INUYASHA: EL SEÑOR AL QUE SIEMPRE SE DEBE OBEDECER
ResumenA mis 25 años mientras caminaba un día por la calle vi a un hermoso perro blanco, un samoyedo para ser más precisos. Me acerque para verlo y acariciarlo. Al momento en que me vio se veía un poco feroz pero aun así lo toqué, este se dejó y después se colocó súper tierno así que decidí llevarlo a mi casa ya que no tenía collar y fue donde comenzaron a pasarme cosas extrañas.
Mi nuevo perro, al que llame shiro no permanecía mucho tiempo conmigo, se iba en el día y a veces aparecía en la noche. Lo cual me hizo pensar que era una especie de guardián.
A los días llegó un nuevo presidente, un hombre llamado Inuyasha, de largos cabellos y de mirada fría que comenzó a hacerme la vida imposible desde el momento en que me conoció. Siempre me exigia cosas y debía cumplirlas ya que este era el trabajo que siempre había soñado y me amenazada con botarme.
Trate de evadirlo o de luchar perosiempre me advertían una cosa: Inusyasha es el señor al que siempre deberás obedecer.
Capítulo 1: Señor de blancos cabellos.
Camino a mi trabajo, por el camino de siempre, iba pensando en las cosas que tenía que hacer hoy en la oficina. Ensimismada en mis pensamientos escucho un ladrido, volteo para ver de qué se trataba y veo que es un hermoso samoyedo estaba solo en el parque. Era el perrito mas hermoso que había visto, así que corrí para ver si podía tocarlo. Al estar lo suficientemente cerca este me miro con unos ojos negros feroces, pero eso, increíblemente, no me dio miedo así que camine despacio hacia él.
-Perrito no temas, no te voy a hacer nada….-
Estire la mano para tocarle la cabecita, el perrito me gruño pero dejo que se la tocara.
- ¿Ves que no pasa nada?- le dije mientras le tocaba las suaves orejitas- ¡Buen chico!- comencé a darle besitos en la cabeza y me encontré que olia muy bien -¿Tienes dueño?-
El me miro con unos ojitos de ternura y pensé enseguida en llevármelo después de revisar que no tenia collar.
-te llamaras Shiro- el perrito me miro emocionado- ¡Vamos a mi casa perrito!-
Le dije mientras caminaba y el me seguía. Menos mal y vivo cerca sino llegaría súper tarde al trabajo, pensé.
-Shiro esta será tu nueva casa- le dije entrándolo- te dejare agua y un poco de pan mientras te compro algo de comida, no vayas a romper nada ¿Esta bien? - me miro, como si entendiera todo lo que le digo- nos vemos más tarde cachorrito- lo besé en la cabecita- se bueno. Fue lo último que le dije antes de cerrar la puerta.
Al llegar a la empresa, que era de productos para la piel, vi que todo el mundo estaba exaltado, que corrían de un lado para el otro. Hice caso omiso y fui a mi lugar para terminar con unos reportes que tenía pendiente.
-¡Kagome ven rápido!- me grito mi amiga Sango.
Fui corriendo hasta donde se encontraba ella que era la sala de reuniones.
-¿Qué pasa?-
-hoy llega el nuevo gerente?-
-¿Nuevo gerente?-
-si, ese temible hombre-
-¿Temible?-
-si Kagome, hay algo que debes saber, a ese señor nunca lo debes desobedecer, nunca ya que es una persona extremadamente peligrosa y poderosa-
-Sango deja de bromear- le dije riéndome-
-no es broma Kagome y otra cosa, nunca pero nunca lo mires mucho tiempo a los ojos-
-ok….- dije un poco nerviosa ya que era evidente que todo el mundo se veía asustado.
Al rato nos dejaron entrar a la sala de reuniones y nos sentamos. A los minutos entro un señor de larga cabellera, blanca como la nieve y de una vestimenta excelente. El saludo a unos superiores y tomo el micrófono.
-Hola a todos, mi nombre es Inuyasha y desde hoy seré su nuevo presidente- todo el mundo lo miro sorprendido- espero que desde hoy en adelante escuchen todas mis recomendaciones para así hacer a la empresa más productiva ¿Entendido?- decía con una voz varonil pero algo intimidante- algo muy muy importante que deben tener en cuenta es la puntualidad y la vestimenta, no tolerare a alguien que venga como pordiosero a mi empresa- hubo algunos quejidos- y otra cosa si no esto no les gusta pueden irse y buscar otro empleo, es todo, vuelvan a trabajar-
Lo que dijo me dejo algo asustada ya que fue muy contundente en su discurso.
