado durante el último mes. Pare unos segundos el desempacar y mire por la ventana seguía lloviendo y deje un par de lagrimas salir. Pero decidí que todavía no era tiempo de llorar que todavía tenía muchas cosas en las que pensar, como en la nueva escuela.
Esta vez estaría sola, seria el bicho raro entre personas que se conocen desde el estomago de sus padres, todos se habían criado juntos, aparte de que ella estaba acostumbrada a grupos grandes, aquí solo había trescientos cincuenta y ocho personas contándome a mi misma.
Tal vez si fuera alguien que resaltara más, si fuera más como Anne o como Selena seria mejor, ellas sabían bailar y jugar cosas sin caerse, lo único que yo podía hacer eran sus dibujos basados en sus sueños y jugar futbol sin caerse o lastimar a alguien, caminar era un peligro no solo para mí sino también para los demás.
Termine de guardar mi ropa en el viejo ropero que había y tome mis neceseres para darme un baño después de horas de viaje. Al terminar mi baño me inspeccione en el espejo, a quien quería engañar, mi piel era transparente, no me ayudaría a encajar en la escuela, resaltaría demasiado, tal vez en ciertos lugares se vería mi piel linda pero en Forks solo se vería enferma…
Quien sabe que pasaría, si podía entablar conversación con los Scobovïtch y los McKenzie era porque los conocía desde hace tiempo, porque ellas también eran diferentes, no podíamos entablar conversaciones con las otras personas. Tal vez era por como veíamos las cosas a diferencia de los demás. Seguramente nuestra cabeza era diferente a la de los demás, al menos sabíamos que reaccionábamos diferente en ciertas situaciones.
No logre dormir esa noche bien, incluso con el jet lag y mis ojos hinchados por las lagrimas de cocodrilo que deje salir, la lluvia era mas potente y se pegaba contra el techo y vidrio haciendo un molesto sonido. Trate de apagarlo con la colcha azul que había traído con migo, cuando esto no funciono me puse la almohada encima de la cabeza, pero todo intento fue en vano hasta después de la medianoche cuando la lluvia se había vuelto en finas gotas.
Al día siguiente lo único que se podía observar por la ventana fue una neblina, haciéndome sentir claustrofóbica. Cambiándome en silencio me vi la mano vacía en donde acostumbraba a llevar mi pulsera de pendientes, recordándome que aun no ponía mis nuevos dijes. Los saque de mi bolsa y los deje encima de mi almohada, en seguida abrí mi joyero en donde estaban los anillos de mis abuelos al igual que un collar de mi madre y mi pulsera. Con mucho cuidado metí los nuevos pendientes, haciendo que ahora tuviera una pulsera de ocho dijes. Un balón de americano representando a mi hermano, un perro para mi abuela, un libro para mi abuelo, un zapato para Bill, un lápiz para representarme y los tres que me dieron ayer.
Con un suspiro largo agarre mi mochila y baje para encontrar a Charlie poniendo huevos con tocinos en dos platos. Con una sonrisa le agradecí y los dos nos pusimos a comer en silencio. Antes de irse a la comisaria me deseo suerte en mi primer día de escuela y me recordó que ahora estaba bajo su apellido. Yo asentí con la cabeza para demostrar que lo había escuchado y dándome un beso en el cabello se fue poniéndose la pistola en cinturón. Observe la planta baja con más detenimiento. Las sillas no coordinaban y la mesa era vieja y redonda. La cocina era de un color amarrillo con los gabinetes con flores en las puertas que mi madre había pintado unas vacaciones que visitaba a su hermano. En la sala donde se encontraba la chimenea estaba repleto de fotos de la familia en donde salían mis hermanos, mis abuelos, mi madre, incluso una que otra con migo en donde salía con las chicas… al parecer Charlie estaba resignado a la perdida de las personas… en el centro había una foto de mi madre cargándome en una cama de hospital rodeada por mis abuelos, padres, Bill y Emmett.
El dolor y la incomodidad que había sentido desde que había llegado Port Angeles regreso y tratando de evitar un derrame de lágrimas tome rápido mi mochila de la silla y las llaves que se encontraban en una mesa cerca de la puerta. El auto arranco suavemente y rápido pero sin exceder el limite de velocidad me puse en marcha para buscar la escuela. No fue tan difícil de encontrar la escuela, el edificio como todo lo demás en el pueblo estaba en la carretera, tenía un letrero que decía que esta era la preparatoria Forks, era un conjunto de edificios con ladrillos rojos, haciéndome recordar en conjunto de departamentos.
