Disclaimer: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, yo sólo utilizó a sus personajes para crear la presente historia.
Fated to love you.
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Prólogo.
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Sakura sintió su corazón detenerse en el momento en que sus ojos vieron el resultado de la prueba de embarazo: dos rayas de color rosa habían aparecido en el pequeño aparato que era sostenido por su ahora temblorosa mano. Inhaló profundamente y aunque estaba segura de lo que aquel resultado significaba, volvió a tomar la caja de la prueba y revisó la simbología:
Positivo.
Sus ojos se llenaron de lágrimas, una pequeña y tímida sonrisa apareció en su rostro. Sería mamá, pero...
Sakura no pudo evitar morderse su labio inferior. Vaya que se había metido en un grave problema, primera vez que se atrevía a romper sus reglas de buen comportamiento y ahora no le quedaba más que hacerse responsable de las consecuencias.
Pero, ¿qué se suponía que iba a hacer ahora?.
Apoyó su espalda contra la pared del baño y poco a poco fue deslizándose por ella hasta quedar sentada en el suelo, dejó que la prueba de embarazo cayera de su mano para después doblar sus rodillas y esconder su cara entre ellas, no se molestó en silenciar su llanto, después de todo nadie más se encontraba en su departamento, además sino sacaba toda su tristeza en ese momento seguramente muchas personas terminarían por enterarse de su embarazo antes de tiempo, y ella no podía soportar esa idea, ¿cómo reaccionarían todos?
... ¿Cómo reaccionaría él?
Sakura dejó salir una pequeña risa irónica, ni siquiera tenía forma de ponerse en contacto con esa persona.
Suspiró, había sido realmente irresponsable.
—Todo saldrá bien, ¿verdad?—Preguntó ella mientras posaba su mano en su aún plano vientre. El estar embarazada no tendría que suponer una mala noticia, los bebés eran un verdadero regalo, pero en tales condiciones... Sakura suspiró. —Mamá tiene que ser fuerte, ¿cierto bebé?
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Capítulo 1
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Su corazón palpitaba a mil por hora, sus manos se aferraban a los negruzcos cabellos de su acompañante, y su respiración, al igual que la de él era irregular.
—Sa-asuke-kun—Gimió ella cuando se sintió llegar a la cima del placer, su pelinegro compañero la siguió segundos después junto con un ronco gruñido, una sonrisa adorno el rostro de ambos mientras sus cuerpos disfrutaban de múltiples espasmos de placer.
—Sakura…—Susurró él contra su piel mientras esparcía pequeños besos por su cuello.
Ella sabía bien que no debía decirlo, sin embargo no fue capaz de evitar que aquellas dos simples y peligrosas palabras escaparan de sus labios—Te amo—. Fue apenas un susurro pero notó como el cuerpo de Sasuke se tensó momentáneamente al recibir su mensaje.
—Sakura, yo...
—Saluda a la soñadora de tu tía, bebé.—Habló Ino mientras sostenía la mano derecha de su hijo y la movía de un lado a otro, su acaramelada voz fue suficiente para que Sakura abandonara su mundo de recuerdos y enfocara la vista hacía el pequeño niño rubio de casi dos años que la veía con una sonrisa mientras balbuceaba palabras incomprensibles.
Sonrió al ver los brillantes ojos azules de su sobrino.
—¿Todo está bien, Frente? —Preguntó Ino mirando a su mejor amiga con una ceja arqueada. —Desde el martes que estás un poco distante.
—Ya te he dicho la razón. —Contestó sin siquiera ver a los inquisidores ojos de su amiga, en lugar de eso prefirió observar su ahora derretido helado, ¿durante cuánto tiempo había estado perdida en su mente?, retiró la cuchara del pequeño tazón rojo que contenía su ahora no comestible postre. —Scott ha muerto.
Ino torció la boca. —Vamos Sakura, realmente no soy tan tonta como para tragarme la historia de que estás triste por la muerte de uno de los tantos personaje ficticios del nuevo libro que estabas leyendo. ¿Qué edad crees que tienes?, porque te avisó que dejaste los dieciséis hace mucho tiempo.
—To-ta— Repitió Inojin mientras golpeaba la mesa con una cuchara y era víctima de un repentino ataqué de risa. —Mama… tota.
Sakura se rió e Ino la fulminó con la mirada.—No, mamá no es tonta.
—Si Inojin, tu mami no es tonta pequeño, ella sólo es un poco boba.
—¡boba!—Repitió.
—¡Ugh!, deja de enseñarle malas palabras a mi bebé— Exigió Ino mientras tapaba los pequeños oídos de su hijo. —Bien, yo sé que terminaras por decírmelo tarde o temprano por lo que dejaré de insistir. Ahora, si has terminado con tu momento depresivo-reflexivo me gustaría ir al centro comercial, tenemos que comprar de una vez los regalos de boda que les daremos a Naruto y Hinata, la boda está cada vez más cerca.—Terminó su frase con una amplia sonrisa, ya que se alegraba por sus dos amigos pero también se alegraba porque pronto podría asistir a una fiesta y ella en verdad amaba las fiestas.