-Higurashi ve a recoger lo que está sobre la mesa del presidente- me dijo mi jefe Miroku.
-si señor-
Fui caminando hasta donde estaban los documentos y vi al señor Inuyasha, era muy hermoso y más con esos ojos amarillos…
Un golpe seco.
Sin darme cuenta me había caído subiendo las escaleras y caí junto al señor Inuyasha.
-esta sí que es torpe- le dijo a alguien sentado con él- ¿Qué esperas para levantarte? - me dijo.
-disculpe señor- dije muy apenada, Me levante y tome los documentos que me habían solicitado.
-niña- me dijo- peina tu cabello te ves como si te acabaras de levantar-
-si señor…- peine mis cabellos.
-vete- hizo un ademan despectivo con su mano.
Me alejé lo más rápido que pude de ese lugar mientras sentía que iba a morir de la vergüenza. Dejé los documentos en el escritorio del señor Miroku y fui inmediatamente al baño para ver mi aspecto. Al entrar y verme al espejo vi que efectivamente era terrible y que me había lastimado el tobillo.
Fui a mi lugar de trabajo para terminar mis informes y más sobre la última crema anti solar que estábamos sacando.
Yo soy química y me especialice en química farmacéutica para poder trabajar aquí en taisho, la empresa más reconocida del mundo de la piel en tanto a sus maquillajes como al cuidado para la piel. Toda mi vida me esforcé para entrar aquí y ahora que lo he logrado no iba a dejar que nada ni nadie me quitara esta oportunidad, ni siquiera ese horrible presidente.
Por lo cual seguía empeñándome en esta nueva crema, que yo sabía era muy revolucionaria ya que al invertir unos componentes de las cadenas carbonadas había logrado que el efecto fuera mayor.
-Higurashi ve a la oficina del jefe- me dijo el señor Miroku-
-¿Tengo que ir?- le dije un poco asustada-
-debes ir-
-si señor- dije un poco asustada.
Mientras caminaba sentía que mis piernas me pesaban y más con el golpe que me había dado.
Al llegar a esa gran puerta negra toque dos veces la puerta y una voz me dijo que pasará.
-¿Eres Kagome?- dijo el señor Inuyasha sin mirarme-
-si señor- le respondí tímidamente-
-entra y cierra la puerta-
Alzo la vista y vi una sonrisa en sus labios.
-conque eres tú, debí suponerlo-
-¿Perdón?-
-solo una descuidada como tu habría hecho esta crema- me tiró las hojas- vuelve a comenzar ya que todo está mal-
-¿Mal? Pero si hemos obtenido buen….-
-¡silencio! Si te digo que está mal es porque así lo es ¿Cómo se te ocurre cambiar los componentes activos? Tonta-
La ira y confusión en mi interior crecían.
-señor he investigado esto muy a fondo y créame la crema sirve-
-¿Me estas retando?-
-señor, yo…-
-tienes agallas-
Se paró y comenzó a caminar a mi alrededor.
-esa fórmula química está mal-
-no lo está señor-
-bueno, estas despedida-
Se fue caminando hacia su silla.
-¿Cómo…?- una lagrima cayo por mis ojos- señor…. En serio sirve la crema…-
Me veía de reojo antes de reírse.
-¡Me gusta tu tenacidad! Desde ahora en adelante serás mi secretaria-
-pero soy una química señor-
-bueno, pero ahora serás mi secretaria-
El tiempo pasó y nuestra relación fue empeorando cada vez más. Del trabajo iba a la casa, alimentaba y sacaba al perro y dormía. Así fue por unos 15 días hasta que una noche volví, la puerta de la casa estaba abierta y shiro no estaba. Lo busque por toda la casa pero no estaba. Salí a llamarlo por el barrio y nada. Comencé a recorrer la ciudad, pero no lo ví. La tristeza me invadió y solo pensaba que hasta el perro me dejo. Estuve despierta toda la noche buscándolo. Como a las 4 am me dormí muy cansada.
A las 5 am sonó mi despertador. Debía levantarme e ir a trabajar.
Me arreglé lo mejor que pude, tapé mis ojeras y fui a la oficina ya que la entrada era a las 6 am.