Cuando entre en el estacionamiento me di cuenta que incluso esto estaba lleno de verde con sus árboles por todas partes y de nuevo sentí una oleada de añoranza no habría dos chicas esperándome en la entrada del salón de literatura, no había nada que me recordara a casa y por unos segundos no sabía si eso era bueno o no. Sin más preámbulos me puse el impermeable para cubrirme de las gotas heladas que habían empezada a caer de nuevo y salí para dirigirme al edificio que decía "oficina principal".
El lugar estaba calientito y tenía luz que no me esperaba. El lugar no era muy grande tenía un par de sillas acolchonadas el piso estaba tapizado por un alfombra gris y en frente de la puerta se encontraba un escritorio con una vieja computadora y una mujer con playera morada que tecleaba en ella.
Tentadoramente me acerque al escritorio y con voz tímida me hice notar.-"Eh.. Perdone…"- dije y la mujer subió la vista de la computadora, sus cabellos pelirrojos se le movieron y pude ver sus pequeños ojos detrás de lentes de botella.
-"¿En que puedo ayudarte?"- me dijo con tono amable.
-"Mi nombre es Isabella M…Swan"- dije recordando el cambio de apellido. De inmediato su cara se lleno de reconocimiento. Al parecer me parecía lo suficiente a mi madre y Charlie como para que se creyeran la historia de que era la hija adoptada del jefe de policía. Y por la reacción de la mujer me habían estado esperando.
-"Por supuesto"- dijo. Se puso a buscar entre los papeles que tenía cerca del teclado hasta que encontró un par de hojas que junto y volvió la vista hacia a mi.- "Estos papeles son tu horario de clases, un mapa de la escuela y un papel que tienen que firmar todos tus maestros."- me informo mientras me indicaba que papel era cual.
Me explico cual era el mejor camino para legar a mis clases y también algunas normas que tenían los profesores. Con una pequeña sonrisa le agradecí y cuando me salía me deseo buena suerte y dijo que esperaba que me agradara Forks.
Aun no había muchos carros por lo que aproveche el tiempo y corrí al calor de mi carro en done estudie el mapa y mi horario queriendo evitar verme aun más tonta sacando a cada rato el mapa y averiguar que clases tenia.
Cuando me sentí un poco más segura de mi levante la vista para poder descubrir que ya había llegado la mayoría de los carros. Era desconcertante no ver carros nuevos como lo había hecho en la escuela privada en Tennessee, mi carro junto con un flameante Volvo plateado eran de los más nuevos que se encontraban estacionados. Guarde los papeles me puse mi mochila y pensando tan positivamente como podía en estos momentos salí del carro.
Me encamine hacia la acera llena de jóvenes en donde me di cuenta que mi chamarra y impermeable hacían que la gente me volteara a ver y maldije el momento en que Selene me convenció de ir a Nashville para ir a comprar la ropa. Me puse la cachucha para que ninguna de las personas que volteaban a verme no pudiera verme la cara y camine más rápido hacia el edificio que tenía pintado de negro un enorme tres. Levante la mano para abrir la puerta y me di cuenta que me temblaba, tome un par de respiraciones profundas y entre al mismo tiempo que otras dos personas. Note que la mayoría de las personas dejaban sus chamarras colgadas en perchas que se encontraban a la izquierda de la puerta. Sin tratar de llamar la atención imite a las personas y sacando la hoja que supuestamente el maestro tenía que firmar para comprobar mi asistencia.
El profesor de esa clase se llamaba Mr. Mason un señor alto con entradas en el pelo, sin darme una mirada de más me firmo el papel rosado y me mando a un asiento en la parte trasera del salón. Sonrojada al ver que las cabezas me seguían al caminar me apresure a sentarme.
Para evitar ver los ojos curiosos de mi nuevos compañeros me fije en la hoja que había en el pupitre, eran los autores que íbamos a discutir ese año, Shakespeare, Bontë y muchos otros que ya había tenido el placer de leer y me sentí aliviada por haber traído mis viejos trabajos de literatura. Durante la clase en donde el profesor explicaba el motivo detrás del porque escogió los títulos decidí sacar discretamente el teléfono para darme cuenta que tenía varios mensajes nuevos la mayoría de Selene y Anne y uno que otro de Matt y de mi hermano. Era sorprendente lo rápidos que eran en asumir que algo malo me había sucedido, sacudiendo la cabeza discretamente empecé a contestarlos. No pude evitar pero saltar cuando el timbre sonó y se escucho el arrastrar de las sillas. Me levante lentamente agarrando la mochila pero me bloqueada por un niño alto, flacucho, cara llena de acné y pelo negro grasiento.