—Todos se casan...—Susurró Sakura y no pudo evitar fruncir el ceño al pensar que ella sería la única cuyo destino escribió que fuera mamá soltera...¿Tal vez aún estaba a tiempo de amarrar a alguien a su lado?...Rock Lee o Kiba, ellos serían los objetivos, el primero le amaba y el segundo, bueno, él era un mujeriego así que obligarlo a casarse con ella a pesar de lograr fingir que el bebé era de ellos sería algo demasiado complicado, la única opción sería Lee... se rió de ella misma, como si Sakura, la hija buena, alumna ejemplar y buena trabajadora, pudiera ser capaz de engañar a un chico de tal forma.
—Y ahora te ríes sola, definitivamente el asunto que me ocultas te está volviendo loca— Diagnosticó Ino mientras preparaba todo lo necesario para su viaje al centro comercial, porque vamos, era absolutamente necesario que Inojin tuviera los juguetes suficientes para distraerse (hasta el momento había guardado diez en la pequeña mochila de su hijo) y así ella podría hacer una de las cosas que más le gustaban en total tranquilidad: comprar.
Sakura abrió la boca pero su respuesta se vio opacada por el repentino llanto de Inojin, Sakura se levantó de su asiento al escuchar el diminuto quejido que Ino había hecho aún sin siquiera haber volteado a ver a su hijo.
—Lo estás convirtiendo en un niño consentido—Mencionó al ver como las lágrimas desaparecían repentina y mágicamente con tan sólo cargar al niño en brazos.—Nee~ Inojin, no debes de llorar sólo porque mami te deja en el suelo. No quieres ser un niño malcriado, ¿cierto? —Preguntó, obteniendo como respuesta una simple risa y que el niño comenzara a jugar con mechones de su cabello rosa.
—Estoy segura de que tú serás una madre más consentidora y sobreprotectora con tus hijos —Ino tomó las llaves de su auto y le abrió la puerta del departamento a Sakura. —Por cierto Frente, no puedes tardarte mucho en convertirte en mamá, ya sabes, nuestros hijos tienen que casarse.
Sakura sonrió y asintió en silencio. —Nee~ Inojin tienes que ser un buen novio para mi hija, ¿Lo prometes?
Él simplemente sonrió y ocultó su rostro en el hombro de la Haruno.
Ino sonrió al verlo.—Que lindo, tienes que asegurarte de crear una linda niña para mi perfecto hijo.
—Berrinchudo hijo, querrás decir—Corrigió Sakura antes de apretar el botón del elevador.
—Detalles...—Susurró Ino.
Sakura sonrió al ver como Inojin se entretenía con el collar de una flor de cerezo que colgaba de su cuello y como últimamente era común en ella, no tardo mucho en perderse en el mar de pensamientos que ahora era su mente, tenía claro que amaría con toda su alma al pequeño ser que ahora crecía en su vientre, de hecho ya lo amaba pero... ¿tenía lo necesario para darle una buena vida a ese pequeño ser?, no tenía mucho dinero ahorrado y probablemente todo el dinero que fuera capaz de guardar se iría muy rápido con tan sólo los gasto de consultas, el parto, y algunas cuantas cosas para el bebé. ¡Ugh!, ¿por qué a todos sus amigos les había dado por casarse en los últimos dos años?
Sakura suspiró por enésima vez en el tiempo que llevaban dentro de la sección de electrodomésticos.
El diminuto gruñido de su amiga le provocó saltar del susto.—Bien Frente, es obvio que estás atravesando por algo parecido a una crisis existencial, así que suéltalo. Ya antes me has contado secretos oscuros de tu vida, te he ayudado en las malas, así que... ¿Qué es lo que sucede está vez?
—Yo...—Sakura respiró hondo, ella tenía razón, Ino siempre había estado tanto en las buenas como malas situaciones de su vida, le había ayudado a salir adelante después de las adversidades que se presentaban en su vida, ¿por qué no decírselo? —Yo, hice...
—¡Mami, baño!—Interrumpió el pequeño Inojin mientras jalaba la falda de su madre, Ino respiró hondo.
—Bebé, tienes un pañal puesto así que utilízalo, ¿quieres?— Ofreció la heredera de la familia Yamanaka sin apartar la vista de su mejor amiga.
—Uhm, nooo...— Contestó él mientras se abrazaba a la pierna de su madre.
Sakura rió —Te lo diré más tarde, Ino.
Cinco segundos eternos fue lo que Sakura tuvo que esperar para recibir una afirmativa por parte de la rubia mujer. —Más te vale que lo hagas —Recogió a su retoño del suelo y miró a su amiga. —Sino, tendrás que cuidar de Inojin por todo un mes, y créeme, es un verdadero demonio sino ve a su hermosa mami durante más de tres horas.