Mi aspecto era impecable, pero por dentro moría de sueño. Fui a corregir unas cosas que le habían mandado al señor InuYasha que las necesitaba para hoy mismo. Una vez terminé las deje sobre su escritorio.
-Kagome hoy debes acompañarme a una reunión importante a las afueras de la ciudad-
-¿Hoy?-
-si-
-pero no estoy vestida para la ocasión…-
-no importa, nadie lo notará, vamos-
Tomo su maletín y salió de la oficina.
-¿Eres sorda? Ven-
-si señor-
Fuimos al auto y de ahí a un gran hotel a las afueras de la ciudad.
La gente estaba elegantemente vestida y la única que parecía una mosca en la leche era yo. El presidente me dijo que organizara unos papeles y que realizara unas llamadas lo más pronto posible.
Salí a un jardín y comencé a hacerlas. Mis ojos estaban cada vez más cansados y sentía que me quedaba dormida. Tenía microsueños por ratos pero por fin terminé. Cuando llegue a la sala de estar camine junto al señor para decirle que había terminado todo y preguntarle si necesitaba algo más.
-no te vayas todavía, tomate algo y espérame-
Así pasaron las horas mientras el señor tomaba y hablaba con toda esa gente mientras que yo también comencé a tomar un poco. Cada vez me sentía más ebria. Eran ya las 2 am. Estaba realmente cansada, demasiado.
Salí al balcón y abrí un poco mi camisa, desajusté unos botones ya que tenía mucho calor. Solté mi cabello y comencé a mover mi cuello.
-eres hermosa-
-eh?-
-hola hermosa soy Kouga mucho gusto-
-Kagome-
-¿Qué haces aquí sola?-
-estoy esperando a mi jefe para irme-
-¿Quién es?-
-Inuyasha-
-no creo que el venga por ahora, está con unas chicas muy entretenido-
-quiero irme ya- dije con un puchero-
- si quieres te llevo- se me acerco mucho- de verdad eres muy hermosa- colocó una tarjeta en su mano y recorrió mi espalda con ella hasta que la coloco en el espacio entre mi falda y mi blusa. Quedamos como abrazados.
-señor Kouga por favor aléjese- dije con el poco sentido que me quedaba-
-Con que te gusta jugar así Kagome- escuche la voz de mi jefe.
-señor- aleje a Kouga de mi- yo…-
-Inu no la regañes solo la ayudaba a enderezarse- Inuyasha se acercaba a mi rápidamente-
-pues ya puedes irte, ya se ve bien-
-ok señor gruñon- le dijo- adiós belleza, si tienes problemas llámame-
Inuyasha me miro fijamente y se notaba que estaba molesto.
-¿Qué diablos hacías con el y por qué te ves así de desarreglada?-
INUYASHA POV
Kagome se veía tan ebria como hermosa. Esa camisa desajustada y ese cabello desarreglado hacia que se viera como una princesa de la noche.
La rabia me invadia cuando vi que Kouga estaba a punto de besarla, no se porqué.
-¿Querías avergonzarme?-
-no señor…- dijo tímidamente
-estas despedida- le dije para irme
-no…-
-¿Cómo que no?- ella seguía sin soltarme.
No puedo negar que su rebeldía e irreverencia hacían que me sintiera un poco atraído hacia ella. Ella tenia firmenza en su mirada.
-¿Cómo va a decirme eso después de que me lo aguante todo este tiempo? ¡Usted es un demonio cruel y miserable! ¡Lo desprecio!-
Esas palabras nunca nadie se había atrevido a decírmelas ¿Cómo es que esta niña…?
Sin pensarlo la agarre de la mano la lleve hasta el auto y la arroje. Apenas cerré la puerta la besé a la fuerza mientras partia su ropa.
-¡Eres una atrevida!-
FIN INUYASHA POV
Inuyasha partió mi blusa y lo mismo hizo con mi brasier.
-no….-
-eres una insolente- me dijo mientras me mordia en el cuello- te salvas porque no le pego a las mujeres, pero si se torturarlas-
Tocaba todo mi cuerpo y halaba mi cabello, tanto que me hizo soltar un grito.
-no sabes con quien te metiste-
Mordió nuevamente mi cuello.
-dejeme….-
-de ahora en adelante Kagome serás mi esclava-
Fue lo último que escuche antes de quedarme profundamente dormida.