-"¿Eres Isabella Swan?"- me pregunto, su voz con un tono nasal pero amable, me recordó a los chicos del club de ajedrez.
Yo afirme la cabeza lentamente.-"Prefiero que me llamen Bella"- le informe la voz me salió tímida. Pero no importo las personas que seguían en el salón voltearon a mirarme y puede sentir como la sangre se me subía a la cabeza y me sonrojaba.
-"Necesitas ayuda para llegar a tu próxima clase?"-me pregunto pero no me dio tiempo de contestar.-"¿Cuál es tu siguiente clase?"- me dijo atropelladamente.
Tuve que sacar el horario al parecer haberlo estudiado un par de minutos no me había servido mucho.-"Es trigonometría con el profesor Vaner"- le dije.
-"Eso es en el edificio 5 yo voy al cuatro te puedo enseñar con mucho gusto el camino. Me llamo Eric".- me dijo después de unos segundos y me dio la mano la cual estreche rápidamente.
Mientras salíamos del salón nos pusimos nuestras chamarras y sentí como su la gente se cerrara a mi alrededor o tal vez ya me había quedado paranoica… Eric intentaba entablar conversación pero yo no me vi muy cómoda así que después de unos intentos en vano seso.
Cuando llegamos a su parada me sostuvo el brazo y con una voz llena de esperanza me volteo a ver.-"Espero tener más clases contigo"- y con eso se metió a su edificio.
Sin poder entender bien lo que acaba de pasar me seguí por el sendero hasta llegar a un edificio con el número cinco. Camine al fondo del pasillo del primer piso y entre para encontrar a personas uno o dos años más grandes que yo. Camine los más discretamente que podía hacia el profesor que puso una mano para que dejara en ella el papel que debería de firmar.
-"Eh profesor no por molestar… pero si estoy en la clase correcta verdad?"- le pregunte y el levantando la cabeza del papel me sonrió y me afirmo.
-"Si al parecer sus maestros de la otra escuela pidieron que estuviera en la clase avanzada de trigonometría Miss Swan. Haga favor de introducirse."- Con eso me devolvió el papel ahora firmado y me enseño un lugar a la mitad del salón entre una chava güera y un chavo con el pelo color cobre.
Cuando el profesor me dio la palabra balbuceé, sonroje y tropecé en solo un par de minutos haciendo que más personas me pusieran atención. Mortificada me moví a mi lugar, la chava me volteó a ver y al ver sus ojos, di un brinco… esto no debería de pasar, había venido a Forks para escapar de ellos, no para encontrarme a otros… no era justo, se supone que debería de empezar de nuevo aquí… pero recordé el color de los ojos, no eran rojos, ni anaranjados, eran dorados, eso debería de significar algo ¿no? Pude escuchar como a mi otro lado, el lado donde estaba el chavo con el pelo de color cobre se movía y podía sentir su miraditas fugases. Eso me incomodo más que nada, me incomodo más que las miradas de mis otros compañeros, más que el conocimiento de lo que eran.
No, no debía de haber una equivocación en esto, simplemente una ilusión óptica por extrañar a Peter y Charlotte, si eso debería de ser… Trate de moverme lo menos posible al igual que el pelo lo deje caer a mi cara de ambos lados para cubrirme de las dos personas que se encontraban a mi lado. Al toque de clases espere a que las dos personas se fueran lo cual fue más rápido de lo que normalmente salen dos personas de un aula, estaba demasiado choqueada como para salir de mi asiento, pero reaccione cuando una dulce voz de mujer dijo mi nombre por atrás de mi.
-"Isabella Swan?"- era una chava no más alta que yo con el pelo castaño claro y ojos color café oscuro.-"Me llamo Angela y vi que no salías del…"
-"Bella"- la interrumpí sonriendo un poco para mostrarle que no estaba enojada.- "Es que me temo que no se qué clase tengo después y estaba viendo si podía recordar"- mentí entre dientes esperando que me creyera.
-"Oh y tuviste alguna suerte?"- Angela me pregunto curiosa.
-"Pues ya que lo mencionas, si… es Historia en el edificio seis"- dije después de hacer un repaso mental en mi horario.
-"¿te incomoda si te acompaño? Yo también voy a esa clase"- me dijo mientras tomaba del piso su mochila.
-"Para nada, mientras no te moleste que no hable mucho"- conteste con una pequeña sonrisa formada.
-"No de echo prefiero a las personas calladas que personas como Jessica Stanley"- me dijo mientras nos movíamos por nuestras ahora secas chamarras. Por suerte ya había dejado de llover, para cuando salimos del pequeño y acogedor salón.