Sakura rió o eso intentó.
¡Ugh! ya tenía en claro lo que le impedía contarle todo a Ino, ¿cómo aceptar que se había acostado con alguien a quién no veía desde hace seis años en menos de 24 horas?, ¿cómo iba a contarle que se había embarazado de alguien de quién no sabía si ya estaba casado o si tenía familia?
Respiró profundo.
Vamos, podía contárselo. Sólo tenía que encontrar la valentía suficiente... lo cual sería muy difícil, pero definitivamente necesitaba de la ayuda de Ino para tomar una buena decisión.
Sakura se mordió el labio y paso una de sus manos por su cabello, ugh, sería tan difícil confesárselo a Ino. Aunque, en algún momento sus amigos tendrían que enterarse de su embarazo... al menos que decidiera irse a vivir lejos de todos por el resto de su vida, y ...
Suspiró.
—Mamá se está comportando como una verdadera cobarde, ¿cierto?—Preguntó mientras posaba su mano en su plano vientre— Deséale suerte a mami... tía Ino me matará cuando se enteré.
Sakura sonrió.
—Y bien, ¿estás lista para confesar el problema en el qué te has metido ahora?—Cuestionó Ino, mientras cargaba a su ya dormido hijo.
—Si te pido que esperes hasta mañana, ¿podrías hacerlo?—Intentó por última vez Sakura mientras guardaba las bolsas de la compra en el maletero del automóvil.
Ino sonrió de lado. —Vaya, si que metiste la pata está vez, ¿no es así, Frente?. No tiene caso que lo retardes, vamos Sakura, se valiente y dilo.
—Verás, no creo que sea tan malo, sólo que necesitaré de tu ayuda, yo...
—¡Sakura-Chan!—Gritó Naruto desde una distancia demasiado corta, demostrando que esa mala costumbre de gritarle a las personas aún así estuvieran a cuatro pasos todavía no desaparecía, además había sorprendido a las dos chicas y milagrosamente no había logrado despertar a Inojin.
—Parece que el mundo confabula para que yo no me entere de tu secretito, pero no te me vas a... ¿Frente?.—Susurró lo último al ver el estado de ánimo de la pelirrosa.
—Na-Naruto—Pronunció Sakura con la voz quebrada y los ojos llorosos, ni ella entendía el porque de su drástico cambio de humor.—Eres un idiota, siempre gritando y... ¿qué si despertabas a Inojin?—Preguntó con dificultad debido al molesto nudo en la garganta que se presentaba en el momento menos indicado.
—Sakura...—Naruto cambió su semblante feliz por uno más serio.
Ino se encogió de hombros, intuyendo quien era el culpable del extraño comportamiento de su amiga. —Supongo que en este momento a quien necesitas es a tu otro rubio de confianza, ¿cierto?— La chica de ojos azules deposito un beso en la frente de su amiga— Mañana hablaremos sobre este problemita Sakura.—Giró para poder observar al rubio que hasta el momento se mantenía a cierta distancia de ellas.— Adiós Naruto.
—Yo... estoy embarazada—Soltó en un susurró que Naruto pudo escuchar claramente.
—Sakura...
Y en menos de dos segundos, la pelirrosa se encontraba rodeada en un fuerte y agradable abrazo cortesía del Uzumaki.
—De... Sasuke—Terminó de pronunciar antes de corresponder el abrazo y derramar unas lágrimas más.
Si bien Ino siempre había sido su confidente y ayudante en los problemas de su adolescencia, Naruto era sin lugar a dudas el único testigo de toda su historia de enamoramiento con el Uchiha, ellos tres eran inseparables en su adolescencia, habían pasado por tantas cosas juntos, y se conocían mejor que nadie.
Naruto cerró los ojos al escuchar el nombre de su mejor amigo salir de los labios de la chica que tanto había amado en su infancia y parte de su adolescencia, pasó su mano a lo largo del cabello de Sakura, mientras que con su otra mano la sostenía de su espalda, acercándola a su cuerpo, intentando transmitirle un poco de tranquilidad.
—Sakura...—Habló cuando las lágrimas dejaron de caer.—Todo estará bien ¡'ttebayo!
Ella sonrió contra el pecho masculino. —Gracias.— Porque sin importar qué, Naruto siempre estaría dispuesto a ayudarla.— Lamento ser una molestia —murmuró y él la abrazo más fuerte.
—No eres una molestia, Sakura-Chan...
Continuará...
¿Qué tal?
Tiempo sin subir nada, ¿qué les ha parecido? realmente estoy un poco oxidada porque hace más de cuatro meses que no escribo nada, espero les guste mi idea
¿Me regalan reviews? Sus comentarios son muy importantes :)
