México (Rafael) y México2p! (Damián) me pertenecen.


— ¿Qué tal tu viaje? — Pregunta Rafael a Damián, quién se sienta en el cómodo sillón.

— Perturbador, como siempre. Viajar a través de la magia siempre es cansado. — Rafa sonríe a su visitante, su contraparte, mejor dicho. Nadie diría que dos personas muy diferentes representarían a un país, en diferentes mundos. Damián es blanco, ojos dorados, de cabello azabache, largo y lacio recogido en una cola de caballo baja, igual que Rafael, sólo que el segundo es moreno, cabello castaño y bien rebelde, ojos negros. Las discrepancias no son solamente físicas: el moreno es muy burlón, alegre, locuaz y también sádico, cínico y flojo (aunque es bueno trabajando, ya que). Damián tiene un carácter más serio, es elegante, cortés, diplomático, excelente mago y odia la sangre. Prefiere arreglar los problemas con razonamiento. — ¿Ya empezaron con el grito?

— Aún no ¿Un curado de guayaba? — Rafa el ofrece a su amigo un jarro con el pulque.

— Ya sabes que sí, gracias— toma el jarro y le da sus buenos tragos. — Está muy bueno. — Damián mira la tele, todos están de fiesta, cómo no, si es 15 de septiembre, casi 16, el cumpleaños de los dos, y con tantas cosas que han pasado, la disque reforma energética que los jefes quieren hacer, los disturbios, la canasta básica con precios que van derechito al cielo de tanto que los suben, la pobreza en aumento… ninguno se siente con alma festiva. En ambos mundos la cosa es la "mesma", como dice Rafa, por eso se pusieron de acuerdo para no ir a escuchar el famoso grito de Dolores, pos ¿Dónde carajos está la Independencia? ¿Y la Revolución? ¿Qué hay que celebrar? ¿El enriquecimiento de los políticos, a expensas del pueblo? ¿El abuso de las autoridades, que protege sus intereses? ¿La mediocridad en el sistema educativo? (eso de las faltas de ortografía en los libros de texto ¡no mamen!) ¿La extraña mezcla entre hambruna y obesidad? ¿La crisis económica? Es lo que había dicho Rafa, Damián, que sabía su responsabilidad de asistir al espectáculo, no quería reconocerlo, pero no se puede tapar el sol con un triste dedo. Y aplicando el "valemadrismo", dejaron plantados a sus "queridos" jefes. — Cuanto que al final, todo termina a balazos.

— Pos sí, siempre es igual. — El moreno se rasca la cabeza, mira como Damián se quita su saco y se desamarra su corbata, Rafa se quita sus tenis, y los dos buscan una posición más cómoda en su lugar. Al fin y al cabo, sin sus máscaras ya sea de fachoso o de caballero, siguen siendo mexicanos (a la manera de cada uno).

— "¡Pobres mexicanos! Que cada 15 de septiembre gritan por un espacio de una hora quizá para callar el resto del año".

— Octavio Paz. — Sonríe triunfante el moreno. — Con todo lo feo que está pasando seguramente se está retorciendo en su tumba.

— Menos mal que te gusta leer, te di un buen ejemplo. — Damián es interrumpido por los gritos en la tv. — Ya comenzaron con lo el dichoso Grito ¿Hasta cuándo seguiremos así?

— Al paso que vamos, a lo mejor hasta que estemos muertos. — Los ojos ámbar miran un tanto sorprendidos a los ojos negros, al final el de cabellos negros sonríe relajado, después de todo la muerte no es tan mala como dicen. Rafa le sirve más pulque, luego llena su jarro.

— ¡Salud! — Damián levanta su jarro, con una cara entre tristeza y alegría amarga.

— Salud, pues — por primera vez en muchos años, es Rafael el que contiene un rostro impávido, como un muerto. Entre los gritos de la transmisión se escucha el choque de las jarras.


Sé que esta historia, al hablar de la Independencia de México, se esperarían un fic muy alegre y pachanguero y no tan deprimente, pero es que realmete con todo lo que está pasando, no veo motivos para festejar nada. Así de simple.