Y cumpliendo su promesa Angela no me pregunto nada excepto si ya había conocido a alguien, a lo cual le conté de Eric.
-"Es un chico muy dulce pero hay veces que las hormonas le ganan"- lo comento con la voz de una hermana mayor divirtiéndose de las formas de ser de un hermano pequeño.
Cuando llegamos al salón fueron de las primeras excepto una mujer que parecía más pixie o duendecillo que persona real pero por alguna extraña razón me dieron escalofríos al momento en que pase a su lado.
-"Angela quien es la otra persona en el salón?"- pregunte bajito pero algún motivo sabia que me escucharía.
-"Su nombre es Alice Cullen. Es la hija del mejor doctor en la ciudad, hermana de la chava que se sentó a tu derecha, y novia del chico con pelo de color cobre…"- Angela me susurro mientras ella se sentaba en su lugar.
-"Gracias Angela"-le dije mientras me sentaba también.
Aun no tenía ganas de conseguir platica, añoraba a mis viejas amigas como si hubieras estado separados por más tiempo que un día, quería tener a Peter y Charlotte a mi lado y sobre todo quería tener el sentimiento de que mi hermano se encontraba de alguna forma cerca de mi aunque fuera en forma de tumba….
Sabía que me movía pero no registre que era lo que mis acciones significaban, era como si actuara automáticamente, cuando de alguna forma regrese de mis pensamientos me di cuenta que había sacado mi cuaderno de dibujos al igual que mis colores, al parecer mi mente quería terminar el dibujo que había empezado hace un par de días. Lo abrí y admiro mis dibujos, eran representaciones de cosas o personas que yo amaba, la primera era una copia de una vieja foto que había encontrado, era yo en la espalda de mi hermano, las diferencias eran sorprendentes, excepto en la forma de sonrisa, a ambos se le hacían hoyuelos en los cachetes. La siguiente era un dibujo de Bill con su esposa embarazada, no era uno de mis mejores dibujos, y así variaban los dibujos desde personas, cosas y lugares, es uno de mis objetos más queridos…
El último era una casa de tres pisos, toda blanca. Tenía un jardín bien cuidado, lleno de flores, el porche de la casa era amplio con tres escalones… el piso de una madrea pulida. Y por alguna extraña razón había soñada con ella, sabía que había visto personas dentro de la casa pero no sabía quiénes eran o que significaban para mí.
Sin más rodeos saque mis colores y termine la casa al igual que el jardín, por algún extraño motivo termine dibujando un Jeep verde en frente de la casa, y por algún motivo este no arruino el dibujo simplemente le dio más vida.
Estaba tan entretenida en mi dibujo que salte al momento del toque para la hora de comida.
-"Vienes Bella?"- Angela me pregunto mientras trataba de evitar reír.
-"Oh ríe lo que quieres. Y si, si voy"- dije mientras sacudía la cabeza.-"Solo déjame guardar mis cosas"
-"Claro. Te espero."- me dijo mientras se volvía a sentar en su lugar.
Mientras guardaba mis cosas pude ver como Alice Cullen me volteaba a ver mientras guardaba sus cosas, esta vez no cabía duda era como Charlotte y Peter, como lo que vi convertirse Zacari… era tan simple poder gritar en estos momentos y decirle a las pocas personas presentes en el salón que era en verdad, pero sus ojos- el color de sus ojos- me tranquilizo, nunca antes había visto algo así… cada vez que pensaba en gritar podía ver como su cuerpo se ponía rígido y movía la cabeza ligeramente, después me echaba una mirada y continuaba acomodando sus cosas. Esto sucedió tres veces antes de que me decidiera ver como interactuaban con humanos, claro los más que pudieran teniendo en cuenta los instintos de humanos…
Tomando un profundo respiro me pare rápidamente haciendo que me agarra del asiento para evitar caer por mi torpeza cuando lo sentí, una visión… necesito hacer todo lo posible para no verla, si por algún motivo me invadía la visión, todo mundo sabría que hay algo diferente en mí, con gran esfuerzo la detuve, parpadee un par de veces y me erguí.-"Vamos Angela"- dije suavemente mientras ignoraba el dolor de cabeza que me estaba ocasionando.
Tentativamente Angela se paro y me dio un vistazo.-"¿te encuentras bien? Vi que perdiste el balance."- me checo rápidamente y sacudiendo la cabeza se puso a caminar a lo que supongo era la cafetería.
-"si solo mi torpeza atacando"- le comente mientras sonreía un poco.
-"Si tu lo dices"- la escuche murmurar para sí misma mientras abría las puertas de la cafetería.
