A/N: Ya estoy de vuelta después de una vacaciones en esto de la escritura.
Espero que esta historia os guste tanto como las anteriores y, de ante mano, gracias por leerla.
Antes de que se me vaya la cabeza...
Disclaimer:no, por desgracia no tengo los derechos de la serie ni nada que ver con ella, todo pertenece al universo Nanoha y a su creador/a, aunque si me regalan a Fate, no tendré ningún problema en aceptar...
Pero volviendo al tema, aquí os dejo el prologo y volveré a actualizar lo más rápido posible.
Infamous21
Prólogo
Base Central de Mid-Childa
-Así que usted es, Fate Testarossa Harlaow.-dijo el hombre desde su escritorio.
Fate miro hacia el hombre antes de levantarse revelando toda su majestuosidad en aquel simple gesto, su capa blanca cayó a sus pies con elegancia mientras su pelo, atado en una bonita cola de caballo, hizo lo mismo a través de su espalda.
-Si, soy yo.-dijo en tono calmado.
El hombre la miro de arriba abajo antes de sonreír, una sonrisa que no le gustaba nada a Fate, pues sabía que era de de inferioridad, él la estaba infravalorando y ella odiaba eso profundamente.
-Sabe usted que estamos en guerra, ¿verdad?-pregunto el hombre.
-Lo se, señor.-dijo Fate.
-Y sabe que mi unidad no tiene errores.-volvió a decir el hombre.
-Lo se, señor.-repitió Fate.
El hombre se levanto de su asiento y se acerco a ella sin quitarle la vista de encima, la miro como si no fuera más que un cadete y volvió a sonreír mientras sacaba la insignia de su bolsillo.
-¿Sabe que es esto, Enforcer Testarossa?-pregunto el hombre.
-Si, que usted esta al mando.-dijo Fate.
-Eso es...y como tal, quiero saber porque esta aquí en lugar de estar con su hija y su compañera, Takamachi en un lugar seguro.-dijo el hombre.
Fate no pudo suprimir la sorpresa al saber que el hombre conocía a Nanoha y Vivio, aunque tampoco pudo reprimir la añoranza y la tristeza que los nombres le daban al escucharlos...porque Vivio no era más su hija.
Ni Nanoha su compañera.
-No puedo irme sin más, señor.-contesto Fate.
-No me joda, Testarossa, le estoy pidiendo la verdad.-dijo el hombre.
Entonces, el hombre le enseño un documento, uno con la firma de Hayate en el, que le pedía exclusivamente que no aceptara a Fate en su pelotón, pues la Enforcer no estaba preparada para la guerra que se avecinaba ni lo que podía descubrir en ella.
-Sabia que lo haría...-susurro Fate.
-Dígame la verdad, Testarossa, deme una razón para no hacer caso a lo que Hayate me dice aquí y la acoja en mi equipo, porque si esta aquí para pelear, la tomare con gusto, pero si es por temas personales...-le advirtió el hombre.
En parte era porque quería pelear para proteger el mundo que le había dado tanto, el único que podía llamar su hogar sin recordar las pesadillas, aquí vivían sus amigos, su familia y ella debía pelear por defenderlo.
Aunque una parte de ella, una oscura, una que ella no quería ni ver, una que llamaban celos, sabía que ella se había marchado por como Yuuno había avanzado en la familia, cenando con los padres de Nanoha, con ella misma y con Vivio.
Ese había sido el momento en el que Fate sabía, que ya no cabía en aquella familia y que debía marcharse cuanto antes mejor, su mala suerte había sido contárselo a Hayate.
La cual la había reñido con ganas mientras le pedía que no se dejara ganar, que no estaba todo perdido, pero si...
Todo estaba perdido, había tenido mil oportunidades para declararse a Nanoha, ninguna lo había hecho y al final habían acabado así.
Pero ahora ya no tenía tiempo para los sentimientos, no cuando tenía que pelear para lograr un mundo seguro para Vivio, para Nanoha y para toda la gente que quería.
-Estoy aquí por mi país, mi gente y mi pueblo, señor y daré mi vida si es necesario a cambio de salvar lo que queda de este mundo.-dijo Fate decidida.
El hombre la miro con una sonrisa antes de romper el papel de Hayate, por fin creyendo en ella y se le acerco con una mirada firme, colocando una mano en su hombro.
-Prepárese Testarossa, porque esta en la guerra mucho peor de lo que imagina.-dijo el hombre.