Y por segunda vez del día pude sentir otra o tal vez la misma visión atacar mi mente y con un poco más de fuerza la detuve y el dolor de cabeza aumento haciendo que mis rodillas se doblaran, pero no toque el piso ya que dos manos me tomaron de mis muñecas. Al subir la cabeza pude ver a Mike viéndome preocupado.-"Gracias. Estoy bien"- le dije intentando tranquilizarlo.
-"¿siempre eres así?"- Angela pregunto a mi lado, su voz tenía un tono de preocupación pero también encontraba lo gracioso del asunto.
-"La mayoría de las veces"- le dije una vez que tenía el equilibrio y había hecho que Mike soltara mis muñecas.
-"Que horrible es ser tu Bells"- me dijo bromeando un tanto insegura.
-"No tienes idea"- dije en voz baja, mi voz un tanto ronca tratando de evitar que el dolor fuera presente y rápidamente le sonreí.-"Uno se termina acostumbrando a la torpeza y al piso… y me agrada el nuevo apodo"- le dije sincera pero forzada.
-"Bueno no te tendrás que preocupar más ya que tu caballero en armadura ya está aquí"- Mike dijo enfrente de mí. No pude evitar pero reír.
-"Vamos a la mesa"- Angela dijo tomando mi mano como una madre se la toma a su hijo en un centro comercial.
-"Que graciosa eres"- dije dándole gracias mentalmente dudando de mi capacidad de caminar sin ayuda alguna.
Cuando llegamos Mike y Angela me presentaron a las personas en la mesa, estaba Jesica, Lauren, Tyler, Ben y Eric.
Cuando me senté esperaron unos minutos antes de preguntarme porque había decidió venir a la triste ciudad de Forks… les di la respuesta más fácil, les recordé que Charlie era mi padre adoptivo…
Cuando su curiosidad tranquilizo un poco regresaron a sus conversaciones individuales y para mi desgracia sentí otro ataque de la visión, si esto seguía el dolor y la visión ganaría.
-"¿No vas a comer nada?"- Jesica creo me pregunto al ver que no me paraba a formarme por comida.
-"No tengo mucha hambre."- le dije sinceramente.
Sin querer entrometerme en conversaciones ya iniciadas mire alrededor de la cafetería.
La mayoría de las personas me daban miradas sin ocultarlo y eso me ponía nerviosa, se supone que debería pasar inadvertida no ser el centro de atención pensé molesta, al mismo tiempo que sentí que algo me calmaba, no solo la molestia pero un poco del dolor se desvanecieron.
Cuando iba a regresar a observar a mis acompañantes de mesa fue cuando los vi. Eran 5 personas tres ya conocía, la cuarta sentía algo familiar de ella y la quinta me observaba.
Moví un poco mi silla cerca de Jesica, ya que esta tenía la cara de saber todo lo que sucede en este pueblo.-"Hey Jesica ¿cómo se llaman los Cullen?"- le pregunte una vez que reconocí a Alice.
Jesica me volteo a ver diciendo de alguna forma que era tonta por no saber los nombres.-"La de pelo negro es Alice Cullen, el chico a su derecha el de pelo color cobre es su novio Edward Mason, la güera es Rosalie Hale, y su novio Emmett"- me dijo y si continuó hablando no le puse atención ya que mi mente se bloqueo al momento que escucho el nombre de la cuarta persona. Era imposible, esto no podía estar pasando, las coincidencias existen, más de una persona se pueden llamar de la misma forma, más de una persona puede tener el mismo ancho de espalda… mi mente estaba alucinando bajo tanta presión por las visiones, me dije a mi misma una y otra vez.
-"Estas bien Bells?"- escuche la voz de Angela no muy lejos de mi pero su voz era débil a mis oídos que se enfocaban y desenfocaban en la mesa de los Cullen. El dolor de cabeza aumento al igual que el dolor del hoyo donde estaba mi corazón el cual estaba latiendo demasiado deprisa.
-"No."- murmuré mientras me paraba tambaleándome de la silla de plástico en que estaba sentada.-"Necesito salir de aquí"- dije mientras caminaba a ciegas a fuera de la cafetería sabiendo bien que las miradas curiosas y preocupadas de distintas personas me seguían.
Estaba en el estacionamiento cuando me tambalee y por segunda vez en el día sentí unas manos sosteniéndome de la cadera. –"¿Estás bien?"- una voz con un poco de asentó en ella y suave como un par de campanas me pregunto.
"Que ridícula pregunta"- pensé y antes de que pudiera expresarlo en voz alta las visiones que había estado evitando en los últimos minutos entraron mientras en otras partes de mi cerebro se seguían poniendo nerviosa por las coincidencias- si solo eran eso- y la otra en como estas nuevas manos se sentían tan bien en mi cadera.
-"TENGO QUE ENCONTRARLA!"- escuche a Zacari antes de verle la cara, sus ojos rojos y su posición de cuerpo irradiaban furia.
-"Se que lo tienes que hacer. Pero no podemos ir causando destrucción por todas partes."- un hombre de piel obscura le dije lentamente, una mujer de pelo rojo afirmo lo que el hombre dijo asintiendo la cabeza.
-"NO ME IMPORTA. Una vez se pudo ir pero ahora que sabemos que los hijos de la chingada no están con ella… puedo reclamar el cuerpo y sangre que por derecho son míos"-Zacari gruño mientras pegaba un puño contra la pared.
Estaba en un lugar oscuro solo había cuatro sillas, una de ellas tirada, y una mesa, se podía ver un pequeño rayo de luz a través de una cortinas
-"Si vamos con tu plan los Volturi nos encontraran antes de que tú puedas probar esa suculenta sangre de nuevo"- la mujer de pelo rojo dijo, su tono bajo pero al mismo tiempo feroz. No solo lo que dijo si no como lo dijo me mandaron escalofríos.
-"Los Volturi se pueden ir a la mierda por todo lo que yo doy"- Zacari dijo con un tono de voz grave.
-"No seas estúpido Zacarias."- un hombre dijo mientras salía de las sombras este tenía el pelo güero y rasgos bruscos.-"Vamos a hacer todo lo posible para no involucrar a los Volturi y terminar con este juego"- una sonrisa se formo lentamente en sus labios.-"Los dos probaremos la sangre que nos negaron esos entrometidos."
Sus palabras causaron que Zacari gruñera, el hombre respondió con un gruñido mas feroz que hiso que Zacarí se calmara pero no evito que lo maldijera, esta acción causo que la chica pelirroja le gruñera en advertencia
La imagen rápidamente cambio era una casa más brillantes tenía más muebles y una pareja que rápidamente identifique como Peter y Charlotte estaban sentados en un sillón de piel negro. Sabía que esa casa no era de ellos y que de alguna forma la habían "pedido" prestada.
-"¿Estas seguro Pet?"-Charlotte pregunto mientras pasaba una mano por su pelo.
-"No puedo dudar en esto, ellos saben que ya no estamos con ellas pero al igual que nosotros no sabemos donde está. No eh podido contactar a ninguna de las chicas… tendremos que ir primero por ellas antes de buscar a Bellzie"-Peter dijo analizando la situación.
-"Pero y ¿si llegamos tarde? ¿Cómo se defenderá de dos vampiros vengativos y otros dos que quieren jugar"- Charlotte no encontraba alivio en sus palabras, se paro del sofá y empezó a caminar.
-"Tenemos que llegar antes que ellos. No solo su vida si no también la de las otras dos están en peligro Char. Nosotros estamos en peligro, solo que su primera opción es ir por la más frágil"- Peter explico mientras sus ojos seguían los movimientos de Charlotte.-"Tu sabes tan bien como ellos que eso sería lo más racional de hacer"
-"Que lo entienda no significa que lo tenga que aceptar"- Charlotte le recordó mientras se sentaba en el piso.
-"No supongo que no… recemos por que no le pase nada"- Peter dijo mientras el cuarto se volvía obscuro.
La imagen volvía a cambiar pero a diferencia de las otras dos, esta no tenia figuras definidas, tenia colores tenia uno que otro sonido… era imposible de entender, había luz después había gruñidos, voces… cosas imposibles de darle sentido a la visión en estos momentos. Esta fue fugaz, fue como si fuera posible que no pasara lo que sucedía en ella.
Sentí como regresaba al presente, y como las manos seguían sosteniéndome. Trate de asimilar todo lo que acababa de ver y sucedería dentro de poco. Por un lado no pude sentirme feliz de que vería a Peter y Charlotte y a Anne y Selene. Aunque a Anne y Selene las acaba de ver ayer se sentían siglos desde que las veía, y con Peter y Charlotte su ausencia se sentía más presente, eran dos años desde la última vez que los vi… ese último pensamiento me hiso recordó lo que la primera visión significaba… eso no tenía sentido, era su culpa que mis abuelos hubieran muerto, pero si apenas se habían enterado que estábamos desprotegidas y solas, ¿por que actuar hasta ahora?.
"Oh diantres… me buscaran, me encontraran. No, no, no dejes que me toquen, no me deben de encontrar… se supone que no me encuentren. No, no vienen por mi"- dije mientras me aferraba al cuerpo que me sostenía.
Sentí una como me tranquilizaba pero después de segundos mi pánico regreso, mis amigas estarán en peligro, mi tío está en peligro.-"No no puedo tranquilizarme, me encontraran… mataran a todos."- murmure sin saber que lo hacía de cierta forma en voz alta.
-"Sh tranquila. No le pasara nada a nadie lo prometo. Nadie te encontrara si no lo deseas"- la voz que me había preguntado si me encontraba bien pero esta vez sonaba forzada y un poco entrecortada.
El pánico aumentaba pero de pronto me sentí segura y tranquila, esta vez el sentimiento no me dejo como la otra vez. Confundida mire hacia la persona que sostenía como si fuera mi protección.
No sabía su nombre, su físico me hacía pensar en Peter y sus ojos me decían que le estaba dando problemas y que era un Cullen.- "Muchas gracias"- le dije mientras me separaba lo más que mis brazos me dejaban. Pude ver como tomaba una respiración profunda tras otra.
-"Fue mi placer Isabella."- dijo sonriendo un poco, con cuidado de no mostrarme sus dientes.
-"Bella"- le dije suavemente mientras trataba de soltarme.-"Em… uh perdón pero creo que no se tu nombre"- le dije sonrojándome un poco.
Sus ojos se abrieron un poco enseñando su sorpresa al escuchar eso.-"Es Jasper Hale."- me dijo mientras se alejaba un poco más de mi, pero no soltaba lo que ahora eran mis manos.
-"Oh um bueno Jasper Hale te importaría ¿si me sueltas?"- le pregunte tentativamente.
-"¿Eh?"- dijo y yo mire a sus manos que aun sostenían de alguna forma supe que si el aun tuviera sangre por sus venas se hubiera sonrojado más o igual que yo normalmente me pongo.-"Perdón"- dijo, el tono apenada presente en la voz.
-"No importa"- le dije sonriendo una vez que el me soltó las manos. Abrí la boca para preguntarle algo pero negué con la cabeza me voltee para caminar a Biología antes de que tocara la segunda campana.
Antes de entrar al edificio que se encontraba relativamente cerca de donde nos encontrábamos me pare en seco. Por alguna razón me dieron gansa de decirle algo. –"Agradécele a Alice por mi por favor"- le dije sin tener mucho sentido para mi mientras subía lentamente mis hombros y los bajaba.
-"Eso hare."- me dijo susurrando los suficiente para que yo lo escuchara.
-"¡Perfecto!"- dije mandándole una sonrisa y dando brinquitos llegue a mi salón un minuto antes de que tocaran.
Al entrar descubrí que Mike y Angela se encontraban en la misma clase, también Edward Mason, teniendo el único lugar posible de usar en el salón resignada.
Acaso era mi destino estar relacionada con vampiros de una u otra forma. Camine lentamente al escritorio del profesor y le entregue mi papel de asistencia.
-"Bienvenida a mi clase de Biología Mis Swan. Espero que aprenda muchas cosas"- el profesor me dijo con una pequeña sonrisa mientras me regresaba el papel.
Subí la mirada y volví a ver con quien me sentaría. –"Oh estoy más que segura que aprenderé algo en este salón de clases"- le dije mientras me movía al lugar que ocuparía por lo que quedaba del año.
Antes de sentarme me tropecé con la mochila de que estaba fuera de lugar y sentí una viento pasar por mí. Pude ver como Edward se erguía en su asiento al igual que se distanciaba de donde estaba.
-"Bueno si eso no se siente como una bienvenida al salón no se que más lo hará"- dije mientras me sentaba.
-"Si soy todo un experto en dar la bienvenida"- escuche a Edward murmurar o tal vez solo me lo imagine mientras lo observaba de reojo.
No pude evitar pero poner los ojos en blanco mientras sacaba mi cuaderno de dibujo y mi carpeta. Sin pensarlo tome dos plumas de color y empecé un nuevo dibujo. Y como todo el día no puse atención a la clase al darme cuenta que de alguna forma ya sabía el tema. El profesor trato tres veces en cacharme o tal vez solo quería medir mi nivel, pero siempre supe la respuesta después de que le pedía que repitiera la pregunta.
Por otro lado pude saber que sentir y ver como Edward a mi lado perdía el control sobre su sed. Por segundo podía imágenes de cómo decapitaba a medio salón. Cuando eso sucedía no pude evitar el escalofrío que pasaba por mi cuerpo.
Al momento en que la campana anuncio que clase termino Edward guardo sus cosas y salió del salón más rápido de lo que humanamente debería ser aceptado… nunca había visto a alguien actuar así, sé que mi sangre es tentadora, pero nunca habían reaccionado así, claro también uno tiene que pensar que los vampiros que conozco claramente no se pueden comparar con Cullen, por el amor de Dios el "padre" de ellos es un doctor, viven en familia…
Ese pensamiento me llevo a pensar al otro chico Cullen, si eh llegado a la conclusión que solo es una simple coincidencia, Emmett podía ser un nombre muy común, o simplemente a los padres Emmett lo que sea leyeron el mismo libro que contenía nombre para bebes… es la mejor solución que una chica que ah sentido la pérdida de su hermano desde una semana antes que sucediera puede llegar. No es posible quejarse… porque si ese hombre de espalda ancha que queda perfecto con la descripción de mi hermano es MI hermano entonces quisiera poder golpearlo por no decir nada… es una desgracia realmente- no poder golpearlo-…será que ya no me quiere, o que no quiere tener algo que ver conmigo ahora que tiene una familia no tan disfuncional y tiene a "su" Rosalie….
Mientras caminaba al edificio que era obviamente el gimnasio. Me sentía nerviosa al pensar en educación física, mi torpeza no solo era peligrosa para mí, también para los demás. Por suerte el entrenador Clap solo me pidió que me cambiara en el uniforme y observara los cuatro partidos de voleibol, mientras jugaban los demás no puede evitar pero sentir de nuevo nostalgia al imaginarme a Selene jugar.
No pude evitar pero sentir alivio al momento en que el día a cabo, no llovía pero el frio estaba presente, abrazando mi chamarra y frotando mis manos para mantenerlas caliente camine hacia la oficina, despidiéndome de lejos de Angela, Mike y Eric. Al entrar a la oficina encontré a Edward hablando galantemente con la secretaria, su voz era suave y dispuesta a conseguir lo que quería. Cuando puse atención supe que quería cambiar de clase Biología por Química, la secretaria, aunque parecía derretirse a la voz, decía que aunque le gustaría cambiar de clase no se podía porque estaba lleno. Edward entonces pidió tener esa hora libre, pero de nuevo la secretaria salió con una escusa. No pude evitar pero sentirme enojada y triste al escuchar que no quería estar en un salón sola conmigo por más que supiera que era por bien y por la de otros. Edward abrió su boca pero no hablo y se puso rígido cuando la puerta se abrió.
-"¿Algún problema bro?"- la voz era tan parecida pero al mismo tan distinta que no pude evitar erguirme e ir contra todas mis ganas de voltear y encontrarme con su cara.
-"Si Em solo quería checar algo con mi horario"- Edward dijo dándome una rápida mirada, dándome la oportunidad de ver sus ojos negros.
-"Bien si eso ya está arreglado Alice te busca y ya quiero irme"- Emmett dijo no moviéndose ni un solo milímetro de la puerta.
-"Claro, claro Emmett. Muchas Gracias por su ayuda"- le dijo a la secretaria mientras sus cejas se subían en formando una pregunta al comportamiento de Emmett.
Sin más palabras los dos se fueron de la pequeña y acogedora oficina, dejándonos a la secretaria de pelos naranjas y a mí viendo donde habían estado segundos antes.
-"Traigo los papeles que me pidió que le diera al final del día"- le dije mientras caminaba al frente del escritorio.
-"Claro, muchas gracias."- dijo mientras sacudía la cabeza.-"¿Cómo te fue?"- me pregunto su voz me recordó a una madre mientras recibía a sus hijos después de un día de clases.
-"Bien"- mentí entre dientes mientras me movía para salir de aquel lugar en donde habían pasado tantas cosas que no entendía.
Llegue rápidamente a mi carro sin tener problemas y maneje a mi nuevo hogar mientras trataba de no llorar al momento en que todos los sucesos me pegaron.
Y en estos momentos no quería más que poder llegar a los brazos de mis madres o de mi abuela y quejarme de las injusticias que era la vida. Trate de no pensar en que mi hermano me había remplazado. Evite gritar por saber que ahora no solo yo y las demás están en peligro pero también Charlie. Y por ultimo sentí una oleada de calma que hiso que mis hombros sacudieran con el llanto suprimido mientras estacionaba el auto y salía de la casa.
Subí corriendo a mi cuarto y tire mi mochila, llaves y teléfono en algún lugar y para finalizar me tire yo misma a la cama la cual llene de mis saladas lágrimas…
Y mi último pensamiento antes de caer en el abismo negro fue una cara angular con pelo ondulado güero y ojos color miel.
